Los programas de E&C están evolucionando. Pueden ser sofisticados, pero no son más que mecanismos, procesos en si casi perfectos. Pero la reacción del programa depende del insumo, y esto último comprende básicamente en el comportamiento humano y que es notoriamente complejo. Esta es la parte “floja” de los programas de E&C. Por eso, las organizaciones incrementan su foco en ese “punto débil” para no sufrir escándalos por temas de Compliance.
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