El sábado, después de la 5 de la tarde, los centros de salud de la ESE Cartagena de Indias tuvieron que doblar sus esfuerzos para atender a las 562 personas, que por diferentes causas, llegaron solicitando valoración médica.
Lo preocupante sigue siendo que 119 de estos ciudadanos (el 21%), resultaron heridos en las 63 riñas que se presentaron en Cartagena después del triunfo de la Selección colombiana de fútbol ante Uruguay.
Y aunque Roberto Horacio Barrios Martínez, secretario del Interior del Distrito, resalta que esta cifra de peleas no se aleja mucho del número de riñas registradas en Cartagena “todos los fines de semana”, especialmente los feriados, sí es necesario que seamos más responsables a la hora de celebrar, mucho más si se trata de algo tan especial como la clasificación del equipo colombiano a cuartos de final en Brasil.
“Insistimos y repetimos que debemos celebrar con tolerancia, los triunfos del país en el Mundial deben ser un motivo para unirnos más como colombianos y como cartageneros, no para darle vía libre a la agresividad”, dijo el funcionario, agregando que si todos aportan a esta causa es posible celebrar en paz y tranquilidad (Lea aquí: Tres muertos en riñas, tras triunfo de Colombia ante Uruguay).
SE MANTIENE PLAN DE CONTINGENCIA
Según informó Pedro Lora, coordinador de Urgencias de la ESE Cartagena de Indias, de los 119 pacientes recibidos en los CAP, “tres presentaron heridas con arma de fuego, 59 con arma blanca y 57 con elementos contundentes. Además, se atendieron 9 personas con síntomas de intoxicación; y 60 usuarios consultaron las urgencias por presentar fiebre. Diecinueve pacientes fueron remitidos a otros centros de mayor complejidad”.
Lora destacó que el plan de contingencia implementado, que consistió en el refuerzo del personal de salud, funcionó a la perfección permitiendo la continuidad en la prestación de los servicios en los 13 Centros de Salud que funcionan las 24 horas.
Así mismo, el funcionario precisó que la ESE Hospital Local Cartagena de Indias mantendrá el plan de contingencia para las fechas donde juegue la selección colombiana de fútbol.
CONCEJO DE SEGURIDAD
Con el fin de analizar lo acontecido durante el fin de semana en la ciudad, mañana en el palacio de la Aduana habrá un consejo de seguridad en el que se estudiarán las medidas para el partido de fútbol de la selección Colombia contra Brasil, el próximo viernes.
“...Se revisará todo lo que ha pasado desde el primer partido ( de fútbol) y con base en eso se tomarán decisiones (...) cada partido tiene su connotación y por eso hay que evaluarlo todo en conjunto, de allí saldrán las medidas de seguridad que se van a tomar y de ser necesario, en el transcurso de la semana, se haría otro consejo extraordinario para decidir si se requiere establecer Ley Seca para el viernes o no”, informó el Secretario del Interior.
Según el funcionario, se debe destacar que medidas como la restricción para motos el día del encuentro futbolístico, evitaron la circulación de las caravanas que en anteriores oportunidades se caracterizaron por tornarse peligrosas debido a la irresponsabilidad de conductores y parrilleros de estos vehículos.
Además de desplegaron operativos desde el pasado viernes a las 11 de la noche, para controlar el porte de armas.
“Ha habido avances, la gente se ha ido concientizando acerca de sus responsabilidades, cuando se habla del tema de convivencia siempre recuerdo lo que dice Mockus (Antanas) cuando le preguntan cómo fue que cambió Bogotá y él responde que no fue la ciudad la que cambió, fueron las personas quienes cambiaron la ciudad y en ese objetivo es que tenemos que trabajar en Cartagena, en culturizarnos, para una convivencia en paz”, concluyó Roberto Barrios.
¿POR QUÉ NO SABEMOS CELEBRAR?
Ricardo Chica Gelis, doctor en Ciencias de la Educación, a quien El Universal invitó a responder esta pregunta, tiene dos apuestas.
La primera apunta a que “ este es un país que no tiene nada que demostrar al mundo, excepto la berraquera, la ética de la tenacidad, la capacidad de sacrificio o el milagro de superar la miseria y hasta más, pero en el plano de lo simbólico que en este caso es lo deportivo. La reacción violenta, la matazón colectiva después de un triunfo de la Selección Colombia tiene que ver con nuestro lugar en el mundo, pues, somos una periferia con pretensión de emerger a través del consumo; ocupamos un lugar subalterno en el nuevo orden económico y, por tanto, las manifestaciones de soberanía concreta son escasas o nulas. ¿Qué nos queda? Sentir la soberanía nacional con lo que produzca la cultura popular y el deporte, es decir, a través de grandes relatos, proezas, milagros, reivindicaciones. Por ejemplo: la celebración de Jackson Martínez cuando metió el segundo gol contra Japón consistió en señalar la palabra "Chocó" en su manilla: Fue un acto de justicia, un acto reivindicación, de visibilización, de decirle a esa élite que siempre nos ha despreciado: "Aquí estamos y somos los reyes del mundo". Fue una mezcla de rabia, de orgullo, de nacionalismo, de melodrama. Falta ver desde dónde interpreta la gente ese gesto".
La segunda apuesta de Chica Gelis es "que somos violentos en los triunfos de la Selección Colombia porque somos católicos y alcohólicos y desde ahí interpretamos muchas cosas. El peso mental, social y cultural del catolicisismo tiene un devenir de 500 años, generación tras generación. De manera que, no importa si no vas a la iglesia o te cambias de religión, se trata de una herencia cultural donde los modelos sacrificiales bíblicos sirven para explicar el mundo y la vida. Explicaciones que poco tienen que ver con la razón y tienen que ver todo con la fe y esto último se expresa a través de las narraciones que afectan directamente la memoria colectiva. Este aspecto es equiparable con la narratividad del fútbol, donde los méritos son valorados en un esquema de justicia aceptable para todos. De manera que en un partido de fútbol hay héroes, el mejor amigo del héroe, hay villanos, sacrificados, víctimas, está el viejo sabio y hay hasta los intereses amorosos. Todo se narra a través del melodrama que es un género dramático muy propio de los relatos bíblicos y constituye un patrimonio profundo de la mentalidad colombiana. Ahí tenemos la ausencia de Falcao, que es una tragedia que el país tuvo que asimilar y sin duda es un mártir; mientras que la resurrección y la renovación de la esperanza es James. El pegante social que une a Colombia es la cultura religiosa católica, que es muy emocional, y nuestra experiencia reciente con el fútbol encaja con todo en esa cultura. Si, además de eso le sumas el alcohol, imagínate tú lo que puede pasar. De ninguna manera se puede culpar al fútbol o a la televisión de la violencia. Lo que está claro es que estamos viviendo una época de consecuencias, donde la sensibilidad colectiva hunde sus raíces en nuestra historia llena de abusos de todo tipo, en ese sentido ¿Qué se puede esperar de tanta gente excluida durante tanto tiempo? Sin duda en estas manifestaciones violentas hay una revuelta latente, pero, también, tal violencia colectiva termina legitimando y validando la visión más fascista del poder, que es la imperante".
ABUSO DEL ALCOHOL
Tratando de entender a qué se debe el aumento en el número de riñas en la ciudad y los actos de agresión a la hora de “festejar”, El Universal consultó a Zaida Lucía Acevedo Prada, psicóloga clínica, magíster en psicología, quien aseguró que en definitiva el consumo de alcohol y el uso de sustancias psicoactivas, son dos de los factores que mayor influencia tienen en comportamientos de intolerancia. “Por lo general la gente consume alcohol para relajarse, porque tiene la idea que este la calma, pero sucede lo contrario, el alcohol altera, las emociones se desbordan, se pierde el control”.
La especialista resalta que en Colombia “todo lo celebramos con alcohol”, el día de la madre, el día de la secretaria, los partidos de fútbol, “todo” y esto genera que la gente tenga conductas que en su estado normal a lo mejor no tendría, se “pierden los límites”.
“...Es necesario que la gente comprenda que no solo es su celebración sino la de otras personas, entonces cuando traspasas tus límites y vulneras empiezan los problemas (...) se habla mucho de tolerancia y más que tolerar se debe respetar la integridad, el espacio, la propiedad del otro”.
"7060 Llamadas recibió ayer la línea 123 y las Unidades del Modelo Nacional de Vigilancia Comunitaria por Cuadrantes (MNVCC) y se atendieron 63 riñas en diferentes barrios de la ciudad".
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