Café del Lago en Parque Grancolombiano, cuna histórica del país
Agencia de Noticias UPB - Medellín. El Parque Grancolombiano (ubicado en Villa del Rosario, Norte de Santander) es un sitio donde confluyen grandes hechos históricos, sistemas urbanos y ambientales de gran importancia para la nación.
Los egresados de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Pontificia Bolivariana, Jaime Cabal Mejía y Jorge Buitrago Gutiérrez, diseñaron en el año 2012 un proyecto cuya finalidad era el reconocimiento y revitalización de valores patrimoniales materiales e inmateriales presentes en este conjunto, a través de la intervención desde el espacio público.
Ambos arquitectos tienen una amistad de varios años y esta iniciativa fue la primera que ejecutaron como equipo, haciendo parte de un ambicioso plan del Ministerio de Cultura para la recuperación de uno de los conjuntos patrimoniales más relevantes del país.
“El parque tiene unas cualidades arquitectónicas que valdría la pena ser reconocidas, nosotros tratamos de ser muy juiciosos, de exigir buen rendimiento en la obra y lograr hacer un equilibrio con el Ministerio de Cultura”, explicó Jaime Cabal, egresado de la Facultad de Arquitectura de la UPB.
Esta obra propone un nuevo relato a través del recorrido, se complementa con una serie de estructuras de apoyo que configuran la oferta cultural y de servicios del parque, los cuales se disponen estratégicamente para reactivar zonas inseguras y de poco uso, buscando dar respuesta a necesidades identificadas e integrándose de manera respetuosa al territorio.
Por otro lado, la obra consiste en una serie de etapas segmentadas según su funcionalidad, una primera fase ejecuta un tramo de la "grieta histórica", un sendero peatonal que busca integrar el canal de agua preexistente en un recorrido a través de cada uno de los nodos patrimoniales identificados, donde sistemas ambientales y urbanos se complementan.
Asimismo, la estructura mimética logra mediante el manejo de la topografía desdibujar la idea de edificación, el parque se superpone a lo construido permitiendo usos complementarios e involucrando a nuevos actores en gestión como los de la Escuela Taller del municipio.
Otro beneficio que trae consigo el proyecto es la implementación de un café-restaurante en donde ciudadanos de la comunidad implicada y sus alrededores pueden reunirse y compartir un espacio de interacción que anteriormente estaba siendo desaprovechado.
Jorge mencionó que el ejercicio de la arquitectura en el sector público es una práctica de paciencia y uno de los aprendizajes más valiosos que tuvo gracias a esta iniciativa fue ponerse a prueba como equipo, como socios, como amigos y como profesionales con su colega Jaime; unión que dio como resultado el nacimiento de la empresa De Arquitectura y Paisaje.
Para Jaime, una experiencia significativa de todo este proceso que aún falta con concluirse fue la decisión de conformar una sociedad, un grupo de personas reunidas en una oficina que le dieron vida al sueño de todo arquitecto desde la geometría vial, el estudio topográfico y forestal, la semaforización y señalización turística y por supuesto, el intercambio de conocimientos con la comunidad, es decir, la razón de ser la obra.
Virtudes como la disciplina y constancia les ayudaron a sobrellevar las dificultades que supone un proyecto de tal envergadura, quizás por ese motivo continúan ejerciendo su vocación en el sector público con el anhelo de transformar vidas a través del espacio.
Ambos aseguran haber quedado satisfechos con su obra pese a que por asuntos políticos actualmente no está finalizada y requiere una reestructuración para volver a estar en términos de habitabilidad.
No obstante, recuperar los centros históricos a partir de intervenciones de espacio público sigue siendo una apuesta del Ministerio de Cultura para rememorar la historia y el patrimonio arquitectónico que permanece en el imaginario colectivo.
Por Michelle Acevedo Vélez - Agencia de Noticias UPB
