Contracorriente #22

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Un 8 de marzo revolucionario y de lucha por las mujeres de la “primavera árabe”

p o r l a re c o n s t r u c c i ó n d e l a c u a r t a i n t e r n a c i o n a l / ó r g a n o d e Número 22 // Marzo 2011

clasecontraclase@hotmail.com // www.clasecontraclase.org

Precio 1 € // Apoyo 1,50 €

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IA EDICIÓN ESPEC

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S E N O I C U L O V RE EN

E B A R Á O D N U M L E

El Cairo. Con gritos como “abajo, abajo, Hosni Mubarak” los manifestantes se han enfrentado a las fuerzas de seguridad en unas movilizaciones sin precedentes en las últimas tres décadas.

Francia: primer Congreso del NPA Parálisis y crisis estratégica

Un triunfo para la juventud precaria


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EDITORIAL

SUMARIO

Una nueva “primavera de los pueblos”*

Editorial - Una nueva “primavera de los pueblos” - pág. 2

Mov. Obrero - Telepizza: Un triunfo para la juventud precaria - pág. 5

Juventud - “Ni” nos dejan estudiar “ni” nos dejan trabajar - pág. 6

Mujer - Un día revolucionario y de lucha por las mujeres de la “primavera árabe” - pág. 8

Teoría e Historia - En el 75 aniversario del Frente Popular - pág. 10

Internacional - Francia: primer Congreso del NPA - pág.12 - Libia: entre la rebelión y la descomposición del régimen - pág. 15 - Egipto: El Ejército cede ante la huelga de los trabajadores textiles - pág. 17 - EEUU: Trabajadores y estudiantes se movilizan - pág. 17 - Los trabajadores griegos vuelven a salir a las calles - pág. 18 - Bolivia: ¿De la lucha contra el “gasolinazo” a una espiral de lucha de clases? - pág. 19 - El pueblo de Oaxaca en las calles contra la represión - pág. 20 - Entrevista: Faouzi Hliba, militante marroquí - pág20

Estado español

- Ante la traición histórica de las direcciones de CCOO y UGT contraportada

Staff Consejo Editorial: Santiago Lupe Guillermo Ferrari Federico Grom

Redacción: Asier Ubico Cynthia Lub Iiria Campos Jorge Calderón Julia López Sara Povo Silvio García

Colaboran en este número: Alejandra Ríos Celeste Murillo Javo Ferreria Juan Chingo Juan Gallardo

Diseño y Maquetación: Federico Grom / Silvio García

El año 2011 comenzó con una oleada de levantamientos y movilizaciones obreras y populares. Si bien el epicentro de la intervención del movimiento de masas está en el mundo árabe y musulmán, donde están en curso distintos procesos revolucionarios, empieza a tener repercusiones en otras regiones del planeta, aunque aún se exprese en acciones con menor grado de profundidad y radicalización. Con el antecedente de la huelga general en Guadalupe en 2009, las movilizaciones y huelgas en Grecia en 2010 y la resistencia de los trabajadores y los jóvenes de enseñanzas medias en Francia contra la reforma del sistema de pensiones de Sarkozy, esta oleada de luchas parece estar anunciando el inicio de un nuevo ciclo ascendente de la lucha de clases, con el trasfondo de la crisis económica internacional que ya lleva tres años.

El torbellino de la acción de masas en el mundo árabe y musulmán

parados, que piden el fin de los regímenes despóticos –dictadores o monarcas– que son los que durante décadas han mantenido con puño de hierro las condiciones de opresión más brutales que permitieron imponer privatizaciones, ajustes y precarización laboral, para beneficio de las elites locales y las grandes transnacionales imperialistas.

Un repaso por los principales acontecimientos muestra el curso vertiginoso que ha tomado la entrada en escena de las masas en el mundo árabe. Tunez, 17 de diciembre de 2010. Un joven con título universitario pero que se ganaba la vida con un puesto de venta ambulante decidió inmolarse en protesta por la situación de miseria a la que el Gobierno dictatorial de Ben Ali lo condenaba, al igual que a la gran mayoría de los jóvenes, trabajadores y desocupados. Este hecho trágico disparó un imponente levantamiento obrero y popular que el 14 de enero de 2011 derribó a Ben Ali, que había permanecido en el poder durante 23 años, con el sostén de Francia, antigua potencia colonial y principal socio comercial, y el apoyo de Estados Unidos que valoraba sus servicios en la “guerra contra el terrorismo”. La caída de Ben Ali no terminó de calmar las aguas: el domingo 20 de febrero miles de tunecinos volvieron a movilizarse reclamando la caída del “gobierno de transición” encabezado por Mohammed Ganouchi y exigieron la convocatoria a una asamblea constituyente. El proceso tunecino desató una oleada revolucionaria que se extendió como un reguero de pólvora por el Norte de África, la península árabiga y el mundo musulmán. Las calles de Yemen, Jordania, Bahrein, Marruecos, Argelia, se llenan de jóvenes, trabajadores, mujeres, pobres de las ciudades,

Egipto, 25 de enero de 2011. Millones de personas, la gran mayoría jóvenes, sin empleo o con salarios de hambre, toman las calles de El Cairo, Alejandría y otras ciudades del país exigiendo la renuncia de Hosni Mubarak, uno de los principales aliados de Estados Unidos e Israel, en el poder desde 1981. El dictador resiste. Los manifestantes permanecen en la plaza Tahrir. El Ejército se preserva sin reprimir y mientras tanto negocia con Mubarak y el Gobierno de Obama cómo organizar la salida de la dictadura sin darle a las masas un triunfo. Mientras las manifestaciones se suceden y el Ejército se preserva no reprimiendo las protestas, Mubarak intenta sostenerse en el poder ante la presión de las masas. Hasta que una imponente oleada de huelgas que paraliza los principales sectores de la economía, termina precipitando la caída de Mubarak el 11 de febrero. El Ejército, que era pieza central del régimen y ha quedado intacto como principal sostén del Estado, se hace cargo del Gobierno. Sectores importantes de las clases medias parecen conformarse con las promesas de libertades democráticas dadas por la Junta Militar de Gobierno, pero los trabajadores, alentados por la victoria conseguida, extienden las huelgas desafiando la prohibición de hacer huelgas y reuniones sindicales que intenta imponer el Gobierno militar. Consiguieron que se vaya el dictador y ahora quieren

salarios, mejores condiciones de vida, libertad sindical y exigen que se vayan los directores de las empresas nombrados por Mubarak. El pronóstico todavía es abierto: existe una posibilidad de que el Ejército, apoyado por el imperialismo, la burguesía local y sus variantes políticas, logre sortear con éxito la “transición” y estabilizar una salida de “reacción democrática”, pero también existe la posibilidad que la dinámica de enfrentamiento con la clase obrera atraiga nuevamente a la lucha a amplios sectores de masas. O que la Junta, que ha tomado en sus manos la redacción de una nueva Constitución sin participación popular alguna, ceda finalmente muy poco y empuje también por esa vía de nuevo a las masas a las calles. Yemen, 28 de enero. Decenas de miles de personas en Sanaa, la capital del país, y otras ciudades, exigen la renuncia de Ali Abdullah Sale, en el poder desde hace 33 años. Esa es la primera de una serie de movilizaciones que continuaron a pesar de la dura represión del régimen. Los motores de la lucha contra la dictadura yemení son profundos. Sale asumió el Gobierno del entonces Yemen del Norte en 1978 y, en 1990, siguió en la presidencia de la República de Yemen, tras la reunificación capitalista del país en 1990. Este aliado norteamericano y de la monarquía saudita viene llevando adelante desde hace años una guerra sucia contra la población chiíta del norte y contra un movimiento separatista en el sur. Preside el país más pobre del mundo árabe, en el que casi la mitad de la población vive en la miseria y la desocupación alcanza al 35% de la población. Sin embargo este pequeño país tiene una importancia estratégica para Estados Unidos que desarrolla acciones militares encubiertas en su territorio persiguiendo supuestamente


EDITORIAL

a combatientes de Al Qaeda e intenta organizar un recambio gubernamental con líderes opositores afines a sus intereses. Libia, 15 de febrero. La represión contra una movilización antigubernamental en la ciudad de Bengasi, al este del país, desató un levantamiento insurreccional local contra el régimen de Gadafi. Las fuerzas de seguridad se pasaron del lado de los manifestantes que no sólo se hicieron de las armas sino también del control de la ciudad. Pero cuando las movilizaciones llegaron a Trípoli, la capital y sede del poder de Gadafi, la respuesta fue brutal. Aviones bombardearon barrios y dispararon sobre los manifestantes. En solo un par de días la represión ya ha dejado centenares, si no miles, de muertos y desaparecidos. Gadafi, un coronel pretendidamente “tercermundista” devenido neoliberal, amigo de Bush, Blair y Berlusconi, que se ha mantenido en el Gobierno desde 1969 usufructuando para él y su clan familiar gran parte de la cuantiosa renta petrolera, ha decidido resistir en el poder a fuerza de balas. Indudablemente, por el grado de violencia de la represión del régimen y por la radicalidad del levantamiento, es el proceso más agudo con fuertes elementos de descomposición estatal, lo que abre la perspectiva de una guerra civil con resultado incierto, o incluso una situación de caos con enfrentamientos inter-tribales, en un país que es el doceavo exportador mundial de petróleo. Las potencias imperialistas, que en la última década hicieron buenos negocios con Gadafi, pasaron a oponerse al dictador -a diferencia de Italia con fuertes intereses cruzados en su antigua colonia- esperando que quizás su caída abra otras oportunidades para sus intereses, siempre y cuando se evite el escenario de desintegración y caos, aunque tampoco se puede descartar que de darse esta perspectiva, se utilice como excusa para desplegar alguna fuerza vinculada a la OTAN. Por su parte, los militares egipcios, que deben gerenciar su propia “transición” ven con preocupación que la fractura del ejército libio lleve a una situación descontrolada en el norte de África. Por eso, seguirían apoyando a Gadafi. El levantamiento en Libia ha dejado al desnudo a los gobiernos que se han alineado en la defensa del dictador como hizo Daniel Ortega, o hasta el momento se han callado ante la masacre como en el caso de Chávez. Incluso Fidel Castro justificó el accionar de Gadafi en nombre de una supuesta “resistencia al imperialismo.”

Bahrein, 16 de febrero. Las fuerzas de seguridad abren fuego contra una movilización que, inspirándose en Túnez y Egipto, pedía mejores condiciones de vida, cobrándose la vida de dos manifestantes. Este pequeño país, con un 70% de la población chiíta y un 30% sunnita, está gobernado desde fines del siglo XVIII por una dinastía monárquica sunita ligada a Arabia Saudita. El motor de la rebelión es la marginación de la mayoría chiíta –que compone el grueso de la clase obrera del país- de las estructuras del poder político. Aunque su peso demográfico y político es menor, la crisis en Bahrein puede tener consecuencias impredecibles para el imperialismo y la Monarquía de Arabia Saudita. Bahrein es la sede del cuartel general de la quinta flota de marines norteamericanos, indispensable para la operación de las fuerzas de ocupación en Irak. Además, puede ser una fuente de inspiración para la población chiíta de Arabia Saudita, concentrada en las provincias petroleras del este. En apenas semanas, esta intervención explosiva del movimiento de masas del norte de África y la península arábiga, motorizada por las consecuencias de la crisis económica –en particular la subida de los precios de los alimentos–y el odio a los regímenes dictatoriales y proimperialistas, parece haber alentado la resistencia más allá de las fronteras de esta región.

Las movilizaciones empiezan a extenderse a otras regiones del globo En Oaxaca, México, asomó nuevamente el fantasma de la Comuna de 2006. Los maestros volvieron a tomar las calles en protesta por una medida del presidente Calderón que favorece a la educación privada. El 15 de febrero, junto con otros sectores populares, se enfrentaron durante siete horas con las fuerzas policiales y de seguridad, y al día siguiente realizaron un paro de actividades y una movilización masiva para repudiar la represión y exigir la renuncia de funcionarios públicos. En Bolivia, los trabajadores y sectores populares participaron de forma masiva en la jornada de protesta centralizada convocada por la Central Obrera Boliviana (COB) el 18 de febrero, contra los efectos inflacionarios del fallido intento de “gasolinazo” de Evo Morales y por el aumento de salarios. Aunque el rol de la COB

es el de canalizar para descomprimir la lucha, es una confirmación de que el descontento por las medidas antipopulares del Gobierno del MAS tiende a expresarse activamente con la movilización. Incluso en Estados Unidos, donde lo que venía primando en la escena política es la emergencia de la extrema derecha agrupada en el Tea Party, la ofensiva del gobernador republicano de Wisconsin, Scott Walker, que pretende liquidar el rol de los sindicatos de empleados públicos en las negociaciones colectivas, provocó una importante respuesta de los trabajadores del sector público y los docentes, que se movilizaron por decenas de miles junto con los estudiantes, y acciones de solidaridad en varios estados el 23 de febrero. Aunque la dirección de los sindicatos y el partido demócrata juegan un rol en mantener controlado el movimiento, este es un síntoma importante que quizás preanuncie el despertar de la clase obrera norteamericana, muy golpeada por la crisis económica y que viene sufriendo un fuerte retroceso desde la década de 1980. Mientras estamos escribiendo estas líneas, los trabajadores y la juventud en Grecia han vuelto a la lucha contra los planes de ajuste impuestos por la Unión Europea y el FMI, enfrentándose duramente con la policía antidisturbios en las calles de Atenas. Son acciones prácticamente simultáneas de la lucha de clases como no se daban desde hace mucho tiempo. Estos acontecimientos ya están reactuando sobre la economía. El proceso

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en el mundo árabe y musulmán está llevando al aumento en los precios del petróleo y otras materias primas como el trigo. El destino de Libia, un importante abastecedor de petróleo a varias potencias de la Unión Europea, profundiza el temor de los mercados internacionales de que una disparada descontrolada del precio del crudo desencadene nuevas derivaciones de la crisis económica internacional. Además, por la importancia de la región para los intereses geopolíticos de Estados Unidos, la pérdida de aliados fundamentales como Mubarak puede profundizar la crisis hegemónica del imperialismo.

En los inicios de un nuevo período Después de 30 años de restauración burguesa, estamos asistiendo a las primeras etapas de un nuevo período histórico en el que las masas están retornando a la escena, aunque con contornos y alcances todavía indefinidos. Las analogías históricas, aunque imperfectas por definición, son de gran utilidad para analizar los procesos nuevos. En ese sentido, hemos usado la analogía con la restauración borbónica para comprender el significado profundo de la contrarrevolución neoliberal. Aunque ningún proceso histórico se repite, la actual oleada puede ser comparada con la llamada “primavera de los pueblos”. Históricamente, se conoció como “Primavera de los pueblos” a la oleada revolucionaria que comenzó en Francia en febrero de 1848 y rápidamente se extendió a Prusia y numerosas regiones


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EDITORIAL

de Alemania, al Imperio Austríaco, a Hungría que estaba bajo su control, a Polonia, Italia y otros pueblos de Europa central, en el marco de la crisis económica que había estallado en 1846. Esta oleada desigual empezó a ser contenida con la salida de la crisis de la economía a mediados de 1850 y se cerró con el fin del proceso en Alemania ese mismo año y el autogolpe de Luis Napoleón Bonaparte en Francia el 2 de diciembre de 1851. El límite de esta analogía histórica es que a diferencia del siglo XIX, esta nueva “primavera de los pueblos” ocurre en la época imperialista, de crisis, guerras y revoluciones. Tampoco estamos en el momento en el cual el proletariado moderno hizo su primera gran irrupción revolucionaria (como fue la insurrección de junio de 1848 en Francia) sino con una clase obrera que ha pasado por la experiencia de revolución y contrarrevolución del siglo XX. Sin embargo, preferimos la analogía con ese período, que expresó el fin del período de restauración europea abierto con la caída de Napoleón en 1815 con el ascenso iniciado en 1968, ya que este contó desde un inicio con mayor centralidad proletaria y las masas no venían de un largo período de retroceso. El proceso actual carga sobre sus hombros las consecuencias de las tres décadas de restauración burguesa y esto no puede dejar de tenerse en cuenta para saber que este ciclo de la lucha de clases que se está abriendo será sin dudas tortuoso pero a la vez difícil de contener, ya que se da en el marco de la crisis capitalista mundial. En el ’68, donde también los jóvenes fueron protagonistas aunque con la presencia de una importante vanguardia radicalizada que se venía fogueando en la lucha contra la guerra de Vietnam en varios países, todavía continuaba el boom

de la posguerra (la crisis se desataría con fuerza en 1973) mientras que hoy aunque los capitalistas lograron evitar la depresión a costa del monumental endeudamiento de los estados, la crisis en curso es más profunda que aquella que se dio a mitad de los ‘70.

La lucha por construir una dirección revolucionaria Las potencias imperialistas primero se vieron sorprendidas por los acontecimientos que golpearon a sus aliados y agentes más relevantes como Ben Ali para Francia o Mubarak para Estados Unidos. La hipocresía imperialista quedó claramente expuesta, desacreditando aún más el discurso sobre la defensa de los “derechos humanos”. Durante más de treinta años, Estados Unidos, Francia, Italia, Gran Bretaña, entre otros han sostenido regímenes dictatoriales brutales, desde Mubarak hasta la monarquía saudita. Pasado el desconcierto inicial, la política de Obama y de los países imperialistas de la Unión Europea es tratar de preservar lo más posible de los regímenes cuestionados por las masas mientras se presentan discursivamente como del lado de los manifestantes para tratar de imponer “transiciones pactadas” de recambio, buscando que no se alteren en lo esencial sus posiciones geopolíticas y sus negocios. En lo que hace a Egipto esto implica, en primer lugar, que se mantengan los acuerdos con el Estado de Israel y la subordinación política a las necesidades yanquis. De ahí que en las próximas semanas y meses en el mundo árabe musulmán se defina si vamos a procesos donde los trabajadores y las masas explotadas logren imponer sus demandas y liberarse de la dominación imperialista y de sus socios locales, o si estos lograrán contener el descontento

Telefónica: Huelga contra los despidos El pasado 24 de febrero, se realizó en las sedes de Telefónica en Madrid, Barcelona, Navarra, Guipúzcoa y Vizcaya, una huelga en apoyo a los dos compañeros despedidos por haber estado de baja médica. Esta nueva modalidad de despido que recoge la reforma laboral, permite el despido procedente por absentismo laboral aún cuando las bajas han sido prescritas por tu médico. Esto es volver al esclavismo. Las movilizaciones fueron convocadas por todos los sindicatos de los Comités de Empresa de Barcelona, Guipúzcoa, Navarra y Vizcaya, así como la convocada por CGT y AST en Madrid.

Los datos del seguimiento de la huelga han sido, el 71% en Navarra, 65% en Guipúzcoa, 60% en Barcelona y Vizcaya y más de un 20% en Madrid, lo que implica a 6.000 trabajadores en huelga apoyando a dos compañeros despedidos. La manifestación en Barcelona contó con la solidaridad de unos mil trabajadores y recorrió gran parte del centro de la ciudad, terminando en una breve concentración a las puertas de una tienda de Movistar en Plaza Cataluña. Desde Clase contra Clase apoyamos las movilizaciones de los trabajadores y nos unimos a la reivindicación de la readmisión de los despedidos.

popular y que la caída de los regímenes dictatoriales solo dé paso a regímenes con formas más o menos democráticoburguesas pero que no cuestionen lo central del orden imperialista, tal como ocurrió durante la década de 1980 en América Latina, aunque a diferencia de Latinoamérica, no se viene en esta región de derrotas históricas como fueron los golpes contrarrevolucionarios que terminaron con el ascenso de la década de 1970. El elemento que juega en contra de esta perspectiva es que estamos en un contexto de crisis capitalista mundial que dificulta hacer concesiones sustantivas que logren desactivar las reivindicaciones obreras y populares. Además, el carácter autocrático de la mayoría de los regímenes hace que las mediaciones políticas favorables al imperialismo sean todavía muy débiles. Desde el ángulo del movimiento obrero, la principal debilidad es, como señalamos, la baja subjetividad revolucionaria con la que entra a este proceso luego de tres décadas de restauración burguesa. Las masas, en particular sus sectores avanzados, salen a la lucha pero sin una estrategia clara para derrotar el poder de la burguesía en vistas de imponer su propio Estado, lo que impide llevar la lucha hasta el final. Tampoco por el momento parece haberse expresado una clara conciencia antiimperialista, aunque los regímenes y gobiernos contra los que se han desatado los levantamientos son abiertamente proimperialistas y las masas en el pasado expresaron su cabreo contra estos por su apoyo a la guerra contra Irak o su rol cómplice frente a los ataques sionistas a Palestina. Sobre esa debilidad el imperialismo y las clases dominantes locales buscan contener los procesos en sus primeras etapas y desviarlos. Todo dependerá de que en el curso de este período la nueva vanguardia obrera y juvenil logre poner

en pie verdaderas organizaciones revolucionarias que permitan llevar a los trabajadores, campesinos pobres y al conjunto de los explotados al poder. En la región que hoy es epicentro de los levantamientos, aunque el movimiento obrero y popular tiene una importante tradición de lucha antiimperialista, las fuerzas marxistas revolucionarias han sido históricamente débiles, con la excepción parcial de Argelia. Sin embargo, los hechos que allí están sucediendo indudablemente tienen y tendrán repercusiones entre los trabajadores, los jóvenes y los sectores populares de todo el mundo. La vuelta a la escena de la acción independiente de las masas favorece la construcción de partidos obreros revolucionarios, particularmente en países donde la lucha de clases no solo tiene tradición, sino que mantuvo importantes niveles a lo largo de estos años, junto con una fuerte presencia y tradición trotskista como Francia, donde nuestros compañeros impulsan el Colectivo por una Tendencia Revolucionaria (Plataforma 4) en el seno del Nuevo Partido Anticapitalista (NPA) y en Argentina, donde el PTS viene dando pasos importantes en la organización de la vanguardia obrera y juvenil. Los acontecimientos que estamos viviendo no hacen más que reforzar nuestras energías en la lucha por poner en pie partidos revolucionarios arraigados en la clase obrera y por reconstruir la IV Internacional, el Partido Mundial de la Revolución Social.

* Ante la situación internacional abierta con los procesos revolucionarios del mundo árabe para este número de Contracorriente hemos decidido publicar como Editorial una versión extractada de la presentación de la próxima Estrategia Internacional, ya disponoble en el Estado español.


MOV. OBRERO

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Un triunfo para la juventud precaria Entrevistamos a Asier, militante de Clase contra Clase y trabajador despedido de Telepizza.

La principal reivindicación ha sido la de volver al Convenio de Hostelería, del que las direcciones de UGT, y más tarde de CCOO, nos sacaron en 1994. Se trata por un lado, de recuperar las mejores condiciones de ese sector, que es el nuestro, y por el otro, y más importante, intentar revertir una de tantas divisiones que se han ido imponiendo a los trabajadores para crear bolsas de mano de obra más barata y precaria y debilitar nuestras fuerzas. Estas ideas han motorizado la unión de los trabajadores para organizarnos y enfrentar los diferentes obstáculos que se nos han presentado.

¿Puedes contarnos cómo comenzó este proceso de organización? El 22/10 la empresa decidió despedirme por haber promovido la huelga del 29S y estar impulsando la organización de un Comité de Empresa. La campaña por mi readmisión animó a muchos trabajadores a empezar a moverse clandestinamente. Poco a poco fuimos agrupando trabajadores hasta poder imponer las elecciones sindicales.

¿Qué tipo de empresa es Telepizza? Telepizza es la principal multinacional español de comida a domicilio. El 70% de la plantilla somos menores de 25 años. La precariedad laboral es altísima, estamos condenados a contratos a tiempo parcial y a un Convenio miserable que ofrece salarios entre 250 y 350 euros para la mayoría (el Salario Mínimo en el Estado español supera los 600). Además no tenemos una representación sindical real. En la delegación de mi ciudad trabajamos 333 personas, y no había Comité de Empresa. En otras sí lo hay, pero estos han sido creados por acuerdos entre la patronal y la burocracia sindical de CCOO y UGT. Los delegados son entonces jefes de tienda o encargados pro-empresa. Así a nadie extraña que nuestros “representantes” lleven años firmando retrocesos en condiciones y salario.

¿Cómo enfocasteis la lucha por tu readmisión? Desde el principio la vinculamos a la lucha por el derecho a organizarnos y a pelear por nuestras reivindicaciones. De esta manera íbamos ampliando una red de apoyos en el interior a partir del trabajo de otros compañeros que habían evitado el despido. Por otro lado para nosotros era muy importante buscar el apoyo de otros sectores obreros, sobre todo de trabajadores con más tradición. Nos ligamos a activistas de la izquierda sindical de empresas como GM, Jhonson and Control, Lecitrailer, no docentes de la Universidad, HP,

Eurocen, LEAR, transporte urbano... y constituimos un frente único permanente con ellos. Todas las acciones que hemos realizado (concentraciones, bloqueos de las centralistas telefónicas, pegadas de carteles...) han contado con su apoyo. Nosotros igualmente hemos participado en todas sus luchas. También en otras ciudades, como Barcelona y Sevilla, logramos que militantes de sindicatos y grupos de izquierda realizaran acciones solidarias. También buscamos el apoyo de otros sectores sociales. Fue el caso del movimiento estudiantil. El Sindicato de Estudiantes de Izquierdas, junto con el sindicato de trabajadores de la universidad Babel, lanzaron una campaña de boicot en la universidad, pasaron la caja de resistencia por las clases, llevaron estudiantes a las acciones... Y lograron que algunos profesores escribieron un manifiesto universitario en contra del despido que juntó 85 firmas de catedráticos, profesores y trabajadores de la universidad.

¿Qué efectos tuvieron estos apoyos en la plantilla que estaba dentro? Llenó de moral a muchos trabajadores para dar el paso y organizarse para luchar. Permitió poner a la empresa en jaque, abriéndonos un mayor margen de maniobra, y obligando a muchos jefes de tienda a tener que tolerar forzosamente que muchos de sus trabajadores nos apoyaran. Contactamos con los trabajadores del interior que se solidarizaron contra el despido, reuniendo a cada vez mas jóvenes en asambleas clandestinas en torno a la idea de levantar una Plataforma reivindicativa que luchase por mejorar las condiciones de trabajo.

¿Cómo lograsteis imponer la celebración de las elecciones sindicales? Decidimos solicitar a CCOO que convocase elecciones sindicales. La legalidad sindical en este país es tan antidemocrática que ningún sindicato que no tenga la condición de “mayoritario” (como son UGT y CCOO) puede convocar elecciones. Para que la izquierda sindical o un sector de trabajadores sin sindicarse en CCOO y UGT puedan promover la organización de los trabajadores necesitan los votos y firmas del 51% de la plantilla reunida en asamblea, algo imposible en sectores con una represión sindical como este. Teníamos que mantener pues una doble clandestinidad, frente a la empresa, y frente a la burocracia, que si hubiese conocido nuestras reivindicaciones nunca hubiera convocado las elecciones. Nuestro objetivo de máximo era presentarnos por CCOO pero con un programa que cuestionaba las traiciones de sus dirigentes. Esto entraría dentro de la pelea que los trabajadores tenemos que dar por empezar a recuperar nuestras grandes organizaciones. Sin embargo esta pelea se nos abortó antes de poder empezarla. Cuando los compañeros decidimos por mayoría, darnos a conocer y hacer público a todos los trabajadores de las tiendas las reivindicaciones que proponíamos, la dirección de CCOO nos retiro el aval a la lista. Finalmente formamos lista por la CGT, una fuerza de la izquierda sindical.

¿Cómo reaccionaron la empresa y la burocracia sindical? Lanzó una fuerte campaña contra nosotros. Montó una lista abiertamente patronal bajo las siglas de la UGT, y ayudó a CCOO a que hiciera algo parecido. La patronal y las dos listas

Zaragoza Hacia un Encuentro de jóvenes trabajadores y estudiantes combativos Desde Clase contra Clase vemos necesario que empecemos a organizarnos para dar respuesta a esta situación a la que nos han llevado. Es por eso que estamos participando activamente de la propuesta lanzada por los compañeros de la CGT en Telepizza de impulsar un Encuentro de jóvenes trabajadores y estudiantes combativos. Estamos así dando los primeros pasos junto con jóvenes trabajadores precarios de diferentes sectores y estudiantes, para intentar unificar la lucha de los estudiantes, los jóvenes precarios y el resto de trabajadores . Apostamos por un encuentro en el que discutamos un plan organizado de respuesta contra el Gobierno, su Reforma Laboral, la de las Pensiones... Hacemos un llamamiento a todos los estudiantes combativos de medias y universidad, a todos los jóvenes trabajadores, delegados... a que se sumen a organizar este encuentro, a unificar todas las demandas de todos estos sectores contra el pacto social y los ataques del gobierno. Se trataría de una experiencia que podría tomarse en otras regiones de cara a preparar un gran encuentro estatal de la juventud trabajadora y el movimiento estudiantil en el mismo sentido. Porque solo con la unidad de clase trabajadora con la juventud lograremos derribar de una vez por todas los planes del gobierno

de la burocracia formaron una “Santa Alianza” contra nosotros. Calumnias, rumores, mentiras... que sobre todo nos desprestigiaban en tiendas donde no teníamos gente. También hubo amenazas a muchos de los miembros de la lista, ocasionandonos algunas pocas bajas por miedo. Los compañeros respondimos ofensivamente con movilizaciones en el centro de la ciudad denunciando la represión sindical, participando junto con la izquierda sindical en la manifestación contra el pacto social de CCOO y UGT, pasandonos por todas las tiendas a explicar nuestras reivindicaciones y las traiciones que la burocracia de los mayoritarios habían realizado en al empresa y


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MOV. OBRERO

la que acababan de realizar con el Gobierno ... Su objetivo era liquidarnos, que quedáramos como unos locos sin ningún apoyo.

Y finalmente, ¿lo consiguió? Para nada. Tuvimos que dar una pelea muy a contracorriente. No solo enfrentamos la campaña de la empresa y la burocracia contra nosotros, sino también los efectos más profundos que la política de estos vendidos está teniendo sobre las filas obreras, también sobre las de la juventud trabajadora. Mientras la crisis condena al paro al 40% de los jóvenes, la burocracia sindical llega acuerdos con el Gobierno para aumentar la edad de jubilación..., sembrando así la desmovilización y el escepticismo. A pesar de todo ello logramos que casi un 30% de la plantilla nos apoyase, quedando como segunda fuerza con 4 delegados. Un buen punto de arranque para continuar profundizando el proceso de organización en nuestra empresa y contribuir desde ahi a fortalecer las filas obreras que nos disponemos a quebar la paz social de Zapatero y la burocracia sindical. Ahora estamos discutien-

do con los compañeros impulsar la elección de delegados por tienda y categoría como una manera de fortalecer y extender la organización obrera e intentar controlar a la burocracia sindical, y contribuir desde nuestra sección sindical en Telepizza a la organización y coordinación de más jóvenes trabajadores de otras empresas.

¿Cómo enmarcas vuestra experiencia con la situación española y mundial? La patronal está descargando la crisis de manera brutal sobre nuestros hombros, todos los Gobiernos están trazando ajustes históricos contra los trabajadores... y ya hay claros botones de muestra de que esto va a ser respondido por los trabajadores y la juventud. Lo hemos visto en Grecia, en Francia, Italia. Irlanda... y de manera más aguda aún lo estamos viendo hoy en Túnez, Egipto y el mundo árabe. En el Estado español la criminal política de la burocracia sindical está facilitando que los golpes de la crisis y los ataques de Zapatero estén cayendo con muy poca respuesta obrera. El 29S demostró que importantes secto-

res de la clase trabajadora estábamos dispuestos al combate, pero los dirigentes de CCOO y UGT nos “mandaron a casa”para terminar firmando unos nuevos Pactos de la Moncloa. Creo que nuestra experiencia demuestra que se puede luchar, que la juventud trabajadora no tiene porque conformarse con la miserable herencia de años de ofensiva neoliberal, ni aceptar como un fatal destino eso de que vamos a vivir peor que nuestros padres. Nuestra principal reivindicación, la vuelta al Convenio de Hostelería, es un atentado contra una de las principales conquistas de la burguesía de los últimos años: la división de las filas obreras. También nuestros métodos de organización y lucha cuestionan el “modelo sindical” que nos ha traido muy indefensos a la actual crisis. Desde la comisión de delegados que planteamos, como la unidad con otros sectores de trabajadores en lucha, con los estudiantes, el intento de coordinarnos... Los sectores obreros más explotados no hemos sido ni defendidos ni organizados por la burocracia sindical, es hora de que avancemos en organizarnos y nos sumemos a los sectores obreros con más tradición que quieren plantar cara a los pactos sociales y el ajuste. Se tra-

ta de contribuir a la recomposición del movimiento obrero tras años de retroceso. Y al mismo tiempo creo que los trabajadores y los jóvenes que salimos a luchar tenemos que empezar a plantearnos el problema de fondo. Si somos los paganos de la crisis es porque ningún Gobierno gobierna para nosotros, sino para los capitalistas. Es hora pues de que los luchadores empecemos a organizarnos políticamente, para dar pasos en construir un partido de trabajadores revolucionario, que tenga como norte desalojar del poder a la misma clase social para la que se ha gobernado durante la dictadura y durante la democracia y constituir un gobierno de los trabajadores y los sectores populares. Esta crisis va a traer consigo importantes combates, revoluciones, y para ellas tenemos que prepararnos. Espero que todas las pequeñas luchas que demos nos sirvan de escuela de guerra para la victoria.

¿Generación “Nini”?

“Ni” nos dejan estudiar “ni” nos dejan trabajar por HIRIA CAMPOS Estudiante de la Escuela de Artes de Zaragoza

¿Qué es realmente la generación “Nini” No se trata de una generación que ni estudia ni trabaja por voluntad propia. Estamos hartos de oír que los jóvenes no queremos estudiar, que no trabajamos, que somos la generación del botellón, y un montón de estereotipos más que nos han colgado para desprestigiarnos. Ante todo eso decimos que No. La generación “Nini”, como los medios de comunicación nos llaman, la conformamos todos los jóvenes que sufrimos los ataques de la crisis y del capitalismo. Es la generación de jóvenes a los que la privatización y elitización paulatina de la educación y los recortes por parte del Gobierno a

través de sus leyes -como la LOE y el Plan Bolonia- nos impiden estudiar, y el paro masivo y medidas como la Reforma Laboral nos impiden trabajar.

“Ni” nos dejan estudiar Desde hace años venimos sufriendo un pactado deterioro de la educación pública, instrumentado por los gobiernos y admitido por la burocracia de CCOO y UGT, que se refleja en la decadencia de nuestros centros de estudio. En el Estado español se destina a educación un 4’5% del PIB, frente al 5’4% de media europea. Con la LOE se destina una buena parte del dinero público a la privada y se está llevando a nuestros centros públicos a un continuo declive de la calidad de las infraestructuras; falta de materiales; y un largo etcétera, por no hablar de la segregación en itinerarios que condena a muchos de nosotros a ser mano de obra poco cualificada y barata. Ademas de un progresivo aumento del número de alumnos por aula (ratios de

28 en infantil y primaria, 33 en secundaria), dato que está estrechamente relacionado con la tasa de fracaso escolar del 30% (frente al 15’2% en Europa). Por otro lado -y dentro de los planes del gobierno-, nos esperan más recortes, como la reducción de 1 800 millones de euros del presupuesto destinado a educación para 2011. Ya percibimos los cambios. Muchas Comunidades Autónomas –cuyo presupuesto ha disminuido en un 5%- se plantean la opción de no convocar plazas de profesores en 2011, y las que convocan reponen como máximo solamente el 30% de las jubilaciones. Mientras, vergonzosamente, los dirigentes de los sindicatos de la enseñanza en muchas regiones, como en Aragón, demandan no hacerlo por razones corporativas. En Catalunya el Govern de Mas ya ha anunciado la reducción de un 25% de los presupuestos de los isntitutos y colegios públicos, lo que ha llevado a muchos directores a advertir que no

podrán costear servicios tan esenciales como la limpieza o la calefacción. Todo esto se viene a sumar a la disminución de una media de 5% de los sueldos docentes y del resto de trabajadores de la la enseñanza…Hasta este pasado año los profesores eran los únicos de la OCDE cuyo sueldo había bajado en los últimos diez años. Han perdido más de un 20% de poder adquisitivo, mientras en el resto de los países de la UE aumentaban las retribuciones salariales del profesorado. Y es que el salario de los profesores es un indicador del reconocimiento social que se le da a la educación. En los estudios superiores el panorama es mucho peor. Durante los últimos años la Universidad ha estado sufriendo una elitización progresiva que ha culminado con el indeseable Plan Bolonia. La selectividad se endurece más y más, se eliminan las plazas destinadas a FP, se reduce el número de plazas públicas… Por otro lado se nos ataca por medio del encarecimiento de las matrículas, alcanzando un


JUVENTUD

aumento de hasta el 8’2%. Se resume en mil y un obstáculos más para la entrada a la universidad de los hijos de los trabajadores y en la degradación de muchas facultades. En la Facultad de Geografía e Historia de la UB, por ejemplo, los grupos de primero son de entre 100 y 120 alumnos, pero... ¡¡la capacidad máxima de las aulas es de 80!!. Menos profesores, aulas vacías y en las que están llenas estudiantes de pie o en el suelo, esta es la universidad a la boloñesa. Pero Bolonia continúa. Ahora, los planes de la burguesía tienen el nombre de Estrategia de Universidad 2015 (EU2015). Bajo la intención de crear una ‘sociedad del conocimiento’, cuya economía está basada en el conocimiento, se toma la universidad como “una herramienta hacia el crecimiento económico”. “La política de inversión en educación y formación debe tener en cuenta las nuevas necesidades de la sociedad del conocimiento” Tal y como se desarrolla en Francia mediante los PRES (pôles de recherche et d’enseignement supérieur; Polos de Investigación y Enseñanza Superior), en Reino Unido (HE institutions) y en Alemania; en España se implantará el EEES (Espacio Europeo de Ecuación Superior), donde la Universidad tendrá un carácter tanto público como privado, y con financiación pública, se creará una estructura universitaria dependiente de intereses privados que beneficiará a las empresas. Es decir, la universidad se subordinará aún más a los intereses privados. Lo que, en última instancia, significará más subida de tasas, desaparición de carreras, criterios de gestión empresariales, y un largo etcétera. Si ya en la actualidad el estado burgués permite que el 44,8% de los alumnos de clases trabajadoras presente un riesgo elevado de abandono académico, frente al 22,7% de clases medidas; ¿Qué será de la educación de los hijos de obreros con más Bolonia?

“Ni” nos dejan trabajar La situación de crisis internacional y estatal ha puesto a la juventud en una situación desesperada. La patronal nos niega el simple hecho de trabajar (paro del 50% de jóvenes, el 40% de los cuales son de larga duración); mientras que los jóvenes que sí trabajan sufren trabajos ULTRA precarios (tasa de temporalidad del 57%). Y los ataques por parte de la patronal y el gobierno no paran. La Reforma Laboral que abarata el despido y encrudece el paro, el Pensionazo, el Pacto Social…firmados por la burocracia sindical traidora de los sindicatos mayoritarios CCOO y UGT. Todo esto no hace sino agravar la situación de la juventud.

Como decimos en la editorial los jóvenes trabajadores somos uno de los sectores más dañados con estas medidas. Nos jubilaremos a los 67 (o a los 69, puesto que en 2027 se “acompasará” de nuevo la edad de jubilación con la esperanza de vida), con pensiones mínimas, de hambre... y hasta entonces trabajos basura, jornadas parciales, sueldos bajísimos. Como hemos podido observar, no somos la juventud pasota y vaga que la burguesía y los gobiernos pretenden vendernos mediante sus herramientas (los medios de comunicación, la educación…) de que ni trabajamos ni estudiamos. Tampoco es cierto que no luchamos.

La juventud sí lucha Nuestros hermanos mayores lucharon en contra de la guerra de Irak, en contra de la LOCE... y los estudiantes de medias y universidad plantamos cara contra el Plan Bolonia, con multitudinarias manifestaciones en todo el Estado, ocupación de facultades, acampadas, huelgas... La juventud ha demostrado históricamente y sigue demostrando hoy en día, que sigue luchando y enfrentándose a los intereses de la patronal, como los jóvenes en Francia, Gran bretaña, Italia, y la oleada de procesos revolucionarios en el mundo árabe como Egipto, Túnez, Argelia, Yemen, Bahrein, Libia...Si bien es cierto que debido a derrotas como la aplicación del Plan Bolonia, los pactos de la burocracia sindical con el gobierno, la Reforma Laboral,etc, hay un ambiente de parálisis.

Esto se debe en gran parte al papel de contención que han jugado la burocracia de CCOO y UGT y ahora a la traición histórica de estos dirigentes vendidos. Pero esta situación de “apatía” es solo aparente, el cabreo de nuestra generación es palpable en cualquier conversación entre colegas, compañeros de clase o de curro. El mismo proceso de organización sindical en Telepizza del que hablamos en esta revista es un síntoma de que no es imposible empezar a pasar a la acción. La situación a la que nos ha llevado la patronal con la Alianza del gobierno, y de la burocracia es desesperada. Los jóvenes tenemos que salir a luchar contra estos brutales ataques y contra quien los lanza. Hacerlo en alianza con el resto de la clase trabajadora, y demostrar que esta unión puede derrotar los planes del Gobierno. Debemos derribar al Gobierno y echar a la burocracia, recuperando nuestros sindicatos, para que sean un instrumento de lucha

de la la clase trabajadora. Con la traición comienzan a salir sectores opuestos a flote contra la firmas de los pactos en las bases de los sindicatos mayoritarios. Además la izquierda sindical también quieren avanzar en levantar una alternativa de lucha que quiebre la paz social. Y lo más importante, los aires revolucionarios que soplan en el mundo árabe parece que van a seguir traspasando fronteras. Los jóvenes egipcios, tunecinos, libios o marroquíes, entre otros, se encuentran a la cabeza de las respuestas a la crisis capitalista y los Gobiernos y Regímenes que nos quieren convertir en una generación perdida. Su lucha seguro que va acabar inspirando a millones de jóvenes y trabajadores del mundo. Para esos combates los jóvenes del Estado español tenemos que prepararnos. ¡Su paz social no será eterna! ¡El futuro es nuestro!

Barcelona: Jornada de lucha estudiantil en FP por JULIA LÓPEZ Estudiante de FP de Barcelona Contra todo el propagandismo mediático, los jóvenes estudiantes de Formación Profesional de Barcelona demuestran una vez más que sí salen a luchar por sus derechos. El pasado 16 de febrero protagonizaron una multitudinaria manifestación por las calles de Barcelona y por el resto de la provincia, a la que acudieron más de 5000 estudiantes según el Sindicato de Estudiantes, en contra del endurecimiento de la selectividad. Ante las inminentes concentraciones, las direcciones de institutos han coartado el derecho legítimo de los estudiantes a informar de los objetivos de su reivindicación, mediante amenazas e incluso desconvocando la huelga como es el caso de un centro de Manresa. El Ministerio de Educación aprobó la ley en diciembre (Orden EDU/3242/2010, publicada en el BOE del 17 de diciembre) sin avisar pre-

viamente, llegando las noticias a los institutos la primera quincena de enero, con la clara intención de jugar la carta de la desinformación. La ley consiste en imponer una prueba de acceso a la universidad a los estudiantes de FP, que antes accedían directamente a través de una nota de corte, que en algunos casos ya era altísima. A partir de ahora los estudiantes deberán superar una prueba de selectividad consistente en dos exámenes de dos materias de libre elección comprendidas en el temario de bachillerato. La nota final con la que podrán acceder a la universidad será la media entre la nota del ciclo formativo (diez puntos) y la de estos dos exámenes, que sumarán de dos a cuatro puntos dependiendo de cada universidad Esta reforma exigirá que estudiantes de CFGS que hace un mínimo de dos años aprobaron bachillerato, se examinen de dos asignaturas de bachillerato que ni tan siquiera forman parte del temario del ciclo formativo que están cursando, por tanto es una manera de dificultar los medios para acceder a la uni-

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versidad arrojándolos al mundo laboral y elitizando por consiguiente la universidad con el objetivo de expulsar de ésta a los hijos de los obreros. El admitir que los estudiantes de CFGS no están preparados para acceder a la universidad, es un antiguo recurso utilizado por el gobierno para que aceptemos y asumamos que hay una enseñanza de primera categoría y una de segunda. Complicándolo consiguen la resignación de los estudiantes y que acepten su condición de trabajadores asalariados de segunda. El Sindicado de Estudiantes convocará en el mes de marzo una Jornada de Lucha en todo el Estado, con huelga y manifestaciones, para dar continuidad a la lucha iniciada el 30 de febrero. ¡La lucha continúa! Acceso libre y sin restricciones! ¡Ni un estudiante de bachillerato o de FP sin plaza universitaria! ¡Por una educación pública, laica, gratuita y de calidad!


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Día internacional de la mujer 8 de marzo

Un día revolucionario y de lucha por las mujeres de la “primavera árabe” por CYNTHIA LUB No debe parecernos extraño que las mujeres de los países del norte de África y la península arábiga se hicieran presentes con fuerza y protagonismo junto a los millones que se han apoderado de las calles ante las consecuencias de la crisis económica y la ira contra los regímenes dictatoriales y proimperialistas. Así lo han hecho históricamente las mujeres de Las mil y una noches quienes tienen los mil y un motivos para rebelarse: en las calles, en las fábricas, en sus familias... La historia de las mujeres árabes, musulmanas y africanas demuestra que han sabido romper los límites de las “mujeres del harén”, diagnosticando el carácter de su opresión así como las estrategias para su liberación de las dobles cadenas: la opresión ejercida por los poderes autóctonos y la ejercida por el poder colonial occidental. Por tanto, sus estrategias de emancipación han tenido que abarcar no sólo la opresión de género: sino también la lucha contra la marginación social y política, la explotación laboral, así como el legado colonial. Hoy la visión occidental-imperialista se sorprende de ellas, ignorando que la incursión de las mujeres en la política en estos países tiene una gran historia y su rebelión estuvo muchas veces ligada a los procesos de lucha por la independencia nacional y antiimperialista antes, durante y después de los procesos de descolonización. Bajo el discurso de la defensa de los derechos de la mujer ocultan que en realidad en estos países históricamente la opresión ejercida por los poderes autóctonos estuvo acompañada por la del poder colonial imperialista. Si la opresión de la mujer es doble, como mujeres y trabajadoras, en los países coloniales o semi-coloniales la opresión de clase se intensifica para las mujeres. Este discurso hoy se materializa con la nueva agencia ONU Mujeres dirigida por la ex presidenta de Chile Michelle Bachelet quien anunció: “La desigualdad entre el

hombre y la mujer y la discriminación impiden avanzar en el desarrollo, la paz, la seguridad, y el cumplimiento de los derechos humanos” (El País, 25-022011). Nada más cínico cuando miles de mujeres tiene marcado a fuego las atrocidades cometidas por las “tropas de paz y de ayuda humanitaria” de los cascos azules en Latinoamérica, África, Oriente Medio o los Balcanes. Pero hoy estas mujeres salen a las calles, y las potencias imperialistas se sorprenden al ver cómo las protestas masivas se expanden y golpean a sus aliados: a Ben Ali para Francia o Mubarak para Estados Unidos. La defensa de los “derechos humanos” es el mismo discurso hipócrita imperialista que la “defensa de los derechos de igualdad de la mujer”, pisoteados éstos por más de treinta años de dictaduras brutales sostenidas por Estados Unidos, Francia, Italia, Gran Bretaña y el Estado español.

Las mujeres en las calles En estas semanas hemos podido ver las imágenes de cientos de mujeres acampadas en la plaza de Tahrir en Egipto, enfrentándose a la policía, encabezando manifestaciones en Libia o Marruecos y participando en su organización y difusión. Según diversos colectivos feministas en Egipto “lo que habitualmente suponía una participación de la mujer de un 10%, en esta ocasión se sitúa entre un 40 o 50% de los manifestantes en los días previos a la marcha de Mubarak”1. En un país donde en el año 2010 hubo más de 300 huelgas las mujeres irrumpen hartas de cargar sobre sus espaldas la mayoría de los problemas sociales que afectan a las familias, como el aumento de la inflación en los productos básicos: “hacen malabarismos para llevar la economía casera y además, y, cada vez en mayor número, se incorporan al mercado laboral. Aunque, dicho sea de paso, lo hagan en inferioridad de condiciones económicas, en eso no difieren de sus hermanas de Occidente”. Otra cuestión es la violencia de género y el acoso sexual que sufren las mujeres en todo el mundo, y en especial en estos países las cifras también son alarmantes, según El

País: “En Yemen hasta un 90% han sido hostigadas alguna vez. En Egipto, según el estudio llevado a cabo por el Centro Egipcio para los Derechos de las Mujeres (ECWR, en sus siglas en inglés), lo son el 83% de las locales y el 98% de las extranjeras y hay un incidente de acoso sexual o violación cada 30 minu tos que suma 20.000 víctimas al año, según el Centro Nacional de Estudios Sociales y Criminológicos. Mientras, en otros países como Líbano la cifra es del 30%”, como lo anuncia un blog especial sobre la mujer en El País2, que concluye. “Por eso, es fácil entender por qué las calles de Túnez y de Egipto, (…) se han llenado de féminas revolucionarias”. En Egipto las mujeres participaron activamente con pancartas y megáfonos en la convocatoria de la protesta el pasado 25 de enero. Reem Jalifa, columnista de Alwast, periódico de Bahrein relataba: “Las madres de varias personas que murieron los primeros días de la movilización se negaron a recibir condolencias y a realizar ceremonias hasta que la revolución lograse su principal objetivo: poner fin al régimen de Mubarak.”3 También en la capital de Yemen las mujeres organizaron el 24 de febrero una manifestación frente a la Universidad de Saná por la renuncia del presidente del país, Alí Abdalá Saleh. (HERALDO.es, 24-02-2011).

La lucha en las fábricas La lucha de las obreras demuestra la profundidad de estos procesos: “La esperanza de cambio llega a las empleadas de fábricas de Marruecos. Los

hombres en paro tienen tiempo para protestar; ellas, ni tiempo ni sindicato. Las fábricas del textil están presionadas para suministrar rápido y a bajo precio. Las trabajadoras comparten con los parados el hastío ante la corrupción ” (La Vanguardia, 08-022011). Este mismo periódico informa cómo estas mujeres sienten bajo sus espaldas la explotación en las fábricas, con bajos salarios y duras condiciones laborales, por ejemplo en Marruecos: “Se trata de los cientos de miles de trabajadoras de la confección de ropa en Tánger, Casablanca y Rabat, el primer eslabón en la ultra flexible cadena de suministro de empresas de moda como Zara, Mango y el Corte Inglés. Mujeres como Sanaa Ibrahim, procedente de un pueblo en el norte de Marruecos que trabaja de planchadora en una fábrica textil en las afueras de Tánger: “Cobro 10,3 dírhams la hora planchando, diez horas al día, seis días a la semana”, dice.” De las 30.000 personas que trabajan en las fábricas de confección de ropa en Tánger, el 70% son mujeres que trabajan con salarios de miseria y ritmos infernales con jornadas de diez u once horas, seis días a la semana: “Yo tengo que planchar 60 prendas infantiles por hora, una cada minuto”, cuenta Fátima, de 24 años, nacida en un pueblo a 40 kilómetros de Rabat. Vive en un piso que comparte con otras trabajadoras. Pagan 1.400 dírhams al mes de alquiler. Fátima cobra también 10,3 dírhams la hora, unos 200 euros al mes. Otra mujer que también dice llamarse Fátima, de 26 años, trabaja con una máquina de co-


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ser y cobra 11 dírhams.” En el resto de la industria, las mujeres magrebíes siguen siendo pocas. Sólo el 27% de mujeres se ha incorporado a la población activa en Marruecos –el 25% en Túnez y sólo el 14% en Argelia–. Pero lo que une a estas mujeres de Tánger con los jóvenes hombres desempleados es el hastío con sus propios gobiernos asesorados por la UE y el FMI. El contagio de estos procesos calan hondo en el conjunto de la sociedad: “Lo que ha pasado en Túnez ha tenido un impacto fuerte para levantar la moral –cuenta una de las mujeres. Notamos un cambio en las fábricas”. Es que aunque los medios de comunicación lo oculten en estos procesos los trabajadores y las trabajadoras han mostrado sus fuerzas, como las huelgas en Egipto contra Mubarak el 10 de febrero en El-Mahalla de los 25.000 trabajadores textiles de la Egyptian Spinning & Weaving Company; la fábrica más grande de la industria textil egipcia. Estas huelgas tiene sus antecedentes en diciembre de 2006, cuando en Egipto más de 3.000 mujeres trabajadoras en el sector de vestimenta femenina se declararon en huelga con manifestaciones en el complejo industrial del delta del Nilo de Mahalla, que acoge a 27.000 trabajadores en la mayor fábrica textil de la región. Ellas demandaban unos bonos adicionales de dos meses que el gobierno había prometido en su momento. Por

su fuerza y decisión fueron la inspiración de la siguiente oleada de huelgas, cuando apelaron a sus compañeros trabajadores diciendo: “¿Donde están los hombres? ¡Aquí estamos, las mujeres!” -utilizando un grito fútbolístico para llamar a los trabajadores a la acción-. Estos abandonaron sus herramientas y la fábrica textil entera se sumó a la huelga, ocupando la fábrica por tres días a pesar de la intimidación de la policía. Esta huelga triunfó, provocando la extensión de la protesta en todas las fábricas textiles del delta del Nilo, exigiendo los mismos aumentos que en El-Mahalla de Ghazl. Las mujeres fueron la vanguardia de la protesta que luego se iba a extender a los conductores de trenes, quienes fueron a la huelga, durmieron en las vías y bloquearon los trenes por un día entero; y consiguieron todas sus demandas. Esto mismo ocurrió después con los trabajadores del cemento (Hossam El-Hamalawy, 2008).

Mujeres del mundo uníos contra la hipocresía imperialista Muchos movimientos feministas de los países imperialistas caen en prejuicios raciales hacia la “mujer oriental”, y mientras la victimizan transmiten así su superioridad europea, primando la “exotización” de las mujeres árabes y desconociendo su poder de resistencia y

de lucha. Al respecto Fátima Mernissi, reconocida feminista marroquí hace una aguda crítica: “Cuando me encuentro con una feminista occidental que cree que le tengo que estar agradecida por mi propia evolución en el feminismo, no me preocupa tanto el futuro de la solidaridad internacional de las mujeres como la capacidad del feminismo occidental de crear movimientos sociales populares para lograr un cambio estructural en las capitales mundiales de su propio imperio industrial. Una mujer que se considera feminista, en vez de vanagloriarse de su superioridad con respecto a las mujeres de otras culturas y por haber tomado conciencia de su situación, debería preguntarse si es capaz de compartir esto con las mujeres de otras clases sociales de su cultura.”4 Las mujeres árabes, musulmanas y africanas demuestran qué lejos está la cuestión del hiyab -el velo- o la “danza del vientre” como principal problema. Sus problemas son los mismos que afectan a todas las hermanas de clase: las duras condiciones laborales, el total desamparo en derechos sociales y políticos, la violencia y acoso sexual, entre otros. Es imperativo romper con la visión victimista y dar a conocer su subjetividad histórica y sus luchas para transformar a sus propias sociedades. Desde Latinoamérica, como las mujeres de Oaxaca en México, hasta las mujeres árabes, musulmanas, y africa-

nas, se disponen a luchar para romper las cadenas de la doble opresión. Como han demostrado estas mujeres a largo de su historia, en la lucha por sus derechos tendrán que enfrentarse al imperialismo. Además de traspasar las fronteras invisibles de la explotación de los capitalistas autóctonos, es necesario enfrentarse a la de los imperialistas, que lejos de ser los garantes de regímenes democráticos y de derechos para las mujeres, son los sostenedores de los regímenes actuales; mientras pulsan por imponer a los procesos actuales el límite de las democracias occidentales, tanto mediante desvíos de las revoluciones o directamente con la intervención militar como lo está planteando en Libia la OTAN y EEUU. Este 8 de marzo, el Día Internacional de la Mujer, debe ser un día de lucha a tono con los aires que la primavera de los pueblos traen, donde las mujeres se hacen presentes.

Notas 1 En: http://www.diagonalperiodico.net/ 2 El reto de la mujer árabe: que no le roben su revolución, por Nuria Tesón, 20-02-2011. En: http://blogs.elpais.com/mujeres/. 3 En: http://detintavioleta.blogspot.com/2011/02/ las-mujeres-arabes-en-el-corazon-de-la.html 4 Feminismo y árabes, del 29 de enero de 2005, se puede encontrar en una página de internet llamada “Pensamiento Crítico” realizada por “acciónenred” de Madrid. En: http://www.pensamientocritico.org.

La nueva agencia ONU Mujeres: una muestra más del cinismo imperialista La hipocresía imperialista cínicamente hoy se materializa con la nueva agencia ONU Mujeres dirigida por Michelle Bachelet, ex presidenta de Chile que un día antes en la cumbre sobre mujeres celebrada en la sede de Naciones Unidas -llamada Comisión sobre el Estatus de las Mujeres y que durará hasta el 4 de marzo, dijo: “La desigualdad entre el hombre y la mujer y la discriminación impiden avanzar en el desarrollo, la paz, la seguridad, y el cumplimiento de los derechos humanos” (El País, 25-02-2011). Una medida cínica si recordamos las “misiones de paz” y “ayuda humanitaria” de los cascos azules extendidos por todo el planeta actuando como verdaderas “fuerzas de ocupación” imperialistas. Las mujeres de países como Haití tienen marcado a fuego las atrocidades cometidas por las fuerzas multinacionales de los cascos azules de la ONU sufriendo delitos sexuales, abusos, violaciones. En Liberia, ofrecían ejercer la prostitución a los más pobres, especialmente niñas y niños. En la República del Congo, los soldados de la ONU estuvieron vinculados a una red de pederastas y de explotación sexual. En Kosovo, las

tropas de la ONU participaban en redes de trata de mujeres. En Costa de Marfil, producían pornografía infantil con niños refugiados, huérfanos o niños de la calle. Son innumerables las denuncias de acusaciones de violaciones y pedofilia en Paquistán, Uruguay, Marruecos, Túnez, Sudáfrica y Nepal.[1] Son indiscutibles los casos de violencia y acoso sexual que sufren las mujeres en estos países, con cifras como vimos, alarmantes. Pero la hipocresía de las declaraciones en defensa de los derechos de las mujeres o derechos humanos de Obama no tiene límites, si recordamos la lista inagotable de crímenes y atrocidades que ha cometido el imperialismo estadounidense, mientras tolera todo tipo de aberraciones de parte de sus gobiernos secuaces como el Estado terrorista de Israel que hostiga constantemente al pueblo palestino. Las torturas de la CIA y sus cárceles clandestinas, las guerras en Irak y Afganistán, con listas inagotables de denuncias de matanzas, violaciones y abusos por parte de los soldados yanquis, el apoyo al golpe cívico-militar en Honduras. Los gobiernos europeos compiten bastante en su discurso. En el acto de formación de la relu-

ciente nueva agencia ONU Mujeres tuvo importante presencia la infanta Doña Cristina, como presidenta del Instituto de Salud de Barcelona. Es decir, la monarquía española “a la cabeza” de la defensa de los derechos de la mujer, cuando es amiga de las más reaccionarias monarquías del mundo árabe, como la marroquí, la saudí y la jordana. Son harto conocidas las relaciones íntimas entre Juan Carlos I y Hassan II, como con Mohamed VI de Marruecos, el rey Fa de Arabia Saudí y Abdullah de Jordania. Nada dicen por supuesto que en el Estado español se persigue a las mujeres inmigrantes con leyes antiterroristas y xenófobas, con cárceles como la de Ceuta y Melilla, y que fue uno de los países después de Francia donde se prohibió el velo integral. Justamente es el Estado español el país de Europa donde más aumenta la violencia de género. Con el último caso en Valencia son doce (66, 7% nativas, 33,3% extranjeras) las mujeres asesinadas por violencia machista en lo que va del año, a pesar de los casi dos años de funcionamiento de la Ley Orgánica de

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Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género. El balance de 2009 de mujeres asesinadas es de 73, y en el 2010 es de 78. Por otro lado las mujeres inmigrantes, -en su mayoría latinas o árabe musulmanas según la región- producto de la Ley de Extranjería las mujeres indocumentadas no pueden presentar denuncias por malos tratos, al poder ser expulsadas y, por lo tanto, tampoco pueden acceder a las ayudas económicas dispuestas para apoyar a las víctimas de violencia de género en su ruptura con el agresor, en igualdad con el resto de las mujeres. Unido a esto, son las mujeres inmigrantes las que más están sufriendo las consecuencias de la crisis, ya que nunca han tenido derechos básicos como trabajos dignos y reconocidos; muchas de ellas sufren la explotación de la trata de mujeres, obligadas a estar en situación de prostitución.

Notas 1 Ver: D’Atri, Andrea, Las misiones de paz que violan mujeres, niñas, niños, soberanía y DD.HH. 28-01-2011. En http://www.ft-ci.org


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En el 75 aniversario del Frente Popular En el 75 aniversario del Frente Popular

La conciliación con la burguesía contra la revolución por GUILLERMO FERRARI Este mes se cumple el 75 aniversario de la victoria electoral con la cual el Frente Popular lograba constituir un nuevo Gobierno de colaboración de clases. Ahora que el capitalismo está sumido en una tremenda crisis sistémica y que la revolución nuevamente se pone a la orden del día, al menos en los países árabes, la discusión de qué estrategia tener y qué alianzas de clases sirven para desarrollar un procesorevolucionario es vital.

Se forma el Frente Popular A finales de 1935 entró en crisis el Gobierno conservador de Lerroux. El fuerte desgaste político de la derecha y una nueva relación de fuerzas entre las clases fueron los factores que operaban por detrás de la nueva crisis gubernamental. El Presidente Alcalá Zamora disolvió el Gobierno y convocó elecciones. Durante estos meses se aceleraron los contactos entre los socialistas y la burguesía republicana. Prieto y Besteiro en el PSOE impusieron su línea de volver a buscar la alianza con la burguesía sobre el ala izquierda. Largo Caballero no se opuso. Las masas obreras y campesinas presionaban a los sindicatos y grupos obreros para que luchasen de manera unida y efectiva contra la derecha y el fascismo. Había miles de luchadores en las cárceles, las condiciones laborales y en el campo volvieron a las mismas que había con la Monarquía. Se estaba operando lentamente un cambio importantísimo en la relación de fuerzas entre las clases. Pugnaban el proletariado y el campesinado por resolver sus problemas sociales. La lucha entre las clases estaba in crescendo y se preparaba un nuevo embate revolucionario. La clase obrera y el campesinado se recuperaban de las derrotas sufridas y protagonizaban movilizaciones importantes. Finalmente en enero del ’36 los reducidos partidos burgueses y las

organizaciones de trabajadores firmaron el acuerdo electoral1 que constituyó el Frente Popular. Este pacto fue firmado por varios pequeños partidos burgueses liderados por Azaña y las organizaciones obreras importantes como la UGT, el PS, el PCE, el Partido Sindicalista de Pestaña y el POUM. Incluso la CNT se sumó, a su manera, al Frente Popular, como indica uno de sus dirigentes Joan Peiró: “La CNT había llevado a cabo una campaña antielectoral imperceptible por su tibieza”2. El resultado fue una contundente victoria electoral del Frente Popular.

El programa burgués del Frente Popular El programa del FP protegía la propiedad burguesa de las grandes fábricas y de los grandes terratenientes como podemos ver en algunos de sus párrafos: “Los republicanos no aceptan el principio de la nacionalización de la tierra y su entrega a los campesinos…”3. La Reforma Agraria de la cual hablaba el Frente Popular tenía unos plazos increíbles: “[Los jefes campesinos] –escribió un comunista– calculan que la ley agraria tiene planes para 50.000 asentamientos

por año, lo que significa veinte años para asentar a un millón de familias de campesinos y más de un siglo para dar tierra a todos. Dándose cuenta de esto, los campesinos ocuparon la tierra”.4 Como parte de la defensa del decrépito sistema capitalista, agravaba la situación económica y social de la mayoría de la población: “Los republicanos no aceptan el subsidio de paro solicitado por la representación obrera” y más adelante, “No aceptan los partidos republicanos el control obrero”. El programa del FP sí tenía medidas para proteger a los grandes empresarios y terratenientes: “…un sistema de leyes que fije las bases de la protección a la industria, comprendiendo las arancelarias, exenciones fiscales” y en relación a la tierra prometían lo mismo que hicieron cuatro años antes “Para la reforma de la propiedad de la tierra, dictarán nueva Ley de Arrendamientos. Estimularán las formas de cooperación y fomentarán las explotaciones colectivas”. Una Reforma Agraria para el siglo siguiente. Azaña y sus aliados, se ocuparon de garantizar primero los negocios de los burgueses dando todo tipo de ayudas públicas.

Las organizaciones obreras Los socialistas planteaban que la burguesía debía realizar la revolución democrática. Una simple justificación teórica a su verdadera intención; convertirse en la pata izquierda de un régimen democrático burgués. Había que acabar con los restos feudales y monárquicos (y, ahora, también con los partidos fascistas). Sin embargo, como se demostró durante la Coalición Republicano-Socialista de 1931, la burguesía (con el apoyo del PSOE) no resolvió ninguna de las tareas democráticas más importantes, sino que lo impidió con todas sus fuerzas. El Partido Comunista de España se sumó a ésta estrategia de colaboración de clases. Todos sus dirigentes pasaron de llamar fascistas a todas las fuerzas obreras, a preconizar la alianza con la burguesía. Todo esto en cuestión de días, los que tardó en llegar la orden de Stalin, que esperaba ganarse el apoyo de las democracias europeas frente a Alemania con una política de sostén de estos regímenes frente a la amenaza revolucioanria. La CNT también apoyó el Frente Popular. Para las elecciones de


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unificados se tenía que expresar en un Frente de colaboración de clases. Un partido obrero revolucionario de ninguna manera puede participar de una coalición con la burguesía y con un programa anti-obrero. Por eso Trotsky llegó a hablar de traición. Lamentablemente, en la actualidad algunos grupos que se reivindican trotskistas reivindican el rol jugado por el POUM al entrar en el Frente Popular. Como veremos más adelante, esto no fue “un acuerdo puntual”, sino la consecuencia de una lógica política profunda y, que a la postre, terminó siendo el talón de Aquiles de ésta formación.

Las masas no esperaron al Gobierno La movilización obrera y popular era tal, que comenzó a superar al Gobierno del Frente Popular ya antes de que éste asumiera. Los trabajadores ya aprendieron del bienio reformista que no podían esperar a que el Gobierno “ lo haga” o “ lo indique”, sino podrían pasar 100 años. Ya sabían que el FP no resolvería los problemas de los obreros y sectores populares.

febrero se encargaron de no hacer ninguna propaganda anti electoral. De hecho, los principales dirigentes aconsejaban ir a las urnas. Abad de Santillán indicaba en un artículo que “Nosotros estamos satisfechos del triunfo de las izquierdas…”5. El argumento esgrimido fue “desalojar del Gobierno a las fuerzas políticas de la reacción fascista y el de libertar a los presos”6. Los dirigentes estalinistas, socialista y anarquistas se ubicaron en las antípodas de la experiencia revolucionaria del proletariado ruso. Éste conquistó el poder con la revolución de octubre y empezó a resolver los problemas democráticos de la tierra, las nacionalidades, etc., contra la resistencia de la burguesía y los ejércitos imperialistas y el zarismo. El POUM también se sumó al FP señalando que era sólo un acuerdo puntual. Solo lo hacían porque era necesario frenar a la derecha y luchar

por la libertad de los presos políticos y para evitar el aislamiento de las masas. Pero de qué acuerdo puntual se puede hablar cuando Azaña durante los dos primeros años de la República había demostrado que no iba a resolver los problemas democráticos ni tocar la propiedad de los terratenientes y los industriales. Sin embargo, El POUM volvió a apoyar el FP para las elecciones municipales, hasta que estas fueron canceladas por Azaña. Además, el POUM apoyó la asunción de Azaña en las Cortes ¿Cómo se puede luchar por el reparto de las tierras, en contra de los despidos y el paro, etc. sin tocar la propiedad de la gran burguesía? ¿Cómo un partido así puede convencer a los obreros y campesinos de luchar por la revolución obrera asumiendo el programa del Frente Popular, es decir, de la burguesía? En realidad el POUM se dejó llevar a la rastra de la política del Frente Popular. Para estos dirigentes centristas, la fuerte demanda de los tbajadores por luchar

A los pocos días de las elecciones, fueron los trabajadores a abrir las puertas de las cárceles y liberar a todos los presos políticos. Unos días después los mismos trabajadores comenzaban huelgas para la reincorporación inmediata de los condenados o los despedidos, aparte de otras reivindicaciones. De esta forma, obligaron a los patrones a readmitir a todos estos trabajadores, claro está, sin esperar el decreto de Azaña que llegó despuésde siete meses . Desde fines de febrero los campesinos comenzaban a tomar las tierras y a trabajarlas. En los pueblos se quemaban las iglesias que eran la cara visible de la represión de las derechas. Azaña prorrogó la censura de prensa y el estado de excepción decretado por el mismo Lerroux. Nuevamente se enfrentaba el Gobierno burgués de Azaña apoyado en las direcciones obreras contra los trabajadores. En los meses posteriores se sucedieron huelgas enormes y muy extendidas. Félix Morrow indica: “Durante estos cinco meses tuvo lugar, en todas las ciudades de cierta importancia, al menos una huelga general.”7. Si bien se consiguió ganar en las elecciones a las derechas, el Gobier-

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no del Frente Popular les permitió plena libertad para preparar el golpe fascista. Por eso no se puede decir que la victoria electoral del FP y la derrota de Lerroux y Cía. hayan sido una victoria de las masas. La amplia mayoría de los capitalistas y terratenientes comenzaron a apoyar los preparativos que se estaban organizando del otro lado del Mediterráneo bajo las órdenes de los Generales Mola, Sanjurjo y Franco. A la luz del día y sin ningún tipo de obstáculos, estos generales fueron organizando el golpe fascista. En conclusión los trabajadores demostraron que no necesitaban del Frente Popular para comenzar a resolver sus propios problemas. Para acabar con la derecha, liberar a los presos, disponer de las tierras, volver a emplear a aquellos despedidos por razones políticas, volver a conquistas las condiciones laborales y sociales previas, no era necesario un frente político de los obreros con la burguesía, todo lo contrario. Era necesario un frente político de los trabajadores y los campesinos contra la burguesía. En estas elecciones las izquierdas reformista y centrista ya daban cuenta de las enormes traiciones que preparaban.

Notas 1 Programa del Frente Popular. Consultable en: <http://bataillesocialiste.wordpress.com/ paginas-espanolas/1936-01-programa-delfrente-popular/> 2 Peirats, José. La CNT en la revolución española. La Cuchilla, Cali, 1988. Pág. 111 3 Programa del Frente Popular. Consultable en: <http://bataillesocialiste.wordpress.com/ paginas-espanolas/1936-01-programa-delfrente-popular/> 4 citado en: Bolloten, Burnett. El gran engaño. Caralt, Madrid, 1975. Pág. 21. 5 Abad de Santillán, Diego. Serenamente. Artículo publicado en Tierra y Libertad del 13/3/36. Publicado en Abad de Santillán Diego. El anarquismo y la revolución en España: escritos 1930/38. Ayuso, Madrid, 1977. Pág. 314 6 Abad de Santillán, Diego. Porqué perdimos la guerra. En línea <http://www.kclibertaria. comyr.com/lpdf/l094.pdf> Págs. 22. [Consultado el 03/09/10] 7 Morrow, Félix. Guerra civil en España: revolución y contrarrevolución. Trece Rosas, Zaragoza, 2005. Pág. 40


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Nuevo Partido Anticapitalista Parálisis y crisis estratégica

Francia: primer Congreso del NPA por JUAN CHINGO El primer Congreso del Nuevo Partido Anticapitalista de Francia realizado el fin de semana del 12 y 13 de febrero en Montreuil, en las afueras de Paris, terminó en un estrepitoso fracaso. Ninguna de las plataformas presentadas logra una mayoría. La mayoría saliente –donde se encuentran su figura pública, Olivier Besancenot y dirigentes históricos como Alain Krivine- apenas alcanzó un 41,8% de los votos a su texto de orientación. Ni siquiera fue posible sacar una declaración común del Congreso producto de las fuertes discrepancias entre las plataformas (corrientes) principales: la Plataforma 3 (PF3) o “ unitaria”, partidaria de un acuerdo a toda costa con los reformistas, es decir, con el Parti de Gauche (PG, Partido de Izquierda) de Jean-Luc Mélenchon, antiguo ministro del gobierno del socialdemócrata Lionel Jospin y el Partido Comunista Francés; la Plataforma 2 (PF2), llamada por la prensa burguesa “identitaria”, que quiere una candidatura de Olivier Besancenot para las elecciones presidenciales de 2012, plantea una vuelta al “NPA de los orígenes ” y la necesidad de una orientación hacia los lugares de trabajo; la Plataforma 1 (PF1) que oscila entre la PF3 y la PF2 en relación a la cuestión electoral, se define a sí misma como “anticapitalista” y “unitaria”. Como consecuencia de esta indefinición, siete miembros de la dirección saliente decidieron adherirse al Parti de Gauche. Esto se da en el marco de la pérdida de adherentes que pasaron de cerca de 9.000 en el Congreso de Fundación hace dos años a alrededor de 3.550 que votaron en las asambleas electivas previas a este Congreso 1

Una crisis estratégica La crisis del NPA no es de carácter coyuntural sino estratégica. Sus raí-

ces están en las bases de creación del NPA, un partido anticapitalista amplio sin una clara delimitación estratégica y programática (…). Esta construcción deliberadamente centrista, ideada por la dirección de la ex Liga Comunista Revolucionaria (LCR), buscaba desprenderse ya no sólo de una clara concepción del cambio revolucionario de la sociedad, como ejemplificaba el abandono de la lucha por la dictadura del proletariado, incluso antes de la formación del NPA, sino de toda referencia comunista y revolucionaria, hasta en el nombre, producto de su visión de que se había entrado en una “ nueva etapa” tras la caída del Muro de Berlín (…). Por la positiva, el NPA se diferencia del reformismo, después de las escandalosas capitulaciones de las secciones hermanas de la ex LCR en Brasil, que tuvo un ministro en el gobierno capitalista de Lula o del apoyo de Sinistra Critica en Italia al gobierno imperialista de Prodi con la participación de su senador, Turigliatto, a la bancada de Refundación Comunista (voto de confianza a Prodi, de los créditos de guerra para Afganistán, Líbano, etc.). Sin embargo, el abandono explícito de la estrategia y el programa revolucionarios deja abierta permanentemente una puerta hacia el reformismo. Alentados en su fundación por el resultado de las elecciones presidenciales de 2007, donde Besancenot salió por delante no sólo de Lutte Ouvrière (organización de origen trotskista, competidora histórica de la ex LCR y cuya figura era la hasta ese entonces candidata presidencial, Arlette Laguiller) sino también de los Verdes y el PCF, la “magia” y la ilusión pudieron mantenerse, durante los primeros años del sarkozismo, porque ante la crisis del PS, el “joven cartero” -como llama la prensa burguesa a Besancenot- aparecía como el mejor opositor a Sarkozy. Estas condiciones excepcionales, de ocupar el espacio vacío del viejo reformismo (…) se fueron liquidando. Hoy en día, por la negativa, la crisis abierta e histórica

Manu Georgette, Secretario General de la CGT-EGP Dreux y miembro de la Plataforma 4

del capitalismo, ha producido que el espacio que separa el anticapitalismo del social-liberalismo sea uno de los más poblados del espectro político (…) Por la positiva, durante el poderoso movimiento de la clase obrera y la juventud francesa en otoño de 2010 así como en la oleada de huelgas obreras con métodos radicales de 2009-, el NPA, aunque participó en el movimiento, padeció de la falta de una verdadera inserción en las empresas, y no tuvo un programa y una estrategia independientes hasta el final de las direcciones sindicales. En ese marco fue incapaz de ofrecer la más mínima alternativa y ni siquiera

pudo salir rodeado y fortalecido con la nueva generación obrera. Aunque ésta aún no es radicalizada políticamente, el NPA fue incapaz de atraer a los mejores elementos. A dos años de su nacimiento, la hipótesis que guió la fundación del NPA se ha mostrado totalmente errada: ya sea a nivel del espacio político-electoral, donde su panorama se fue complicando producto del descrédito del neoliberalismo después del estallido de la crisis, ya sea a nivel estructural, en el marco del salto de la ofensiva burguesa contra las masas y de la respuesta de éstas, donde el NPA mostró toda su impotencia en la lucha de clases.


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Parálisis interna Ante esta crisis estratégica, la PF3 buscó saldar hacia la derecha las ambigüedades del proyecto original, mientras que la PF2 planteó que la mayoría de la dirección saliente había dado un giro oportunista, socavando las bases que habían dado origen al NPA. Esto se resumía hacia 2012 en ningún acuerdo con los reformistas y la mantención de la candidatura de Besancenot a toda ultranza, sin el menor guiño unitario. En ese marco, la PF1 trató de mantener un equilibrio cada vez más difícil que llevó al actual fracaso del Congreso, en donde ésta prefirió un Congreso desastroso antes que alinearse hacia un lado o hacia otro de los dos polos en pugna, lo que podría poner en riesgo la unidad del NPA. Es decir, “que se doble pero no se rompa”, aunque el NPA sale cada vez más maltrecho, en crisis y en total parálisis política, situación que el mismo Congreso ha agravado.

El rol de la izquierda del NPA y el surgimiento de la Plataforma 4, revolucionaria No hay duda del carácter abiertamente liquidacionista de la PF3, que implica nada más y nada menos que la creación de un “frente político y social” con los reformistas, en otras

palabras, una alianza estratégica con estos. Frente a esta política, la PF2 aparece como una izquierda resistente, en el marco de las ambigüedades de la primera minoría (PF1), incluso en el terreno electoral. Sin embargo, la vuelta al proyecto del NPA de los orígenes es una orientación estratégica totalmente impotente para derrotar las bases programáticas y de matriz de la crisis estratégica que afecta al NPA y que más temprano que tarde, a menos que haya una reorientación de 180 grados, lo condenarán a la división o al fracaso. Estas limitaciones programáticas y estratégicas de la PF2 –que agrupa a parte de la izquierda de la ex LCR 2, la mayoría de la ex JCR (juventud) y algunos grupos que se unieron al NPA como la Etincelle (la ex Fracción de LO), Gauche Révolutionnaire (corriente ligada al CIO), la Commune, etc.–, son las que explican el surgimiento de la PF4, donde participan los militantes de la FT-CI junto a importantes dirigentes obreros, de los pocos que existen en el NPA, militantes de CLAIRE y otros de orígenes diversos. Es que sin una reorientación programática y estratégica, opuesta por el vértice a la que propone la PF3, es imposible construir una herramienta revolucionaria a la altura de los

combates que ya viene dando la clase obrera francesa desde 1995 y que pegaron un salto con el otoño francés de 2010 (…) Para triunfar se necesita una partido abiertamente revolucionario. La crisis genera radicalidad y descontento, aunque esto no se traduzca mecánicamente en marxismo y conciencia de clase. Estas son las razones por las que el NPA tendría que responder a este malestar con la misma radicalidad, desde una perspectiva diametralmente distinta, de clase e internacionalista, a la de la extrema derecha del Frente Nacional de los Le Pen que pretende ofrecer una alternativa a las clases populares, con un discurso populista, xenófobo y racista. Seguir dejando para un futuro indefinido las cuestiones programáticas y estratégicas tanto como la naturaleza del partido –anticapitalista o abiertamente obrero y revolucionario- como proponen las plataformas principales, incluida la PF2, sólo puede llevar a la desmoralización de los mejores elementos de la izquierda del NPA y facilitar la ofensiva que las corrientes reformistas hacen desde afuera presionando al NPA a romper su “aislamiento”, uniéndose a ellos como forma de tener una política de masas. En política hay sumas que restan. El

único camino hacia las masas pasa por reorientar revolucionariamente al NPA, única forma de que pueda jugar un rol en los próximos combates y ser el andamiaje central que permita que la nueva generación obrera sea ganada para las ideas del comunismo y la revolución proletaria. Todo otro atajo lleva a la derrota.

Notas 1 - Esto incluye un porcentaje bastante alto, superior al 10% de procuraciones, es decir adherentes que por distintos motivos no participaron personalmente de las asambleas. El término adherentes es científico, pues la pertenencia al NPA no implica una militancia cotidiana sobre alguna estructura ni siquiera la participación semanal en las reuniones de sus comités, política explícitamente defendida por la dirección del NPA contra el modelo de militancia profesional diciendo que cada cual aporta al NPA en la medida de sus posibilidades. 2 - Otra parte está en la PF1, lo que genera una enorme presión en los principales dirigentes de la PF2 que buscan incesantemente armar una “nueva mayoría”, como solución a la crisis del partido.

Entrevista Vicent Duse y Daniela Cobet

Un paso adelante en la construcción de una izquierda obrera y revolucionaria en el NPA En el Congreso Nacional del NPA, la plataforma 4, en la que participan los militantes de la FT-CI en Francia, obtuvo 3,7% de los votos de los delegados y cuenta, de ahora en adelante, con 6 miembros en la dirección nacional de este partido (CPN). Publicamos extractos de una entrevista a dos de ellos: Vincent Duse, obrero y activista sindical de la CGT de Peugeot Mulhouse, y Daniela Cobet, estudiante y trabajadora precaria, militante de la FT-CI. La versión completa puede leerse en www.ft-ci.org. ¿Cuál es el balance del Congreso que acaba de finalizar? Daniela Cobet: No creo que podamos decir que fue un buen congreso. En primer lugar, la poca can-

tidad de delegados da cuenta de un claro retroceso de las fuerzas militantes del NPA (…) esto es todo un diagnóstico que confirma lo que planteábamos (…) la idea que había propuesto la dirección de la Liga era falsa: ellos planteaban que el hecho de borrar las delimitaciones estratégicas y de clase del partido permitiría construir un “ partido de masas”. El balance del NPA es que no pudo conservar en su seno al conjunto de los “antiliberales” que intentó atraer, ya que el Frente de Izquierda constituye una alternativa más interesante para muchos de ellos (…) Es en un sentido el resultado de la política ambigua y de los zigzags permanentes de la dirección, no va hasta el final ni en el sentido de hacer un verdadero partido de la “izquierda de la izquierda”, ni de desarrollar un partido para la lucha de clases y

Vicent Duse, obrero de Peugeot, ex-Secretario General de la CGT de su fábrica y miembro de la Plataforma 4 (izq) / Olivier Besancenot, principal figura pública del NPA


14 INTERNACIONAL la revolución social (…). Y es precisamente esto lo que el Congreso no pudo resolver, dejando al partido en un impasse profundo (...) Desgraciadamente, la realidad del otro lado del Mediterráneo (Mubarak cayó el primer día del congreso) no tuvo más que un impacto muy limitado y contrastaba con la miseria estratégica en el conjunto de los debates. Vincent Duse: Y es sobre todo un balance negativo para la dirección saliente, que se vio reducida a sólo el 40% del Congreso, no pudo lograr imponer la mayoría sobre ninguna discusión y está dividida como lo demostró el largo episodio de la elección de los miembros de la PF 1 para el próximo CPN. Llegaron incluso a interrumpir las discusiones del Congreso durante casi dos horas para mantener una reunión de plataforma y las discusiones fueron muy violentas, (...) debido a la reducción de la cantidad de miembros de la antigua mayoría en la dirección (antes del Congreso eran alrededor del 70%) (...) Otro episodio que muestra las dificultades de la antigua mayoría para imponer su política es el tema de la votación sobre la cuestión de la religión y del velo islámico. El núcleo central de la dirección había logrado una victoria sobre este tema en los Congresos locales, alrededor de una moción que ponía blanco sobre negro que una mujer con velo no podía representar al partido bajo el pretexto del principio de la laicidad. En el Congreso, la posición alternativa fue la que consiguió una victoria en la votación, lo que generó una verdadera crisis (...) Ustedes defendieron una plataforma en el Congreso. ¿Cuáles fueron los resultados? VD: Fuimos delegados al Congreso de acuerdo a la proporción de votos obtenidos en los Congresos locales (...) En total éramos 12 delegados y yo por la PF 4 (...) Esto fue el reflejo antes que nada de la influencia de algunos compañeros en sus respectivos congresos (...) Además fue el reflejo de la buena intervención de nuestros compañeros que jugaron un rol clave en el seno de la Asamblea Interprofesional de SaintDenis durante el movimiento del otoño y en una menor medida en la Escuela Normal Superior de París. Pero al margen de estos “ pequeños bastiones”, lo que fue intere-

sante es que pudimos viajar a los Congresos locales de toda Francia para dar por tierra con los prejuicios de numerosos militantes contra nosotros, para algunas veces obtener votos aislados, pero sobre todo nos permitió tejer lazos con muchos militantes del partido que no conocíamos de antemano y con los que seguiremos discutiendo. DC: Por otra parte (…) fuimos la única plataforma que obtuvo votos suplementarios sobre nuestros textos y para la elección de la dirección, es decir, además de nuestros delegados (...) lo que nos permitió enviar a 6 camaradas, entre los que están Vincent, Manu Georget de Philips y yo a la dirección nacional del NPA. Además, fuimos la única plataforma que tenía obreros industriales presentando sus textos en la Tribuna del Congreso (…). Otro aspecto importante es que logramos hacer retroceder a la dirección saliente en relación a un ataque contra nosotros por medio de una moción que decía que los miembros del ex Grupo CRI, que son una parte de la PF 4, eran entristas y que “ no eran parte adherente al NPA”. Detrás de esta moción se escondía una política de aislamiento y estigmatización de toda nuestra plataforma (…) la dirección se vio obligada a retirar su moción y no la sometió a votación. Las modificaciones en los estatutos que proponía para permitir a la dirección disolver un comité en el caso de que lo considerara como “ no conforme” a los estatutos o a

los principios fundadores también fue rechazada. Desde este punto de vista, podemos decir que los resultados del Congreso fueron muy positivos para nosotros. ¿Cuáles son sus divergencias con la plataforma 2 y cómo ven el posCongreso? VD: Yo conozco muy bien a la PF2 porque participé, como miembro del anterior CPN, del primer reagrupamiento en el seno de la dirección (…) Tenemos muchos puntos de acuerdo en lo respecta a las críticas hacia la dirección saliente y a la política electoralista que ésta lleva adelante. Sin embargo, y es justamente por esto que me fui con el objetivo de construir otra plataforma, sus críticas siguen siendo sobre las “desviaciones” en la orientación y los “errores” de la dirección. Es por esto que el proyecto de fondo de estos compañeros es una especie de vuelta al “NPA de los orígenes”, sin cuestionar nunca las ambigüedades que ya existían en la creación del partido, sobre todo entre reforma y revolución, para sentar las bases de un verdadero partido obrero y revolucionario (...) En el Congreso, su discurso combinaba una cierta radicalidad con guiños constantes a la PF 1 y un discurso muy “unitario” del partido. Dicho esto, ningún acuerdo fue posible con una parte de la PF 1 y estos compañeros terminaron presentando su propio proyecto de texto de convocatoria [de conclusión del congreso], al que nosotros llamamos a votar críticamente. Las discusiones

continuarán y no descartamos que podamos dar pasos en común (…). DC: Es verdad. Ya en los Congresos locales y en el Congreso Nacional, varios militantes nos comentaron su indecisión entre votar por nosotros o por la posición 2; otros manifestaron que querían que trabajemos juntos (...) Esto grafica un poco el estado de ánimo en el que nos encontramos, listos para llevar adelante los combates en común en el seno de la nueva dirección acerca de todos los puntos que nos unen, esperando que estos compañeros avancen, a través de su propia experiencia, hacia un cuestionamiento más profundo acerca del carácter actual del NPA. Mientras tanto, nosotros seguiremos poniendo todos nuestros esfuerzos al servicio de la construcción de una corriente abiertamente revolucionaria en el NPA (…). Sobre todo porque nosotros estamos convencidos de que la lucha de clases en Francia va a continuar desarrollándose, bajo los golpes de la crisis mundial y bajo los vientos revolucionarios que vienen del mundo árabe, y que es el mejor escenario para construir una corriente verdaderamente revolucionaria. En este sentido, pensamos que el reconocimiento de nuestra corriente obtenido en el Congreso, así como el gran respeto de numerosos militantes y trabajadores de vanguardia respecto de Vincent y Manu, nos puso en buenas condiciones para ir hacia este objetivo. Jueves 17 de febrero de 2011


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R e vo l u c i o n e s e n e l m u n d o á ra b e Se extiende la primavera árabe: Gadafi pierde el control de la mitad del país

Libia: entre la rebelión y la descomposición del régimen por CELESTE MURILLO JUAN GALLARDO Tras las movilizaciones en Túnez y Egipto, que acabaron con los gobiernos de Ben Ali y Mubarak, las protestas se extendieron a otros países del Norte de África y Oriente Medio. El caso más significativo es, sin duda, el de Libia, por dos factores fundamentales. En primer lugar, por su rol como productor de petróleo (es el cuarto productor de África y el que tiene las mayores reservas del continente) que puso en alerta a las burguesías de todo el mundo por las consecuencias que el aumento del crudo pueda tener en la crisis económica. En segundo lugar, porque a diferencia de Túnez y Egipto, donde el Ejército se mantuvo como garante de la estabilidad, preservándose y jugando un rol en la transición, en Libia las fuerzas armadas aparecen divididas, puesto que sectores enteros desertaron para unirse a la rebelión o se negaron a reprimir las protestas. La chispa que encendió las protestas se extendió rápidamente. El 16/2, miles de personas se reunieron para exigir la libertad del abogado defensor de presos políticos Fethi Tarbel, hecho que culminó en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad. El 17/2, inspirándose en Egipto, se convocó el “Día de la Ira” contra el opresivo régimen de Muammar Gadafi, en el poder desde 1969. A partir de ese momento, el gobierno reprimió duramente las movilizaciones, provocando cientos de muertos en las ciudades del este del país, donde se concentraron las protestas. Bengasi y Al Baida, la segunda y tercera ciudades en importancia después de la capital, Trípoli, están ubicadas en la empobrecida región oriental , de larga tradición opositora al régimen de Gadafi. En Bengasi, a principios de enero ya había habido revueltas espontáneas en demanda de viviendas sociales. El 18/2, en esta ciudad, donde vive un sexto de la población de Libia (nación habitada por un total de 6

millones de personas), los manifestantes ocuparon la radio estatal, desde donde comenzaron a transmitir para contrarrestar el silencio de los medios oficiales, y rápidamente tomaron el control de la ciudad con el apoyo de la policía local, que se unió rápidamente a la protesta. El 19/2, el hospital de Bengasi ya informaba 200 muertes y casi 1.000 heridos, y se denunciaba la presencia de mercenarios que atacaban a los manifestantes desde coches sin matrícula. La gente comenzó a armarse como pudo para defenderse de los ataques del Gobierno y los mercenarios. El mismo 19/2 se manifestaron en Trípoli por primera vez los opositores a Gadafi, ciudad donde hasta ese momento solo se habían movilizado sus seguidores.

El proceso insurreccional en el este y la división en las fuerzas armadas El domingo 20/2, uno de los hijos de Gadafi, Seif al-Islam, anunció por la cadena estatal que la respuesta del Régimen sería aplastar las protestas “a sangre y fuego”, trató a los opositores de “terroristas” y, en un mensaje que parecía más bien destinado a los paí-

Rey Mohamed VI Mohamed Ibn Al-Hasan

Ex dictador de Túnez, Zine el Abidide Ben Alí

ses imperialistas, dijo que el petróleo “quedaría en manos de criminales”. La brutalidad de la represión de los últimos días, que duplicó la cantidad de manifestantes asesinados llegando a los 600 (la información varía según la fuente), no hizo más que mostrar la decadencia y el desmembramiento del gobierno de Gadafi, que prometió dejar la “tierra arrasada” antes de irse. Esta respuesta brutal ha intentado, infructuosamente, frenar la dinámica del proceso revolucionario abierto en Libia a partir de que un proceso insurreccional en las dos principales ciudades del este del país lograra dividir al Ejército que se pasó a la oposición, dejando a Bengasi y Al Baida fuera del control del Gobierno de Trípoli. En estas ciudades el tránsito es dirigido por voluntarios, en su mayoría jóvenes, la población se cuida y se defiende por su cuenta y se organizan comidas colectivas. Situaciones similares se vivieron en otras ciudades de oriente como Tobruk, que, según la agencia Reuters, “celebraba su liberación con ráfagas de metralleta y manifestaciones de júbilo en las calles, y mientras un grupo de manifestantes derribaron el monumento al dictador, otros rasgaban sus retratos” (El País, 23/2).

Dictador de Libia, Muamar Gadafi

Ex dictador de Egipto Hosni Mubarak

A las deserciones militares les siguieron las renuncias de varios embajadores (de Estados Unidos, India, China, Gran Bretaña, Indonesia y la Liga Árabe) además de altos funcionarios como los ministros de Justicia y del Interior, que pidieron el fin de la brutal represión. El Ejército, que se encuentra históricamente cruzado por divisiones tribales, reaccionó frente al levantamiento popular y la orden de Gadafi de bombardear a los opositores plegándose a las movilizaciones (como en Bengasi) o negándose a reprimir (como los pilotos de la Fuerza Aérea que desviaron sus aviones hacia el aeropuerto de Malta, donde se encuentran refugiados), mientras que otro sector, leal a Gadafi, está llevando a cabo una verdadera masacre (algunos medios ya hablan de miles de muertos). Estas divisiones se suman a las que ya venían desarrollándose al interior del régimen de Gadafi alrededor de una sucesión “dinástica”, atravesada por la pelea de dos de los hijos de Gadafi, Seif al-Islam y Motassem: el primero, aliado de Shokri Ghanem (presidente de la Corporación Nacional de Petróleo) e impulsor de reformas aperturistas, tanto económicas como políticas (aunque limitadas); el segundo, aliado

El rey de Arabia Saudí, Abdullah

TUNEZ

MARRUECOS

JORDANIA El Cairo

ARGELIA

LIBIA

EGIPTO

ARABIA SAUDITA

YEMEN Alí Abdalá Saleh, dictador de Yemen

El rey Abdullah de Jordania

Abdelaziz Buteflika dictador de Argelia


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a la vieja guardia del Ejército y al frente del Consejo Supremo de Asuntos Energéticos y partidario de mantener la línea de mano dura del régimen.

Perspectivas de la crisis del régimen El rápido desarrollo de los acontecimientos parece haber dejado esta “pelea” por la sucesión a destiempo, en medio de la acelerada descomposición del régimen. Con este derrumbándose, las crisis y divisiones se han potenciado, abriendo un escenario donde parece cada vez más improbable cualquier salida “institucional”. Incluso no se puede descartar que, por la importante producción petrolera y por temor a la radicalización y expansión del proceso, los funcionarios salientes empiecen a pedir -algunos ya lo han hecho- sanciones diplomáticas y la intervención de la ONU y otros organismos internacionales. Obama y su secretaria de Estado, Hillary Clinton, dijeron que es necesario “parar el baño de sangre” y que “la paz” debe volver a Libia. En boca de los imperialistas esto no es más que la justificación preventiva para una posible intervención, que no representará ninguna salida para las y los trabajadores y el pueblo libio, sino que profundizará la sumisión y opresión del país. Nada progresivo vendrá de una intervención del imperialismo. Ante tal escenario, empiezan a oírse

rumores de golpe de sectores del Ejército que buscarían derrocar a Gadafi y formar un Consejo con figuras públicas y militares para dirigir el país. Sin embargo, el ejército de Libia, a diferencia del de Egipto, no cuenta con tanto prestigio y simpatía entre la población y muestra divisiones y enfrentamientos internos sobre bases tribales. Esto incidirá en las posibilidades de jugar un rol estabilizador y hace más complicada la búsqueda de una salida política. En este marco, la posibilidad de que, ante el intento de Gadafi de resistir a sangre y fuego, los acontecimientos desemboquen en una insurrección obrera y popular está presente. Aun si Gadafi finalmente cae, un nuevo Gobierno podría ser débil y sin autoridad, con lo que se prolongaría una situación muy inestable, y no sería de descartar una “balcanización” de las tres zonas tribales que le dieron sustento al estado unificado e, incluso, una guerra civil. Entre tanto, y mientras los enfrentamientos en Libia continúan desarrollándose, parecen mostrar que la crisis económica internacional, con sus secuelas para las masas obreras y populares, ha comenzado a encontrar una respuesta virulenta en la “Primavera Árabe”, que ya contó con la caída de dos gobiernos y cuya extensión parece estar radicalizándose y haciéndose más poderosa.

Charla-debate sobre Las revoluciones en el mundo árabe en la Universidad de Barcelona por FEDERICO GROM Estudiante de Hístoria de la UB

Mas de 50 personas han participado de la charla-debate sobre Las revoluciones en el mundo árabe, el pasado jueves 17 de febrero en la facultad de Geografía e Historia de la Universidad de Barcelona, convocada por el taller Ideas de la Rebelión, de los militantes de Clase contra Clase FT-CI y estudiantes y jóvenes independientes. Este taller tiene el objetivo de abrir el debate sobre diferentes temáticas alrededor de las ideas de la revolución, en este caso sobre los procesos que han comenzado en Túnez y que ha acabado con la caída de la dictadura de Mubarak en Egipto. Luego de una interesante explicación histórica y de la actualidad sobre Egipto de parte un joven activista egipcio, Ahmed Rafik, el debate se centró en las perspectivas de la revolución en este país, y su posible con-

tagio en los demás países de esta zona, hoy muy convulsionada. Faouzi Hliba, activista marxista marroquí, perteneciente al colectivo Terrassa Respon, analizó la situación en Túnez y planteó la posibilidad de que un proceso similar se desarrolle en Marruecos, de hecho para este mismo 20 de febrero está convocada una movilización en este país. El debate fue muy intenso en torno a cómo podría desarrollarse la situación en Egipto, la posibilidad de que todo este movimiento contra la dictadura de Mubarak se desarrollara no sólo contra el derrotado dictador, sino contra todo el sistema político económico apoyado por los países imperialistas como EEUU, y contra las variantes que quieran desviar el proceso a un sistema que no socave las bases económicas de la burguesía de este país. El rol de la clase trabajadora fue punto de debate, ya que los medios han ocultado cómo los trabajadores textiles, petroleros, administrativos, ferroviarios se sumaban a las protestas. Salvador Lou, de Clase contra Clase planteó cómo los medios de comunicación trataron de ocultar las acciones que realmente pueden evitar que estos procesos sean desviados para

que “nada cambie” después de la caída de Mubarak: la intervención de la clase trabajadora como la de los trabajadores del estratégico Canal de Suez anunciaron una huelga por tiempo indeterminado, lo que dejó atemorizado al régimen. La caída del dictador Hosni Mubarak, quien gobernó el país con puño de hierro durante 30 años, es una victoria para los trabajadores y el pueblo que se mantuvieron 18 días movilizados y ocuparon la plaza Tahir de El Cairo. Estos procesos han traído nuevos aires de reflexión en la juventud del Estado español, en un país que está viviendo y sufriendo las consecuencias de una de las peores crisis históricas,

con pactos que buscan imitar a los de La Moncloa entre las direcciones sindicales de CCOO y UGT y el gobierno. Por otro lado, la comunidad árabe- musulmana tiene fuerte presencia en este país, y transmiten el entusiasmo de todos estos procesos llamando a varias movilizaciones como ya han habido varias por Egipto y de las que hemos participado en Barcelona. El debate que hemos abierto desde Ideas de la Rebelión sobre estos procesos no queremos que quede en sola una charla, sino que nuestro objetivo es, junto al debate y la reflexión, participar activamente de todas las acciones de solidaridad que se hagan en apoyo a estos procesos.


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Egipto

El Ejército cede ante la huelga de los trabajadores textiles por JUAN GALLARDO A pesar de la dura advertencia de la junta militar sobre el “daño que representan para la economía”, los trabajadores de Egipto mantienen huelgas y protestas. Las luchas obreras continuaron y se profundizaron alentadas por el sentimiento de triunfo tras la caída de Mubarak. Sus demandas van más allá de las meramente salariales e incluyen el fin de los maltratos en las fábricas y lugares de trabajo como así también la renuncia de los burócratas sindicales que eran leales a Mubarak. Más de 15.000 trabajadores de la Compañía Hilos y Tejidos de Egipto (la mayor fábrica del país, que emplea a 24.000 personas en la ciudad industrial Al-Mahalla) llevaron a cabo una huelga y manifestación frente a la planta desde el 16/2, que terminó en un importante triunfo. Los trabajadores de la empresa textil se venían negando a poner fin a su protesta hasta que se vea satisfecha su demanda principal que con-

sistía en la destitución del director de la empresa, Fuad Abdel Alim, acusado de corrupción. El Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, que está a cargo del Gobierno de Egipto, había anunciado la semana pasada duras represalias contra los trabajadores con el argumento de que “no permitirá la continuación de tales actos ilegales que constituyen un peligro para la nación y se enfrentará a ellos tomando medidas legales para proteger la seguridad de la nación”. Sin embargo las Fuerzas Armadas tuvieron que retroceder ante los trabajadores de Al-Mahalla que constituyen un sector estratégico de la economía. La industria textil ocupa al 48% del total de la fuera laboral del país y la ciudad industrial fue escenario de protestas y levantamientos en 2006 y 2008. Según el diario Los Angeles Times, “Alarmados por la protesta en una ciudad industrial con una larga historia de luchas obreras, los líderes militares habían amenazado inicialmente con utilizar la fuerza para detener la huelga en el complejo, propiedad del Gobierno. Sin embar-

go, el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas estuvo rápidamente de acuerdo en aceptar algunas demandas de los trabajadores”. (http:// www.latimes.com/news/nationw...) En una importante victoria, los trabajadores consiguieron la destitución del director de la empresa, un aumento del 25% en el salario mensual y el pago de los días de huelga. Como señala el diario, “Los militares claramente no quieren más conflictos laborales en esta fábrica debido a su potencial efecto dominó”. Es que desde que comenzó el actual movimiento diferentes sectores obreros participaron de las manifestaciones en el interior y en la misma capital: trabajadores petroleros, administrativos, ferroviarios y bancarios, entre otros, que pueden ver en la lucha de los textiles de AlMahalla un ejemplo a seguir. Junto al proceso de huelgas se ha venido desarrollando también una incipiente organización sindical independiente de la vieja burocracia adicta al régimen de Mubarak que mantuvo la opresión y la prohibición del derecho a huelga sobre los trabajadores durante 30 años. Como

parte de esta reorganización, la Central Sindical Independiente recientemente fundada ha publicado una declaración el 20/2 donde entre otras demandas piden la renacionalización de las empresas privatizadas, la libertad de organización sindical y el derecho a huelga y la disolución de la Federación Sindical burocrática. (http://www.ft-ci. org/article.php3?i...) A pesar de las amenazas de los militares, las acciones de los trabajadores parecen estar lejos de haber terminado. Los levantamientos de 2006 y 2008 , como así también la intervención obrera antes, durante y después de la caída de Mubarak, junto con el reciente triunfo en la fábrica de Hilos y Tejidos, son un importante antecedente y una muestra de la vitalidad de la clase obrera. Como decía uno de los trabajadores al corresponsal de Los Angeles Times “La revolución todavía continúa (...) si los militares no cumplen su promesa, entonces tendremos que volver a la huelga”.

Con manifestaciones y la ocupación del Capitolio de Wisconsin

Trabajadores y estudiantes se movilizan en Estados Unidos Por séptimo día consecutivo, profesores, enfermeras, trabajadoras y trabajadores del sector público mantienen ocupado el Capitolio (parlamento) del estado de Wisconsin en el noreste de EE.UU..La medida, en el marco de una huelga general docente de 5 días y acompañada por manifestaciones multitudinarias en Madison (la capital), se ha ganado el respaldo de las y los estudiantes que apoyan a sus profesores, de trabajadores de la construcción, metalúrgicos y de la población en general. Las y los trabajadores se movilizan contra la ley que impulsa el gober-

nador republicano Scott Walker que, además de recortar los salarios (ya congelados por la medida anunciada por Obama en noviembre de 2010), atenta directamente contra los sindicatos, eliminando su derecho a negociar colectivamente. Su excusa: el déficit presupuestario. Hasta ahora los representantes demócratas no han dado quórum, y la manifestación se mantiene firme contra la votación de la ley. Esta importante movilización se da en un panorama signado por la crisis económica y las enormes consecuencias sociales que ha tenido en Estados Unidos. También surge en medio de una enorme polarización social y política, como lo demostraron las últimas elecciones y el


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surgimiento del movimiento derechista Tea Party, una de cuyas banderas es “disminuir el Estado” (recortando planes sociales, bajando salarios). Obama y los demócratas, que vienen de aplicar un ajuste en el presupuesto nacional, apoyan el movimiento contra Walker, no en defensa de los derechos de los trabajadores, sino más bien como una política “preventiva” para que esta incipiente movilización no se les vuelva en contra cuando tengan que aplicar los recortes en los estados que

gobiernan. A pesar de la colaboración de la burocracia sindical no está dicho de antemano que esta política triunfe. Esta batalla política, que empezó en Wisconsin y amenaza con extenderse a otros estados como ya sucede en Ohio e Indiana, ha puesto en movimiento muchos actores en el tablero político. Los sindicatos, el Partido Demócrata y hasta el propio Obama han movido sus fichas, ya que el ataque directo de Walker contra los sindicatos parece haber ido demasiado lejos.

La medida reaccionaria del gobernador Walker se apoya en una realidad de desempleo y pobreza, en la que los trabajadores del sector privado han sido duramente golpeados. Con el argumento derechista de que “los trabajadores públicos cobran buenos salarios y tienen demasiados beneficios” intentan dividir las filas de los trabajadores. Buscan así una base social reaccionaria para aplicar los planes de ajuste, que sólo afectarán a la clase trabajadora y el pueblo, con bajos salarios, recortes

de presupuesto de salud, educación, y pobreza. La burocracia sindical presta sus buenos servicios, acompañando y promoviendo los “sacrificios” necesarios, a cambio de mantener su poder. Las perspectivas del conflicto aún están abiertas. Aunque ya la burocracia llama a salidas negociadas y está dispuesta a conceder la reducción salarial, la movilización en Wisconsin muestra potencialmente la entrada de las y los trabajadores en defensa de sus derechos.

Huelga general en Grecia

Los trabajadores griegos vuelven a salir a las calles por ALEJANDRA RÍOS El 23/02 los trabajadores helénicos protagonizaron una huelga general de 24 horas contra el paquete de austeridad del Gobierno socialista de George Papandreu discutido en acuerdo con la Unión Europea (UE) y los organismos internacionales como condición al rescate del país. La medida, la primera en lo que va del año, contó con un alto acatamiento entre los trabajadores del sector público y desbarató la ‘vida normal’ del país cuyas escuelas, oficinas públicas, hospitales, bancos y escuelas públicas permanecieron totalmente cerrados. El servicio de transporte público también se vio completamente paralizado como consecuencia de la medida de

fuerza, mientras que en el aeropuerto de Atenas no operó ningún vuelo debido a que los controladores aéreos abandonaron sus puestos de trabajo por cuatro horas a partir del mediodía. Los trabajadores del sector público fueron los principales protagonistas de la medida convocada por las federaciones sindicales griegas GSEE y ADEDY, sin embargo, la huelga contó con la simpatía de sectores profesionales como abogados, farmacéuticos y pequeños comerciantes que se ven muy afectados por el aumento de los impuestos. La protesta, lejos de ser pasiva, tuvo una alta presencia trabajadora en las calles. En Atenas, capital del país, más de 100.000 trabajadores, jubilados y estudiantes recorrieron las calles para expresar su oposición

al Gobierno cantando consignas contra las draconianas medidas del plan de ajuste. Unos 30.000 manifestantes se encontraban en la plaza Syntagma, enfrente al Parlamento, cuando fueron confrontados por los cuerpos de la policía antidisturbios que de manera violenta atacaron a los manifestantes arrojándoles gases lacrimógenos con el fin de dispersarlos. Salónica, la segunda ciudad más importante, también fue lugar de una masiva protesta que, al igual que en Atenas, fue violentamente reprimida por la policía antidisturbios, que atacó a los manifestantes con gases lacrimógenos y botes de humo –estos últimas empleadas por las unidades antiterroristas–. La policía además empleó motocicletas para perseguir a los manifestantes y tratar de arrestarlos.

Grecia continúa en una profunda depresión económica y para este año se prevé una tasa de desempleo del 15%. Como parte del plan de ajuste estructural, el Gobierno anunciará en mayo una revisión del programa de tres años acordado con la UE y el FMI. Entre las nuevas medidas que dará a conocer se esperan más recortes salariales, el despido de miles de trabajadores del sector público y un aumento del impuesto indirecto. A fin de reducir la gigantesca deuda del país, el Primer Ministro socialista George Papandreu se propone recortar el actual déficit presupuestario (9,4%) a menos de un 3% del PBI para 2014 y se calcula que las dos terceras partes de los ahorros planificados provendrán de los recortes en gastos de los salarios en todo el sector público, salud y defensa. Las 7 huelgas generales llevadas a cabo por los trabajadores griegos a lo largo de 2010 junto a la resistencia en las calles y el ánimo combativo de la huelga del 23/02 son muestra más que suficiente que indican que los trabajadores y los sectores populares y más oprimidos de Grecia no están dispuestos a pagar con sus esfuerzos una crisis que ellos no crearon. La enorme disposición a la lucha, en particular del sector estatal, puede convertirse en el motor para desarrollar la más amplia unidad obrera popular y estudiantil que se proponga como objetivo tirar abajo a Papandreu y sus planes de ajuste y miseria.


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Bolivia

¿De la lucha contra el “gasolinazo” a una espiral de lucha de clases? por JAVO FERREIRA El pasado viernes 18/2, y después de casi una semana de crecientes movilizaciones populares producto del alza en el costo de vida, se produjo la primera jornada de protesta centralizada por la Central Obrera Boliviana (COB). Aunque había sido convocada como huelga general, la protesta solo pudo expresarse como movilización en todos los departamentos del país, exigiendo un salario acorde a la canasta familiar (aproximadamente 1.200 dólares).

”Gasolinazo” e inflación Después del fallido “gasolinazo” de diciembre, que puso al país a las puertas de un nuevo levantamiento nacional, se potenciaron las tendencias inflacionarias que han llevado a que en dos meses, los productos de primera necesidad y los alimentos se disparen por encima de un 30%, y en algunos casos en porcentajes superiores. El malestar provocado por la creciente subida de precios y la devaluación del salario y de los ingresos de los sectores populares condujo a que se produzcan colas para adquirir azúcar o harina; bloqueos para denunciar el acaparamiento incluso de funcionarios del Gobierno, y enfrentamientos en diversas partes del país -pero especialmente en el departamento de Cochabamba- entre transportistas que pretenden subir los precios de los billetes por encima de un 30% y los representantes de la juntas vecinales que mediante bloqueos y movilización han estado impidiendo estas subidas. Entre tanto el Gobierno, viene dejando correr los enfrentamientos entre transportistas y vecinos como un mecanismo de presión sobre los conductores, cuestión que ya ha provocado algunos rechazos de dirigentes vecinales que afirmaron que el Gobierno “mira del palco mientras sectores del pueblo se pelean con el pueblo. El paro de la COB al centralizar la movilización contra el alza de precios y por un au-

mento salarial, logró descomprimir la situación al centrar el objetivo en el Gobierno.

La política gubernamental y la burocracia cobista Mientras el malestar ya se ha instalado en fábricas, empresas y barriadas populares, generando permanentes movilizaciones, el MAS no solo mantiene la misma política que condujo a esta situación, sino que, mediante diversos dirigentes de este partido y burócratas campesinos como Avalos, ha llamado a una conferencia de prensa donde estos advirtieron que van a defender en las calles “el proceso de cambio”, en amenaza directa a todos aquellos que defiendan su salario y sus magros ingresos, y exigieron además que las movilizaciones sean para contribuir al proceso y no de carácter reivindicativo. Estas exigencias contrastan con las ventajas ofrecidas por parte del MAS a los empresarios agroindustriales, con los que acaba de acordar créditos baratos y diversas ventajas, la protección a la empresa y a la propiedad privada, mientras todos los desfasajes económicos los tiene que seguir pagando el pueblo pobre. Esta situación es la que ha conducido a que la burocracia de la COB, alineada durante los últimos años detrás de Evo, se vea obligada a tomar distancia e intentar contener mediante movilizaciones controladas y mal preparadas, junto a exigencias y discursos rojos, la posible emergencia de alas obreras y populares cada vez más radicales en sus planteamientos e independientes no solo del Gobierno sino de la misma COB. Así, la movilización del viernes 18 en gran medida opacó la convocatoria previa que habían realizado los sindicatos de la Caja Nacional de Salud y la Federación Departamental de Maestros cuyo cabildo y marcha fueron acompañados por reiterados ataques del vicepresidente García Linera contra el trotskismo como avanzada de la derecha y la contrarrevolución. La burocracia cobista ha empezado a contribuir y ayudar al gobierno ya no desde los sillones de los palcos oficiales sino desde una relativa oposición, intentando reciclarse frente al próximo congreso de la central que debe llevarse a cabo el 1 de mayo próximo. Para tal fin,

toman distancia del gobierno, juegan a la oposición y obtienen resoluciones burocráticas para evitar que sectores independientes del Gobierno puedan participar del mencionado evento, además de no privarse de propinar palizas a quien intente cuestionar el papel de Pedro Montes y todo el Comité Ejecutivo, como sucedió con algunos trabajadores durante la pasada movilización del viernes 18. Sin embargo, que esta mediocre burocracia haya tenido que reacomodarse críticamente frente a Evo muestra el nivel de descontento acumulado.

La única salida: ¡que la crisis la paguen los ricos! Ante esta situación desde la LORCI1 sostenemos que los trabajadores, los campesinos y el pueblo pobre deben defender el salario y sus ingresos levantando un programa y una política independiente del Gobierno para que esta nueva crisis la paguen los ricos. El Gobierno de Evo Morales no solo ha protegido el latifundio, ha mentido con una nacionalización petrolera que convirtió en socias a las trasnacionales y ahora intenta descargar el peso de sus medidas sobre los hombros de los trabajadores y el pueblo pobre. Tenemos que sostener un programa que empiece por levantar un aumento salarial acorde con el alza del costo de vida, que para combatir la especulación y subida de precios, la especulación y la devaluación del salario plantee de forma urgente el control obrero colectivo de las empresas, acompañado de comités populares y vecinales de control de precios. Sin embargo esto no es suficiente. Es necesario plantear el monopolio estatal del comercio exterior, única manera de combatir la especulación y la salida de productos básicos. El gobierno acaba de llegar a acuerdos con los empresa-

rios agroindustriales, presuntamente para garantizar la seguridad alimentaria. ¡Mentira! En los meses pasados ya hemos visto como especulan estos agroindustriales. El único mecanismo es entregar créditos baratos al pequeño productor para garantizar así no solo la seguridad alimentaria sino mejorar las condiciones de vida y trabajo de cientos de miles de campesinos, artesanos y pequeños productores. Sin embargo para esto necesitamos la nacionalización de toda la banca y la creación de una banca estatal única controlada por los mismos trabajadores: solo así se podrán garantizar créditos baratos. La aplicación de impuestos progresivos a las grandes fortunas, permitirá descargar el peso de los subsidios y el costo de la crisis en los sectores sociales que más tienen: empresarios, ganaderos, latifundistas y banqueros. Es necesario recuperar nuestros órganos matrices como la COB para definir un genuino plan de lucha con estos objetivos. En ese marco el reagrupamiento de las filas obreras es fundamental. El llamamiento a poner en pie una intersindical como han hecho los compañeros de la Federación Departamental de Maestros puede ser un primer paso en este reagrupamiento, pero el mismo debe ser impulsado desde abajo. Necesitamos una intersindical formada por delegados de fábricas, empresas, escuelas y hospitales para evitar que sean renovados burócratas sindicales que se escuden en la intersindical y la reduzcan a un acuerdo de dirigentes por arriba, como hicieron durante el año pasado en la lucha salarial de abril y mayo. La profundización y extensión de una cada vez mayor lucha de clases se puede percibir en el horizonte. De lo que se trata entonces es de prepararse para la misma.


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Entrevista

México

El pueblo de Oaxaca en las calles contra la represión El 15/2, el sindicato docente se movilizó al Zócalo (plaza central) de la ciudad de Oaxaca para manifestarse contra la visita de Felipe Calderón, quien impuso un duro ataque contra la educación pública. En el intento de entrar al Zócalo, la policía del Estado arremetió dejando varios heridos y casi 20 detenidos. Varios maestros fueron brutalmente golpeados y quedaron con lesiones graves producto del impacto de proyectiles. Al día siguiente miles de maestros, trabajadores y activistas de la APPO1 salieron a la calle a manifestarse masivamente contra la represión, reavivando el fantasma de lo que desde la FT-CI denominamos como la Comuna de Oaxaca de 2006. Luego de esto, el gobierno de Gabino Cué (surgido de la alianza entre el centroizquierdista PRD y el derechista PAN), responsable de la represión junto a las fuerzas federales, demonizó a los manifestantes y, secundado por la reaccionaria Iglesia, se pronunció contra la violencia provocada por infiltrados, llamando hipócritamente a la paz social.

Al cierre de esta edición se realizaba un paro de labores en la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, la principal institución universitaria del Estado. Las movilizaciones del combativo magisterio oaxaqueño y de otros sectores obreros y populares, que en 2006 fueron columna vertebral de la Comuna, muestran la posibilidad de que, nuevamente y como en ese entonces, emerja el descontento obrero y popular contra los planes proimperialistas y el ataque a las libertades democráticas llevados adelante por el Gobierno Federal de Calderón y los gobiernos estatales como el de Gabino Cué. Lee el Pronunciamiento de la Liga de Trabajadores por el Socialismo de México, organización hermana del CcC, ante la represión en Oaxaca en www.ft-ci.org y www.ltscc.org.mx

Faouzi Hliba, militante marroquí Entrevistamos a Faouzi Hliba, militante marroquí del movimiento de inmigrantes en Terrasa (Barcelona) y miembro del colectivo Terrasa Respon que está participando de las charlas que Clase contra Clase estamos realizando en solidaridad con la revolución árabe Los dos primeros meses del 2011, y en especial durante las últimas semanas, hemos visto cómo se abrían procesos revolucionarios en diferentes países del mundo árabe. Las condiciones de miseria y opresión a las que se condena a los trabajadores y jóvenes de estos países son el detonante de todo esto. ¿En qué medida Marruecos las comparte? Las condiciones de vida de los trabajadores, la juventud y las capas populares son muy similares a las del resto de pueblos del mundo árabe porque todos estos países han estado sometidos a las políticas neoliberales desde finales de los 70. Se atacaron todos los servicios públicos, privatizaciones, liberalización de la economía... lo que ha traído consigo que muchos trabajadores estén hoy en la calle, que miles de licenciados estén en paro hasta 7 años después de acabar sus estudios y el empobrecimiento general de toda la población. En el último año todo esto se ha agravado con la subida de los precios de los productos básicos. Además los regímenes de la zona prohíben, también el marroquí, cualquier intento de organización y violan derechos democráticos fundamentales como la huelga, la reunión o la libertad de expresión. ¿Qué tipo de protestas se han venido produciendo contra esta situación? Con la oleada de subidas de precios en 2007 y 2008 se produjeron algunas revueltas. En Marruecos hemos visto la revuelta del año pasado en Sidiifni o en 2007 en Sefrou. También en Egipto -como las huelgas de Al Mahalla o las huelgas del 2008- y en Túnez, se han dado este tipo de procesos. Al mismo tiempo la corrupción de los aparatos de los regímenes ha ido creciendo y saliendo a la luz, aumentando el enfado de la gente.

¿Qué te parece la visión que el Gobierno español trata de ofrecer de que “Marruecos es diferente”, alegando que es una “Monarquía reformista que avanza hacia la democracia”? Es falsa. Marruecos no es diferente. La Monarquía alauita es autocrática, y esto está recogido en la misma Constitución donde el Monarca es quien tiene el poder político, religioso y militar. Él es quien nombra al primer ministro y a los ministros de justicia, interior y exterior. La imagen “reformista” de Mohamed VI es mentira. Su padre Hassan II fue un dictador sanginario, que reprimía con fuego real levantamientos y a toda la oposición, fueron años de plomo. Al final de su vida la situación social llevaba al régimen al borde del infarto. En 1995 el FMI recomendó reformas políticas para evitar un estallido social. Como alternativa para evitarlo recomendó incorporar a la oposición moderada al régimen. El Partido Socialista de las Fuerzas Populares -de la misma internacional que el PSOE- aceptó y entró en el Gobierno, volvieron algunos exiliados y salieron presos políticos. Pero en lo fundamental la estructura dictatorial del poder se mantuvo aún con estas reformas superficiales, y por supuesto también con Mohamed VI. ¿Qué fuerzas entonces configuran la oposición al Régimen? Como he dicho los antes opositores se hicieron monárquicos. Les pasó a los socialdemócratas y también a los islamistas de Justicia y Desarrollo. Estos últimos además sellaron un pacto con la Monarquía para atacar y asesinar a militantes de la izquierda en la universidad. La “nueva izquierda” de los 70 fue liquidada por Hassan II, y una parte de sus herederos avanzan hoy a integrarse en el Régimen, como el nuevo partido Izquierda Unida. Otros islamistas más radicales como los de Justicia y Caridad están menos integrados pero se presentan igualmente respetuosos con el Monarca. Solamente algunos grupos de la izquierda radical están recuperando la idea de que es necesario liquidar a la Monarquía, como la corriente estudiantil “basista” u otros grupos como los “estudiantes revolucionarios”, trotskistas.


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Hassan II anterior Rey de Marruecos, y Juan Carlos I

¿Qué opinión te merece la postura del Gobierno español ante estos regímenes y en particular ante la Monarquía alauí? La UE y el Gobierno español trabajan por mantener estos regímenes a cambio de que éstos mantengan a salvo sus intereses. En el caso español es claro que se apoya a la autocracia alauí a cambio de defender sus acuerdos de pesca, inmigración, mantener los enclaves de Ceuta y Melilla... Esto demuestra cuál es la verdadera naturaleza de la “democracia” de los países imperialistas. Miraron para otro lado cuando se atacó el campamento saharaui o por ejemplo el Colegio de Abogados de Barcelona se negó el año pasado a apoyar una campaña que impulsamos en favor de un preso político torturado. ¿Cómo han impactado los procesos abiertos en Túnez, Egipto, Libia...? Es un proceso que se va a extender a toda la zona. En Marruecos hay un apoyo popular a esta primavera árabe, pero los partidos que dirigen la oposición están tratando de evitar que se extienda. También el Estado, promoviendo algunas reformas como anunciar el contrato de 200.000 licenciados.

Sin embargo no pudieron evitar las manifestaciones del 20 de febrero. Esta convocatoria salió de grupos de jóvenes de izquierda radical y sectores de la juventud de los islamistas de Justicia y Caridad, lo movieron por facebook. Sin embargo los partidos que no atacan la Monarquía se sumaron a la movilización para darle un contenido a favor de una Monarquía Constitucional, le quitaron el contenido anti-régimen. Esto creo que explica que la participación en las manifestaciones fuera menor de lo esperado. De hecho después de las protestas dirigidas por estos sectores monárquicos mucha gente del pueblo volvió a salir por la tarde llevando adelante acciones mucho más radicales, como la quema de comisarías, bancos, enfrentándose a la policía... los símbolos que representan la opresión que se sufre. Estas acciones han contado con la condena de los socialdemócratas y los islamistas de Justicia y Desarrollo.

por el pueblo pero después se han sufrido algunos desvíos importantes. Son experiencias de las que hay que sacar lecciones. Por ejemplo en Túnez se aprende que si el pueblo no tiene las riendas, al final sectores del mismo Régimen acaba manipulando la revolución. Ghannouchi y la burocracia sindical de la UGTT desviaron, pero ahora la gente está nuevamente saliendo a la calle. En Egipto se hicieron muchas ilusiones sobre el papel del Ejército. Este no es neutro, estuvo con Mubarak y ahora sus generales son los que están dirigiendo el país. Son frenos al proceso que siguen siendo un peligro. En Libia el proceso es más profundo. La reacción tan violenta del Gadafi no se la esperaban, y lo que ha provocado es que el odio al Régimen se extendiera a todo el país y se radicalizara, hay que ver cómo evoluciona. Las masas no parten de una teoría, ellas parten de su propia práctica, acumulan experiencia y gracias a ello se llega a una determinada conciencia. Es un proceso que va a servir para tomar lecciones de que el pueblo y la clase trabajadora tienen que tomar el poder, es la única alternativa válida. La dinámica de la revolución debe ser de revolución permanente. Tanto Mubarak como la Junta Militar no ofrecen ninguna salida a los problemas de la gente, y eso vale para todos. Además el proceso se va a seguir extendiendo, y entre nosotros nos preguntamos “¿quién viene después?”. Están Yemen, Bahréin, Argelia... al final también le llegará la hora a Mohamed VI.

¿Cuál es tu opinión del estado en que se encuentran los procesos en curso en otros países? y ¿Cómo crees que va a afectar a Marruecos?

¿Cuál es el rol de la clase trabajadora marroquí en estos momentos, y en qué puede contribuir en levantar esa alternativa a la que te has referido?

Creo que todos los procesos han sido impulsados espontáneamente

Históricamente la clase trabajadora en nuestros países ha jugado un papel

Nuevo número de

Estrategia Internacional Revista de teoría y política marxista revolucionaria de la FT-CI

muy importante, no solo en la lucha por mejorar las condiciones de vida de los trabajadores sus condiciones de vida, sino también llevando adelante luchas de contenido político. Esto fue así sobre todo en los 70, los sindicatos tenían un historial de luchadores muy importante. Sin embargo estas estructuras se han burocratizado poniéndose en contra de la clase obrera. Al igual que el Monarca, con décadas en el poder, los dirigentes sindicales llevan en su puesto larguísimos periodos. En Marruecos al Secretario General de la Unión Marroquí de Trabajadores -el principal sindicato- se le conoce como el “segundo rey”, por su poder y por su adhesión a Mohamed VI. Hoy pues la clase trabajadora está luchando contra los planes neoliberales, por sindicatos independientes, por la libertad sindical, contra la burocracia sindical... peleas económicas, pero también políticas, que le han de servir para encabezar la lucha de toda la nación contra la Monarquía y la dominación imperialista. Todos los regímenes, como la Monarquía alauí, se mantienen gracias al apoyo del imperialismo. Vivimos lo que nosotros llamamos una “nueva colonización”, que se expresa en las políticas de expolio impuesta por las grandes potencias, el BM, el FMI... y que desarrolla Mohamed VI. Para resolver los problemas del pueblo y la opresión política hay que acabar con esta situación. Por tanto no basta con terminar con la figura del Dictador. Hasta el momento hemos visto cómo los pueblos tenemos la capacidad de golpear al imperialismo, la crisis de estos regímenes es un golpe a los países imperialistas muy fuerte. Pero el proceso debe profundizarse y radicalizarse, y ahí está la tarea de los trabajadores de dotarlo de un programa verdaderamente revolucionario que apunte a la conquista del poder.


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Ante la traición histórica de las direcciones de CCOO y UGT Viene de contraportada En esto último, como con los 67 años, Toxo y Méndez hablan de que no se aceptará que se termine con la vinculación salario-ipc y la ultra-actividad de los convenios. Esto es que si un convenio no se renueva por falta de acuerdo no permanecerá vigente el que ha caducado, sino que ¡se volvería al miserable Estatuto de los Trabajadores!. Pero ¿alguien puede fiarse de sus palabras?. Desde luego que no, y más cuando una de las “concesiones” que han puesto ya sobre la mesa estos burócratas es que en caso de que se atasque la negociación colectiva el Gobierno pueda arbitrar una solución de obligado cumplimiento. ¿Alguien duda en favor de quien arbitrará?. Es volver a la legislación laboral de Primo de Rivera y sus Comités Paritarios (mantenida también bajo la segunda República),a la Ley de Convenios Colectivos del Franquismo o al arbitraje obligatorio que Suárez impuso sobre los conflictos laborales si duraban más de 10 días. Sin duda el acuerdo para liquidar las pensiones además de ser un ataque en sí mismo es todo un anuncio de que vamos a un escenario de ataques históricos. Si los Pactos de la Moncloa de 1977 permitieron descargar -en forma de paro de masas y perdidas brutales de salario- la crisis de entonces sobre los trabajadores, los que se están cocinando hoy prometen imitarlos e incluso superarlos, pues se pretenden barrer también algunas de las concesiones que entonces se lograron mantener.

Por la recuperación de los sindicatos para luchar ¿Qué les ha ofrecido a cambio Zapatero para consumar esta traición histórica? No podemos saberlo, pero años de integración de estos dirigentes en el Estado, de construcción de un poderosos aparato burocrático con intereses propios y ajenos a los de los trabajadores... pueden servirnos para acercarnos a que tipo de “contrapartida” el Gobierno y la patronal habrán puesto sobre la mesa. Lo que es seguro es que de estos “premios a la buena conducta” los trabajadores no veremos nada, nosotros somos solo la moneda de cambio. Con esta política los dirigentes de CCOO y UGT no sólo están pasándose abiertamente a la trinchera enemiga, sino que además facilitan la desmoralización de los trabajadores para confiar en nuestras fuerzas para luchar y ayudan a la campaña anti-sindical orquestada por numerosos medios de comuni-

cación burgueses. Es la pescadilla que se muerde la cola. Traicionan y desmoralizan, la desmoralización hasta ahora paraliza y hace cundir el escepticismo sobre la lucha, y sobre esta base pueden seguir traicionando cada vez más abiertamente. Hay que ponerle freno y empezar a revertir las consecuencias de años de política traidora. ¿Está todo el sindicato comprometido con la traición? No . No estamos hablando aquí de los dirigentes del llamado “sector crítico” de CCOO. Éstos apoyaron a Toxo en el último Congreso para integrarse en su equipo de dirección, y en la práctica hicieron desaparecer a esta corriente de la escena . Han votado con los “oficialistas”en todos los Consejos Confederales, incluido en el que se avalaron las negociaciones. Su voto en contra al acuerdo de pensiones en el último momento es simplemente un intento desesperado de “separarse” de esta traición, de la que son responsables por su trayectoria de los últimos años. Estos viejos cuadros -mayoritariamente del PCE- se han ido integrados hasta el tuétano en el aparato. Ellos no pueden suponer una alternativa real a la dirección actual de CCOO. En la UGT la situación es aún peor , las “corrientes” son más bien “familias” enfrentadas por copar el aparato. Lo que sí que crece es el descontento de miles de afiliados y delegados de ambas centrales, incluidos muchos miembros del “sector crítico” hecho desaparecer por sus dirigentes en los últimos años. Este malestar ha comenzado a expresarse en algunos manifiestos de denuncia del pacto, reuniones de afiliados y delegados, asambleas de “reconstrucción” del sector crítico, pronunciamientos de secciones sindicales, uniones provinciales... Ya antes del acuerdo se había hecho presente en algunas reuniones y asambleas, como la celebrada en Asturias a comienzos de enero, y en algunas cartas y resoluciones de federaciones y uniones locales y comarcales. Hay que dar pasos para que estos sectores de CCOO, y los que puedan surgir en la UGT, opuestos a esta traición histórica y a la trayectoria de entrega total de los últimos años nos empecemos a organizar. Desde las secciones sindicales, desde los Comités de empresa, asambleas y reuniones de afiliados... codo con codo con el resto de organizaciones sindicales opuestas a la política de Toxo y Méndez, hay que construir una alternativa de lucha para derrotar al Gobierno y los pactos. Una alternativa que ayude a avanzar en la tarea de echar a todos los burócratas sindicales vendidos que hoy dirigen los

grandes sindicatos para que se conviertan en verdaderas herramientas para los combates que están por venir. Solamente avanzando en este sentido podremos por un lado frenar la otra expresión del descontento, las desafiliaciones masivas e “idas a casa” y por otro lado mantener la máxima unidad con todos los trabajadores que forman parte de la izquierda sindical, muchos de ellos ex compañeros de CCOO.

Por un polo obrero combativo, de base y de clase La izquierda sindical de todo el Estado también viene dando algunos pasos en la tarea de construir esta alternativa de lucha que debemos profundizar. La traición de los dirigentes de CCOO y UGT puede permitir que la izquierda sindical gane afiliación, delegados e influencia. Pero sin duda la confluencia con los sectores de CCOO y UGT que se oponen a la política de sus dirigentes va a ser un paso imprescindible para plantearnos derrotar sus intenciones de que los pactos pasen sin problemas. La jornada del 27E1 fue un primer paso que debemos convertir en la punta de lanza de una fuerte campaña contra los nuevos Pactos de la Moncloa. La izquierda sindical, hoy por hoy a la cabeza de esta lucha, debemos apostar por que los sectores de CCOO y UGT puedan empezar a organizar la oposición dentro y fuera del sindicato, uniendo su pelea contra sus dirigentes con la lucha contra los planes del Gobierno junto con los sindicatos de clase y combativos.

Pero no hay que perder de vista que son millones los trabajadores que hoy por hoy no se encuentran organizados. Años de traiciones, de aceptar que la precariedad, las subcontratas, los convenios “especiales”, las dobles tablas salariales... se extendieran dividiendo las filas obreras, han dejado a muchos trabajadores en unas condiciones de explotación e indefensión altísimas. Los trabajadores inmigrantes, los jóvenes y las mujeres, son los sectores que más padecen esta situación. Son aquellos a los que las direcciones de CCOO y UGT ni organizan ni defienden, y a los que precisamente más van a afectar los ataques que están pactando. La construcción de un polo obrero combativo, de base y de clase para derrotar a Toxo, Méndez, Zapatero y Rajoy, pasará por tanto por la confluencia de todos los sectores obreros opuestos a los nuevos Pactos de la Moncloa -independientemente de su afiliación sindical- y por sumar a los trabajadores más explotados al combate apoyando a su organización para luchar. Con estas fuerzas, empresa por empresa, urge empezar a levantar asambleas donde discutir los pasos a dar, avanzar así en preparar un gran encuentro estatal abierto a todos los trabajadores donde poder discutir y aprobar un plan de lucha con paros, concentraciones, manifestaciones... hasta conseguir una huelga general hasta derrotar los planes del Gobierno. Se trata en definitiva de ir forjando en la lucha un vasto movimiento capaz de arrebatar la batuta a los dirigentes vendidos que nos quieren conducir al matadero.


ESTADO ESPAÑOL 23

La paz social firmada por el Gobierno y los dirigentes sindicales puede ser cuestionada y quebrada por los trabajadores y los jóvenes. Además los obstáculos que se empiezan a presentar a esta criminal política no están solamente en el movimiento obrero y la juventud del

Estado español. Los acontecimientos revolucionarios del mundo árabe marcan un punto de inflexión en esta crisis capitalista, parece que además de crisis los próximos años serán también de agudos choques entre las clases, de revoluciones. La burguesía española y sus

agentes no van a poder mantenernos en una “isla” de tranquilidad, y menos con un 20% de paro y ataques continuos. El ejemplo de los trabajadores y la juventud de Egipto, Túnez, Libia o Marruecos, debe servirnos para prender la mecha aquí y empezar una respuesta obrera

a la crisis a la altura de las circustancias históricas. Recuperar los sindicatos y recomponer el movimiento obrero serán sin duda importantes tareas que nos han de servir de escuela para encarar los próximos combates revolucionarios que el mundo árabe anuncian.

Después del Pacto Social, algo se mueve en CCOO por JORGE CALDERÓN Afiliado a la Federación de Enseñanza de CCOO-Aragón Tras la reciente firma del Acuerdo Social y Económico entre la burocracia de UGT y CCOO, la patronal y el Gobierno, en CCOO se han comenzado a mover distintos agrupamientos de afiliados y delegados en contra del mismo. Lo que tanto ha querido evitar la dirección de Toxo, la crítica interna -de ahí que hayan firmado el pacto sin consultar ni siquiera a las bases- parece que finalmente empieza a emerger poco a poco. En la UGT por el momento este proceso está todavía muy por detrás.

El cabreo de la base comienza a expresarse Una vez firmado el pacto, es ahora cuando en CCOO tímida y limitadamente, están empezando a realizarse algunas asambleas informativas por federaciones o de cuadros sindicales para explicar el acuerdo. Esta es la democracia interna que está dispuesta a ofrecer la burocracia sindical, charlas informativas donde como máximo puedes quejarte, pero donde no se decide nada. Además en las fábricas o las secciones sindicales, no se están convocando ni siquiera estos actos, seguramente por el miedo a lo que pueda decir la gente. Evidentemente no les falta razón para tener miedo, ya que en la mayoría de asambleas que han convocado hasta ahora las intervenciones han sido muy duras. Este es el caso de Aragón.

Aquí recietemente, se ha convocado una Asamblea de Cuadros Sindicales, donde se han escuchado intervenciones contra el pacto y la dirección que lo ha firmado. El caso más llamativo que conocemos es el de la Federación de Enseñanza. En su reciente Asamblea General, prácticamente la totalidad de la misma se manifestó en contra del pacto. Se escucharon intervenciones muy duras, incluso de algún veterano sindicalista con cargos anteriores de responsabilidad en el sindicato, en las que se pedía la dimisión de Toxo, se hablaba de traición, de que el sindicato había perdido su carácter de clase y otras cosas por el estilo. Parece que esta ha sido la tónica general en todo el Estado, y de hecho en muchos lugares se ha paralizado incluso la realización de estos actos meramente informativos. Este descontento se ha expresado también en numerosas resoluciones aprobadas por distintas secciones sindicales, uniones comarcales o incluso federeraciones provinciales, como la aprobada por la asamblea de afiliados de la Federación de Hosteleria, Comercio y Turismo de Sevilla. Incluso los dirigentes del Sector Crítico, ligados al PCE, se han visto obligados en algunas zonas a realizar algún movimiento público en contra del pacto, como en Madrid donde convocaron una asamblea a

la que asistieron 200 trabajadores. Tratan así de “salvar el honor” formalmente después haber sido coparticipes de la política de Toxo que ha terminado desembocando en el pacto. La política del PCE de “respetar” las “legítimas” decisiones adoptadas por la dirección del sindicato está evitando que actos como estos pasen a ser puntas de lanza para el agrupamiento para la lucha de las bases del sindicato contra el pacto y los dirigentes vendidos.

Hay que construir un ala combativa dentro de CCOO que recupere el sindicato para luchar Una parte de este malestar se está comenzando a agrupar en torno a algunos manifiestos contra el pacto. Los dos más significativos -aunque no los únicos- son el titulado “No en nuestro nombre” y el impulsado por los afiliados a CCOO del agrupamiento de sindicalistas combativos de diferentes centrales “Construim base”. El primero ha logrado reunir más de 100 firmas y algunas adhesiones de comités de empresa y secciones sindicales. El segundo -en el que participamos los compañeros de Clase contra Clase afiliados en CCOO- ha reunido la firma

de más de 80 afiliados y delegados. Partió de Catalunya y se ha ido extendiendo a Madrid, Sevilla, Zaragoza y otras ciudades. Este manifiesto pretende empezar a aglutinar a los trabajadores que se oponen a esta traición para sumarnos, como afiliados de CCOO, a las luchas que emprendan los sectores de la izquierda sindical contra el pensionazo y la política de paz social. En este sentido nos proponemos participar como afiliados de CCOO en la próxima manifestación de la izquierda sindical el 12/03 en Madrid. Esta creemos que es la mejor manera de empezar a dar una batalla contra la dirección traidora de Toxo y por la recuperación de los sindicatos, en este caso de CCOO, para luchar contra los ataques del Gobierno de turno. Desde CcC saludamos estos -todavía modestos- movimientos. Creemos que pueden ser un primer paso para empezar a construir un ala combativa dentro de CCOO, algo que prácticamente ha quedado liquidado desde la integración total del Sector Crítico a la política de los “oficialistas”. Por ello no creemos que la construcción de este ala vaya a partir del PCE o de los figurones “críticos”. Las corrientes políticas de la extrema izquierda que militamos dentro de CCOO tenemos una importante responsabilidad para lograr poner en pie agrupamientos de oposición que se planteen construir dicha ala, de forma militante, dando la pelea dentro del sindicato y sumándonos a las luchas que lleven adelante otros sectores del sindicalismo contra los planes de Zapatero. Todas la organizaciones de extrema izquierda debemos buscar la confluencia de nuestros esfuerzos para unificar a todos estos opositores en esta perspectiva.

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Ante la traición histórica de las direcciones de CCOO y UGT

¡Fuera los dirigentes traidores de nuestros sindicatos! ¡Levantemos un polo combativo, de base y de clase para derrotar los nuevos Pactos de la Moncloa! por SANTIAGO LUPE Finalmente las direcciones de CCOO y UGT lo han decidido. Si hasta ahora estaban jugando a la contención de la movilización desde una “leal oposición” a los planes de Zapatero, en estos momentos podemos decir que se están pasando “con armas y bagajes” a las filas de nuestros enemigos. Mientras el paro sigue disparándose, ya estamos en 4,7 millones según la última EPA. Estos dirigentes pasarán a la historia como los agentes directos del peor ataque contra los trabajadores desde la Dictadura. Los trabajadores no podemos quedarnos de brazos cruzados. Desde que estalló la crisis el dilema era claro; o nos salvamos nosotros, o se salva la banca y la patronal. Para conseguirlo tendremos que al mismo tiempo defenestrar a estos burócratas sindicales que nos están vendiendo.

Toxo y Méndez liquidan el sistema público de pensiones Las últimas semanas de enero estuvieron llenas de advertencias de estos dirigentes de que no iban a aceptar la jubilación a los 67 años. Mientras entre bambalinas se sucedían las comidas y cenas con Ministros y el mismo Presidente. ¿Y qué se cocinaba?, la manera de hacernos tragar precisamente el au-

mento general de la edad de jubilación y una merma brutal de las pensiones. Lo pactado demuestra que los discursos de la burocracia sindical solo pretendían crear confusión y falsas esperanzas en la base de los sindicatos y entre los trabajadores para poder negociar con la menor presión desde abajo. Esta “desactivación” la vienen poniendo en práctica desde el 29S. Tras la Huelga General, donde los principales sectores de la clase trabajadora demostraron su disposición a la lucha, estos dirigentes han trabajado por recuperar la paz social. Mientras tanto el Gobierno seguía tranquilamente lanzando y preparando nuevos ataques;privatizaciones, eliminación de los 420 euros, subidas de la luz... y la última un nuevo rescate milmillonario de las cajas para después privatizarlas a precio de saldo. Y tienen la cara dura de llamarlo “nacionalización”. Lo grave del “pensionazo” -que tenía que llegar al Parlamento el 28 de enero- era toda una prueba de fuego para esta criminal política. ¿Cómo nos iban a hacernos tragar? Amenazas de huelga, algún discurso encendido, acciones simbólicas... todo de cara a la galería. Al final los 67 años han sido aceptados, salvando sólo a aquellos que lleven 38,5 años cotizados a los 65 años. Con más de un 40% de paro juvenil, con un 25% de precariedad laboral, con el incremento de la contratación a tiempo parcial (que ade-

más va a ser incentivada con deducciones en las cotizaciones gracias también al pacto Gobierno-patronal-sindicatos)... ¿quién va a poder tener carreras de cotización de ese tamaño?. Además los años a cotizar para cobrar el 100% a los 67 pasan a ser 37, y el cómputo para calcular el monto de la pensión pasa de los 15 a los 25 últimos años (tomando en cuenta pues las etapas de la vida laboral iniciales, en las que menos se suele cobrar). Esto supondrá, nada más y nada menos, que una reducción de entre el 20 y el 25% de las pensiones. En definitiva la burocracia sindical y el Gobierno están condenando a la mayoría de los trabajadores nacidos después de 1962 a estar condenados a acabar sus días viviendo de una pensión mínima, una pensión de hambre. Y por si fuera poco a partir de 2027 se revisará la edad de jubilación en función de la esperanza de vida. Según reconoce el Gobierno esto supondrá que los nacidos a partir de los 80 se jubilarán a los 69 años.Toda una traición histórica para millones de trabajadores. Especialmente para los hoy jóvenes trabajadores y para las mujeres, sobre las que la tasa de contratos a tiempo parcial y periodos sin cotizar por la maternidad es mucho mayor. Las migajas de sumar algunos meses de cotización para madres y becarios no van a resolver el varapalo metido. Zapatero consigue

un importante aval a su ajuste draconiano. Rajoy por su parte parece que no se va a quedar fuera de este “pacto de Estado”, como todos los grupos del nacionalismo conservador. IU se lamenta de la traición, pero “respeta las decisión de los sindicatos”. Por último el Rey respira tranquilo al ver como su mensaje de navidad donde pedía que todos los agentes sociales remaran en la misma dirección -la de los capitalistas- se va haciendo realidad.

Prometen seguir con las traiciones... hasta unos nuevos Pactos de la Moncloa Pero ni el Gobierno ni estos burócratas sindicales convertidos en “Ministros sin cartera” están satisfechos con liquidar las pensiones. Para que los capitalistas españoles puedan recuperar las ganancias todavía pretenden liquidar muchas otras conquistas. Las negociaciones siguen adelante, y superada la de pensiones, todo apunta a que también se acordará en materia de reforma laboral (ya no dicen ni “mu” de “rectificar” la que provocó el 29S, mientras siguen pactando más flexibilidad y exenciones para los empresarios) y de negociación colectiva.

Continua en pág. 22

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