José Gimeno, vecino del Alamí en Ibi, y directamente afectado por la instalación de un poste de media tensión a tres centímetros de su casa, lograba a mediodía de ayer que la juez de Ibi decretara la paralización cautelar de las obras, que habían comenzado por la mañana.
El propietario denuncia que la obra es ilegal porque el proyecto de electrificación de la zona contempla la instalación de ese poste a 200 metros de su vivienda y no casi en la misma puerta de su casa, situada en el Camino Viejo de Onil. Explica el afectado que la normativa de seguridad impide que existe un poste de tensión a menos de cinco metros de un edificio, motivo por el que ya presentó una demanda judicial el pasado 21 de enero.
Sin embargo, y antes de conocerse la resolución, la obras comenzaban a primera hora de la mañana de ayer.
José Gimeno, junto a su familia, intentó paralizar los trabajos, situando su vehículo en mitad de la calzada, lo que obligó a intervenir a agentes de la Policía Local y Guardia Civil. A media mañana, su abogado presentaba una denuncia por vía Penal, tras demostrar que la empresa carecía de permiso de obra, y la juez decretaba la suspensión cautelar de los trabajos.
“El problema -explica el afectado- es que el Ayuntamiento no previno la expropiación de los terrenos donde tenía que ir el poste porque su propietario no quiere vender y como ahora corre prisa la recepción de las obras del Alamí después de cinco años de retraso, han decidido colocar el poste en suelo público”.
Aunque se intentó negociar con el Ayuntamiento otra solución, indica Gimeno, “me han dicho que primero instalan el poste y después ya se actuará en función de lo que determine el juzgado”. Un medida que no era bien recibida ayer por el afectado que lograba la paralización de las obras.