Fabricar bolsos, carteras y cojines con telas; así como sillas, mecedoras y camas para juegos infantiles, con ganchos de madera para colgar ropa; y muchas otras manualidades, mantiene activos y entusiasmados a muchos adultos mayores del Asilo San Pedro Claver, en el barrio El Bosque.
Todas esas creaciones serán exhibidas y vendidas en la denominada I feria artesanal del adulto mayor, el próximo 5 de marzo, desde las 9 de la mañana hasta las 4 de la tarde.
La actividad, liderada por 10 amas de casa que se integraron en el Voluntariado Luz de Esperanza, estará abierta al público en general.
Su propósito es demostrar que las personas de la tercera edad que viven en asilos son creativas y tienen muchos talentos por explotar, entre ellos las manualidades, trabajo que aprendieron gracias a practicantes del Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena):
BUSCAN PADRINOS
Nubia Quiroz, directora del Voluntariado, manifestó que “queremos que la gente vaya y vea la labor que ellos hacen, para que reconozcan que en los asilos hay mucha gente con ganas de trabajar y demostrar al mundo que son útiles a la sociedad”.
Señaló que para realizar la feria es necesaria la ayuda de padrinos. “Estamos buscando personas que nos apoyen, que apadrinen a un adulto comprándole los materiales para que puedan fabricar las manualidades, porque ellos no trabajan y dependen de lo que podamos darles. La idea es que vendan sus creaciones y se queden con las ganancias”.
Anotó que “muchos adultos mayores trabajan manualidades, pero como hay que patrocinarles el trabajo, en la feria solo se van a presentar unos 10”.
Quiroz dijo que “hay señoras que hacen bolsos, entonces estamos consiguiendo modistas que nos regalen retazos de telas. Además estamos invitando a las familias a hacer un dulce y donarlo, para que los abuelitos los vendan”.
Los interesados en contribuir a la realización de la feria pueden contactarse con Nubia Quiroz, al teléfono celular 300-499 0218.
EL VOLUNTARIADO
Desde el año 2000, el interés de ayudar a las personas más necesitadas unió a un grupo de mujeres en el Voluntariado Luz de Esperanza.
Hace más de un año, en compañía de sus familias, dedican la tarde del sábado a compartir meriendas con los 109 adultos mayores que habitan en el Asilo San Pedro Claver. “Trabajamos acá porque hay más ancianos que en cualquier otro asilo”, aseguró Quiroz.
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