lunes, 30 de mayo de 2011

El 600 de Midhust - Español

¿Qué pasa "biciosos"?

[This is the Spanish version of my cycling report riding the Midhurst 600K. The English version can be found at this page]

El despertador volvió a sonar a las 3:15 de la mañana, igual que para el 400 de Hailsham e igual que para el 300 de 3Down, pero da igual, yo no me acostumbro, me costó, y no me cabe duda de que seguirá costándome, levantarme a tan temprana hora. Y eso que el Viernes me había acostado temprano.

La experiencia del 400 me había demostrado que no podría hacer todo el 600 sin dormir por lo que mi estrategia para acabar el 600 pasaba por dos puntos básicos. El primero era ir a la prueba sin deficit de sueño y para eso me había asegurado de dormir todos los días de la semana previa al menos 8 horas. El segundo punto era parar a dormir durante la ruta. El momento/sitio ideal parecía el control del kilómetro 345 en Magor, en un área de servicio de la M4. El caso es que quiso la providencia que en ese fin de semana se celebrase una final de Rugby en Cardiff (que está "cerca" de Magor) y por tanto era imposible reservar habitación en ningún hotel o bed&breakfast de los alrededores. De todas formas no había problema me agencio el saco un saco de dormir y ya encontraré una esquina donde echarme a los brazos de Morfeo. Si es que uno es de un apañado...

A las 4:15 recogía a Pete en su casa.

A las 5:15 llegábamos a Midhurst.

La bicicleta que está en el suelo es la mía

Primer detalle en el que me fijo, de los 35 ciclistas que vamos a tomar parte en esta ruta soy el que más cargada lleva la bicicleta.

Bicicleta de carga

Bolsa delantera, bolsa trasera y saco de dormir envuelto en bolsa de plástico por si le da por llover. En apariencia Pete llevaba la misma equipación que para un 200, y los demás parecido. Algo debo de estar haciendo mal.

A las 6:00 empieza puntual y sin muchos miramientos el 600 de Midhurst. Mi segunda participación en un brevet organizado por David "El Supremo" Hudson.

Y al poco pasamos por New Alresford. Y ya no hizo falta que Pete me preguntase (que me preguntó) si reconocía el sitio. ¡Claro que lo reconocía!. Habíamos pasado por allí en el 300 y en el 400. Esta vez no paramos.

Y al poco pasamos por East Stratton. Precioso pueblo por el que también pasamos en el 300 y/o (no recuerdo bien) en el 400.

Descargada de internet que yo no se hacer tan buenas fotos

Y estaba claro que rodábamos por carreteras conocidas, pero eso no impidió que al poco nos perdiésemos.

La instrucción era esta: "3.7 L no $ (down short hill & round R bend)". Yo circulo delante, Pete detrás. Aparece una carretera a la izquierda, pero era un poco pronto, según mi cuentakilómetros no habíamos rodado los 3.7km. Seguimos de frente. Se pasa el kilómetro 3.7 y no aparece ningún desvío a la izquierda. Seguimos un poco más. Nada. Con la mosca detrás de la oreja saco mi móvil (que no deja de parecerme hacer un poco de trampa), consulto la ruta y efectivamente nos hemos pasado.  Tenemos que dar media vuelta. En ese momento me doy cuenta que venía con nosotros un tercer ciclista. Nada más dar la vuelta me pregunta si yo soy Javier. Le contesto que si y me dice que ha leido mi blog (publico las entradas de los brevets en Inglés en yacf.co.uk) que se ha imaginado que era yo por el acento (lo que demuestra que no mejora). Me entero de que se llama Daniel, que es siciliano. Rodamos juntos de vuelta. En total 4 kilómetros de más. Hacemos el giro que tenemos que hacer. Daniel va delante, yo detrás y Pete cierra el grupo.

En esto oigo que Pete me llama. Se ha quedado parado. Me paro. Daniel no se ha enterado por lo que sigue a su ritmo. Vuelvo hasta donde está Pete. Se le ha roto el pedal izquierdo.

Pues estamos bien. Apenas llevamos 60km y ya nos hemos perdido y ya hemos tenido una avería mecánica. Parece que el 600 va a ser entretenido.

La rotura del pedal no nos impide seguir. El pedal se le sale de la biela, se queda enganchado a la zapatilla. Pero Pete puede pedalear, tiene que hacerlo con cuidado para que no se le salga el pedal, no puede levantarse sobre la bici, pero podemos avanzar.

Por suerte el viento sopla de culo lo que hace que podamos rodar con facilidad hasta el primer control. Un control marcado en la hoja de ruta como "El Supremo feed" y eso significa comida, bebida, sillas y atención sin igual.


Estamos en el kilómetro 96 y sello mi brevet a las 10:33. La gente que está parada en el control nos dicen que en Marlborough hay una tienda/taller de bicicletas donde pueden ayudarnos. ¡Bien! Marlborough está a pocos kilómetros y nos pilla de camino.

Se me hace raro no ver a Daniel en el control; tiene que estar rodando realmente rápido.

Justo antes de ponernos en marcha le pido a Pete que me saque una foto. Me saca dos.

 El bulto de plástico es el saco de dormir

Esta le quedó un poco mejor, más que nada porque estoy más lejos

Camino a Marlborough Pete da cuenta de que se ha olvidado el casco en el control. Llevamos ya tres o cuatro kilómetros pero le pregunto si quiere dar la vuelta a por el. Dice que no, que ya lo recuperará en el siguiente control en el que "El Supremo feed". Al menos lleva gorra...

Llegamos a Marlborough y era día de mercado. Perdimos un poco de tiempo en encontrar la tienda de bicis (Bertie Maffoon's Bicycle Co); estaba un poco escondida.

Ese saco de dormir que luce en cada foto

Además no pueden ayudarnos; el pedal de Pete no es de los más comunes y ellos no los tienen.

Valoramos la posibilidad de desviarnos de nuestra ruta para ir a otra tienda de bicis, pero Pete lo descarta. Asegura que puede seguir pedaleando y que será difícil que tengan los pedales en otra tienda.

Nos ponemos en marcha y enseguida llegamos a Cirencester. Km 146, son las 13:33, paramos en un Tesco y es hora de comer. Aprovecho para dar cuenta de una ración de ensalada de pasta.

El ánimo es bueno, el viento sigue siendo favorable y pasamos por Brockhampton que no recuerdo por que pero lo marqué en la hoja de ruta como un sitio a recordar (cierto es que de poco me sirvió haberlo marcado).

Aspecto de una de las carreteras por las que rodábamos

En estas que llegamos al kilómetro 174 y nos enteramos que en el buzón de Winchcombe el correo se recoge a las 5:45 los días de diario. Me habría sido de más utilidad recordar por que tenía que acordarme de Brockhampton.

Justo después de este "info control" la instrucción era (el resaltado es del original) "R (Gambles La) Very very steep" y no era exagerado...

Pete preparándose para descender una rampa de un 25%

Ni más ni menos que un 25%, desde luego coincide con mi descripción de "muy muy inclinado". Bajamos con cuidado.

Cuando mi cuanta kilómetros llega al kilómetro 200 se lo comento a Pete. 1/3 del recorrido. No tengo muy claro si se enteró de mi comentario.

En el kilómetro 215 tenemos otro control. Se trata de conseguir un ticket. No tenemos intención de parar mucho por lo que entramos en un supermercado, me compro un kinder bueno y enseguida nos ponemos en marcha. Ya empieza a hacer frio, el viento sopla con fuerza y a veces es de cara, el cielo es de color gris plomizo. En mi Google Buzz me declaro publicamente cansado.

Aun así el que la siguiente etapa sea sólo de 56km (un casa->Carabaña) y el que el siguiente control fuese un "El Supremo feed" me daban ánimo. El Supremo había dicho que nos tendría preparados English Muffins, como para no animarse.

En la hoja de ruta marco Hildersley, creo recordar que porque se trataba de un pueblo bonito, pero tampoco lo tengo del todo claro.

Camino del control empezamos a cruzarnos con ciclistas que venían en sentido contrario. Parece que tendríamos que volver por la misma carretera que íbamos. Y eso eran malas noticias. En la ida la carretera picaba hacia abajo y el viento era favorable. Malo y malo para la vuelta.

Llegamos al control a las 20:27, estamos en el kilómetro 271. No esta mal, llevamos tres horas y media de adelanto sobre el límite de tiempo. Nos quedan 74 kilómetros hasta el siguiente control que es en Magor, justo donde teníamos pensado parar a dormir.

Fiel a su promesa El Supremo nos tenía preparados English Muffins recién tostados y untados con mantequilla y mermelada (para mi de fresa por favor). También tenía tostadas rellenas de queso fundido. Se te caen las lágrimas con tanta atención y encima Pete recupera su casco.

Antes de ponernos en marcha nos equipamos para la noche y la lluvia. Yo me pongo encima todos mis complementos de la señorita pepis (calienta brazos, calienta piernas, calcetines de gore-tex, una camiseta interior, los guantes largos y el chubasquero), enciendo las luces, cubro las bolsas y me lanzo a la oscuridad, la lluvia y el viento de cara.

Hacerse 74 kilómetros cuando ya tienes 271 en el cuerpo, es de noche, llueve y tienes viento de cara no es la parte más bonita del ciclismo, pero por alguna extraña razón yo no me lo tomé a mal, en realidad estaba al borde del disfrute. En mi mente veía una y otra vez la imagen de mi mismo tumbándome en el suelo en la cafetería de Magor y pidiéndole a Pete que me sacase una foto para el blog antes de ponerme a dormir por tres o cuatro horas.

Nos cruzamos con Daniel. ¡Que raro! ¿Que hace por detrás de nosotros?

Las condiciones no eran buenas y eso se ve en el tiempo que tardamos en hacer esa parte del recorrido. Más de 4 horas en recorrer 74km ¡menos de 18.5 km/h de media!

Por fin llegamos al área de servicio de Magor, todavía lloviendo y nos dirigimos al único que vemos con luz. ¡Es una gasolinera!

¿Por qué lo pongo entre admiraciones?

Pues porque es una gasolinera normal y corriente. Tiene una pequeña tienda donde incluso te puedes pedir un café, pero AHI NO SE PUEDE DORMIR.

Y EN LA CALLE LLUEVE...

¡MUCHO!

Esto si me lo tomo a mal, aqui si que ya no estaba al borde del disfrute. ¿Qué íbamos a hacer? ¿Seguir? Yo ya estaba bastante cansado y en esas condiciones avanzaríamos muy despacio. ¿Buscar un techo y dormir en la calle? Tampoco es que fuese un panorama tentador.

Pete debía tener la mente más clara que yo porque enseguida comentó. "Tiene que haber un restaurante o café en algún sitio, aqui no hay ningún ciclista". Creo que lo comentó dos o tres veces antes de que yo me diese cuenta de que tenía razón, que tendría que haber un restaurante o café en algún sitio que allí no había ningún ciclista.

Decido entrar en la tienda de la gasolinera y preguntarle al dependiente. Por que me contesto sé que me entendió, pero yo a él no le entendí nada. Rápidamente caí en la cuenta que estábamos en Gales. Volví a preguntarle pero esta vez haciendo gestos y el me contestó a su vez haciendo gestos y señalando. Me quedé con la dirección a la que señaló, di las buenas noches y salí de la tienda sin haber entendido nada. No mejoro, no mejoro y no mejoro.

Le digo a Pete que si, que hay un restaurante y que está en aquella dirección, la que me había señalado el dependiente de la tienda.

Y hacia allí nos dirigimos...

Y si que había un restaurante...

Y si que había ciclistas, unos 20 calculo yo...

Yo nada más entrar analizo el panorama. Esto tiene mejor pinta. Me pido un vaso de leche caliente para así conseguir el ticket que necesito como prueba de paso. Es la 1:41 de la madrugada. Me tomo el vaso de leche con muesli que tenía en mis bolsas. Cojo el saco de dormir, me voy a una parte del restaurante que estaba cerrada al público, con las sillas sobre las mesas, me tumbo en el suelo y me meto en el saco. Todo muy rápido, todo muy eficaz...

"¿Pero que es esto?"

Este saco es MUY pequeño. ES EL SACO DE UNA DE MIS HIJAS. Para que me cubra entero tengo que encoger las piernas pero mira, después de haber cargado con él 345 kilómetros lo uso aunque sea para taparme hasta el pecho.

Aviso a Pete de donde estoy, él todavía está tomando algo en el restaurante y hablando con otros ciclistas. Yo me duermo en menos de un minuto.

Acabo de darme cuenta de que tenía tanta prisa por dormir que se me olvidó pedirle que me sacase una foto. Y es una pena, porque habría quedado muy bien aquí...

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"Javier, javier".

Me despierto sobresaltado. Pete me está llamando. He dormido tres horas, pero me levanto de un salto. Tres horas de sueño no dan para mucho pero me encuentro bien.

Me voy al baño, me aseo y me cambio de ropa. Me pongo la equipación del Pakefte, la de las grandes ocasiones.
Esta foto no es de la ruta, pero la pongo para que os hagáis una idea

Veo a Daniel y le pregunto que les había pasado el día anterior. Me cuenta que se habían perdido y que habían perdido mucho tiempo. Ya me extrañaba a mi que fuesen por detrás de nosotros.

En estas Pete me dice que nos vamos. Yo tenía pensado desayunar, pero como a él se le veía con una cierta prisa por ponerse en marcha, me tomo con rapidez uno de los tostis que llevaba untados con nutella y una barrita, me pongo el chubasquero, todavía mojado, y nos ponemos en marcha.

Ha amanecido, el ambiente está húmedo pero ha dejado de llover. ¡Bien!

El la primera rotonda, a 200 metros, ya nos equivocamos de salida y en cuanto llegamos a una rotonda inesperada tuvimos que volver a consultar el móvil.

Media vuelta.

Cuando retomamos el camino correcto vi que eran las 5 de la mañana. Tenemos por delante una etapa de 95 kilómetros.

Empezamos a rodar por un valle absolutamente llano. El cielo estaba totalmente despejado; "hoy va a hacer calor" pensé yo.

Enseguida nos encontramos en la A48 y no la abandonamos por varios kilómetros. Charlábamos sobre la Paris-Brest-Paris, sobre material para las bicicletas, sobre ruedas. Que si 23, que si 25 que si Continental que si otra marca. El único momento en el que supe que decía fue cuando comentamos que yo tenía las Contienental 4 Seasons y que no había tenido ningún pinchazo en ninguno de los los brevets. Mucho nivel para mi, hice como que sabía de que iba el tema y traté de aprender lo más posible, pero ya no me acuerdo de nada.

Pasamos al lado de una caseta que parece una parada de autobús. Me fijo que un ciclista está sentado en su interior desayunando. Me pregunto si ha dormido allí.

La A48 es una carretera aburrida, un continuo sube y baja rompepiernas. Menos más que el tráfico a esas horas del domingo era escaso.

A las 6:36 llegamos a Lydney donde nos enteramos que su farmacia se llama "Lloyds". Otro "info control" superado.

24 kilómetros más de A48, mira que se hace larga.

Llegamos a una instrucción que advierte "Subida larga y dura, tomátela tranquilamente", según las instrucciones la subida son 2.7 kilómetros, "pues tampoco es tan larga" pensé yo. Antes de empezar la subida nos paramos a quitarnos ropa. Nos adelantan dos ciclistas, una es la ciclista de nombre desconocido del 400, nos saluda al pasar. Pete acaba antes que yo y se pone en marcha. Una chica montada en un caballo blanco también pasa mientras yo estoy parado. Yo me tomo mi tiempo, me pongo los guantes cortos, los cristales oscuros y me quedo de corto tanto arriba como abajo; cuando me pongo en marcha lo hago a buen ritmo.

Vaya, parece que esto se complica. Vamos a bajar (¿o es subir?) un piñón.

Ahí está la chica y su caballo blanco. Les adelanto, pero pedaleando de pie sobre la bici.

Ahí está Peter. Está subiendo andando. Aunque ha aprendido a ponerse de pie incluso con el pedal suelto no puede hacer la fuerza necesaria para subir estas rampas. Le adelanto.

Vaya, esto si que se está poniendo duro. Va a ser que voy a tener que meterlo todo.

Tomo una curva y veo que los otros dos ciclistas están subiendo andando también.

Se me pasa por la cabeza la idea de poner el pie a tierra, no merece la pena agotarse tanto, todavía quedan muchos kilómetros, unos 200, pero descarto la idea. No me gusta poner el pie a tierra.

No llego a alcanzar a los dos ciclistas. Aprovechan que la pendiente se modera para volver a montarse en la bicicleta cuando llego a su altura, pero ahora ellos suben más rápido. Menos mal que después de la siguiente curva ya se veía el final.

Aguanto como puedo y corono la subida. Me doy cuenta de que 2.7 kilómetros se pueden hacer muy largos y muuuuy duros. Especialmente cuando tienes 400 kilómetros en las piernas y el perfil tiene esta pinta.
Perfil sacado de climbbybike.com

Aprovecho para recuperar el aliento hasta que viene Peter.

Una vez coronada Birdlip hill nos toca pedalear por la parte alta. El viento se vuelve más violento y las nubes se acumulan con rapidez. El cielo se oscurece y nos cae un chaparrón que nos pilla de improvisto, apenas tenemos tiempo deponernos los chubasqueros. Nos empapamos en muy poco tiempo. Fueron pocos kilómetros, yo diría que unos 15, pero nos machacaron, nos dejaron helados y empapados.

Cuando llegamos a Cirencester caí en la cuenta que por ahí ha habíamos pasado era el Tesco del kilómetro 146 de la ruta. Pete propuso desayunar en el McDonals, un restaurante de una cadena de ¿comida? americana que es muy famosa en este país, pero yo recuerdo que en el Tesco había un restaurante/cafeteria y le propongo decantarnos por la cocina local. Acepta.

Y que bien que aceptó. Tenían English breakfast que seguramente no sea lo más adecuado según los manuales de nutrición deportiva, pero que a mi, en ese momento y lugar del espacio tiempo, me resultaba la mar de apetecible. Complemento el English breakfast con un poco de ensalada de pasta y un trozo de pastel de chocolate.

"Desayuno potente", definición gráfica

Son las 10:40 de la mañana, estamos en el kilómetro 450. Entre el desayuno y el calor del local conseguí dejar de tiritar.

Cuando nos ponemos en marcha la tormenta ya había pasado, incluso brillaba un poco el sol. Yo no me fio por lo que vuelvo a poner los cristales transparentes a las gafas, guantes largos, calentapiernas, camiseta interior y chubasquero. A mi no me vuelve a pillar la tormenta ligero de ropa.

Las primeras carreteras por las circulamos son realmente tranquilas y nos invade un cierto sopor. Circulamos muy despacio, a unos 15 kilómetros por hora. Yo, que estoy constantemente haciendo cálculos de velocidades medias y estimaciones de tiempo para distraerme (cuando en realidad debería estar concentrado en la hoja de ruta...), caigo en la cuenta de que este ritmo es demasiado lento. Vamos justos de tiempo y cualquier imprevisto nos puede dejar fuera.

Se lo comento a Pete. Le cuento mi teoría de que deberíamos rodar a una media de 20Km/h para poder acumular algo de tiempo. Creo que acepta y acelera un poco el ritmo pero no mucho. Empiezo a pensar que es posible que esté cansado, yo me encuentro bien por lo que me pongo a su ritmo y seguimos.

En un momento dado me doy cuenta de que la rueda delantera esta pinchada (se acabó eso de ningún pinchazo en los brevets). Chillo para avistar a Pete pero no me oye, desaparece en la lejanía. Rápidamente me pongo a cambiar la cámara y sorprendentemente lo hago rápido. Me acuerdo de que entre los Wheelers hay una "competición" para ver quien repara un pinchazo más rápido. Pena de no tener testigos y/o haber medido el tiempo, lo hice realmente rápido. De hecho al poco de ponerme en marcha me encontré con Pete que me estaba esperando en el siguiente cruze. Su comentario fue que pensó que había parado a quitarme el chubasquero. Cualquier día de estos ficho por Ferrari (En la versión inglesa diré McClaren por aquello de que parezca que estoy integrado en la cultura del pais).

En el kilómetro 476 nos enteramos que el pub de Calne se llama Bug&Spider. Aprovecho la parada para tomarme una barrita y me fijo que Pete se toma un gel.

Seguimos la ruta y ahora rodamos un poco más rápido. Aun así, cuando llegamos al control de Burbage, un "El Supremo feed" llevamos sólo 28 minutos de adelanto sobre el límite de tiempo. ¡Muy justo!

El control de Burbage está en el mismo sitio de uno de los controles del 400

Esta foto es del 400 de Hailsham pero es aspecto era muy parecido

Y al igual que en aquella ocasión El Supremo nos tenía preparadas beans on a toast

Esta foto también es del 400 de Hailsham pero es aspecto también era muy parecido

Y como en aquella ocasión aproveché para complementarlo con una ración de ensalada de pasta, la última en este caso, la bicicleta pesaría menos a partir de ahora.

Nos quedan "sólo" 92km que haremos en dos etapas. Empieza a parecer chupado.

Al poco de ponernos a rodar nos unimos a un tercer ciclista, Peter. Rodamos con cierta agilidad, el viento es favorable, Peter da conversación, cuenta que tiene un amigo gallego, que de joven había participado en una competición subiendo Birdlip hill (los 2.7 km largos y duros) y todo tiene buena pinta.

Yo me encuentro bien. En las subidas mantengo el ritmo y hago hueco con mis dos compañeros y luego y luego nos reagrupamos. En el alto de una de estas rampas la instrucción era "R @ T" (a la derecha en la T) yo llego leo "R @ T" y hago "L @ T" (a la izquierda en la T) y sigo subiendo. Y menos mal que oí las voces que me llamaban a lo lejos porque sino me como toda la subida antes de darme cuenta que voy en dirección contraria. En fin, que estaba bien físicamente pero no precisamente concentrado en seguir la hoja de ruta.

Enseguida llegamos a New Alresford otra vez. La cuarta vez que pasaba por este pueblo en tres brevets, la tercera vez que paramos. Pongo la misma foto que he usado en el 300 y en el 400 porque dio la casualidad de que nos juntamos media docena de ciclistas y el panorama era muy parecido.

Aspecto del Tesco de New Alresford durante cualquier brevet

Habíamos recuperado tiempo en el último tramo y ahora teníamos una hora de margen, pero tampoco era plan de parar mucho tiempo. Total ya sólo nos quedaban 37 kilómetros. Aun así yo me dejé llevar por la filosofía de "ya que lo has machacado dale al cuerpo lo que te pida" y me acabé bebiendo un tercio de leche y comiéndome unas gominolas; extrañas peticiones que tiene el cuerpo de uno.

Los últimos kilómetros fueron un paseo triunfal. Hicimos grupo con Peter y Paul y los cuatro juntos rodamos a un buen ritmo por un terreno favorable. En el ambiente intuíamos el final y los kilómetros volaron. Cuanto más nos acercábamos a Midhurst más ágil se volvia el ritmo (dentro de lo ágil que se puede volver cuando llevas 600Km en las piernas) y sin llegar a disputar un sprint acabamos como campeones.

Justo a la entrada de Midhurst nos encontramos con otros ciclistas y nos paramos a conversar con ellos. Pete les contó que era mi primer 600 y uno de ellos me aseguró que si había podido con el 600 no tendría problema en acabar los 1200 de la Paris-Brest-Paris, pero no lo tengo yo tan claro.

A la vuelta de la esquina había una gasolinera y a ella fuimos a conseguir el último ticket de la ruta, son las 20:33, y otra vez me dejé llevar por las caprichosas peticiones de mi cuerpo...


Pedazo Magnum almendrado que me metí para el cuerpo, y que a gusto me quedé.



Los números:
  • Kilómetros: 609.47 (en yacf.co.uk comentan que 6322m de desnivel)
  • Tiempo total invertido: 38 horas 33 minutos
  • Tiempo rodando: 29 horas 54 minutos 10 segundos
  • Tiempo parados: 8 horas 38 minutos 50 segundos (3 de ellas durmiendo)
  • Velocidad media: 20.38 km/h
  • Velocidad máxima: 58.20 km/h
  • Pulsaciones médias: 103 ppm (106ppm en las 22:36:37 del Sábado, 98ppm en las 16:15:15  del Domingo)
  • Pulsaciones máximas: 180 ppm (esa subida a Birdlip hill ...)
  • Calorías consumidas: 12.114 Kcal
  • Kilómetros que tiene la bici: 5.678
  • Es la vez número 40 que monto en bici de carretera en mi vida
Si, ya lo se, esto es una locura; pero para tratar de darle sentido a la locura de intentar rodar 1.200 kilómetros en la Paris-Brest-Paris de este año estoy recaudando fondos para la ONG Cancer Research UK en mi página de JustGiving: www.justgiving.com/Javier-Paris-Brest-Paris Yo mismo estoy donando una libra por cada 10 kilómetros que ruedo en los brevets; de hecho acabo de donar 61 libras por este brevet.

A cuidarse
Javier Arias González

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