Una pasión llamada fútbol

ANDRÉS FRÍAS UTRIA
CARTAGENA
10 de Junio de 2015 05:54 pm

En el mundo no hay un deporte que aglutine masas, que mueva corazones y que despierte tanto patriotismo como el fútbol.

Es una pasión que invade el alma, una religión que une sin distingos de clases, a ricos, pobres, blancos y negros.

En todos los países la gente se une en una sola voz para apoyar a su Selección, o al equipo de sus amores. El fútbol es también arte, literatura.

Los grandes poetas del periodismo deportivo se divierten con sus notas, poniendo a volar su musa en un partido. Y también encantan a sus lectores con su pluma mágica y su lírica pasión por un deporte que enfrenta a 11 contra 11 con el único fin de 'enamorar' con el balón, al tratarlo con higiene y meterlo al arco contrario para sacar de muy adentro del alma esa explosión de júbilo gritada a todo pulmón, el gooool.

Se viven dos sensaciones encontradas, el equipo que hace el gol festeja, sus hinchas se 'embriagan' de emoción e idolatran a los jugadores de su equipo. Pero en la otra orilla está el derrotado, aquel que de pronto no asimila la derrota y naturalmente sus seguidores salen dolidos del estadio, algunos lanzando improperios contra los jugadores.

Sí, porque esta pasión hace que el hincha eleve a los jugadores a lo máximo del pedestal, hasta el punto de verlos como 'dioses de carne y hueso'.

En el pasado Mundial de Brasil se vivió con intensidad esa pasión. Alemania conquistó su cuarta estrella y vivió un festejo único, con frenesí y entusiasmo. Todo un país, su gente se arremolinó en torno a su Selección. Y en Colombia no fue la excepción, a pesar de que no se alcanzó el sueño de llegar a la final.

El equipo de James, Falcao, Cuadrado, Ospina, Jackson, Bacca, Zúñiga, Quintero, Sánchez y toda esta pleyade de figuras, que brillan con luz propia en Europa, encantan a todo un país para esta Copa América de Chile-2015.

La afición está ilusionada y la alegría y pasión que encendió al equipo en Brasil 2014, donde llegó a cuartos de final por primera vez en su historia, seguramente se repetirá. Nuevamente palpitarán al máximo los corazones de los colombianos; de eso no hay duda, porque el fútbol es pasión y endulza con su magia a todo este pueblo.

Suramérica recibe del 11 de junio al 4 de julio a sus hijos pródigos en la Copa América. Los 12 países que engalanarán la fiesta estarán en ese lapso enchufados por un deporte universalizado.

Le evolución maravillosa de la tecnología de las comunicaciones ha hecho que el niño de hoy nazca y crezca con esa pasión. Ya a los 7 años vive con entusiasmo cada partido del Mundial, la Champions y ahora la Copa América, que seguramente tendrá una extraña connotación porque de seguro si ganamos, el ánimo del país estará por encima del cielo, pero si perdemos, todo ese ánimo se evaporará.

El fútbol es alegría, es pasión y los goles son amores, entonces... pensemos positivamente porque el deporte es para recrearse y divertirse sanamente.