El cáncer ¿ganamos esa guerra?

¿Estamos ganando la guerra contra el cáncer?, preguntaba al inicio de su conferencia el doctor Agustín Lage Dávila, director del Centro de Inmunología Molecular, al intervenir en el segmento de inmunología en relación con esta enfermedad; una de las temáticas de gran actualidad e impacto que el Congreso Oncología Habana 2014 —inaugurado este miércoles en el Palacio de Convenciones de La Habana— trajo a debate en su primer día.

Las tendencias hablan hoy de que la supervivencia de los pacientes de cáncer en el mundo está aumentando, pero estas curvas no se traducen aún en una reducción de las tasas de mortalidad, señaló el experto.

El carácter complejo del control del cáncer, sin duda un desafío, es para el doctor Lage la respuesta, y en ese sentido mencionó la importancia de que al menos tres elementos interrelacionados entre sí funcionen armónicamente. No se trata solo de que exista el conocimiento científico necesario, sino de que el sistema de desarrollo de drogas que hoy es lento, se agilice, y desaparezcan las limitaciones sociales para que las personas accedan a los medicamentos. “Hoy la distribución del problema de salud es tan desigual como los medios para enfrentarlo”.

De acuerdo con el especialista, temas como este se debatieron en el World Oncology Forum de este año, celebrado recientemente, y ya desde el 2012 se había emitido una declaración en esta cita, llamando a los líderes mundiales a colaborar para detener la epidemia del cáncer.

Entre los puntos mencionados, dijo el doctor Lage, se encontraba el de garantizar que todo paciente con cáncer tenga acceso a un paquete de medidas eficientes, para lo cual es imprescindible sustituir el actual modelo empresarial obsoleto de desarrollo de nuevas terapias.

De ahí, que incentivar el desarrollo de ciencias básicas, la investigación científica y eliminar barreras socioeconómicas que impiden la cobertura y acceso a las terapias, emergieran como líneas de preocupación de la comunidad oncológica internacional.

En relación al cambio de enfoque del cáncer, visto como una enfermedad crónica y no Terminal, el doctor Lage Dávila, refirió que más que una aspiración es una realidad y ya se están teniendo evidencias de que el cáncer evoluciona hacia una cronicidad. Desde el punto de vista científico ello puede verse en el aumento de la supervivencia y la utilización de tratamientos más largos.

PERO, ¿QUÉ FALTA?

En la primera década del siglo XXI —señaló el director del CIM—, ha habido una enorme acumulación de conocimiento, evidenciada en el uso de los anticuerpos monoclonales, en un despliegue de la capacidad de caracterización molecular, la cual apenas 10 años atrás no existía prácticamente; y en una diversidad de drogas que están produciendo una reducción rápida de los tumores, pero también una rápida resistencia.

En ese contexto, el año 2010, con la concreción del Mapa del Genoma Humano se acelera el desarrollo de la inmunoterapia, y que para muchos expertos está en camino de convertirse en el eje de tratamiento del cáncer, en tanto ha producido los primeros tratamientos de grandes resultados para la enfermedad en estadios avanzados

Paralelo a ello, el doctor Lage Dávila, destacó el surgimiento del paradigma de la medicina de precisión donde los genes darán lugar a la identificación de biomarcadores; para los cuales se tiene una droga y tratamiento personalizado. Se trata, explicó de anticuerpos que van dirigidos no a una diana específica o marcador tumoral, sino al sistema de control inmunitario y que permite que la respuesta inmune se amplifique.

“Es este el enfoque que ha seguido el Centro de Inmunología Molecular. La inmunoterapia es una promesa que ha demostrado que sí puede lograr una respuesta antitumoral, por su amplio repertorio de diversidad molecular, los resultados que impactan en la supervivencia, la poca toxicidad que permite el uso prolongado y la posibilidad de utilizarla en tratamiento combinado con terapias convencionales como la quimio y radioterapia”, apuntó.

El experto enfatizó la importancia que reviste para el programa de control del cáncer en nuestro país establecer una atención diferenciada para el cáncer avanzado, fortalecer la prevención en la atención primaria de salud, actualizar constantemente las guías terapéuticas, evaluar paquetes complejos de intervención y no solo los fármacos por separado y movilizar a la industria biotecnológica.

Asimismo, los productores deben enfocarse en reducir los costos de los tratamientos, adquirir tecnología para el desarrollo de biosimilares y formas farmacéuticas compatibles con la cronicidad, en tanto los científicos e investigadores tienen entre sus retos la introducción de una caracterización molecular de la epidemiología oncológica cubana, entre otros.

“Tenemos hoy mejores armas; aunque todavía nos faltan estrategias dirigidas por ejemplo a una intervención más agresiva en el tabaquismo, que constituye uno de los principales factores de riesgo; a explotar las oportunidades de la medicina de precisión, a fortalecer los cuidados paliativos y el tratamiento del dolor. El control del cáncer dependerá de las capacidades que tengamos de construir nuestros propios paradigmas”, concluyó.