El fiscal Mario Lora Correa, sindicado de haber asesinado a dos jóvenes en la zona rosa de Montería, fue trasladado a Chocó donde se desempeñará como fiscal delegado ante el Gaula para imponer justicia en temas de extorsión, es decir las mismas funciones que estaba cumpliendo en Montería.
La decisión fue avalada por la vicefiscal, María Paulina Riveros, argumentando necesidades del servicio, mientras que el director ejecutivo de la Fiscalía, José Betancur, dijo que ese tipo de movimientos forman parte de la globalidad y flexibilidad de la planta de personal de la Fiscalía.
Hay que indicar que los familiares de los dos jóvenes asesinados, Harold David Suárez Rivas y Camilo Andrés Rodríguez, había elevado su voz de protesta ante la decisión de la Fiscalía de trasladar al funcionario de nuevo a Montería, pues estaba en Barranquilla, como si nada hubiera pasado.
Consideraron injusto que permanezca en libertad y trabajando como si no hubiera hecho nada, pese a dar muerte con un arma de fuego a dos jóvenes que sostuvieron una discusión con uno de sus hijos en una discoteca de Montería.
Dentro de este proceso, han fracasado varias audiencias preparatorias del juicio debido a múltiples excusas e impedimentos por parte de sus colegas de la rama judicial. La última que estaba prevista no pudo hacerse porque el abogado defensor del fiscal Lora, Guillermo Álvarez Machacón, fue sometido a una intervención quirúrgica.
En medio del escándalo que se ha suscitado por el hecho, los familiares de las víctimas han denunciado intimidaciones, amenazas y persecusiones, pero insisten en que llegarán hasta las últimas consecuencias para que el fiscal pague por lo que hizo.
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