La escoliosis es una deformidad de la columna vertebral, consiste en una torsión o rotación de la curva de la columna resultando una curva que aparece como una «C» o «S». La curva puede estar estructurada o no estructurada, esta última no tiene componente rotacional y puede estar relacionada con vicios posturales. Las escoliosis cérvico-dorsal son raras, mientras que la dorsal, lumbar o ambas son más frecuentes. Es más frecuente en niños y empeora considerablemente con el crecimiento puesto que este tiende a aumentar la inclinación de la columna vertebral.
Las curvas en el adulto difieren principalmente en que son más rígidas que las de los niños o los adolescentes; además frecuentemente se asocian a dolor y síntomas neurológicos, ocasionados por una combinación de fatiga muscular, desbalance del tronco, artropatía o artrosis de las facetas vertebrales, y en la mayoría de los casos por un proceso degenerativo discal. Sin embargo, los niños o adolescentes raramente manifiestan dolor y la mayoría de las veces son descubrimientos de los padres al observar las espaldas de sus hijos.
En el origen de la escoliosis, se encuentran tres categorías principales:
- Congénita (15%): Es resultado de asimetrías en el desarrollo de las vértebras, secundario a anomalías congénitas. Este tipo de escoliosis generalmente se manifiesta en niños pequeños o antes de la adolescencia.
- Idiopática (75%): No se encuentra una causa específica que explique el desarrollo de la deformidad. Este tipo de escoliosis se subdivide a su vez en tres categorías, basándonos en la edad en la que fue detectada la deformidad: Infantil de 0 a 3 años, Juvenil de 4 a 9 años y Adolescente a partir de los 10 años.
- Neuromuscular (90%): La deformidad de la escoliosis ocurre en pacientes con patologías de origen neurológico o musculoesquelético, tales como en el mielomenigocele, la distrofia muscular, la parálisis cerebral, distrofias musculares o asimetría en la longitud de las extremidades pélvicas. La presencia de escoliosis de origen neuromuscular es el resultado de un desbalance muscular y la consecuente pérdida del control del tronco.
En escoliosis entre 0-20 grados habrá que vigilar su evolución y su tratamiento se basará en fisioterapia.
Entre los 20-40 grados se recomienda la utilización de diferentes tipos de corsé que obliguen a la columna a una posición más correcta.
Entre los 45-50 grados en adelante, se opta por la cirugía. Son escoliosis que tienen riesgo de aumentar aún más. En estos casos habrá una disminución de la capacidad respiratoria por la torsión del tórax, también puede haber un aumento de la presión sobre el corazón y un daño estético que puede tener mucha afectación psicológica.
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