Anular a Neymar era su misión y la asumió con gallardía, carácter y un comportamiento impecable. En el 1-0 de Colombia frente a Brasil, en el segundo juego del Grupo C de la Copa América de Chile, Carlos Sánchez se puso el uniforme de soldado y como buen militar custodió bien su zona logrando anular al brasilero, el 10 de la amarilla y verde, catalogado como uno de los mejores jugadores del planeta en la actualidad.
La labor no era fácil, estar al frente de un jugador de las condiciones de Neymar, quien en cualquier momento hace magia dentro de una cancha y le pinta la cara a cualquiera que intente marcarlo, resulta demasiado complicado.
Pero ya Sánchez había cumplido esa labor a cabalidad nada menos que ante el argentino Lionel Messi en una ocasión, en donde anuló a La Pulga. Eso hizo que José Pékerman le encargara esta nueva tarea.
Y lo logró a la perfección. Fue pieza clave en la zona medular, estuvo gigante en la marca y con claridad para, sin irse de su zona, ayudar a Colombia para salir del fondo con pelota dominada. Eso resultó fundamental en el triunfo de la tricolor.
Neymar, el gran referente de Brasil, lo intentó una y otra vez, pero por donde quiera que iba se le aparecía el moreno, que le quitó el balón en muchas ocasiones logrando fastidiar al crack, quien se salió de la ropa en más de una ocasión en el juego.
Sánchez bloqueó a Ney, no lo dejó pasar, lo chocó, hizo respetar el medio campo, en donde se vio inmenso, como queriéndole decir al 10 “aquí mando yo”.
Los arrestos físicos del volante de Colombia también le alcanzaron para frenar un par de arremetidas de otros jugadores brasileros. Mostró tener pulmones de sobra y corazón y enjundia para jugar al fútbol y defender los colores de la Selección.
El colombiano, quien milita en el Aston Villa de Inglaterra, le ganó el duelo a Neymar, quien se llenó de impotencia, no supo perder y se hizo expulsar al término del juego.
Mientras que el brasilero se perderá la última fecha del grupo ante Venezuela por estar sancionado, Sánchez se prepara para ser nuevamente pieza clave de Pékerman en el juego de este domingo ante Perú en Temuco.
Le apodan 'La Roca' y tiene mucho sentido, pues es una especie de muralla, destinada a la protección y defensa de la zona medular de la tricolor.
