Tiempo Un frente podría traer lluvias a Málaga en los próximos días

Feria de Málaga

La Malagueta brilló con el efecto Alborán

  • Los fuegos ponen un inicio de luz y color una vez más a la semana grande de agosto en una Málaga totalmente rendida a su pregonero

Menos carga pirotécnica y menos puntos de mira. La tijera alcanza también este año a la fiesta grande de Málaga y anoche se pudo comprobar en la puesta en escena de la inauguración de la Feria de Málaga 2011. De los 46.000 fuegos artificiales durante 23 minutos repartidos entre el dique de levante (Malagueta) y San Andrés, a 9.000 este año durante 20 minutos y solo desde la playa de La Malagueta. El paisaje nocturno de luz y color se redujo considerablemente, aunque la sensación de piña y muchedumbre creció en una velada, por fin, con agradable aire fresco, concentrada junto al mar y con el ánimo dispuesto para recibir a miles de malagueños y foráneos. En tiempos de vacas flacas las ganas de reencontrarse con la jarana engordan y máxime cuando no hay que pagar por el evento ni por el concierto del ídolo de temporada. Porque este -y el anterior- es el año de Pablo Alborán y ayer el joven malagueño vivió otro momento de gloria.

Vítores, aplausos y emoción mucha emoción de los malagueños (y sobre todo malagueñas más jóvenes) para recibir al joven ídolo. Puestos a comparar tirón mediático y popular Javier Ojeda y Pablo Alborán andan a la par. De distinta generación y público dispar, uno y otro cantante pueden dar fe de congregar a su alrededor a un nutrido grupo de fans, nostálgicos uno y febril el otro. El año pasado el líder de Danza Invisible pregonó un discurso en defensa de los músicos locales y de la singularidad de una fiesta y una ciudad "pija y merdellona, vanguardista y arrabalera, altiva y orgullosa", sentenciaba.

El joven Alborán, por su parte, empezó su discurso agradeciendo "las cosas maravillosas" que le están pasando y resaltando que éstas "tienen siempre el influjo de Málaga en su trasfondo". Tras los agradecimientos de rigor, el cantante puso en valor "el gesto valiente" del alcalde por elegirle para semejante gesta. Emocionado, transmitió con estas palabras su experiencia: "Cierro los ojos y sueño con otros mundos que, al final, están todos en Málaga. Todo vuelve a Málaga".

Alborán no decepcionó a quienes cantan sus letras y, parafraseando sus temas más populares, recitó: "Esa ladrona de mi piel, esa Málaga que al mencionar su nombre en el firmamento se mueren de celos y al recordarla en la distancia hace que mi cielo vuelva a tener ese azul....", expresó. De este modo, el malagueño se mostró "agradecido" a la ciudad que le vio nacer y añadió un lamento. "Siempre estaré en deuda con ella, nunca podré pagarle su cariño y su protección".

A pesar de que se considera "demasiado joven para dar el pregón", en sus palabras no faltaron las anécdotas de infancia como "el beso de la noria". También apeló a la tradición de la Feria de Málaga cuando aseguró que el centro, la noria, la montaña rusa o los conciertos son "una Málaga que sigue estando ahí" y sentenció: "Porque yo, Málaga, nunca te olvido".

Las anécdotas y el recuerdo de la Feria "de siempre" dieron paso a un gesto con las familias "que lo están pasando mal" por la crisis económica. Pese a ello, Alborán quiso dejar un mensaje positivo y ensalzó la fiesta y el carácter de los malagueños. "Tenemos que mostrarle al mundo, a pesar de los tiempos que corren, que gozar de la vida no es algo irresponsable sino un verdadero arte, un arte que se aprende y que los malagueños sabemos transmitir". Este reconocimiento a la ciudad que "rindió siempre culto a la vida" cerró la comparecencia del pregonero de la Feria 2011, eso sí, no faltó un "¡viva la Feria! ¡Viva Málaga!". Mientras tanto, frente al escenario se agolpaba una pequeña multitud con pancartas y globos que no cesó de corear y gritar el nombre de Pablo, el pregonero más joven de la Feria de Málaga.

Tras los vítores al autor de Solamente tú comenzó el espectáculo pirotécnico con el disparo simultáneo de dos castillos de fuegos artificiales iguales lanzados desde la zona ADL, junto a la Cruz Roja, del dique de levante. On the floor de Pitbull y Jennifer López o Hallo de Beyoncé fueron algunos de los temas que amenizaron el comienzo de la madrugada en la playa de La Malagueta y el comienzo de la Feria.

La empresa valenciana Garuda se encargó de conseguir el sincronismo entre los fuegos artificiales y las piezas musicales, de forma que en el cielo la experiencia sensorial fuera mayor. La banda sonora siguió con Now we are free de la película Gladiator; reminiscencias de La Roca; además de los éxitos Rolling in the deep de Adele y Firework de Katy Perry.

Desde la playa miles de personas no perdían detalle. Al otro lado de la bahía en el paseo marítimo también se agrupaba la gente para ver la sinfonía de luces y música. Los niños con la boca abierta de admiración y los padres encantados de rememorar otros tiempos que ellos también vivieron, con nostalgia. Veinte minutos de cielo floreado y estrepitoso. Después, el testigo lo recogió otra vez el protagonista indiscutible de la noche. Pablo Alborán aparcó a un lado su debut como pregonero para volver a empuñar el micrófono, esta vez para volver a su hábitat natural: la música.

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