Doña Elvira González Rosario, habitante de Zipacoa, relata que vivió momentos muy angustiantes el pasado domingo, por la tarde.
Mientras recoge algunos destrozos que dejó el fuerte vendaval que azotó a este corregimiento de Villanueva, explica que todo sucedió en cuestión de segundos.
“Yo estaba dentro de mi casa cuando vi que todo comenzó a ponerse muy oscuro. Sentí mucho miedo y llamé a uno de mis hijos. De repente se vino esa brisa que se me llevó todo el techo y se me mojó todo lo que tenía, porque también llovió muy duro”, relató la anciana, moradora del barrio Campo Alegre.
Así como ella, los habitantes de esta población fueron sorprendidos a eso de las 3 de la tarde por un fuerte aguacero, acompañado por brisas que dejaron sin techo a varias familias, que tuvieron que pasar la noche del domingo a la intemperie o en casas de vecinos o familiares.
“Yo estaba donde mi abuela. Primero vino una lluvia leve y después vino ese tremendo aguacero que duró como media hora. Una vecina fue la que me avisó que a mi casa se le había volado el techo. Yo entré como pude, para tratar de salvar algunas cosas. Eso fue un gran susto”, aseguró Marcos Cantillo, residente de la calle Nueva, otro de los sectores afectados.
De otra parte, quienes también resultaron damnificados fueron los estudiantes de la Institución Educativa de Zipacoa, quienes no pudieron asistir a clases ayer porque el colegio sufrió serios destrozos.
“Por fortuna fue domingo y no había nadie. Los vientos dejaron sin techo varios salones, las batería sanitarias y el laboratorio”, precisó Marcelino Ramírez, rector de la institución.
El alcalde de Villanueva, Candelario Alcázar Figueroa, quien visitó la zona, explicó que inicialmente, para enviar las ayudas, se debe realizar un censo que inició ayer mismo por parte de la Defensa Civil y así enviarlas lo más pronto posible. Lo más apremiante eran láminas de zinc.
Ariel Zambrano, director de la Oficina de Prevención del Riesgo de Desastres de la Gobernación de Bolívar, llegó a Zipacoa y explicó que realizaron una labor de acompañamiento, para hacer un trabajo en conjunto con la Alcaldía. De llegar a decretarse la calamidad pública, explicó, ellos entrarían a ofrecer las ayudas respectivas, que es como lo determina la ley. “Lo importantes es que se les va a atender a todos los afectados”, señaló.
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