La primera impresión sucede de varias maneras y en diferentes instancias. Sabemos que hoy en día, incluso, sucede antes de conocer a las personas a través de las Redes Sociales cuando “investigamos” un perfil antes de un primer encuentro. Sin embargo, cuando coordinamos la primera reunión con alguien, nuestros sentidos se activan inmediatamente para recibir a la otra persona. Nuestra vista, oído, tacto y olfato se ponen a flor de piel.
Esto es algo que de manera muy personal encuentro muy fascinante y me gustaría compartirlo con ustedes. Yo soy muy perceptiva y sensible a los olores y considero que el aroma personal es definitivamente parte de nuestra Marca y que ésta nos distingue de los demás. Sin embargo, este aroma puede ser positivo y memorable, o quizá todo lo contrario. Si bien es cierto que muchas personas tienen un aroma natural, algunas veces imperceptible, otras veces más notorio, también podemos “crear” uno propio a través del uso de fragancias o perfumes que nos identifiquen y que vayan con nuestra personalidad y estilo.
No es algo sencillo de conseguir, pues muchas veces nos dejamos llevar por algún aroma que percibimos en el ambiente o en otra persona y no necesariamente esa misma fragancia olerá igual en nosotros, pues nuestro Ph es diferente y un mismo perfume tendrá una distinta penetración en cada individuo.
Durante muchos años, coleccioné muchísimas fragancias. Me gustaba mucho ir a las perfumerías oler las diferentes opciones y siempre adquirir nuevos perfumes. No tenía uno preferido y simplemente usaba cada día uno diferente según mi estado de ánimo, ocasión o momento del día. Pero no tenía uno que me identificara. De hecho lo que si sucedía es que todas las fragancias tenían aromas muy parecidos entre si y por etapas de mi vida, me inclinaba por cierto tipo de notas. Incluso en algún momento me pasó que usaba algún perfume, que luego olía en otra persona y ya no me gustaba más y dejaba de usarlo.
Eso hasta hace algunos 7 u 8 años atrás descubrí un perfume que me cautivó de inmediato. Al principio lo usaba ocasionalmente, pero luego de un tiempo no quería usar ninguna otra fragancia, ya que sentía (y siento hasta el día de hoy) que ese es mi “olor”. La combinación del perfume y mi propio aroma natural crean una nueva fragancia única que ya me identifica. Creo que he logrado conseguir a través de este perfume, que en realidad es un “Eau de Toilette”, identificarme y que las demás personas también me identifiquen a través de este aroma. Además que es suave, delicado, alegre, positivo, apasionado y que logra penetrar perfectamente mi piel, sin ser invasivo para los demás, agradable y que va perfecto con mi personalidad y estilo.
Hoy ya no uso ningún otro perfume, salvo para ocasiones especiales, pero en mi día a día es definitivamente el aroma que define mi Marca Personal. Incluso me pasa que personas que se ponen en contacto conmigo porque percibieron el aroma y automáticamente me recordaron. Haber logrado eso, es significativo pues he podido trascender a un sentido muy poderoso como el olfato, que nos remite a emociones y recuerdos, en este caso positivos y agradables.
Hay que tener en consideración que esto es algo de lo que no hay que abusar. Es importante no solo buscar una fragancia que nos identifique en cuanto a nuestra personalidad y estilo, pero que a la vez sea agradable y no sea excesivo para los demás. A veces podemos abusar de su uso o usar fragancias demasiado intensas para el día a día que pueden terminar jugando en nuestra contra. Por eso recomiendo optar por “Eau de Toilettes” que suelen ser fragancias más suaves y de menor penetración.
Algunas recomendaciones generales:
- Prueba varias fragancias hasta que logres identificarte con un aroma que vaya acorde a tu personalidad y estilo.
- Ten alguna opción adicional para eventos especiales.
- No te dejes llevar por cómo huele alguna fragancia en otra persona. Es importante que lo apliques en ti y dejes pasar unos minutos para que veas cual es la nota que queda en tu piel.
- Aplícalo saliendo de la ducha para una mayor duración. La zonas “ideales” para aplicarlo son la nuca (no en el cuello u orejas), ombligo, muñecas y tobillos, pero en dosis pequeñas y no necesariamente en todas al mismo tiempo.
- No apliques el perfume sobre la ropa, pues puede dañarla.
Anímate a encontrar tu propia esencia, tu aroma y a dejar huella también a través de la memoria olfativa de los demás.
“El perfume anuncia la llegada de una mujer y alarga su marcha”.
Coco Chanel
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COMENTARIOS
Es primere vez que veo este espacio y me encanto ,muchas gracias, espero por mas .
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