Peña le para el carro a Piñera: «No estamos en manos de un gobierno dispuesto a imponer las reglas de la mayoría a rajatabla»

Esta mañana se realizó el Seminario de Estudios y Políticas Públicas de Banco Santander «Solidaridad para los nuevos tiempos».

La cita contó con la participación del ex Presidente de Polonia, Lech Walesa, el ex mandatario chileno Sebastián Piñera y el rector de la Universidad Diego Portales, Carlos Peña.

En la oportunidad, Piñera defendió la política de los acuerdos destacando los procesos de transición a la democracia impulsados por Chile y Polonia.

«Hay una enorme coincidencia en la forma que enfrentamos ese proyecto, con el espíritu, la actitud de unir y no dividir, incorporar y no separar, y una enorme coincidencia en lo que se refiere a lo exitoso que fueron estas transiciones», dijo el ex jefe de Estado.

Agregando que «en los últimos dos años tanto en Polonia como en Chile hay una especie de descontento con la forma en que hicimos la transición, como que lo que hicimos juntos tanto en Chile y en Polonia los últimos 25 años, que a mi juicio fue una experiencia notable, recuperar la democracia, recuperar la convivencia y la amistad cívica, tener un progreso económico no solo en términos del PIB, sino que en términos de reducción de la pobreza, de igualdad de oportunidades, de crecimiento y fortalecimiento de una clase media».

De acuerdo a la visión planteada por Piñera, «hoy día tanto en Chile como en Polonia empieza a haber voces que desconocen las virtudes de ese proceso, y vuelven a aparecer las voces que en cierta forma nos retrotraen a una cierta situación de cierta confrontación. Esta lógica que, más que diálogo, se busca imponer; más que acordar, se busca hacer valer la mayoría, en que se evita el diálogo o pierde su valor esencial y se piensa que constituye o puede ser una fuente de debilidad».

Para salir de aquello, recalcó el ex Presidente, «se debe actuar con una actitud de buscar los acuerdos más amplios y profundos, sobre todo en temas fundamentales como una Constitución, porque de esa manera se avanza con más fuerza, se avanza con más certeza, se avanza con más seguridad. Y, por tanto, cuando uno recurre de inmediato a ‘este es mi programa, tengo mayoría en el Congreso, no lo voy a discutir con nadie y lo paso a rajatabla’, siento que esa es una mala forma de aplicar la regla de la mayoría».

De igual modo, Piñera arremetió: «Muchas veces siento que la izquierda, en Chile y en el mundo, enfrenta el debate político con un mito respecto al pasado y una utopía respecto del futuro».

«Hay principios que son anteriores a la regla de la democracia, como el derecho a la vida», dijo el ex Mandatario haciendo referencia a la votación en la Cámara de Diputados del proyecto de despenalización del aborto en tres causales.

Al terminar su intervención, Piñera disparó: «Estamos en un momento que la democracia está en grave cuestionamiento y tenemos que preguntarnos por qué se produce ese cuestionamiento. Yo estoy convencido que el problema no es la libertad ni es la democracia, sino que también puede haber sido el mal ejercicio de la democracia, y el haber sucumbido a los vicios del populismo, la demagogia, confiar en que un Estado todopoderoso va a resolver todos los problemas».

«Esta sociedad de derechos sin deberes es una sociedad que lentamente va debilitando los fundamentos de la libertad y de la democracia», concluyó.

Llegado su turno, Carlos Peña contestó: «La principal amenaza de la libertad son los anhelos de trascendencia».

«El diálogo no puede ser una forma de escamotear la regla básica de la democracia, que dice que el diálogo no es infinito y que cuando se agota no queda más que ceder ante la opinión que concita para sí la voluntad de la mayoría», agregó.

«Y en el caso de las minorías, ellas están salvaguardadas en los derechos humanos básicos. Pero las minorías no pueden esgrimir una y otra vez la necesidad en virtud del diálogo para escamotear la regla de la democracia. Cuando el diálogo llega a un camino bloqueado o los participes de este carecen de razón, lo que impera es la regla de la mayoría, entonces no nos aferremos tanto al diálogo, no anhelemos tanta cohesión social y confiemos en las virtudes básicas de la democracia», prosiguió.

Finalmente y en un tono más directo, el rector de la UDP encaró a Piñera: «No creo que hoy día estemos en manos de un gobierno dispuesto a imponer las reglas de la mayoría a rajatabla, con desprecio del adversario, consumido por una especie de utopismo torpe y grosero. Nada de eso. Estamos en presencia de un debate razonable de una democracia, con exageraciones como siempre ocurre, aquí hemos escuchado varias, pero esto es parte del diálogo democrático».