Una nueva vida para el castro de Elviña

A CORUÑA

Los arqueólogos recuperan las zonas dañadas del yacimiento para ponerlas en valor y que puedan visitarse

06 dic 2017 . Actualizado a las 12:38 h.

Como si de un animal milenario dormido entre la maleza se tratara, el castro de Elviña ha empezado a desperezarse y emerger. Las excavaciones iniciadas en octubre le están sacando de encima miles de kilos de tierra que cubrían lo que en su día fueron los muros que protegían a los moradores del castro. Durante un recorrido por las cuatro zonas que están siendo excavadas, tanto el director de los trabajos, Luis Francisco López, como el arqueólogo municipal, Marco Antonio Rivas, detallaron la importancia de las tareas que se están llevando a cabo con el objetivo tanto de consolidar las distintas estructuras del yacimiento como de buscar el contexto de un castro desde el que se ve la torre de Hércules.

Apuntaba Rivas un cierto paralelismo entre ambos monumentos, destacando que desde el castro era posible controlar lo que ocurría en las inmediaciones de la torre.

«Vedes como está esa zona de toxo, pois así estaba todo», explicaron los responsables de las excavaciones mostrando espacios en los que quedan restos de maleza. La mayor parte está limpia no solo de vegetación, sino que también han sido retirados los troncos de árboles que estaban incrustados entre los muros y que durante años eran una imagen habitual del castro.

Las excavaciones están permitiendo completar la estructura del yacimiento, con la consolidación del camino de entrada a la croa alta, el resurgir de los muros y de la zona llamada cuerpo de guardia. En este lugar será retirada una estructura instalada en su día para proteger los muros, pero que ahora se ve poco efectiva e incluso en algunos aspectos perjudicial. También serán renovadas las capas protectoras de geotextil y se buscará el drenaje del agua que se acumulaba en algunos puntos.

Hasta el momento, la principal labor ha sido la de excavar en los puntos previstos, y en los próximos días empezarán las labores de consolidación de las estructuras del yacimiento para que luego puedan ser visitadas.

«Agardamos que as liñas de media tensión tamén sexan retiradas», dicen los técnicos

Dinamizarlo y que funcione. Este es el objetivo de los arqueólogos para el castro de Elviña, siendo ese funcionamiento «que a xente veña, camiñe por aquí, pasee ou visite o xacemento como un parque máis da cidade». Entre las tareas están también las de curar las agresiones sufridas, como la de la cantera que estuvo instalada en su día y cuyos efectos recordaba la semana pasada Felipe Senén durante una visita a un lugar en el que trabajó durante años. «Agardamos que as liñas de media tensión tamén sexan retiradas», apuntaban los arqueólogos, recordando que la torre de alta tensión del centro del castro se retiró en el 2015, aunque los pilares de la misma siguen en el sitio puesto ya que sería más perjudicial extraerlos.

Un asunto en el que insistieron varias veces los arqueólogos es que el uso de material mecánico en las excavaciones es algo «que xa se fixo en 2008» y está previsto en este tipo de trabajos. Apuntaban que puede existir el estereotipo del arqueólogo con el pincel, pero para la retirada de capas de tierra, en ocasiones de un metro de alto, «non tería sentido andar con pinceliños». La idea es no dejar la tierra en el entorno de las estructuras del castro, sino alejarla, para que no afecte a la orografía de la zona.

La excavación va muy avanzada y la consolidación menos, porque hay que hacer un seguimiento de cada sector y presentarlo a Patrimonio antes de iniciar la restauración. El fin de los trabajos está previsto para febrero y luego se harán los informes.