Educación Inclusiva

Módulo 4: Adaptaciones curriculares

El alumnado con discapacidad visual

El alumno con ceguera o discapacidad visual tiene necesidades educativas especiales derivadas de la dificultad de acceder a la información a través del sentido de la vista. Por tanto, en líneas generales lo que hay que hacer es potenciar el desarrollo y la utilización del resto de los sentidos para compensar la discapacidad visual.

La mayor parte de la información exterior nos llega a través de la visión (en torno al 80 %) Esta información llega de forma muy rápida y globalizada. Sin embargo, cuando la entrada de información se realiza a través del oído o el tacto, el proceso es más lento y más complejo, ya que la información llega secuenciada y debe ser interpretada.

Cuando la ausencia de visión es total, se debe potenciar el desarrollo perceptivo del resto de los sentidos. Es especialmente importante la percepción háptica (tacto intencional) mediante la manipulación con movimiento de objetos. Si el alumno conserva algún resto visual, se deberá potenciar ese resto por pequeño que sea, con ayudas ópticas y no ópticas, enseñando algunas técnicas específicas (ver el tema relacionado con la estimulación visual).

A veces, se dice que las personas con ceguera, de forma innata, poseen una capacidad mayor para escuchar o percibir al tacto. Esto puede llegar a ser así, pero sólo a través de un aprendizaje continuado desde pequeños, mediante el uso continuado del oído y el tacto en movimiento.

Existe una gran heterogeneidad entre la población con discapacidad visual. Esto se debe a distintas causas relacionadas con:

La atención a los alumnos con discapacidad visual se lleva a cabo en los centros educativos ordinarios (menos del 5 % de los alumnos con discapacidad visual están escolarizados en centros específicos y, si lo están, es de forma transitoria) Es decir, estos alumnos asisten a los mismos centros que sus hermanos, amigos y vecinos y es el centro el que debe proporcionar los recursos humanos materiales necesarios para responder a las necesidades educativas de todos sus alumnos. Estamos hablando de inclusión educativa.

El objetivo de la educación obligatoria es ofrecer a todos una cultura común, pero para lograrlo con todos los alumnos, el currículo escolar debe ser flexible y poder adaptarse a todas las situaciones y necesidades especiales.

Todos estos factores condicionan la intervención psicopedagógica, por lo que, en función de las necesidades educativas que presente el alumno, se elaborarán las adaptaciones curriculares que necesita. Las adaptaciones curriculares son una forma de individualizar y flexibilizar la enseñanza.

Podemos establecer algunas pautas comunes de desarrollo en los niños con discapacidad visual en las diferentes áreas y, como consecuencia, la respuesta educativa que van a necesitar. En general, las necesidades de estos alumnos no suelen tener relación con los contenidos, sino con los medios técnicos que necesitan para hacer accesibles dichos contenidos.

¿Qué características generales plantean los alumnos con discapacidad visual?

Para dar respuesta a estas necesidades será necesario: