Entrevista a Jacques Rancière: «El maestro ignorante»

El suplemento cultural (adncultura) del rotativo argentino La Nación ha ofrecido a sus lectores una entrevista con este pensador francés, del que ya hemos hablado en alguna que otra ocasión:


Por Luisa Corradini

Corresponsal en Francia – París, 2008

En 1818, la teoría de un extravagante pedagogo francés provocó una revolución en el rígido universo de la educación europea: «Quien enseña sin emancipar embrutece», predicaba Joseph Jacotot. Todo hombre, todo niño, postulaba, tiene la capacidad de instruirse solo, sin maestro. El papel del docente debe limitarse a dirigir o mantener la atención del alumno. Jacotot proscribía a los maestros «explicadores» y proclamaba como base de su doctrina ciertas máximas paradójicas con las que se ganó virulentas críticas: todas las inteligencias son iguales. Quien quiere puede. Es posible enseñar lo que se ignora. Todo existe en todo.

Un siglo y medio después, el filósofo marxista Jacques Rancière consagró un libro, El maestro ignorante (Libros del Zorzal), a ese personaje singular, alternativamente revolucionario, capitán de artillería, profesor de química, latinista y fundador de un corpus teórico bautizado «la educación universal».

El tema no podía ser más apropiado para Rancière que, a partir de la experiencia de Jacotot, analiza los principios de su teoría y los compara con el sistema educativo y social moderno, basado en la admisión de la desigualdad entre saber e inteligencia.

Alumno de Louis Althusser, Rancière participó en la redacción de Para leer El Capital (1965), antes de alejarse y cuestionar la doctrina de su maestro en La lección de Althusser (1974). A partir de 1970, se lanzó de lleno en lo que sería desde entonces su línea de investigación: los lazos entre política y estética.

En más de treinta libros, ese hombre discreto y tímido de 68 años, apasionado cinéfilo, dueño de una inmensa cultura y de una temible complejidad intelectual, analizó las representaciones tradicionales de lo social y los procesos de emancipación de la clase obrera.

Ante la aparición en la Argentina de El maestro ignorante, Jacques Rancière recibió a adn CULTURA en París [recordemos que hay versión castellana de 2003 en Laertes; lo contrario que con Los nombres de la historia, publicado en Nueva Visión allá por el 1992, en Argentina, y vertido entre nosotros al catalán en 2005 por la Universitat de València-PUV]

Para el neófito, la única forma posible de enseñar es explicando. ¿Cómo hacer para que, sin explicaciones, un niño, o un adulto entiendan lo que no conocen?

-Joseph Jacotot consiguió demostrar que el método de la explicación constituye el principio mismo del sometimiento, por no decir del embrutecimiento.

¿Podemos recordar el comienzo de esa aventura singular?

-La historia comenzó cuando Jacotot, un apreciado filósofo y pedagogo en Francia, se instaló en Bélgica por razones políticas durante la Restauración (1814-1830). Allí fue contratado por la Universidad de Lovaina para enseñar francés. Jacotot, que no sabía una palabra de holandés, distribuyó a sus alumnos una versión bilingüe del Telémaco de Fénelon y los dejó solos con el texto y con su voluntad de aprender. Sorprendentemente, pocos meses después todos eran capaces de hablar y de escribir en francés sin que el maestro les hubiese transmitido absolutamente nada de su propio saber. Jacotot dedujo entonces que sus alumnos habían utilizado la misma inteligencia que usa un niño para aprender a hablar. ¿Qué hace un niño pequeño? Escucha y retiene, imita y repite, se corrige, tiene éxito gracias al azar y recomienza gracias al método. Todo sin ningún maestro.

Y así nació la teoría de la «educación universal» o «método Jacotot». En el nivel empírico, ¿podríamos decir que el maestro ignorante es aquel que enseña lo que él mismo ignora?

-Así es. Según Jacotot, es posible enseñar lo que uno ignora si uno es capaz de impulsar al alumno a utilizar su propia inteligencia.

Esa osadía hizo temblar a toda la Europa intelectual, desde Bruselas hasta San Petersburgo.

-Porque la osadía de Jacotot consistió en oponer la «razón de los iguales» a la «sociedad del menosprecio». En realidad, el objetivo de ese apasionado igualitarista era la emancipación. Jacotot pretendía que todo hombre de pueblo fuese capaz de concebir su dignidad humana, medir su propia capacidad intelectual y decidir cómo utilizarla. En otras palabras, se convenció de que el acto del maestro que obliga a otra inteligencia a funcionar es independiente de la posesión del saber. Que era posible que un ignorante permitiera a otro ignorante saber lo que él mismo no sabía; es posible, por ejemplo, que un hombre de pueblo analfabeto le enseñe a otro analfabeto a leer. Y aquí llegamos al segundo sentido de la expresión «maestro ignorante».

¿Cuál es?

-Un maestro ignorante no es un ignorante que decide hacerse el maestro. Es un maestro que enseña sin transmitir ningún conocimiento. Es un docente capaz de disociar su propio conocimiento y el ejercicio de la docencia. Es un maestro que demuestra que aquello que llamamos «transmisión del saber» comprende, en realidad, dos relaciones intrincadas que conviene disociar: una relación de voluntad a voluntad y una relación de inteligencia a inteligencia.

Pero usted dice que no hay que equivocarse sobre el sentido que tiene esa disociación.

-Hay una forma habitual de interpretarla: como una disociación que intenta destituir la relación de autoridad magistral para remplazarla solo por la fuerza de una inteligencia que ilumina otra inteligencia. Ese es el principio de innumerables pedagogías antiautoritarias.

¿Como la mayéutica socrática, en la que el maestro finge la ignorancia para provocar el saber?

-Así es. Pero en la teoría de Jacotot, el maestro ignorante opera la disociación de una forma totalmente diferente. En realidad, haciendo creer que su objetivo es suscitar una capacidad, la mayéutica busca demostrar una incapacidad. Sócrates no solo demuestra la incapacidad de los falsos sabios, sino también la incapacidad de todo aquel que no es llevado por el maestro por la buena senda, sometido a la buena relación entre inteligencia e inteligencia. El «liberalismo» mayéutico no es más que la variante sofisticada de la práctica pedagógica ordinaria, que confía a la inteligencia del maestro el trabajo de llenar la distancia que separa al ignorante del saber.

¿Y Jacotot invierte el sentido de la disociación?

-Sí. Para él, el maestro ignorante no establece ninguna relación de inteligencia a inteligencia. El maestro es solo una autoridad, una voluntad que ordena al ignorante que haga su camino. Es decir, echa a andar las capacidades que el alumno ya posee, la capacidad que todo hombre demostró logrando sin maestro el más difícil de los aprendizajes: aprender a hablar.

Pero volvamos a los defectos del método explicativo. ¿Por qué la explicación es «el principio mismo del sometimiento»?

-El problema reside en la lógica misma de la razón pedagógica, en sus fines y sus medios. El fin normal de la razón pedagógica es el de enseñar al ignorante aquello que no sabe, suprimir la distancia entre el ignorante y el saber. Su instrumento es la explicación. Explicar es disponer de elementos del saber que debe ser transmitido en conformidad con las capacidades supuestamente limitadas de los seres que deben ser instruidos. Pero muy pronto esta idea simple se revela enviciada: la explicación se acompaña generalmente de la explicación de la explicación. Hay que recurrir a los libros para explicar a los ignorantes lo que deben aprender. Pero esa explicación es insuficiente: hacen falta maestros para explicar a los ignorantes los libros que les explicarán el conocimiento.

Un proceso que podría volverse infinito

– si la autoridad del maestro no pusiera un punto final, transformándose en el único capaz de decidir dónde las explicaciones ya no necesitan seguir siendo explicadas. Jacotot creyó poder resumir la lógica de esta aparente paradoja: si la explicación puede llegar a ser infinita es porque su función esencial es la de volver infinita la distancia misma que ella está destinada a reducir.

¿Se podría decir entonces que la utilización de la explicación es mucho más que un medio práctico al servicio de un fin?

-Es un fin en sí misma. Es la verificación de un axioma primario: el axioma de la desigualdad. Explicar algo a un ignorante es, ante todo, explicarle que no comprendería si no se le explicara. Es demostrarle su incapacidad. La explicación se presenta como el medio para reducir la situación de desigualdad en la que se hallan los que ignoran en relación a los que saben. Explicar es suponer que hay, en el tema que se enseña, una opacidad específica que resiste a los modos de interpretación y de imitación mediante los cuales el niño aprendió a traducir los signos que recibe del mundo y de los seres hablantes que lo rodean. Esa es la desigualdad específica que la razón pedagógica ordinaria pone en escena.

Usted va más lejos en su libro y afirma que esa desigualdad específica, ese axioma «desigualitario» es el modelo con el que funciona el sistema social. En consecuencia, la oposición filosófica se transforma también en oposición política.

-Exactamente. Esa oposición no es política porque denuncia un saber ejercido desde arriba en beneficio de una inteligencia de abajo. Lo es en un nivel mucho más radical porque atañe a la concepción misma de la relación entre igualdad y desigualdad. Jacotot demuestra que la lógica explicativa es una lógica social, una forma en la cual el orden «desigualitario» se representa y se reproduce.

Los años en que se produjo la polémica en torno al método de Jacotot corresponden, en efecto, al momento en que se instaló en Europa un proyecto de orden social nuevo, basado en la demolición de la Revolución francesa.

-Es el momento preciso en que se quería terminar con la revolución. En que se pretendía pasar de la edad «crítica» de la deconstrucción de las trascendencias monárquicas y divinas a la edad «orgánica» de una sociedad que reposara en su propia razón inmanente. Es decir, una sociedad que armonizara sus fuerzas productivas, sus instituciones y sus creencias, y que las hiciera funcionar según un único régimen de racionalidad. Y ese paso de la edad crítica y revolucionaria a una edad orgánica exigía, ante todo, resolver la relación entre igualdad y desigualdad.

Ese proyecto no tiene, según usted, muchas diferencias con nuestras sociedades orgánicas actuales.

-El proyecto de sociedad orgánica moderna es un proyecto de mediaciones que establecen dos elementos esenciales entre lo de arriba y lo de abajo: un tejido mínimo de creencias comunes y posibilidades limitadas de desplazamiento entre los distintos niveles de riqueza y de poder.

Y el maestro ignorante es aquel que se sustrae a ese juego.

-Sí, en el acto de oponer la emancipación intelectual a la mecánica de la sociedad y de la institucionalización progresivas. Oponer la emancipación intelectual a la institucionalización de la instrucción del pueblo es afirmar que no hay etapas en la igualdad. Que esta es una, entera, o no es nada.

****

A los muchos interesados les gustará saber que la revista Cuadernos de Pedagogía Rosario dedicó un número a reflexionar sobre el volumen de Rancière con el título de «Libertad e igualdad en educación» (vol. 6, núm. 11, de 2003).

50 Respuestas a “Entrevista a Jacques Rancière: «El maestro ignorante»

    • En la fundación Pent se critica mucho el EduPunk, pero hay que aclarar el negocio que defiende. Primero su relación con el Ministerio de Educacion Nacional, segundo con FLACSO y tercero su relacion con la Fundacion Ford.
      Cito textual:

      “La organización partidaria y su influencia sobre la calidad de gobierno en la Argentina actual: Lógica, problemas y reformas necesarias
      LEIRAS, Marcelo 2006-002
      Castellano Septiembre 2006
      Buenos Aires, Argentina

      La Fundación PENT hace manifiesto su agradecimiento a la Fundación Ford por su valiosacontribución al financiamiento del presente trabajo.”

      gmanolio@yahoo.com.ar

      «Ford Edu K tion» es un libro digital que fundamenta la Psicohistoria.3 a traves de un enorme base de datos que da cuenta de las relaciones carnales entre el neoliberalismo de los Organismos Internacionales y el Ministerio de Educación Nacional. Políticas que tuvieron su esplendor en la decada del 90´tienen su continuidad en este tiempo con muchos de los actores que en su momento, desde FLACSO, asesoraron la reforma menemista. De esto se trata Ford Edu K tion, de nombre y apellidos y de instituciones, en definitiva, del Aparato Ideologico que es la «Escuela».

      «Ford EduKtión», la primera instigacion EduPunK y la fundación de la PsicoHistoria.3

      Obtenelo Free enviando un mail a: gmanolio@yahoo.com.ar

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  2. Me asusta Ranciere y más Jacotot, se derrumba la seguridad del mundo intelectual, lo que vivíamos los catedráticos cuando estudiantes en las clases de estética o de filosofía teórica y no comprendíamos el entramado de la clase del catedrático de turno, el cual hacía todo bastante críptico, esto lo cuestiona, además de cuestionar ese sentimiento que me hizo cambiar de filosofía a antropología, si no se pensar, tengo que pasarme a algo más práctico, la filosofía no es para mí, me dijo, aconsejándome, mi gran profesor, de los más apreciados por la facultad por su saber, críptico, pero saber al fin.

    • Sí, Jacotot y Ranciere ponen un crítica extrema a la ‘educación’ institucionalizada. Iván Ilicho pone también una muy poderosa más o menos en la misma línea de des-escolarizar la sociedad. Pero pienso que lo que nos va a ayudar no es caer en el extremo y destruir todo (escuela y maestros) sino en analogar la crítica que hacen estos ‘teóricos’ con prácticas más éticas y humanas. Un saludo. Moy

  3. Esta entrevista me paecio muy interesante. Soy estudiante de las Carreras en Ciencias de la Educacion y este autor con quien recien me estoy familiarizando, como con todos a los que se le reconoce dentro del «movimiento» Post-estructuralista, me motiva a ingresar a las prácticas profesionales con otra vision a la vez que desnuda «representaciones» historicamente constuidas y quimericamente mantenidas en la actualidad.

  4. Qué bien acabo de exponer en una mesa sobre Performance y he escogido conceptos de Beuys y Kantor para hablar de creación artistica como un esfuerzo para comprender. Una experiencia más allá de la explicación y la interpretación del conocimiento, que permanece por sí mismo escondido, oculto, que requiere de la habilidad, la intuición, y la astucia que se tiene frente a los enigmas.

    Gracias por introducirme en el conocimiento de este pensador.

  5. Muy buena la entrevista a este pensador. Su postura derriba de un plumazo cierta actitud docente pagada de si misma y elitista, que pretenden erigirse en los ùnicos intèrpretes y mediadores entre el conocimiento y sus alumnos a los que desprecian por ignorantes. He conocido a màs de uno de estos especìmenes desagradables, que por suerte son la excepciòn y no la regla dentro de los/las profesores/as.

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  8. El planteo de Jacotot es un tanto extraño. Pareciera que plantea el mecanismo de explicación profesor-alumno con una lógica exclusivamente matemática, donde se genera un bucle de explicaciones de explicaciones infinito.
    En la vida real no es así.

    Por un lado, los profesores que utilizan sus conocimientos para mantener un elitismo frente a sus alumnos, a mi entender, no son profesores sino idiotas. Son personas con problemas personales que tienen ansias de control y poder, y la canalizan por el peor lugar: sus alumnos, tildándolos de ignorantes, y haciendo las explicaciones totalmente crípticas (como comenta Aurelio en el comentario 3).

    A mi entender, y por mi experiencia personal como alumno, un buen profesor es una persona bastante empática, que comprende la mentalidad del alumno todo el tiempo. Creo que debería guiarlos en la explicación, y motivar la curiosidad, y el pensamiento crítico de los mismos constantemente. Debería realizar preguntas y pedir explicaciones a los alumnos mismos, para analizar los hilos de razonamiento de cada uno, y volver a aprender de ellos para fortificarlos.

    Probablemente todos los profesores comienzan siendo «buenos» y los vicios de los años los van arruinando, por eso creo que es un error que un profesor repita la misma clase todos los años, debería cambiar de cursos, incluso de materias dadas.

    Un profesor debería tener la curiosidad de un alumno interesado, y a la vez cierta experiencia para ayudarlo a construir con sus dudas y sus problemas. Por eso creo que un profesor ignorante no funcionaría, o tal vez sí como entusiasta, pero definitivamente el proceso de aprendizaje de algo simple se extendería muchísimo en el tiempo.

    Como dijo algún científico: «si pude ver más lejos, es porque me paré sobre hombros de gigantes».

    Se podría hacer que cada alumno descubra el mundo por sí solo, pero sería mejor si lo ayudan a aprender y aprehender las cosas básicas, y lo dejan investigar con un «profesor ignorante», que serían sus compañeros de trabajo, cuando se acerque un poco más a «las fronteras de la ciencia», donde todos los profesores son ignorantes por razones obvias.

    • Ezeqdb estoy en desacuerdo con vos. Creo que el conocimiento no tiene una estructura de verticalidad… ¿para pensar ciertas cosas hay que saber determinadas otras? Si y no, conocemos casos de personas que llegan a exactas conclusiones por caminos deferentes.
      En mi caso personal en tanto sujeto suceptible de aprehender (que es la característica común en todos) pude pensar millares de cosas que encontré ya escrituradas, con nombre y apellido e incertas en tradiciones y vanguardias ¿nunca tuviste esa senzación?

      Un ejemplo concreto… entro a la facultad y no sé por qué motivo terminé a la semana en la casa de unos chicos que se juntaban de muchísimas carreras y de diversos años… y hablando con una chica que finalizaba letras (en ese momento yo no había tenido mi primera clase) le decía
      «es rarísimo, cuando volvés a releer un texto escrito por vos mismo después de mucho tiempo de su escritura, uno se tiene ajeno a sí mismo, a lo que escribió, como si dejara de ser propio»
      Y me dice: vos sabés que a eso lo resuelva Barthes con la muerte del autor en tanto entidad con la potestad de controlar el sentido del texto, una vez que el autor se desprende del texto, el control de éste sobre el/los sentido/s del mismo mueren. Pero también Blachot plantea algo similar, acerca del «alejamiento» del lector-autor… al decir que la experiencia de lectura siempre es única y última… siempre irrepetible.

      entonces… cómo pude yo, un puber de 18 años bordear los pensamientos de dos de los pensadores más importante del siglo xx? Porque no tenía en mi mente la estructuración vertical del conocimiento, y la voluntad de aprehender a través de mi propia experiencia producida… toda persona (siguiendo a Ranciere) que intente plantear la diferencia a través de la explicación, donde la explicación es pensada como aquello que separa los «niveles» de inteligencia e inteligibilidad, es sometimiento de uno hacia el otro, es antes que acercar, alejar… Lo que incita, lo que propone, lo que genera deseo, voluntad de desear… es eso que generando un vacío en la subjetividad, el vaciado va intentar colmar, parafraseando mucho a Blanchot cuando hablar de la literatura….

      Por lo tanto, creo que el docente, debe incitar, proponer sugerir, generar vacíos… y activar voluntadas, porque el rol activo de llenamiento es siempre del alumno, que este caso de deja de ser más que alumno, autodidacta.

      • Es interesante lo que decís, y sí, yo también he tenido esa senSación.

        Me pasa sobretodo con mi blog, cuando leo artículos en los que divagaba y exponía mis ideas (especialmente sobre religión, y temas filosóficos-existenciales), de hace aproximadamente un año, creo que estoy leyendo a un niño que dice sandeces.

        Cuando uno termina de escribir un texto, su aprendizaje personal continúa, y aquellos conocimientos quedan estancados en las palabras.

        Creo que los dos tenemos razón, porque ahora que veo tu punto, entiendo que estamos hablando de cosas diferentes.
        El tipo de conocimiento al que estás haciendo referencia, y que lograste deducir, es un conocimiento que se basa en diversas experiencias personales y observación del mundo con nuestros propios ojos.
        Las clases de filosofía deberían ser exactamente como lo estás diciendo, cosa que no me sucedió en la secundaria, donde un profesor se dedicaba a exponer las diversas corrientes a lo largo del tiempo y los autores.
        Eso sería más bien historia de la filosofía.

        La divulgación de conocimiento técnico y científico tiene que ser necesariamente más verticalista (lo cual no significa que pueda ser reconstruido a lo largo del tiempo). Difícilmente puedas deducir, sin conocimiento previo, la estructura interna del átomo, o su mera existencia. Incluso fenómenos como la inercia, la atracción gravitatoria, la redondez de la Tierra, la velociad de la luz, las reacciones químicas básicas, o los conocimientos para construir un vulgar automóvil necesitan de años de educación y experimentación con instrumentos, que un hombre solo, desde la ignorancia total, y por más hambre intelectual que tenga, no va a poder lograr en toda su vida.

        De ahí a que Einstein o Hawking haya dicho de que vio más lejos por estar a hombros de gigantes.

        Te sugiero que pongas tu email en el recuadro, y tildes abajo donde dice «recibir subsiguientes comentarios por correo» para seguir el debate. Y te invito a pasar por mi blog Proyecto Sandía, hacen falta comentaristas de tu envergadura :) Saludos

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  11. L a verdad me fasino la entrevista, aclaro mis dudas sobre el libro EL MAESTRO IGNORANTE, y estoy muy de acuerdo con varias ideas de las q recalca en su libro, q mas que ideas son metodos muy ingeniosos, que nos llevan a pensar de un modo diferente, y a valorarnos aun mas, yo estudio psicopedagogia y este libro me lo dieron en la ateria de teoria de la educacion la cual la profesora de esta materia en si, la verdad se toma muy a pecho el libro y ai temas que nos explica y solo NOS GUIA. Ahora entiendo por que, yo creo q este libro o mejor dicho libros asi tendriamos que leer a lo largo de la carrera…

  12. ola, desde hace un tiempo que estoy interesado en la educación que plantea este libro, tanto así que he volcado toda mi atención al problema de la pedagogía, para mi es urgente tratar de resolver este problema. Concuerdo con leonel que uno puede a veces intuir conclusiones , que la base teorica (se supone) no lo permitiría. Lo que dice Ezeqdb, también puede ser válido, a veces siento que un profesor puede aumentar mucha más la velocidad para aprender. Pero también ésto puede ser un problema, ya que, cuando nos explican algo, nos impiden hacer el trabajo por nosotros mismos y que pasa cuando trabajamos menos o no trabajamos, simplemente no desarrollamos las capacidades que tendríamos que desarrollar, y despues si queremos hacer el trabajo por nosotros mismos, nos damos cuenta que en realidad no sabemos y estamos obligados a aprender todo de nuevo. Por eso más que al contenido, creo que Ranciere, apunta a la forma en que la educación ve al alumno: como un tipo incapaz.
    Ahora, la crítica que hace a la institución educativa es la fabricación en serie de alumnos, para Ranciere, a mi parecer, es lo mismo formar un alumno que hacer una coca-cola: el alumno es una botella vacía, en la cual se vierte un líquido (conocimiento) y ésta tiene una utilidad dirigida desde la gerencia de la fabrica.
    Es cierto lo que dice Ezeqdb, un científico no puede aprender a fabricar un auto sin saber nada de mecánica, simplemente no podría. Es claro que necesita un maestro, ésto no lo niega Ranciere, incluso admite la necesidad de tener uno. A lo que se refiere Ranciere es al modo en que ese científico puede llegar a fabricar un auto. El maestro sería solo el que le da el impulso inicial, dandoles las herramientas necesarias para llegar a lo que necesita y verificando a su vez que el alumno busque, que en éste caso la herramienta no sería un manual de «como hacer un auto» sino que le daría un auto, para que lo desarmara, examinara sus piezas, lo volviera a armar, se equivocara y a través del ensayo y error pueda lograr su propio método de hacer un auto, pero aquí no termina el objetivo del maestro ignorante, pues su deber y de todo educador es incitar a que use éste método lo use en todo lo que quiera aprender.
    Para mí lo principal y lo que estoy investigando es la noción de traducción, que creo se profundiza mas en George steiner, en un libro llamado » Después de Babel», la verdad sólo he recibido comentarios, aún no lo leo. Creo que epistemológicamente le da un coherencia al trabajo de Ranciere, ya que para mi, la traducción es la forma que tenemos de conocer los signos o ideas que pertenecen a otras prácticas, como por ejemplo la práctica de un idioma. No podemos saber el contenido de un texto en francés, a menos que con la ayuda de una herramienta apropiada ( un diccionario o una traduccion) podamos compararlo con algo que conocemos. Este proceso funciona de la siguiente manera: cuando no conocemos una unidad que pertenece a una logica distinta, la única forma de conocerla es comparando, y despues crear una semejanza con algo que sí conocemos y a partir de relaciones que poco a poco vamos armando, construir la lógica de un idioma y practicarlo.
    saludos

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  14. creo que justamente llegue a este blog por la busqueda mia y la sugerencia de una buena amiga sobre este autor, el cual habia escuchado nombrar alguna vez pero nunca me habia acercado a su universo. En relacion justo con las maneras de construir y validar procesos en donde el conocer y el saber son vistos generalmente desde dos espacios y momentos paralelos, el de la persona que «careciera» de eso y del que lo «posse» en medio de estos dos social y politicamente se tiene establecido un espacio que limita y blinda alguna posibilidad de co-apreender juntos desde una unica experiencia el cual definiria yop como realmente el momento o punto de reconocimiento del uno con el otro, del que por primera vez transita una ruta y del que antes ya la ha transitado, pero con el mismo cuidado y atencion que la primera vez, pues esa ruta del conocer ya a sido alterada muchisimas veces. Creo entonces que las titulaciones jerarquicas son puramente circunstanciales y enfaticamente en el aspecto de la transmision de actos, eventos, fenomenos y procesos politicos, filosoficos, esteticos, esticos y artisticos.

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  19. podes creer qe despues de años q leimos el libro.. recien lo entendimos gracias a esta maravillosa entrevista a ranciere…!!! saludos..! todo bien con jacotot!!! buena gente el tipo!!! jajaja bsos!!! slaudoss

  20. ,termine el secundario hace menos de un año siendo alumna ahora universitaria y vivenciando el dia a dia de la educacion y opino que hoy en dia, en la actualidad argentina especificamente, escasean los profesores que quieren que el alunmo aprenda-, generalizo. hay maestros que dan su clase, no sabe quienes son sus alumnos, repite siempre lo mismo en todos los años , se va y listo a otra cosa mariposa. en cuanto al alumnado con respecto al «maestro ignorante» hoy en dia si a se lo deja solo para que aprenda , no hace nada, porque no exite la voluntad, y hablo en experiencia propia. no quiero ser pesimista, pero si el profesor no promueve la voluntad de estudiar , no incentiva al alumno a que le interese sus contenidos, el alumno no responde. si no existe una union reciproca, no creo que haya resultado,.muchas gracias

  21. Creo que el planteo de Ranciere, esta forma de la pedagogía se parece al trabajo del analista, que se sitúa en ese no saber para que aflore la verdad del sujeto…ese vacío que propone el análisis para que el analizado descubra su saber sobre si. No puedo dejar de relacionarlo…que piensan?

    • Una variante de la meditación budista pide vaciar de datos. Yo no propondría sólo vaciar o llenar, sino buscar algunas cosas que nos nutran y desarrollar también lo que ya somos.

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  23. no es imposible que aunque se declare como objetivo la búsqueda de la igualdad, la escuela y demás instituciones sirvan a volver a poner a la gente en un orden que se ha desordenado… la distancia se mantiene porque es preciso que haya un orden, en este caso, los que saben y los que no saben… pero alguna vez, tal vez, hubo un maestro explicador que no hundiera su autoridad en la ignorancia absoluta, que no se revolcara deliberadamente en el deseo de no poder él mismo, de ni entender él mismo.. a esa desigualdad del «explicador», constitutiva para reorganizar el orden social y las jerarquías, se suma la que el maestro explicador y muy muy ignorante somete a las inteligencias que embrutece con sus jergas, con sus explicaciones inútiles, incomprensibles o especialmente diseñadas para embrutecer a la enésima potencia con sus prefabricadas explicaciones: como si nadie pudiera entender nada porque no lo entiende el maestro o porque ya no hay nada que aprender… nada que enseñar… ¿Telémaco? Basta ver cómo se enseña el idioma mismo a quien lo posee enteramente: conjugue, analice sintácticamente… lo que sé, lo que sé bien, ahora se me presenta como el objeto de un supuesto catálogo de definiciones exteriores, superfluas y sometidas a las modificaciones de los expertos: ¿qué clase de palabra es el adverbio? ¿hablaremos de predicativos objetivos? es patético ver a los niños aprendiendo de memoria los tiempos y modos verbales, los verbos irregulares…. es evidente que eso sucede cuando no hay nada que decir, cuando lo importante es corregir los errores del otro, negando incluso su competencia lingüística… si al menos hubiera explicaciones para preguntas que vale la pena explicar… ¿a quién puede uno pedirle cuentas respecto de que quienes saben lo que es un tsunami, tienen escalas para medir esos fenómenos y hasta pueden predecir su ocurrencia sean los mismos que construyen centrales nucleares sobre el cinturón de fuego del Pacífico? Salvo Sócrates, parece que ya no quedaran ignorantes. ¿Quién buscará las cartas robadas si no se ha perdido nada? Los nuevos explicadores ignorantes generalizan sus desconocimientos a todo el mundo… No sólo exigen que el otro diga una y otra vez «no sé», «no puedo» sino que establecen que no tienen nada que aprender de nadie. Un grupo multitudinario de «científicos» ha organizado recientemente un encuentro para debatir el tema de las enfermedades «olvidadas»: a esa categoría pertenece, por ejemplo, el Chagas. Antes de eso, ha debido haber algún acuerdo para ponerse de acuerdo sobre la clasificación de las enfermedades y la comunidad ha de haber aceptado el rótulo «olvidadas». Oh, Jacotot… ¿cómo emanciparías tanto embrutecimiento? No creo que imaginaras que desaparecería la libido sciendi.. Tal vez la teoría de la evolución y la confianza en la posición elevada que adjudicamos erróneamente al homo sapiens sea el mayor de los errores. Espero que lluevan los contradictores.

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  29. «…si quiera se murieron los abuelos sin sospechar el tormentoso eclipse…»

    pobres profes, ahora quien podrá salvarlos de los ridiculos ataques que se lanzan contra sus explicaciones. Que curioso; se lanzan piedras a la explicación, desde donde? desde la explicación. se metieron en la grande, pues les toca explicar porque no se debe explicar y no se vislumbra una estrategia mejor para hacerlo que la explicación.

    • Yo, propongo, un poco de explicación y mucha práctica de la inteligencia y la búsqueda del bien. Ni puro control, ni total descontrol. Un poco sería eso la búsqueda de la analogía (Beuchot. Aristóteles, Pitágoras)

      • estoy de acuerdo con algunos planteamientos , sin embargo, todo tiene una razón de ser y por tanto una explicación, a mi entender sobre «explicaciones», tiene que ver con dejar siempre una duda para que se despierte esa competencia cognoscitiva que cada persona posee, y que puede ir mas allá de la simple explicación que de forma vertical se hace. los maestros deben ver la forma de guiar el conocimiento. no hay una sola verdad , ni un solo camino. seria muy triste….

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  32. Me gustó mucho el libro El maestro ignorante de Rancière y la teoría de Jacotot sobre la igualdad de las inteligencias. Sin embargo tengo algunas dudas respecto.
    ¿Cómo pensar la igualdad de las inteligencias desde el psicoanálisis?
    ¿Cómo anunciar igualdad considerando lo particular? ¿No es la diversidad en la psique humana una cuestión a tener en cuenta?

    Dejo estas dudas abiertas y agradezco cualquier comentario. Saludos.

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  34. soy maestra y me gustaría aplicar el método de jacotot, para probar como me va!!!

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  36. hola me gustaria que me den su punto de vista con esta pregunta ¿como entiende Ranciere a la igualdad? no lo tengo tan claro, si pueden me lo contestan a mi correo, desde ya les agradezco lupistefy@hotmail.com

  37. El ser humano desde su concepción emprende una lucha constante por vivir y no termina hasta que su corazón da su último latido. el conocimiento adquirido a lo largo de su vida se refleja en el contexto del ambiente que le rodea, hay necesidades básicas que tiene que cubrir como son: alimentación, vestido, casa, familia, etc; y estoy de acuerdo que nadie puede explicar como puede conseguirlo, porque aprende observando y busca los medios para ello, todo esto aplica en cualquier cultura humana, por ejemplo un carpintero que haría sin herramientas? pero hablar de aprendizaje con ayuda de la pedagogía, ¿eso no seria válido por que el profesor no solo enseña su materia sino también su perspectiva de la misma?, creo que la propuesta es válida, y si el interés por aprender nace a partir de sembrar esa semilla sería mejor ayudar al individuo a encontrarla para que florezcan sus verdaderas capacidades, lo que se podría resumir en una reestructuración de la pedagogía como tal y cambiarle hasta nombre., !vaya que asunto tan complicado¡

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