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Conmoción en Casilda

Un joven de 15 años falleció después de agonizar durante una semana: se cree que lo provocó el haber consumido estupefacientes que un amigo le ofreció compartir en la plaza.


Un chico de 15 años oriundo de Casilda, que permaneció internado por más de una semana después de que, según amigos suyos, consumiera LSD (Dietilamida de Ácido Lisérgico) –una potente droga de la rama de los alucinógenos fuertes–, murió anteayer en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca).

Todo comenzó el pasado sábado 28 en una plaza de la ciudad de Casilda, donde estaba reunido un grupo de chicos de entre 13 y 17 años. Hasta allí se acercó una persona que ofreció venderles lo que, aseguraba, era LSD. Un amigo de Francisco Q. la compró. Ese mismo chico le ofreció a Francisco ingerir la mitad de esa droga, y a los pocos minutos de consumirla comenzó a sufrir convulsiones. El joven que le suministró la sustancia se asustó al ver a su amigo en esas condiciones y pidió ayuda para trasladarlo.

A Francisco lo llevaron al Hospital San Carlos de Casilda con convulsiones, excitación psicomotriz, hipertermia y cuadros neurológicos. Los médicos lo sedaron, lo llevaron a un coma farmacológico y lo entubaron.

La situación del joven empeoró con los días y el domingo último terminó con una complicación neurológica aguda, con trastornos motores y un sangrado en el cerebro. Ese mismo día, lo trasladaron al Heca, donde murió el lunes.

Cristina Pecoraro, jueza Penal de Menores de Casilda, explicó a El Ciudadano que a la persona que compartió la droga le tomó declaración testimonial y le dictó prisión domiciliaria. Además, pidió un informe ambiental al Hospital San Carlos de Casilda.

La jueza, que derivó el caso a la Justicia Federal de Rosario, secuestró el celular y una remera de la víctima.

“En el transcurso del fin de semana la Justicia Federal (secretaría Nº 3) recibió el expediente de la causa y ayer por la noche (por anteayer) recibí la noticia de que Francisco había muerto. Luego había que disponer qué se hacía con el cuerpo del joven, y puntualizaron que iban a investigar el caso en tiempo y forma. No estuve de acuerdo y me atribuí la decisión de disponer que se le realizara una autopsia y lo derivé al Instituto Médico Legal (IML). Hay que investigar si la muerte de Francisco fue provocada o fue producto como nexo causal del consumo de estupefacientes”, detalló la jueza.

Pecoraro se comunicó ayer telefónicamente con las autoridades del IML y le indicaron, de manera informal, que la causa de la muerte de Francisco fue por una hemorragia cerebral, con probabilidades de que haya sido por ingesta de tóxicos. Además, el IML se quedará con reservas para estudios toxicológicos.

“Soy jueza y no puedo prevenir este tipo de problemática social, para eso están las políticas públicas del Estado provincial y nacional. El juez penal actúa cuando el hecho delictual se produce, no en la prevención. Me solidarizo con los padres. Lo único que se puede rescatar de esta tragedia es que Francisco era donante de órganos”, concluyó la magistrada.

“Mi vida está destrozada”

“Así como me acompañaron desde el primer momento, se los debo, porque se lo merecen gente amiga… Hoy aún más mi vida está destrozada, buscando millones de respuestas. Debo pedirles por el eterno descanso en paz de Francisco. Mi bebé les seguirá cantando, cargando, tocando la guitarra, baterías, los bancos de la escuela… Y besando a la chica que lo abrazaba…!! Denme fuerzas, y ahora sí pido que esto se esclarezca y que paguen todos quienes tengan que pagar”. De esta manera se expresó Yanina, madre de Francisco Q., el menor fallecido presuntamente por consumo de una sustancia tóxica, en Facebook.

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