Planícia (I)

Mucho se está hablando estos días en distintos foros sociales de esta posesión después de la euforia desatada que se le levantó tras la compra efectiva del lugar por parte de las administraciones públicas, ministerio y conselleria correspondiente, después de algunos episodios dilatorios por parte de los propietarios. Parecía un gran paso hacia adelante y las autoridades se ocuparon y bien de que así se reflejara en los medios. En realidad les vino bien, cuanto más encarnizada es la defensa más heroica parece la victoria.

Pusieron autobuses desde los pueblos cercanos para acercar a la gente hasta la entrada principal, por varias razones: no hay espacio para aparcar en la carretera y se encauzaba a la gente a todos por el mismo itinerario. ¿Porqué? Pues porque el acceso por el GR (Es Rafal) sigue cerrado y no solamente eso sino que también lo están las barreras sobre el camí vell, la pista que pasa por Son Sanutges y s'Arbossar. De esta manera la afluencia de visitantes fue enorme los primeros días, cientos de ellos cada día. Yo seguí estas noticias por la prensa, no estuve personalmente. Dado que por ahora mis incursiones por la montaña son encima de una bici no me interesaba especialmente el acceso por el camino asfaltado. Prefiero el camí vell, y desde que se cerró este, el pas de sa Mola.

Difícil de creer pero las barreras siguen cerradas. Ante la incredulidad de propios y extraños se anuncia que se ha conseguido un acuerdo con todos los propietarios de la zona para adecuar un itinerario alternativo para poder acceder a la finca y contentar a todo el mundo mientras se inician las acciones legales oportunas para reabrir las barreras. Pura palabrería. En fin, parece que este nuevo camino ya está inaugurado y me decido a ir a recorrerlo. Presumo que no va a ser muy complicado técnicamente y los desniveles mínimos aún llegando a empalmar con el camí vell d'Estellencs. Me irá bien para ir cogiendo ritmo después de unas semanas de parón.

Con el grupo disgregado no hay salida oficial Toy y el resto, aparte de los que entrenan para Vallnord, permanece mudo. Anuncio mis intenciones el viernes noche y nos vemos en la Granja a las ocho treinta los que se seguro que vamos a ir. De allí han salido un poco antes los Maifren hacia Sa Campaneta y Estellencs pero preferí no ir. ¡Sorpresa! Veo algunos coches conocidos pero cuyos dueños también han partido hacia no se sabe dónde. Por nuestra parte nosotros iniciamos nuestra ruta prevista. La primera parte por el Camí des Correu, con una buena subidita hasta la barrera para empezar bien el día.

¿Qué decir de ese camino? Es un paseo, hasta la parte intermedia más rota la encontré muy asequible, con buenas piernas, eso sí. Hasta tuve allí la única caída del día, que más que caída es que me desapareció la bici de debajo, literalmente, de repente me encontré de pie en el suelo y la bici tirada. Recuperados por la sombrita refrescante afrontamos la pista despejada buscando la primera señal indicadora que nos encamine hacia Planícia pero vamos recorriendo camino y no vemos nada, hasta que llegamos a la barrera del Rafal donde sufro un lapsus mental porque de repente me encuentro frente a las casas de Planícia varias horas más tarde.

Vemos a algunos comiendo en las mesas y un coche particular aparcado con alguien dentro. Me acerco a preguntar pero él se adelanta y empezamos una conversación que más o menos fue ésta:

Él: hola, ¿por dónde habéis subido?
Yo: por abajo, por el asfalto
Él: es que no se puede ir en bici por aquí
Yo: ¿cómo que no? No he visto ningún letrero abajo
Él: es que no lo hay, pero está prohibido
Yo: ¿y eso porqué?
Él: es que hubo un accidente por ahí arriba con un ciclista que se cayó y tuvo que venir el helicóptero a sacarlo y lo prohibieron. Además los primeros días, cuando venía tanta gente, los ciclistas bajaban a toda leche y derrapaban asustando a la gente
Yo: o sea, que cuando haya un accidente con un senderista ¿también van a prohibir el paseo?
Él: la Guardia Civil se pasea por aquí y requisa las bicicletas a los que encuentra circulando. Además les pone multa
Yo: bueno, al menos podemos merendar antes de irnos, no?
Él: claro