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La ultraderecha pierde la presidencia de Austria por menos de 32.000 votos
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GANA EL ECOLOGISTA VAN DER BELLEN

La ultraderecha pierde la presidencia de Austria por menos de 32.000 votos

La polarización ha dividido matemáticamente al país: aunque Norbert Hofer ganó en las urnas, no pudo consolidar su victoria. Los 900.000 votos por correo han dado la vuelta al resultado

Foto: Votantes del Partido de la Libertad de Austria (FPÖ) esperan la comparecencia de sus líderes tras las elecciones del 22 de mayo de 2016 (EFE)
Votantes del Partido de la Libertad de Austria (FPÖ) esperan la comparecencia de sus líderes tras las elecciones del 22 de mayo de 2016 (EFE)

El ecologista Alexander Van der Bellen será el nuevo Presidente de Austria, según ha determinado el Ministerio del Interior del país, tras el recuento del voto por correo. Esta victoria entierra así la perspectiva de una Presidencia ocupada por el ultraderechista Norbert Hofer, que ayer ganó en las urnas, pero por un margen de apenas 144.006 votos. Demasiado escaso: resultaba obvio que los 900.000 votos enviados por correo podían equilibrar la balanza en sentido contrario, como así ha sido: casi 32.000 votos han sido los que finalmente han separado una candidatura de la otra.

Los medios nacionales e internacionales llevaban semanas hablando de la polarización de Austria, pero la división llegó al punto de dividir matemáticamente al país. El mensaje de "los austríacos primero", el cierre de fronteras a los extranjeros y el "social-patriotismo" de Hofer habían convencido al 51,9 por ciento de los austríacos. Pero Van der Bellen, un intelectual de izquierdas de 72 años, logró el apoyo del otro 48,1 por ciento de votantes con su mensaje europeísta, de apertura a los refugiados y su imagen de hombre moderado y tolerante.

El voto por correo da la victoria en Austria al ecologista Van Der Bellen

Muchos observadores contaban con este posible vuelco: en esta ocasión, el voto por correo ha supuesto un porcentaje récord del 14 por ciento del censo electoral. Y por lo general, este tipo de votantes tienden a favorecer a fuerzas progresistas, máxime si la alternativa era el candidato de una formación de extrema derecha, como el Partido de la Libertad de Austria (FPÖ) de Hofer. "Ninguno de nosotros deseaba esto. Los dos querríamos haber dormido bien esta noche", resumió el candidato ultranacionalista lo apretado del resultado. Ya en la primera vuelta, el pasado 24 de abril, el voto a distancia acortó en 2,2 puntos, a favor de Van der Bellen, la distancia entre los dos aspirantes, que quedaron en los dos primeros lugares de un total de seis candidatos.

Aunque ni el Partido Socialdemócrata ni el Popular recomendaron abiertamente el voto para Van der Bellen, el candidato progresista se preció de haber sido capaz de reunir a austríacos "de generaciones, edades y clases sociales" que coinciden en el rechazo a tener un presidente de la ultraderecha populista. "En caso de que el señor Hofer sea presidente, algo que no deseo, Austria sería observada desde el exterior porque en muchos países hay partidos de la derecha populista y esas formaciones dirían: mirad, es posible. Eso es lo que a mucha gente le preocupa en el exterior", declaró a Efe Franz Fischler, antiguo comisario europeo de Agricultura. El político democristiano aseguró que "Van der Bellen tiene también un mayor concepto de la tolerancia y está a favor de una sociedad abierta".

"No estamos en la extrema derecha"

Esta ronda definitiva, la primera en la historia de Austria de la que han quedado excluidos el Partido Socialdemócrata y el Popular, socios en la gran coalición de Gobierno, ha reflejado la clara división social, geográfica e ideológica del país. Van der Bellen ganaba en las grandes ciudades, entre las mujeres y entre los austríacos más formados. Hofer puntuaba en el campo, entre los hombres, los jóvenes y, paradójicamente, entre las clases trabajadores y los barrios obreros, que tienen la sensación de que la socialdemocracia, y la izquierda en general, les ha abandonado.

Hofer insistió ayer en rechazar la etiqueta de "ultraderechista", o incluso de flirtear con el nazismo, algo que tiene mucho que ver con su pertenencia a grupos pangermanistas o a su opinión de que el 8 de mayo, cuando capituló el III Reich, "no fue un día de alegría". "Es completamente absurdo. Cuando uno ve el programa del partido de los Demócratas o los Republicanos de Estados Unidos y lo compara con el programa del FPÖ, entonces el FPÖ no es un partido que está en la extrema derecha", afirmó. "Me definiría como un político de centro derecha con una gran responsabilidad social", dijo.

De haber triunfado, Hofer pretendía convocar elecciones parlamentarias antes de la fecha prevista de 2018. Su derrota enturbia el ascenso electoral del FPÖ, al que las encuestan dan el 30 por ciento de los votos si hubiera elecciones parlamentarias, y la crisis que sufren los partidos tradicionales, el Socialdemócrata y el Popular, que gobiernan juntos en coalición.

El ecologista Alexander Van der Bellen será el nuevo Presidente de Austria, según ha determinado el Ministerio del Interior del país, tras el recuento del voto por correo. Esta victoria entierra así la perspectiva de una Presidencia ocupada por el ultraderechista Norbert Hofer, que ayer ganó en las urnas, pero por un margen de apenas 144.006 votos. Demasiado escaso: resultaba obvio que los 900.000 votos enviados por correo podían equilibrar la balanza en sentido contrario, como así ha sido: casi 32.000 votos han sido los que finalmente han separado una candidatura de la otra.

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