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Venta de Isagén: magia salvaje

¿En qué moneda se valoró Isagén? ¿Con cuáles nuevos parámetros se revisó su valoración inicial?

El país quedó sorprendido cuando se enteró, en medio de los festejos, de la puesta en venta de Isagén por el Gobierno Nacional. Específicamente, el 13 de enero del 2016, entre las 8 y 9 de la mañana, los interesados deberán hacer sus ofertas. Es lamentable. ¿Será que el patrimonio del Estado, ahorrado por 50 años, es de libre disposición de los gobiernos?
Se venderá el 57,6 por ciento de las acciones. Se elevó su precio base de 2.850 pesos por acción, en julio del 2013, a 4.130 pesos, en enero del 2016, lo que representa un incremento nominal del 44,9 por ciento, o real del 36,3 por ciento, si restamos la inflación de año y medio, lo que suena atractivo. Pero es una falacia, si lo hacemos en dólares, pues en ese mismo periodo el peso se devaluó el 69,67 por ciento, lo que representa una pérdida neta de 0,22 dólares por acción en el mismo periodo. Equivalentes a 947.000 millones de pesos, si se obtuvieran los 6,5 billones de pesos.
Hay varios métodos para valorar una empresa. Los más usados son: el flujo de caja libre o la sumatoria del valor presente neto de los ingresos futuros, descontados a una tasa X, hasta que el último ingreso descontado se vuelva cero. Y el método que estima el costo de la reposición de los equipos y la infraestructura, descontando un porcentaje Z por la depreciación.
En estos cálculos, el precio de la acción se utiliza como referencia, pues sus determinantes son diferentes. Por eso la volatilidad del mercado accionario no permite tener certidumbre sobre el valor real del activo. O si no, ¿cómo explicar que una acción caiga el 20 por ciento de un día para otro? O ¿cómo hacerlo cuando la acción de una empresa reporta buena salud y un día después se quiebra, como sucedió con la Enron o Interbolsa? Ninguno de estos métodos de valoración tiene una relación biunívoca con el valor de la acción.
¿En qué moneda se valoró Isagén? ¿Con cuáles nuevos parámetros se revisó su valoración inicial? ¿Se incluyó la alícuota correspondiente de la reciente alza en las tarifas de energía (3 billones de pesos) en esta última valoración? Si fue en dólares, ¿por qué no hay correspondencia con la variación de la tasa de devaluación del peso entre el valor base y el de su segunda revisión?
Ojalá la Contraloría General determine, antes de la subasta, si en el precio base de la valoración y/o de su segunda revisión existe detrimento patrimonial y, por supuesto, ¿quién respondería? Con el flujo de caja de Isagén, ¿cuántas vías 4G se podrían apalancar en veinte años sin sacrificarla?
Con la firma del acuerdo de paz, el 23 de marzo, y los dos puntos porcentuales adicionales en el PIB por año, según el DNP, la “calificación de riesgo país” tendría que ser mejor. Esto es, en el modelo de banca de inversión el valor de Isagén tendría que subir, pues el castigo disminuiría. ¿Se introdujo este elemento? El momento del anuncio del ganador sería coincidente con esa fecha.
Vender Isagén es un error enorme y una gran irresponsabilidad, por ser una empresa estratégica irrecuperable. Con excepción de El Quimbo, hecha por Emgesa (Emgesa España, 49 por ciento; y EEB, 51 por ciento), en los últimos cien años ninguna empresa privada ha construido plantas hidráulicas grandes, entre otras razones, por los riesgos inherentes de una inversión que dura más de 10 años y por la obtención de permisos, licencias y concertaciones con la comunidad.
O si no, ver los reclamos de las térmicas privadas en la actual emergencia, luego de cobrar, durante 22 años, el cargo por capacidad inicialmente y luego por confiabilidad. También, porque cada nuevo proyecto hidráulico es más ineficiente que el anterior. Es decir, el costo incremental promedio de largo plazo del kWh generado es más alto, como está establecido en los Planes de Expansión.
Jorge Bustamante
* Exgerente de ISA
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