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Total respaldo recibieron los estudiantes universitarios que piden el retiro del Congreso del proyecto de reforma la ley 30 de 1992, en la audiencia de control político que citó el senador Alexander López para conocer las razones que tiene la comunidad para rechazar la propuesta que fue radicada por el Gobierno.
Por más de dos horas la ministra de Educación, María Fernanda Campo, tuvo que escuchar de forma reiterada las críticas y cuestionamientos que políticos, padres de familia y voceros académicos tienen sobre el proyecto de ley.
Dentro de los políticos que le dieron el no al proyecto del Gobierno cuando ni siquiera se han comenzado los debates, están los congresistas: Ángela Robledo y Carlos Amaya del partido Verde, quienes desde un principio han mostrado su oposición a la propuesta por considerarla lesiva para la educación pública hacia futuro.
El senador del Polo Democrático, Jorge Enrique Robledo también se unió a la comunidad estudiantil para pedir el retiro del proyecto de ley del Congreso. Roblado dijo que la propuesta está pensada para "un país de quinta categoría", donde la educación con calidad es para los que pueden pagarla.
La organización que representa los padres de familia de los estudiantes de la Universidad Nacional también le dio el apoyo a los universitarios. El vocero de la organización, Carlos Cantor, aseguró que están dispuestos a apoyar a los estudiantes aunque eso implique la pérdida del semestre académico.
"Estamos de acuerdo en que los jóvenes pierdan el semestre si es porque luchan contra una ley que no resuelve nada", dijo Cantor, quien se unió a la petición de los estudiantes de exigir el retiro del proyecto 112 del Congreso.
Estudiantes del Sena también se unieron al debate y argumentaron sus razones del porqué no quieren que el proyecto siga su trámite en el Congreso. Bryan Rojas, estudiante del Sena sede Bogotá, aseguró que la principal oposición a la propuesta se debe a que no quieren una educación funcional para el trabajo, como la que reciben actualmente.
Rojas anunció que como forma de presión los estudiantes del Sena en Bogotá entraron en cese de actividades para apoyar las acciones de la Mesa Amplia Nacional Estudiantil, Mane, y para que el Gobierno decida discutir un nuevo modelo de educación.
Hasta el Congreso llegó Jorge Ovalle, un chico de décimo grado del Inem de Kennedy en Bogotá, para apoyar a los universitarios. En un discurso acalorado el estudiante se mostró molesto porque el Gobierno no incluyó dentro de la discusión del proyecto de ley a los colegios, quienes finalmente vivirán los rigores y las bondades de la reforma.
Ovalle aseguró que los estudiantes de los colegios estudian la posibilidad de ingresar a un cese de actividades si es no es retirado el proyecto de ley del Congreso.
Mane realizó propuesta
Como una forma de salirse al paso a las críticas que han recibido sobre la falta de propuesta que tiene la comunidad estudiantil, tres voceros del Mane expusieron en la audiencia una solución que a sus ojos podría aliviar el tema presupuestal de las universidades e instituciones públicas del país.
La primera de ellas es eliminar las exenciones tributarias a las empresas extranjeras. La segunda propuesta es reducir el presupuesto que se destina a la guerra y la tercera, cesar los procesos de privatización de las empresas de servicios públicos del país, que podrían generar ganancias que van directamente a la educación pública del país.