Ramón Díaz, un viejo zorro suelto en la Copa

AFP
SANTIAGO DE CHILE
22 de Junio de 2015 12:54 pm

Gladiador de mil batallas, Ramón Díaz llegó a la Copa América en silencio al mando de un alicaído Paraguay y en apenas tres partidos cambió la pisada, contagió a su equipo de su temple ganador y ahora va por dar el batacazo ante Brasil.

Un sorprendente empate ante Argentina 2-2, una victoria ante Jamaica (1-0) y la igualdad ante Uruguay, le dieron a su equipo la clasificación a cuartos de final elevando a las nubes el ánimo guaraní.

La remontada guaraní en el debut tras ir en desventaja 2-0, desató el festejo del 'Pelado' dejando en evidencia la personalidad explosiva y alejada de convencionalismos que ya son su marca registrada.

"¿Cómo no lo voy a festejar?", respondió el timonel al ser consultado sobre la lluvia de críticas que recibió en su Argentina natal por la alegría que demostró cuando otro argentino, Lucas Barrios, anotó en el minuto final el sorpresivo empate para los paraguayos.

"Estoy muy tranquilo porque hago lo que siento y cuando hacés lo que sentís lo que dicen los demás se deja de lado", soltó desafiante Díaz, acostumbrado a encender tempestades por salirse del libreto que los 'códigos' del fútbol marcan para los entrenadores.

Una fama que inició en sus años de goleador en Argentina e Italia, tiempos en los que protagonizó un encarnizado enfrentamiento con Diego Maradona que le valió quedar fuera del Mundial de Italia-90, y reforzó en su fase de entrenador.

Múltiple campeón con River en el fútbol local y ganador de la Copa Libertadores 1996 y la Supercopa Sudamericana 1997, 'el Pelado' Díaz se enfrentó al equipo de sus amores al frente de San Lorenzo en 2007 ganando un título y, fiel a su filosofía de vida, lo gritó con el alma.

Ahora frente a Paraguay busca despertar a un león herido que tras décadas de protagonismo en Sudamérica cayó en un pozo que lo dejó fuera de la Copa del Mundo de Brasil.
   
UNA LLEGADA POLÉMICA
"Orgulloso" de dirigir a Paraguay, Díaz se sacudió con los guaraníes la obsesión que lo persiguió durante largos años en los que pidió a gritos una oportunidad en la albiceleste que nunca llegó.

Sin embargo, su llegada a la selección guaraní tampoco fue un camino de rosas y antes de esta Copa América debió enfrentar los más duros cuestionamientos desde históricos del fútbol guaraní.

"Es un vago, no trabaja. Llevó jugadores que ya están para terminar su carrera. Los que estamos en el ambiente del fútbol lo conocemos", disparó el histórico y polémico arquero José Luis Chilavert, en la previa de la Copa.

Chilavert, una de las voces más escuchadas del fútbol paraguayo, encabezó una corriente que rechaza la llegada del argentino y pide oportunidades para los entrenadores locales.

Sin perder su pícara sonrisa, Díaz respondió a estas críticas indirectamente repitiendo una y otra vez sus ganas de trabajar y su "alegría" por defender a la albirroja.

Defensor del fútbol ofensivo, el argentino apostó a mantener a históricos como el goleador Roque Santa Cruz y el arquero Justo Villar y sumar algunos jóvenes como el mediocampista Derlis González como punta de lanza de una necesaria renovación del equipo.

Y sin perder las mañas y la 'garra' característica de los guaraníes, el Paraguay de Ramón va tomando forma con toques típicos del juego pretendido por un timonel que apuesta a la salida por las bandas y al juego vertical para hacerse fuerte arriba.

En cuartos de final de la Copa, Díaz y sus 'chicos' enfrentarán una prueba de fuego ante un herido Brasil que sin Neymar -sancionado con cuatro partidos que lo excluyó del torneo-  irá por cumplir los pronósticos y llegar a semifinales.