Jueves, 25 de Abril 2024
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Jalisco

Por mal servicio, se bajan 42 mil del camión

En 2015, un millón 629 mil personas se desplazaban en el transporte público, pero el año pasado bajó a un millón 587 mil 
 

El Informador

Durante más de 30 años, Javier Aceves fue un fiel protector del transporte público. Decía: “Nunca voy a tener coche por el bien del entorno”. Sin embargo, por el mal servicio y la inseguridad que ahora se padece hasta en el interior de los camiones (ya fue víctima de 10 asaltos), terminó comprando un vehículo en mayo de 2016.

Considera que la decisión fue difícil, pues en el automóvil se padece de tráfico, hay que pagar refrendo y la gasolina se ha incrementado, pero ya no está sujeto a si el camión se retrasa o va lleno; además, ya puede salir por la noche sin preocuparse por el horario. “Ahora soy más dueño de mi tiempo”.

Aceves forma parte de los 42 mil usuarios que en los últimos dos años han decidido abandonar el camión como principal medio de transporte en la metrópoli. Optaron por otras opciones de movilidad, en especial, el automóvil.

De acuerdo con datos del Instituto de Movilidad de Jalisco, durante 2015, un millón 629 mil personas utilizaban el transporte público; sin embargo, para 2016 bajó a un millón 583 mil usuarios y el año pasado, a pesar de reflejar un ligero aumento, se quedó en un millón 587 mil.

La autoridad argumenta que algunas de las razones de este descenso obedecen a las grandes distancias que deben recorren los ciudadanos, las modificaciones constantes de los derroteros e itinerarios, así como las demoras, entre otras. “Son varios factores. El principal de que el sistema de transporte público esté expulsando usuarios es su baja calidad”, reconoce el director del Instituto, Mario Córdova España.

Reitera que el modelo hombre-camión ya caducó, por lo tanto se tiene un servicio de “muy baja calidad, actualmente estamos en proceso en el Instituto de terminar la Encuesta de Percepción de Calidad de Servicio, pero siempre ha salido reprobado el transporte público. A ver cómo sale ahora”.

Aclara que no se tiene detectado de dónde son los usuarios que se han bajado del transporte público, “pero sí está ocurriendo”.

Confía en que una vez que entre en operaciones la Línea 3 del Tren Ligero y se migre al nuevo modelo de ruta-empresa se incrementará el número de usuarios, tanto del transporte colectivo como del Tren Ligero y Macrobús.

Javier Aceves, por su parte, añade que si en verdad se mejora el servicio con las estrategias anunciadas por las autoridades, está dispuesto a utilizar de nuevo el transporte público.

Ante el mal servicio, el Instituto de Movilidad reconoce que hay una baja de usuarios en el transporte público. EL INFORMADOR/G. Gallo

Apuestan a L3 para recuperar usuarios del transporte público

Debido a que en los últimos dos años más de 40 mil personas han dejado de usar el transporte público, el director del Instituto de Movilidad, Mario Córdova España, considera que, con la puesta en marcha de la Línea 3 (L3) del Tren Ligero y los avances de la implementación del modelo ruta-empresa, se podrá incrementar de nuevo el número de usuarios.

Sin embargo, aclara que eso es lo que técnicamente se proyecta, por ello será necesario monitorear el comportamiento una vez que la L3 opere y mejore los traslados en la ciudad. “Todas las obras y nuevos crecimientos de las redes de transporte público tienen un proceso en el que van incrementando sus pasajeros, los pasajeros van viendo las ventajas… tendrá que haber un proceso de estabilización progresiva”.

En 2014, el transporte público logró aumentar el número de personas que utilizaban este medio para trasladarse en la ciudad, al contar con 1.6 millones de usuarios, lo que representaba 200 mil más de los que se tenían en 2013. Sin embargo, a partir de 2016 comenzó a reducir el número de pasajeros al bajar a 1.5 millones, sin que en 2017 se pudiera tener una recuperación, a pesar de que la meta proyectada por las autoridades para el año pasado era contar con un millón 655 mil usuarios.

El director del Instituto de Movilidad explica que la clave para atraer más pasajeros es mejorar su calidad de servicio, “la propuesta de la ruta-empresa va en ese sentido, crear en el caso del Área Metropolitana de Guadalajara y las ciudades medias del Estado un sistema integrado de transporte público cuya finalidad principal es brindar una mejor calidad de servicio y un beneficio incluso económico al usuario, con un sistema integrado de prepago”.

Recuerda que está todo listo para que la Secretaría de Movilidad concrete al menos 12 rutas troncales y 30 rutas complementarias en lo que resta de la administración, “el  ordenamiento es total, el estudio del Sistema Integrado de Transporte Público Metropolitano que planteó el Instituto para contar con 18 rutas troncales con sus alimentadoras y las rutas complementarias, junto con las rutas de transporte masivo, es una visión integrada que debe irse implementando progresivamente”.

Personas que utilizan el transporte público
Año   Usuarios
2017   1’587,468
2016  1’583,327
2015   1’629,188
2014  1’608,467
2013   1’494,000
2012   1’494,000
Motivos para no utilizar el servicio
Delitos. La inseguridad que se vive en el transporte urbano colectivo, porque los usuarios están expuestos a asaltos, acoso e incomodidad, entre otras.
El automóvil les ofrece mayor seguridad frente a la opción de caminar en las calles o en las unidades de transporte, pues tambien hay delitos.
Tiempos. Las unidades de transporte pasan cuando quieren, hay maltrato a los usuarios y están expuestos a las inclemencias del clima.
En el vehículo privado hay comodidad, la mayoría de los conductores va escuchando música, incluso habla por teléfono.
Imagen. Hay un desprestigio social que implica viajar en el transporte público.
El Instituto de Movilidad considera que en 2019 se podrían notar los efectos de la Línea 3 y el nuevo modelo de ruta-empresa. EL INFORMADOR/Archivo

En 10 años, parque vehicular crece 64% 

La reducción de usuarios del transporte público coincide con el incremento acelerado del parque particular en los últimos años en la ciudad. El número de vehículos pasó de un millón 581 mil en 2007 a 2 millones 348 mil en 2017; es decir, aumentó en un 64%. Este porcentaje es similar al que se ha presentado a nivel estatal de 2006 a 2017, al pasar de 2.2 millones automotores a 3.4 millones.

“En la última encuesta de origen y destino que se hizo hace 10 años (2007), detectamos que todos los viajes que se realizaban en la ciudad, motorizados y no motorizados, el 28% de éstos se hacían en transporte público y el 27%, en transporte privado. Eso sucedía hace 10 años y estaba correlacionado a que tan solo en una década se había duplicado la cantidad de vehículos en la ciudad, de tener 700 mil vehículos, pasó a un millón y medio, y también está vinculado al crecimiento difuso y disperso de la ciudad, a diversas cuestiones”, destaca el director del Instituto de Movilidad.

De acuerdo con datos reportados en el Sistema de Monitoreo de Indicadores (Mide), el porcentaje de la población que utiliza vehículo particular en la ciudad pasó de 26 en 2014 a 28.1 durante el año pasado. La meta para 2018 es que baje a 24 por ciento.

El incremento del parque vehicular ha impactado en otras mediciones,  por ejemplo, el promedio de personas por automóvil se disminuyó al pasar de 2.6 en 2013 a 2.1 durante el año pasado. Por su parte, la velocidad promedio de desplazamiento de los vehículos de motor en la metrópoli durante 2017 fue de 22 kilómetros por hora, la más baja registrada en los últimos seis años. Se proyectaba que fuera de 23.5 kilómetros por hora.

En un estudio realizado por la Secretaría de Movilidad se destaca que no se logró cumplir la meta por el incremento del parque vehicular y las obras viales realizadas en diferentes puntos de la ciudad, “se espera que una vez terminados los proyectos tales como la obra de Línea 3 del Tren Eléctrico Urbano y los nodos viales se mejore la velocidad promedio”.

Córdova España reconoce que es necesario reducir el uso del auto y transitar a una movilidad intermodal, para que las personas además de moverse en vehículos se suban al Tren Ligero, al Macrobús, al transporte colectivo y MiBici.

El uso de las bicicletas a través de este último programa, apunta, ha dado resultados y se han generado viajes intermodales, “hay muchos viajes de gente que usa su vehículo, lo estaciona y luego completa sus últimas distancias con el uso de MiBici o viceversa y también algunas personas que son usuarios del transporte masivo, por eso ya vamos a implementar InnovaCard, y que completan sus viajes de esa manera”.

Más autos cada año

Año Vehículos
2017   157,329
2018 210,821
2019   282,500
2020  378,550
El número de vehículos pasó de un millón 581 mil en 2007 a 2 millones 348 mil en 2017. EL INFORMADOR/Archivo

LA VOZ DEL EXPERTO

“Avances lentos y parciales”

Alejandro Mendo (académico del ITESO)

Aunque actualmente se avanza hacia un modelo de transporte público más atractivo e integrado al pasar de modelo hombre-camión a la ruta-empresa, los pasos aún son lentos y parciales, destaca el académico.

“Son pequeñas correcciones cosméticas, pero se tiene la necesidad de un cambio estructural y de fondo; por ejemplo, todavía sigue sin funcionar una tarjeta inteligente de prepago única… esa es una exigencia y una demanda no sólo de la población usuaria en general sino de los colectivos y expertos que han estado insistiendo en el tema durante mucho tiempo”.

El sistema de prepago, denominado Innovacard, ya se utiliza en las líneas del Tren Ligero; en el caso de las más de cinco mil unidades del transporte colectivo que circulan en la ciudad se proyecta que se sumen a éste a partir del mes de abril a través de la Innovacard preferencial.

El titular del Sistema del Tren Eléctrico Urbano (Siteur), Rodolfo Guadalajara, informó el mes pasado que las unidades contarán con equipos (validadores), a través de una inversión que correrá a cargo del Gobierno del estado.

“Lejos de mejorar”

Adriana Olivares González (coordinadora del proyecto de Movilidad y Espacio Público de la UdeG).

A pesar de que las autoridades estatales ya pusieron en marcha el primer corredor del modelo ruta-empresa, que circula por Artesanos, la experta opina que aún no se ha mejorado el servicio, pues se tienen temas pendientes.

“La ruta empresa era una buena intención, pero me da la impresión de que no ha logrado cuajar como debiera. Todavía no hay prepago, no hay integración tarifaria, los autobuses son de muy mala calidad, son recién comprados, pero la verdad que son de modelos muy atrasados. Los transportistas siguen correteándose por el pasaje. Necesitamos construir un modelo que tenga la calidad del transporte masivo, pero en el transporte colectivo, y eso aún no ha sido posible”.

Acentúa que si las autoridades implementan este modelo en el resto de los corredores tal como lo anunciaron, se podría mejorar. Lo que ve como un acierto es que se haya concretado el proyecto de la Línea 3 del Tren Ligero. Sin embargo, añade que se requiere contar con un plan sobre el crecimiento que deberá tener en la ciudad el transporte público masivo.

Reitera que la planeación del crecimiento de la ciudad y de las nuevas zonas habitacionales no se planea con relación a la accesibilidad urbana, a un plan de transporte. Esto hace que la gente busque vivienda barata en las zonas periféricas,  donde no llega el transporte público.

Recuerda que el problema que se tiene en la ciudad obedece a la falta de un crecimiento ordenado, vinculado a la falta de una buena gestión de la movilidad de las personas. 

TESTIMONIO

Por mal servicio, renuncia a los camiones

Hace tres años, Javier Aceves tomó un camión de la Ruta 380 sobre Periférico. Tomó asiento y un tipo que se subió detrás de él se paró a su costado. Delante de toda la gente lo obligó a darle el celular con la amenaza que, de no hacerlo, lo lesionaría con una navaja. “La gente vio, el chofer vio… y nadie hizo algo. El chofer no fue bueno ni siquiera para (negarle) la parada. Cuando el tipo, con toda tranquilidad, después de que me somete y todo, va y pide la parada”.

En otras ocasiones le tocó que le robaran la cartera.

Aceves tiene 47 años de edad. Estudio la carrera de Comunicación en el ITESO y hasta los 35 años se repetía que nunca compraría automóvil. Pese a que su sueldo le permitía adquirir un coche, mantenía la idea de contribuir con acciones de cuidado al medio ambiente.

La situación comenzó a cambiar debido a que el mal servicio que brinda el transporte público le comenzó a generar retrasos en su trabajo. Y para evitar llegar tarde pagaba taxi y al sacar cuentas se enteró que el gasto era muy elevado. Esto, sumado a los casos de violencia y robos de los que fue víctima, en mayo de 2016 decidió comprar vehículo, “quizá fue el detonante (los asaltos)”.

Explica que si las autoridades realmente cumplen con reestructurar y mejorar el servicio de transporte público, está dispuesto a dejar el vehículo. Esto, si se cumple con horarios, mejora la seguridad, se incrementa el número de unidades y se respetan los horarios.

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¿Está dispuesto a dejar el vehículo particular si se mejora el servicio de transporte público, con el modelo ruta-empresa y la Línea 3 del Tren Ligero?

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