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Impuesto a los gais porque no pueden tener hijos
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PROPUESTA ANTE EL 'INVIERNO' DEMOGRÁFICO

Impuesto a los gais porque no pueden tener hijos

Joe Formaggio, alcalde de Albettone, ha lanzado una propuesta sorprendente: aprobar una tasa local a las parejas gais. El dinero recaudado se dedicará a ayudar a las familias con hijos

Foto: Un peatón cruza un paso de cebra con los colores del arcoiris en Oxford Street, Sídney (Reuters).
Un peatón cruza un paso de cebra con los colores del arcoiris en Oxford Street, Sídney (Reuters).

“Dos rinocerontes macho no crean un rinoceronte pequeño”. A los hombres les pasa lo mismo: una pareja homosexual no puede procrear, por lo que cuando llega a la vejez, no deja hijos que sigan “pagando los impuestos y saquen adelante el desarrollo de la nación”. Basándose en estos argumentos, Joe Formaggio, alcalde de Albettone, una pequeña población de la provincia italiana de Vicenza (noreste del país), ha lanzado una propuesta sorprendente: aprobar una tasa local a las parejas gais. El dinero recaudado, asegura, iría dedicado a ayudar a las familias con hijos.

Elegido en una lista ciudadana apoyada por el partido derechista Fratelli di Italia, Formaggio considera que la homosexualidad es “contraria al mantenimiento de la especie”, aunque como pasa habitualmente en estos casos, sostiene que “no ataca a los gais” y que “admira” a los colegas políticos que lo son. En varias entrevistas con medios italianos, el polémico alcalde explicó que le vino la idea de este impuesto al reflexionar sobre “el mundo que me han propuesto, en el que domina la homosexualidad”. “Si la mitad de la población no tiene hijos y siguen llegando extranjeros, apaga y vámonos. Tenemos una extrema necesidad de que nazcan niños”.

Con una medida a nivel nacional como le gustaría sacar adelante en su municipio podrá invertirse el envejecimiento de la población italiana, que “cada 25 años pierde a un cuarto de sus miembros”. Los datos no le dan la razón al polémico alcalde, aunque sí confirman el invierno demográfico. Según el último estudio de Istat (el organismo estatal de estadística), en 2014 hubo 85.000 muertes más que nacimientos. La inmigración permitió que la población total no descendiera, aunque los recién llegados que se quedaron en el país lo hicieron principalmente gracias a la agrupación familiar. La mayoría de los 170.000 extranjeros que llegaron el año pasado a las costas italianas decidió seguir su viaje y buscarse la vida en otra nación europea.

Para sacar adelante su peculiar propuesta, Formaggio reconoce que habría que hacer una lista con los homosexuales que hay en Albettone. “No es que ser gay sea un crimen -se excusa-, pero en las escuelas no puede enseñarse que no hay diferencias entre los sexos y que no pasa nada si se tienen experiencias homosexuales”, contó en una entrevista en la emisora Radio 24. “Debemos ver cuántos hay y decidir cuánto se les cobra. Yo doy derechos a todos, pero esos derechos van unidos a unos deberes”. Al ser preguntado por el locutor sobre el gran número de gais que ya tienen hijos por medio de la adopción, relaciones heterosexuales anteriores u otras vías, Formaggio aseguró que a esas personas “la tasa se les reduciría a la mitad”.

No ha gustado nada a las asociaciones homosexuales la propuesta del alcalde de Albettone. “Estaría bien que se comenzara a multar a algunos alcaldes cada vez que se meten en polémicas tontas, así podríamos relanzar este país”, comentó Mattia Stella, presidente de Arcigay Vicenza. “Los homosexuales en Italia pagan impuestos, trabajan y contribuyen al crecimiento del PIB como todo el mundo, pero con un tercio de los derechos respecto a los ciudadanos heterosexuales”. Stella le recordó que hay muchas parejas homosexuales con hijos en Italia, así como muchas parejas heterosexuales sin prole. “¿Deberíamos entonces tasarlas todas?”

Formaggio ya había conseguido titulares en el pasado por otras salidas de tono, la mayor parte de las cuales tenían a los inmigrantes como objetivo. Una de ellas fue su petición a la Policía de que pegara a los extranjeros cuando fueran descubiertos cometiendo algún delito. “La Policía debe hacer como en Estados Unidos y Canadá. Allí las fuerzas de orden te pegan si te comportas mal, mientras que aquí se denuncia al agente de policía si te aprieta mucho con las esposas cuando te las pone”.

También levantó su polémica la normativa municipal que intentó aprobar para la que los ciudadanos de etnia “rom” no pudieran permanecer en Albettone por “motivos sanitarios”. Formaggio es además favorable a la pena de muerte para los asesinos y violadores. “Yo los ahorcaría en la plaza y luego haría con compost para las flores”.

“Dos rinocerontes macho no crean un rinoceronte pequeño”. A los hombres les pasa lo mismo: una pareja homosexual no puede procrear, por lo que cuando llega a la vejez, no deja hijos que sigan “pagando los impuestos y saquen adelante el desarrollo de la nación”. Basándose en estos argumentos, Joe Formaggio, alcalde de Albettone, una pequeña población de la provincia italiana de Vicenza (noreste del país), ha lanzado una propuesta sorprendente: aprobar una tasa local a las parejas gais. El dinero recaudado, asegura, iría dedicado a ayudar a las familias con hijos.

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