De conductor de ‘jeep colectivo’ o de ‘recogeloco”, como se le conoce popularmente en Cartagena, a operador de Transcaribe. Esa es la transición que quiere vivir Oswaldo Pérez Ávila para pasar de la informalidad a la legalidad.
Ayer fue uno de los primeros que llegó al Sena de Ternera, hizo la fila y dio sus datos para quedar registrado como candidato a una de las 1.500 vacantes para conductores que ofrece el Sistema Integrado de Transporte Masivo (SITM).
Oswaldo tiene 55 años, cuenta que trabajó muchos años como conductor de transporte público colectivo, de bus y buseta, de las que pasaban por Daniel Lemaitre y La Esperanza. Cuando las empresas de transporte decidieron abandonar esta ruta, él se quedó sin empleo y viendo la necesidad de transporte de ese sector decidió montarse en su jeep y comenzar a hacer colectivo, un servicio informal.
“Desde el 2005 me retiré del servicio urbano porque las rutas fueron abandonadas. Ahora decidimos venir a mirar cuál es el tratamiento que le van a dar a los conductores. Estamos muy optimistas”, explicó sonriente Oswaldo, quien espera que con sus estudios terminados, su experiencia, su capacidad y sus ganas, sea, “si Dios lo permite” uno de los seleccionados.
Sobre Transcaribe y la oportunidad de empleo, sostuvo que “salimos con ganas de trabajar en el sistema. La ciudad progresa y tenemos que ir con eso”.
“Vengo para ser conductora”
A la convocatoria masiva llegaron muchas mujeres con libreta en mano. Su misión era anotar los puntos importantes para luego darles la información a sus esposos y que no dejaran pasar la oportunidad de tener un nuevo empleo. Pero Luz Estela Narváez Muñoz aclaró que “yo sí vine para ser conductora”.
Luz Estela tiene 46 años y actualmente sus jornadas de trabajo son en un taxi. “Nos vinimos de Palmira, Valle, a probar suerte en Cartagena, ya llevamos seis años, y he estado manejando un taxi”.
Ella está determinada a ocupar una de las vacantes como conductora de los buses de Transcaribe, entre otras cosas porque cree que trabajar en taxis en la ciudad es cada vez más difícil. “Esa cuestión del carro está bastante delicada, o como dice uno ‘pesadita’, y quiero darme una nueva oportunidad con este empleo, que ojalá logre tener”.
“Me quedé sin trabajo...”
Hace cuatro meses Guillermo Martínez se quedó sin empleo. Estaba trabajando en CBI, pero ahora “no estoy haciendo nada, y esta es una gran oportunidad de trabajo”.
“Estamos contentos y todos a la expectativa por ver quiénes salen preseleccionados. La lista sale el 4 de agosto, así que estaremos pendientes”, dijo Guillermo al terminarse la charla de inducción.
En la fila de la convocatoria se podían ver hombres y mujeres de todas las edades. Terminada la charla, la sensación de muchos era de optimismo. Había personas que no tienen empleo, otros que trabajan en la informalidad o como conductores de buses, busetas y taxis, e incluso estaban quienes se ‘escaparon’ un rato de sus trabajos actuales para ir a presentarse. “Yo te hablaría, pero si me ven en el periódico me regañan, no estoy haciendo nada malo solo buscando mejores oportunidades, pero ajá”, señaló uno de los aspirantes.
Comentarios ()