Dudas, comentarios, afirmaciones erróneas… todo lo que necesitas saber sobre el aumento mamario con implantes:

-«Tengo la mama vacía en su polo superior y ligeramente caída. Como toda la glándula la tengo en la zona inferior, lo que necesito es una prótesis redonda que me rellene la zona superior».

En realidad, si tienes la mama vacía tras embarazos, lactancias, pérdida de peso o el paso inevitable del tiempo, lo más recomendable para ti sería un implante anatómico. La prótesis anatómica en contra de lo que se cree a veces, también rellena la zona superior de la mama, y más aún si es de alta proyección. Este relleno tendrá una transición natural y progresiva hasta el pezón y esto conseguirá dar el efecto de que el pezón está más levantado que antes.

-La prótesis redondas elevan el pecho.

En realidad NO. Las prótesis redondas dependiendo de su proyección, empujan la mama hacia fuera, pero como rellenan con igual volumen la parte superior de la mama que la inferior, el efecto óptico en mamas caídas es tenerlas igual de caídas pero más grandes.

En este caso sería una prótesis anatómica la mejor indicación ya que al rellenar más desde la zona justo debajo del pezón hasta el surco que en la zona superior del pecho, proyecta el pezón hacia adelante y arriba. La mama queda más «respingona» y ópticamente colocada más arriba.

-Los implantes duran toda la vida.

Tengo muchas pacientes que me preguntan si pongo las prótesis que duran toda la vida. Y yo les contesto que no sé cuáles son esas. Todas la marcas que yo conozco podrían hipotéticamente durar una vida, pero es muy osado asegurar algo así. Porque, ¿cuánto dura una vida?. Si la paciente es joven y la esperanza de vida es larga, tal vez sea mucho asegurar que una prótesis no se romperá en 30 o 40 años.

Los implantes de mama, como el resto de los materiales, sufren un desgaste producido por el roce constante de la zona a lo largo del tiempo, que será variable dependiendo de la actividad, y se verá influido por los avatares normales de una vida como las enfermedades o el deporte.

Por lo tanto, es lógico pensar que en algún momento se romperán.

Como solamente utilizo implantes de gel cohesivo de silicona, el recambio de los mismos, aún rotos entraña poca dificultad, y las casas comerciales con las que trabajo los garantizan reemplazándolos por uno nuevo.

-«Tengo la mama tuberosa y quiero un implante redondo».

Otro frecuente error desde mi punto de vista es el que cometen las pacientes que teniendo una mama tuberosa ( esto es, una mama con forma «tubular», en las que existe una alteración del desarrollo mamario principalmente en los cuadrantes inferiores de la mama, así como una rigidez excesiva en la piel de esa zona que impide la expansión correcta de la glándula, por lo que esta se hernia por la zona de la areola) solicitan la colocación de implantes redondos, con el fin de redondear la forma del pecho y alejarse del aspecto puntiagudo que tanto les disgusta.

Como estas mamas en su gran mayoría tiene menos tejido por debajo del pezón que en la zona superior al mismo, y además presentan un surco submamario alto y un polo inferior corto, suelen asociar además cierta caída o ptosis.

¿Y cuál es el tipo de implante capaz de corregir más adecuadamente esos problemas?

Pues por el tipo de gel, más cohesivo, y por tanto más difícil de comprimir a pesar de la rigidez de los tejidos de la zona inferior de la mama; porque presenta más volumen precisamente donde más lo necesitan este tipo de mamas (en la mitad inferior de la misma) y por su capacidad de elevar el pezón, la prótesis más adecuada para estas pacientes es desde luego una prótesis anatómica de alta proyección.

Por supuesto, hay que asociar algo de trabajo interno para expandir la glándula, y en muchas ocasiones habrá que reducir el diámetro de las areolas, y el resultado será magnífico.

– «Me gusta la forma anatómica de los implantes pero me da miedo la rotación».

Uno de los grandes miedos que llevan a algunas pacientes a descartar los implantes anatómicos es la posibilidad de rotación con el tiempo, que cambie la forma de la mama y obligue en muchas ocasiones a una reintervención.

Es cierto que todos los implantes pueden rotar en algún momento aunque el porcentaje es escasísimo, y que de ocurrir, con un implante redondo esa situación sería inapreciable.

Pero eso no tiene por qué hacernos renunciar a tener una prótesis anatómica, ya que existen prótesis de gel cohesivo de silicona y con la cubierta de poliuretano que facilita la adherencia del implante y evita casi totalmente su rotación.

-«Tengo la mama tan vacía tras tener hijos que no creo que tenga remedio».

Curiosamente es totalmente al revés. Las pacientes que tras embarazos y lactancias, presentan las mamas vacías y ligeramente descolgadas, son estupendos casos para la colocación de un implante.

La piel aceptará el aumento con poca tirantez y apenas dolor, la mama recuperará su volumen y su tersura, y con la colocación de implantes anatómicos se conseguirá además elevar el pezón. El resultado será natural y la cicatriz fácilmente camuflable en el surco submamario ya existente.

-Entonces, ¿cuándo es mejor colocar implantes redondos?

.Cuándo la paciente así lo desee. Nosotros podemos recomendar lo más adecuado para cada paciente, pero también intentamos respetar los gustos personales, una vez comprendidos los pros y los contras.

.Cuándo el riesgo de rotación sea muy alto y no se deseen implantes de poliuretano.

.Cuándo la mama previa tenga una forma adecuada, sin malformaciones ni ptosis y el volumen deseado sea moderado.

Pero en general, desde mi punto de vista, cualquier aumento de pecho que quede bien con implantes redondos, hubiese quedado igual de bien o mejor con implantes anatómicos.

Sin embargo, esto no ocurre al contrario. Muchos aumentos que han tenido un buen resultado con implantes anatómicos, hubiesen quedado infinitamente peor y menos naturales con unas prótesis redondas.