Tomo 39

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DIRECCION DE BIBLIOTECAS, ARCHIVOS Y MUSEOS MINISTERIO DE EDUCACION PUBLICA

BOLETIN

MUSEO NACIONAL DE HISTORIA NATURAL

B O L . M U S . N A C . H IS T . N A T . C H IL E N » 3 9

165 PA G S . S A N T IA G O D E C H IL E 1982


EDICIONES DE LA DIRECCION DE BIBLIOTECAS, ARCHIVOS Y MUSEOS

M in is tro de Educación Pública Subsecretario de Educación

D ire c to r de Bibliotecas, Archivos y Museos Jefe D e p arta m e n to Museos

Supervisión Técnica General

H O R A C IO A R A N G U IZ D O N O S O R E N E S A L A M E M A R T IN

E N R IQ U E C A M P O S M E N E N D E Z C O N S U E L O V A L D E S C H A D W IC K

SANTIAGO AR AN G U IZ SANCHEZ Jefe Depto. Asesoría Técnica y Publicaciones

D iseño y Diagram ación

JAIME A LE G R IA HERRERA Depto. Asesoría Técnica y Publicaciones

Impresores

AUMO Ltda., Fono 5555199


B O L E T I N MUSEO NACIONAL DE HISTORIA NATURAL Diiectoi

Conservador del Museo Nacional de Historia Natural HANS NIEMEYER FERNANDEZ E ditoi

DANIEL FRASSINETTIC. Consejo Editorial

Jefe de Sección Antropología EUANA DURAN S.

Jefe de Sección Geología DANIEL FRASSINETTI C.

Jefe de Sección Botánica MELICA MUÑOZ S.

Jefe de Sección Hidrobiología PEDRO BAEZ R.

Jefe de Sección Entomología ARIEL CAMOUSSEIGHT M.

Jefe de Sección Zoología JOSEYAÑEZV.

0

Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos Inscripción N ° 60461 Edición de 1.000 ejemplares Museo Nacional de Historia Natural Casilla 787 Santiago de Chile 1984


SE OFRECE Y SE ACEPTA CANJE Exchange with simflai publications is desired. On desire l’échange avec des publications craigénéres Wir bitten um Austauch m it aehnlichen Fachzeitschriften. Si desidera il cambio con puW cazioni congeneri Deseja-se a permuta com as publicacóes congéneres.


BOLETIN MUSEO NACIONAL DE fflSTORIA NATURAL SANTUGO DE CfflLE 1982

S U M A R I O MARIA E. RAMIREZ

Nuevos registros de algas marinas para Antofagasta (norte de C h ile)..................................................

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ELIZABETH BARRERA e INES MEZA

Análisis de la cutícula foliar de las especies chilenas del género Schinus L. (Anacardiaceae).............

29

JORGE GOLOWASCH, MARY KALIN, CAROLINA VILLAGRAN y JUAN ARMESTO

Características demográficas de una población áeNothofagus obliqua(MiTb.)hlumevai.macrocarpa DC. en el cerro El Roble (33° Lat. sur) en Chile....................................................................................

37

ROBERTO MELENDEZ

Estudio preliminar de la alimentación de Xenomystax atrarius Gübert, 1891 (Pisces, Congridae) . .

45

GLORIA ARRATIA

Esqueleto caudal de peces silurifotmes y sus tendencias evolutivas (Diplomystidae y Trichom ycteridae).................................................................................................................................

49

JACK FRAZIER y SUSANA SALAS

Tortugas marinas en Chile .....................................................................................................................

63

HERMAN NUÑEZ, MARIA A. LABRA y JOSE YAÑEZ

Hábitos alimentarios de dos poblaciones andinas de Bufo spinulosus Wiegmarm, 1835 (Anura: Bufonidae)................................................................................ ................................................................

81

MICHEL SALLABERRY, HERMAN NUÑEZ y JOSE YAÑEZ

Liolaemus hemani n. sp. de Iguaiüdae de la zona central de Chile......................................................

93

DANIEL FRASSINETO y VLADIMIR COVACEVICH

Architectonicidae en la Formación Navidad, Mioceno, Chile Central. Parte III. Architectonicinae (Mollusca: G astropoda)......................................................................................................................... 101 CECILIA OSORIO, RUDY IGUAIN, BLANCA BABIC y CLARA NAVARRETE

Alimentación natural de Aidacomya ater (Molina, 1782) en Punta Paloma, Arica (Mollusca, Bivalvia, M ytilidae)................................................................................................................................. 111 JAVIER SIMONETTI, HERMAN NUÑEZ y JOSE YAÑEZ

Fa/co iparveriwi L.: rapaz generalista en Chile C e n tral........................................................................ 119 HERMAN NUÑEZ, MICHEL SALLABERRY, RICARDO VERGARA y JOSE YAÑEZ

Alimentación anual deMüvago chimango (Vieillot, 1816)(Aves; Falconidae) ................................ 125



En marzo de 1982, la Consenadora del Museo Nacional de Historia Natural de Santiago de Chüe, Dra. GRETE M O STNY GLASSER, se acogió a jubilación después de cuarenta y tres años de ininterrumpida y fructífera labor. El personal de este Museo Nacional rinde homeruqe a su persona quien supo conducir con acierto y étura de miras este establecimiento durante dieciocho años.



A contar del mes de abril de 1982, se acogió a jubi­ lación el Profesor NJBALDO BAHAMONDE N A VA RR O , Investigador Jefe de la Sección Hidrobiología del Museo Nacional de Historia Natural. Los treinta y dos años que cumplió en nuestra Institución estuvieron caracterizados por una labor señera y trascendente en el desarrollo de las Gencias Naturales y más específicamente de las Ciencias del Mar.



B ol. Mus. Nac. Hist. Nat. ChUe, 39: 11-26 (1982)

NUEVOS REGISTROS DE ALGAS MARINAS PARA ANTOFAGASTA (NORTE DE CHILE)

MARIA ELIANA RAMIREZ *

RESUMEN En el presente trabajo se realiza el análisis taxonómico de 14 nuevos registros de macroalgas bénticas recolectadas en el área costera de Antofagasta, Norte de Chile (23° 40’ S. 70° 25’ W). La descripción taxonómica de cada una de las especies va acompañada de su res­ pectiva sinonimia, fotografías y dibujos originales de su morfología, observaciones sobre su hábitat y antecedentes de su distribución geográfica.

ABSTRACT Fourteen new records of benthic marine algae reported from the coastal area of Antofagasta, Northern Chüe (23° 40’ S, 70° 25’ W) are studied. All of them are redescribed and illustrated, adding original drawings on its mor­ phology. Observations on its habitat and geographical distribution are also given.

INTRODUCCION

(1839); t a y l o r (1947); l e v r i n g (1960) y SANTELICES & ABBOTT (1978). Recientes La mayor parte del conocimiento ficoló- estudios taxonómicos realizados en la costa gico chileno es de tipo taxonómico flon'stico, de Antofagasta ( r a m i r e z & s a n t e l i c e s sin embargo estudios de esta naturaleza han 1981) destacan la presencia de 14 nuevos sido poco frecuentes en la costa de Chile registros de macroalgas en esa área costera. Norte y Centro. Así, de las 350 especies Seis de estas especies extienden sus rangos de macroalgas conocidas de la costa de de distribución geográfica en la costa temChile Continental, sólo un 32°/o aproxima- perada del Pacífico Sur Oriental. Las ocho damente ha sido colectado en el área geo- especies restantes han sido encontradas gráfica comprendida entre los 18° y 40° por primera vez en Sudamérica. de latitud Sur. Entre las escasas publicaciones que dan cuenta de la flora algológica de la costa , Museo Nacional de Historia Natural. CasUla 787. Santiago, del Norte de Chile destacan m o n t a g n e chUe.


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BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL DE HISTORIA NATURAL

En esta oportunidad se presenta un aná­ lisis taxonómico de cada uno de estos nuevos hallazgos. La descripción taxonómica de cada una de las espécies, va acompañada de su respec­ tiva sinonimia, fotografías y dibujos origina­ les de su morfología, observaciones sobre su hábitat y antecedentes de su distribución geográfica a nivel mundial y en Chile. MATERIAL Y METODOS El material estudiado pertenece a la colec­ ción de algas del Instituto de Investigaciones Oceanológicas de la Universidad de Chile, Sede Antofagasta (ALGIOA) y al Herbario del Museo Nacional de Historia Natural de Santiago (SCO) y procede de diferentes localidades de la costa de Antofagasta (23° 40’ S, 70° 25’ W). El análisis taxonómico de las especies se realizó trabajando simul­ táneamente con muestras fijadas en formalina al 5°/o en agua de mar y material herborizado, utilizando los procedimientos habituales para estudios de esta naturaleza ( n o r r i s 1957 ; WAGNER 1954; DAWSON 1956; e d w a r d s 1970). En la confección de los dibujos se utilizó una cámara clara marca Leijz.

en lóbulos irregulares en la porción superior. Lóbulos de 3 a 4 cm de ancho. Apices de la fronda ondulados, bordes crenados, o bien con proliferaciones foliares pequeñas de 0.5 a 4 mm de longitud. En talo en sección transversal tiene un grosor de 152 um (Fig. 18). La zona cortical presenta 2 capas de células pigmentadas de forma redondeada. La médula está formada de grandes células incoloras rodeadas de filamentos medulares pigmentados de 3 um de grosor. Tetrasporangios distribuidos en la corteza, de 15 um de alto y 9 um de ancho. No se encontraron ejemplares cistocárpicos ni gametófitos masculinos.

Discusión

Pugetia mexicana DAWSON se diferencia fundamentalmente de las otras especies conocidas del Pacífico Sud Americano, por el hábito: “ fronda dividida, con segmentos subdicótomos y lobulados en la porción superior” . Sólo podría estar cercana a latiloba (TAYLOR) NORRIS, de las Islas Galá­ pagos pero esta planta es de mayor tamaño y solo presenta 3 segmentos principales de forma triangular y poco disectados. Hábitat

DESCRIPCIONES DE LAS ESPECIES RHODOPHYTA CRYPTONEMIALES CALLYMENIACEAE

La especie es submareal y se encuentra habitualmente viviendo adherida a conchas de moluscos, entre 10 y 15 m de profundidad. Material Estudiado

Pugetia mexicana DAWSON BUCHER K,

DAWSON

1966: 62, fig. G-H 1976: 13, fig. 10.

n o r r i s j. n . &

Talo de color rojo, con manchas de color rosado, de 13,5 cm de alto y 15 cm de ancho (Fig. 1). Disco basal discoidal de 2 mm de diámetro. Fronda profundamente dividida desde abajo en 4 segmentos principales que se dividen subdicotómicamente y terminan

ALGIOA NO 602, ejemplar tetraspórico, leg. M. E. RAM IREZ, 29.III.1978, Bahía de Mejillones del Sur, Antofagasta. Registros en Chile

Pugetia mexicana DAWSON no ha sido señalada previamente para nuestra costa, por lo que su hallazgo en Antofagasta cons­ tituye un nuevo registro para la flora ficológica chilena.


M. E. RAMIREZ / Nuevos registros de algas marinas Distribución Geográfica

México: Golfo de California. Isla San Lorenzo ( d a w s o n 1966). Isla Mejía: Puerto Refugio; Isla Estanque: Punta La Gringa; Isla San Esteban ( n o r r i s & b u c h e r 1976).

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cies conocidas del Pacífico Sur Oriental por su hábito palmado-lobulado y por carecer de estípite y costa basal. Hábitat

Especie submareal, colectada entre 10 y 12 m, en substrato de arena y conchuela.

CRYPTONEMIALES CRYPTONEMIACEAE

Material Estudiado

Cryptonemia peruviana ACLETO

ACLETO

1973: 38,figs. 115-122.

Talo laminar, de color rojo intenso, sobre los 20 cm de alto, profundamente lobulado y de contorno orbicular (Fig. 2). Lóbulos de forma palmada-cuneada, de 4 a 10 cm en su parte más ancha, nuevamente lobula­ dos y flexuosos en su extremo distal, de ápices redondeados y bordes enteros. El talo en sección transversal (Fig. 19) mide 78 um de grosor. La zona cortical está formada de 3 capas de células pigmen­ tadas. La capa más externa presenta células de forma cilindrica alta, de 10 um de alto y 5 um de ancho, las capas corticales más internas presentan células de forma ovoide de 8 a 10 um de diámetro con bastante contenido granular. La médula es angosta y está formada de largos filamentos de cé­ lulas alargadas unidas por sus extremos que se disponen periclinalmente, las cuales con­ tienen material refractivo denso. Los ejem­ plares estudiados no presentaron estructu­ ras reproductivas. Discusión

Los especímenes recolectados en la costa de Antofagasta fueron comparados con material de la costa del Perú, gentilmente facilitados por el Dr. c e s a r a c l e t o . Los especímenes chilenos son de mayor tamaño y de lóbulos más anchos que la planta Pe­ ruana. No encontré diferencias en la estruc­ tura interna del talo. Cryptonemia peruviana ACIXTO se dife­ rencia fundamentalmente de las otras espe­

ALGIOA NO 381 y 398, leg. J. Tomicic, 28.XII.1976, Bahía de Mejillones del Sur, Antofagasta. Registros en Chile

No existe registro previo de la especie para la costa chilena, por lo que su hallazgo en la costa de Antofagasta constituye un nue­ vo registro para la flora ficológica chilena. Distribución Geográfica

Sólo conocida de Ancón, Provincia y Dpto. de Lima, Perú ( a c l e t o 1973). Zanardinula abbreviata (SETCHELL

& GARD.)

DE T O N I.

Prionitis abbreviata SETCHELL & GARDNER 1924: 785, pl. 25, fig. 29, pl. 50 b; d a w s o n 1944: 283 ¡TAYLOR 1945:211. Prionitis guaymasensis (DAWSON) d a w s o n 1944: 283, pl. 66, figs. 1-2. Zanardinula guaymasensis (DAWSON) DAWSON 1945: 93; d a w s o n 1949: 234, 238, 243. Zanardinula abbreviata (SETCHELL & G A R D .) DE T O N I 1936, n.p.; d a w s o n 1954: 279, pl. 19, fig. 64, pl. 20, figs. 65-66. Talo de 6 a 8 cm de alto, de color rojo oscuro (Fig. 3). Ramificación primaria dicótoma, con segmentos estrechos y planos de 1 a 6 mm de ancho. Ramas de segundo orden pinnadas. Pinnas de 1 a 1.5 mm de longitud, dispuestas de manera dística y a una distan­ cia de 0.5. a 2 mm una de otra. Ultimos segmentos espatulados, con ápices romos o a veces atenuados.


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BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL DE HISTORIA NATURAL

En sección transversal estructuralmente el talo es multiaxial (Fig. 20) y mide 480 um de grosor. Corteza de 5 o más corridas de células pigmentadas de forma alargada, de 10 um de alto y 3 um de ancho, dispuestas anticlinalmente. Subcorteza de 3 capas de células redondeadas de 10 um de ancho y 10 um de alto, dispuestas periclinabnente. Médula formada por una red de filamentos entrelazados y células incoloras muy peque­ ñas. No se encontró material con estructuras reproductivas.

Registros en Chfle

No existe registro previo de esta especie para la costa chilena; su hallazgo en Anto­ fagasta constituye un nuevo registro para la flora ficológica chilena. Distribución Geográfica

México: Golfo d e California 1954). Ecuador: Archipiélago de Colón 1945).

(d a w so n (ta y lo r

Discusión

La especie es altamente variable en su morfología, d a w s o n (1954), reconoce en los especímenes del Golfo de California al menos dos formas dentro del rango de variabilidad de la especie. Una de fronda ancha, espatulada, regularmente dicótoma, muy semejante al tipo de Prionitis abbreviata de SETCHELL & GARDNER 1924, pl. 50 b; y otra forma, de fronda estrecha, con abundantes y largas pinnas, semejante al Prionitis guaymasensis de DAWSON 1944, pl. 66, fig. 1. El autor designa como Zanardinula abbreviata var. abbreviata a la primera y como Zanardinula abbreviata var. guaymasensis a la segunda. Nuestros especímenes recolectados en la Bahía de Mejillones del Sur, a juzgar por el hábito se agregan bastante bien con la viriedad guaymasensis. Hábitat

La especie vive adherida a rocas entre O y 5 m de profundidad, también ha sido encontrada en pozas intermareales con poca renovación de agua. Material Estudiado

ALGIOA N ° 400 leg. j o r g e t o m i c i c , 28.Xn.1976; Bahía de Mejillones del Sur. ALGIOA N ° 640 leg. g a r l o s d i a z , 29. III. 1978 ; Bahía de Mejillones del Sur. SGO s/n, material fijado en formaUna, leg. MARIA E. RAM IREZ, 15.XI.1979; Playa Los Gringos, Antofagasta.

RHODOPHYTA GIGARTINALES GIGARTINACEAE

Rhodoglossum affine

(H A RV .) KYLIN

Chondrus affinis HARVEY 1841: 408. Rhodoglossum affine (nk'SN.)¥M'LVH 1928: 49 figs. 28-29; DAWSON 1945a: 66; d a w s o n 1949 223; DAWSON 1950: 6 8 ; d a w s o n 1951: 53 ABBOTT & HOLLENBERG 1976: 539, fig. 482. Talo de 2 a 3 cm de alto, de color rojo oscuro. Frondas estrechas y lisas, con un lado cóncavo y otro convexo. Ramificación claramente dicótoma. Esta planta presenta una clara variación en su forma de creci­ miento. En nuestras recolecciones hemos encontrado plantas de talo más grueso, de 3 mm de grosor, con proliferaciones margi­ nales cortas dispuestas unilateralmente y con 3 a 4 dicotomías (Fig. 4) y plantas de talo más delgado de no más de 1 mm de grosor, sin proliferaciones, con 5 o más dicotomías y con los ápices bastante enros­ cados (Fig. 5). Las plantas de la Fig. 4 son más comunes en los niveles más bajos de la zona de mareas y las plantas de la Fig. 5 viven en los niveles más altos de la zona de mareas. Estructuralmente el talo en sección trans­ versal presenta una corteza de 5 a más capas de células pigmentadas de forma subcuadrada dispuestas anticlinalmente que van disminu­ yendo de tamaño hacia el interior y una


M. E. RAMIREZ / Nuevos registros de algas marinas

médula formada de células alargadas de forma estrellada inmersas en una sustancia mucilaginosa. Tetrasporangios reunidos en soros alargados alineados verticalmente cerca de los márgenes de la fronda. Tetrásporas cruciadas (Fig. 21) de 25 um x 25 um. Cistocarpos globosos de 1 a 2 mm de diámetro, más abundantes en los segmentos termina­ les de la fronda. El cistocarpo en sección (Fig. 22) se observa inmerso en la región medular y rodeado de tejido envolvente. Carpósporas redondas de 10 um x 10 um. Plantas cistocárpicas y tetraspóricas apa­ recen en la misma época.

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Hábitat La especie crece adherida a rocas a dife­ rentes alturas de la zona de mareas. Presen­ ta variadas formas de crecimiento. Los especímenes que crecen a niveles mareaíes altos son de talo mucho más delgado, bastante ramificados y se reconocen con facilidad por el enroscamiento de la fronda; habitualmente se les encuentra creciendo junto a Ulva lactuca L. Las plantas que crecen en los niveles bajos del intermareal son de talo más grueso y crecen en lugares sombríos. Material Estudiado

Discusión KIM (1976) establece nuevos criterios taxonómicos para distinguir los géneros y especies de la familia Gigartinaceae. El autor reconoce sólo dos géneros, Chondrus y Gigartina como miembros de esta familia, reduciendo el género Rhodoglossum a sinó­ nimo de Gigartina. Rhodoglossum affine (HA RV.) KYLiN pasaría a llamarse según la proposición del mXor Gigartina affinis ( h a r v . ) comb. nov. Es difícil para mí discutir en este momento todos los aspectos taxonómicos a los cuales hace referencia el autor en su estudio, pues a pesar de contar con material reproductivo de la especie, no he logrado observar por ejemplo, la formación de las células madres de los tetrasporangios ni los tempranos estados de la formación de los cistocarpos. Sí he logrado observar la presencia de tejido envolvente alrededor del gonimoblasto y también he reconocido la forma redonda de las células jóvenes del gonimoblasto.

Rhodoglossum affine (HARV.) KYLIN se diferencia de las otras especies conocidas del Pacífico Sur Oriental por su pequeño tamaño y por su hábito “ segmentos estrechos, de ramificación dicótoma, frondas lineares, cóncavas por un lado y convexas por el otro lado” .

ALGIOA NO 670, material tetraspórico, leg. J. ZEGERS, 7.IV.1980, Caleta Errázuriz, Antofagasta. ALGIOA N ° 671-672, material cistocárpico, leg. j o r g e z e g e r s , 7.IV.1980, Caleta Errázuriz, Antofagasta. SGO N ° 095533, material tetraspórico, leg. MARIA E. RAMIREZ, 13.VI. 1980, Caleta Errázuriz, Antofagasta. SGO N ° 095600, material tetraspórico, leg. M. E. RAMIREZ, 2.VIL 1980; Caleta Errá­ zuriz, Antofagasta. Registros en Chile

Esta especie no ha sido previamente regis­ trada en nuestra costa, por lo que su hallazgo en Antofagasta constituye un nuevo registro para la flora ficológica chilena. Distribución Geográfica

Conocida sólo del Pacífico Ñor Oriental; desde Br. Columbia a Baja California ( a b b o t t & HOLLENBERG 1976). GIGARTINALES HYPNEACEAE

Hypnea spicifera Gracilaria spicifera fig. 14 m-o.

(SU HR) HARVEY

SUHR

1834: 731, pl. 2,


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BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL DE HISTORIA NATURAL

Hypnea spicifera (SU HR) h a r v e y 1847, pl. 49 (como H. spicigera) h a r v e y , en J. Ag. 1847; 14; KÜTZING 1868, Tab. Phyc. 18: 10; i s a a c & HEWITT 1953: 73-84, pl. XVI y XVII; HEWITT 1960: 212, pls. 30-32, figs. 24-35; DAWSON 1961:237. Talo de 2 a 7 cm de alto, de color rojo oscuro. Frondas erectas, cilindricas, de 0.5 a 1.5 mm de diámetro, levantándose a partir de un rizoma finamente ramificado (Fig. 6 ). La fronda se presenta irreguiarmente ramifi­ cada, con ramificaciones de varios órdenes, siendo notablemente más abundantes en el tercio superior del talo. Apices de la fronda atenuados, nunca en forma de gancho, como es habitual en las otras especies de Hypnea. Talo de construcción uniaxial, evidenciado por la presencia de una gran célula axial rodeada de tejido celular compacto. En sección transversal (Fig. 23), el talo vegeta­ tivo presenta un grosor de 500 a 650 um, y está fomiado de una corteza delgada de una sóla capa de células pigmentadas de 13 um de diámetro y una médula de varias capas de células incoloras, de forma redon­ deada que van aumentando de tamaño hacia el interior del talo. La célula axial está ro­ deada de 6 células pericentrales. Las plantas fértiles se reconocen con facilidad porque son de mayor tamaño y más ramificadas que los especímenes estériles. Las estructuras reproductivas se ubican en pequeñas ramitas de forma espinescente que aparecen en la parte supe­ rior del talo, cercanas a los ápices. La planta cistocárpica se reconoce por la presencia de cistocarpos esféricos de 1 mm de diámetro que se proyectan en la super­ ficie de las ramas fértiles. Los cistocarpos presentan en la región apical un conspicuo ostíolo circular. En sección transversal, el cistocarpo se observa inmerso en el tejido medular, apa­ reciendo claramente delimitada una cavidad cistocárpica (Fig. 24). Las carpósporas son de forma piriforme y aveces redondas, miden 30 um de diámetro y son bastante pigmenta­ das. Tetrasporangios zonados, de 66 um de alto y 26 um de ancho, originándose a partir de las células corticales (Fig, 25 ).

No se observaron gametófitos masculinos. Las plantas cistocárpicas y tetraspóricas aparecen en la misma época. Discusión

La especie se distingue fácilmente de las otras especies de Hypnea registradas para la costa del Pacífico Sur Oriental por el tipo de ramificaciones y por la forma de sus ápices. Como todas las especies del género, Hypnea spicifera es productora de carragenano, lo que la destaca como recurso económico potencial. Hábitat

La especie crece en lugares expuestos pennaneciendo la mayor parte del tiempo sumergida. El sistema rizoidal postrado le permite propagarse rápidamente cubrien­ do gran parte del substrato rocoso, llegando a ser una de las especies dominantes de la zona intermareal b^a. Crece por encima del cintu­ rón de Lessonia nigrescens BORY y sirve de hábitat a una variedad de invertebrados, especialmente pequeños crustáceos como Isópodos y Anfípodos. Materia] Estudiado

SCO N ° 095597, material tetraspórico, leg. M. E. RAM IREZ, 16.V. 1980; Caleta Errázuriz, Antofagasta. SCO NO 095536, 095539, material tetras­ pórico, leg. M. E. RAMIREZ, 28.V.1980; Caleta Errázuriz, Antofagasta. SCO NO 095596, material cistocárpico, leg. M, E. RAMIREZ, 16.V. 1980; Caleta Errázuriz, Antofagasta. •SCO N® 095530, 095531, material estéril, leg. M. E, RAM IREZ, 28.V. 1980; Caleta Errá­ zuriz, Antofagasta. Registros en Chile

No existe registro previo de la especie para la costa chilena, por lo que su hallazgo en Antofagasta constituye un nuevo registro para la fiora ficológica chilena.


M. E. RAMIREZ / Nuevos registros de algas marinas

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Distribución Geográfica

Registros en Chile

Costa Ñor Oeste de India ( b o r g e s e n 1934); costa de Sudáfrica ( is s A C & h e w i t t 1953); Mazatlán, México ( d a w s o n 1961 ).

La especie no ha sido registrada con an­ terioridad en la costa de Chile, por lo que su hallazgo en Antofagasta constituye un nuevo registro para la flora algológica chi­ lena.

GIGARTINALES PHYLLOPHORACEAE

Distribución Geográfica

Ahnfeltia gigartinoides

¡ . AG.

J. AGARDH 1847; 12; Mc f a d d e n 1911: 137-142, pl. 18; s m i t h 1944: 272, pl. 64, flg. 1; TAYLOR 1945: 238; ABBOTT & HOLLENBERG 1976:503, flg. 450. Talo de 5 cm de alto, de color rojo oscuro. Fronda cilindrica de 1 mm de diámetro, abundantemente dicótoma (Fig. 7). Apices atenuados y bifurcados. Ultimas dicoto­ mías muy cercanas y en gran cantidad dándo­ le a la planta un hábito fastigiado. El talo en sección transversal (Fig. 26) tiene un grosor de 780 um y está formado de una corteza gruesa de 5 a más capas de células pigmentadas de forma alargada de 4 a 6 um de diámetro, que se disponen de manera anticlinal y una médula de células incoloras redondas, que van aumentando progresivamente de tamaño hacia el interior del talo, alcanzando un diámetro de 65 um las más grandes. No se encontraron ejempla­ res con estructuras reproductivas.

Discusión

Ahnfeltia gigartinoides J. AG. se diferencia de las otras especies registradas para el Pací­ fico Sur Oriental por la abundancia de dico­ tomías. Hábitat

Habitualmente crece adherida a rocas u otros substratos duros entre 3 y 15 m de profundidad. Material Estudiado

ALGIOA NO 378, leg. J . T O M icic, 28.XII. 1976; Bahía de Mejillones del Sur.

Conocida en el Pacífico Nor-Oriental desde Columbia Británica a Baja California ( a b b o t t & HOLLENBERG 1976) y en Ecuador; registra­ da en Salinas ( t a y l o r 1945). Stenogramma interrupta

(C. AG.) MONT.

Delesseria interrupta C. AG. 1822: 179. Stenogramme califomica HARVEY 1841: 408; KYLIN 1925: 30; s m i t h 1944: 276, pl. 64, fig. 4, pl. 65, fig. 4. Stenogramma interrupta (C. A G .) MONTAGNE 1846: 483; k ü t z i n g 1849, Sp. Alg.: 873; KÜTZING 1866, Tab. Phyc. XVI, Tab. 21, fig. a,b,c.; HARVEY 1853: 163, pl. 19, fig. C-1 y C-4; KYLIN 1928: 52-54, fig. 31 y 32; n e w t o n 1931: 411, fig. 244; t a y l o r 1945: 241; DAWSON 1950 a: 337; d a w s o n 1961:253, pl. 44; ABBOTT & HOLLENBERG 1976: 514, fig. 461. Talo de 6-12 cm de alto, de color rojo oscuro. Fronda de segmentos estrechos y planos, de 3-10 mm de ancho, 5 a 6 veces dicótoma. Estipe corto de 5 mm de largo. Disco basal discoidal de 2 mm de diámetro. Apices frecuentemente redondos, a veces con proliferaciones terminales (Fig. 8). El talo vegetativo mide 100 um de grosor y presenta una corteza de 1 a 2 capas de células pigmentadas de forma redonda, una subcorteza de células de pequeño tamaño de forma angular y una médula parenquimatosa de células incoloras de forma irre­ gular y de variados tamaños (Fig. 27). La planta cistocárpica (Fig. 9) es de seg­ mentos más estrechos y presenta una cons­ picua línea media interrumpida a nivel de las dicotomías, donde se desarrollan las ramas carpogénicas. En una sección longi­ tudinal del talo, a través de esta línea media


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BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL DE HISTORIA NATURAL

(Fig. 28) se observa la rama carpogonial, fonnada de tres células. El carpogonio está provisto de una larga tricógina que se pro­ yecta hacia el exterior. La célula auxiliar se distingue con facilidad porque contiene gran cantidad de contenido granular denso, es de forma ovoide de 40 um de diámetro y se ubica en la región subcortical. La planta tetraspórica (Fig. 10) es de seg­ mentos más anchos y presenta tetrasporangios reunidos en soros redondos que se distribuyen irregularmente sobre la super­ ficie del talo, concentrándose en mayor cantidad en los últimos segmentos de la fronda. Tetrásporas cruciadas de 10 um de diá­ metro, originadas en nematecios que se forman por repetidas divisiones de las cé­ lulas corticales (Fig. 29).

Registros en Chñe

No existe registro previo de la especie para la costa de Chile, por lo que su hallazgo en Antofagasta constituye un nuevo registro para la flora algológica chilena. Distribución Geográfica

Pacífico de Norte América: Desde el Sur de Columbia Británica a Cabo de San Lucas en Baja California ( a b b o t t & h o l l e n b e r g 1976). México: Islas Revillagigedo ( t a y l o r 1945). Ecuador: Archipiélago de Colón ( t a y l o r 1945). Atlántico de Europa ( a r d r É 1 9 7 0 ) . GIGARTINALES SEBDENIACEAE

Discusión

Sebdenia limensis Stenogramma interrupta (C. AG.) MONT. es una especie de extraordinaria variación en su morfología. Stenogramma rhodymenioides JOLY & ALVEAL conocida de la localidad de Quintero, en Chile Central (k)LY & a l v e a l 1969), parece corresponder a una forma más de Stenogramma interrupta (C. A G .) MONT., especie de amplia distribución geo­ gráfica. Sólo un estudio exhaustivo de espe­ címenes provenientes de diversos habitats a lo largo de la costa de Chile podrá aclarar el problema de la identidad de la o las especies de Stenogramma presentes en nuestra costa. Hábitat

Especie submareal, recolectada entre 12 y 20 m de profundidad en substrato de arena y conchuela. Material Estudiado

ALGIOA N ° 425 material cistocárpico, leg. M. E. RAM IREZ, 15.VII. 1976; Caleta Errázuriz, Antofagasta. ALGIOA NO 441, material tetraspórico, leg. M. E. RAMIREZ, 13.X.1976; Pta. Cuartel, Bahía de Mejillones del Sur.

(SONDER) HOWE

Euhymenia limensis SONDER, en K ÜTZING 1849: 743. Halymenia limensis K liT Z iN G 1866, Tab. Phyc. 16. pl. 97. Sebdenia heteronema nO'H'E 1914: 163, pl. 58. Sebdenia limensis (SONDER) HOWE 1914: 160; DAWSON, ACLETO y FOLVIK 1964: 57, pl. 37, fig. B;pl. 52, fig. A;pl. 53; fig. A. Talo de color rojo oscuro, de 12-22 cm de alto y 20-30 cm de ancho, membranoso, delgado, de 115 um de grosor, dividido desde la parte media en 5 o más lóbulos de forma oblonga, de 9-15 cm de largo y 5-13 cm de ancho; márgenes enteros, ondulados, o con proliferaciones en forma de hojas, de 1 cm de largo y 0.5 cm de ancho. Superficie de la fronda con abundantes proliferaciones foliares de 0.5 a 3 mm de diámetro (Fig. 11). El talo en sección transversal (Fig. 30) presenta una médula más bien compacta de 76 um de grosor, compuesta de filamentos de 5 um de diámetro, entremezclados con células pequeñas de 7,6 um de diámetro. Corteza de una capa de células, de forma aovada, de 3 um de alto y 5 um de ancho, con denso contenido granular. Cistocarpos


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inmersos en la región medular. Carpósporas originándose a partir de todas las células del gonimoblasto, de forma redonda y de 3 a 7 um de diámetro, formando el conjunto una masa esférica un tanto comprimida de 140 um de diámetro mayor, rodeadas de filamentos estériles sueltos que conforman un pericarpo un tanto difuso (Fig. 31). No se encontraron ejemplares tetraspóricos, ni gametófitos masculinos. Disciisión

Sebdenia limensis guarda una estrecha relación con las especies Sebdenia chinchensis TAYLOR y Sebdenia afuerensis TAYLOR, descritas para la costa peruana ( t a y l o r 1947). La gran variabilidad morfológica observada en los especímenes de la costa del Norte de Chile plantea cierta duda acerca de la identidad de las especies de t a y l o r . Sólo un estudio exhaustivo de un mayor número de especímenes provenientes de diversos hábitats podrá establecer a futuro los límites morfológicos precisos de esta especie. Hábitat

La especie vive en substratos de arena con conchuela entre 12 y 20 m de profundi­ dad. Material Estudiado

ALGIOA N ° 426, leg. M. E. RAM IREZ, 13.VIL 1976; ejemplar estéril, recolectado con rastra entre 15-20 m de profundidad en Caleta Errázuriz, Antofagasta. ALGIOA NO 450, 449, leg. l u i s f r a z a n i , 13.XI.1976; ejemplares cistocárpicos, recolec­ tados con rastra a 12 m de profundidad en la Bahía de Mejillones del Sur, Antofagasta. Registros en Chile

La especie no ha sido citada anteriormen­ te para la costa de Chile, por lo que su hallazgo en Antofagasta constituye un nuevo registro para la flora algológica chilena.

19 Distribución Geográfica

Conocida sólo de Perú, Bahía de Sechura 1914 ; d a w s o n ,

( h o w e 1914 ) y Callao, ( h o w e ACLETO y FOLDVIK 1964 ).

RHODOPHYTA RHODYMENIALES RHODYMENIACEAE

Rhodymenia hancockii DAWSON DAWSON 1941: 146, pl. 20 fig. 38. ABBOTT & HOLLENBERG 1976: 557, SANTELICES & ABBOTT

fig. 502.

1978: 128.

Talo de 6 hasta 12 cm de alto, de color rosado, coriáceo, grueso, adherido al subs­ trato por un disco basal discoidal de 5 mm de diámetro. Estipes cilindricos de 1 a 3 mm de grosor, simpodialmente ramificados. Hojas peltadas dispuestas en forma alterna, de 3 a 5 mm de ancho, de ápices redondos y bordes enteros. En las porciones basales éstas se extienden en ángulos rectos o agudos en relación a los estipes (Fig. 12). El talo en sección transversal (Fig. 32) presenta un grosor de 312 um. Corteza de una capa de células pigmentadas dispuestas anticlinalmente, de 12,5 um de alto y 6,2 um de diámetro. Subcorteza de 3 capas de células ovoides de 12,5 um de alto y 18 um de diámetro, dispuestas periclinalmente y con bastante contenido granular. Médula parenquimatosa de 4 a 5 capas de células incoloras, poliédricas, con un diámetro mayor de 75 um las más grandes. Los especímenes estudiados no presentan estructuras reproductoras.

Discusión

Rhodymenia hancockii guarda cierta simi­ litud con Rhodymenia rhizoides DAWSON descrita para la costa de California, pero difiere de ésta en el grosor del talo y en la ausencia de rizoides basales.


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Hábitat

La especie vive entre O y 5 m, adherida a rocas en zonas expuestas al oleaje. Material Estudiado.

ALGIOA NO 333, 334, leg. m . a v e n d a ñ o , 3.II. 1978, adherida a rocas, submareal alto; Caleta Errázuriz, Antofagasta.

medio y monostromático en las partes ad­ yacentes a él. La porción poliestromática mide 79 um y está formada por 3 capas de células. La región monostromática mide 43 um y está formada de 1 capa de células subcuadradas de 25 um de alto p o r2 9 u m de ancho. No se encontraron especímenes reproductivos. Discusión

Registros en Chile

La especie ha sido señalada previamente para Iquique ( s a n t e l i c e s . & a b b o t t 1978). Su hallazgo en Antofagasta amplía el límite Sur de la distribución geográfica conocida para la especie en el Pacífico Sur Oriental. Distribución Geográfica

México: Golfo de California; Isla Angel de la Guarda; Isla Santa Catalina ( d a w s o n 1941).

RHODOPHYTA CERAMIALES DELESSERIACEAE

Phycodrys cerrateae

La especie guarda una extraordinaria seme­ janza con Phycodrys quercifolia (B O R Y ) SK O TTSB. de Chile austral; el único carácter distinguible entre ambas especies es la presen­ cia de proliferaciones foliares en los márgenes de las hojas. Phycodrys cerrateae DAWS., ACLET., & FOLD., presenta en forma notable este carácter en tanto que Phycodrys quer­ cifolia (B O R Y ) SK O T TSB . no lo presenta. Sólo un estudio taxonómico más fino de ambas especies que contemple un análisis a nivel de estructuras reproductivas podrá aclarar a futuro si se trata de especies dis­ tintas o bien de una sola especie. Hábitat

DAWSON, ACLETO &

FOLDVIK. DAWSON, ACLETO & FOLDVIK

1964; 80 pl.

19, fig. A; pl. 22, fig. B. Talo de 10 a 12 cm 'de alto de color rojo oscuro (Fig. 13). Fronda delicada, formada de 3 a más hojas lanceoladas muy ramificadas que se originan de un estipe cilindrico de 4 mm de diámetro. Hojas primarias de 1 a 2 cm de ancho con un nervio medio conspicuo, de 1 mm de grosor y venas laterales opuestas, claramente visibles. Ramas secundarias opues­ tas y semejantes a las primarias. Márgenes de las hojas con proliferaciones foliares de forma lanceolada o largamente aovadas, pediceladas, poco espaciadas y de 5 a 20 mm de largo por 5 a 7 mm de ancho. El talo en sección transversal (Fig. 33) es poliestromático en la región del nervio

La especie es submareal, se le encuentra habitualmente viviendo en substratos de arena y conchuela, adherida a conchas de bivalvos entre 10 a 15 m de profundidad. Material Estudiado RAM IREZ,

29.III. 1978; Bahía de Mejillones del Sur. IQ “• RAMIREZ, 13.XI. 1976; Bahía de Mejillones del Sur. Registros en Chile

La especies no ha sido señalada previa­ mente en la costa chilena, por lo que su hallazgo en Antofagasta constituye un nuevo registro para la flora ficológica chilena. Distribución Geográfica

Sólo conocida de Barranco, cerca de Lima, Perú (DAWSON, ACLETO & FOLDVIK 1964)!


M. E. RAMIREZ / Nuevos registros de algas marinas

Branchio^ossum woodii

(J. A G .) KYLIN

1944: 321; d a w s o n 1962: 77, pl. 34 fig. 1, pl. 39 fig. 1; SMITH 1969: 335, pl. 86 fig. 5-8.

DAWSON

Talo de 7 cm de alto (Fig, 14), de color rosado intenso. Fronda membranosa, delica­ da, ramificada subdicotómicamente y pinnada, con tres órdenes de ramificación. Las ramas mayores y menores con ejes percurrentes subopuestamente ramificados. Ejes y ramas aplanadas de 1 a 4 mm de ancho, atenuándose hacia la parte terminal, finali­ zando en un ápice agudo. Nervio medio del eje y ramas mayores aplanado, visible y de 1 mm de ancho. Talo monostromático a ambos lados del nervio medio; poliestromático en la región del nervio medio. Apices de las ramas con células apical conspicua (Fig. 34), que se divide transversalmente originando un eje principal destacado, a cuyos lados se distribuyen las células en forma regular. Cistocarpos localizados en el nervio medio, principalmente en ramas secundarias y pinnas, de 800 um de ancho y 1.000 um de largo, abriéndose en un ostíolo. Gonimoblastos desarrollándose a partir de una gran célula placentaria de forma irregular (Fig. 35). Carpósporas termi­ nales. No se encontraron ejemplares tetrasporofíticos, ni gametófitos masculinos. Hábitat

Especie submareal colectada a 10 m de pro­ fundidad en substrato de arena y cascajo. Material Estudiado

ALGIOA N ° 423, leg. m . e . r a m i r e z , 13.VIL1976, material cistocárpico; Bahía de Mejillones del Sur, Antofagasta. Registros en Chile

No existe ninguna cita previa de esta especie para la costa de Chile, de manera que su hallazgo en Antofagasta constituye un nuevo registro para la flora algológica chilena.

21 Distribución Geográfica

Conocida en la localidad tipo, Isla de Vancouver, además en la Península de Monterrey, Santa Bárbara, California, B^a California y Golfo de California ( s m i t h 1969). Hypoglossum aitenuatum

GARDNER

Hypoglossum absycolum TAYLOR 1945: 277, pl. 89, fig. 1,2; DAWSON 1944: 321. Hypoglossum attenuatum var. attenuatum DAWSON e Hypoglossum attenuatum var. absycolum DAWSON 1962: 77, 78, 79, pl. 34, fig. 3. Hypoglossum attenuatum GARDNER 1927a: 104, pl. 20, fig. 3, pl. 35-36. Talo erecto hasta 8 cm de alto (Fig. 15), partes inferiores del talo a veces denudada, desde escaso a muy ramificado, ramificacio­ nes levantándose desde un nervio medio el que llega a desaparecer en las últimas divisiones. En las plantas estériles las hojas son lanceoladas terminando en punta tanto en el ápice como en la base, de 0,5 - 3 (4) cm de largo y de 0,3 a 0,5 cm de ancho. Apices de las ramas con una célula apical conspicua dividiéndose transversalmente, célu­ las originadas de las divisiones, dispuestas en forma regular alcanzando los márgenes de la hoja. Porciones laterales al nervio me­ dio monostromática de 60 um de ancho y región del nervio, poliestromática de 180 um, presentando una zona central de célu­ las rectangulares, incoloras y grandes y una capa de células más pequeñas y pigmentadas a ambos lados de ésta (Fig. 36). Discusión

Los especímenes recolectados en la zona presentan variación morfológica, encontrán­ dose ejemplares más ramificados de hojas más anchas y ejemplares menos ramificados de hojas más estrechas; algunos especímenes coinciden con algunas características dadas por TAYLOR (1945) y d a w s o n (1962) para H. absycolum t a y l o r e H. attenuatum var.


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absycolum DAWSON respectivamente por lo que concluimos y estamos de acuerdo con DAWSON 1962, que los especímenes corres­ ponden todos a una sola especie natural, la descrita por G a r d n e r 1927a comoHypo^ossum attenuatum. Hábitat

Especie submareal colectada varada en la playa. Material Estudiado

ALGIOA N ° 622, 623, leg. J. t o m i c i c , 3.V. 1978, especímenes estériles; Bahía San Jorge, Antofagasta, Chile. Registros en Chile

Esta especie no ha sido registrada previa­ mente en la costa de Chile, por lo que su hallazgo en Antofagasta constituye un nuevo registro para la flora ficológica chilena.

porción inferior de los lóbulos. En sección transversal (Fig. 37) el talo mide 48,6 um de grosor y presenta un solo estrato de células de forma rectangular, de 33 um de alto y 57,8 um de diámetro mayor con paredes celulares de 9 um de grosor. En vista superficial la fronda presenta venas microscópicas ramificadas y las células son de forma poliédrica, disminuyendo progresivamente de tamaño hacia los bordes. (Fig. 38). Los ejemplares estudiados no presentan estructuras reproductoras. Discusión

Sin duda esta especie por su tamaño y forma del talo se diferencia bastante de las otras especies de Cryptopleura. Tal vez, podría confundirse con Cryptopleura imbricata DAWSON, citada para Baja California, México, pero esta especie presenta lóbulos sobrepuestos y es más bien postrada.

Distribución Geográfica

Conocida de la localidad tipo, Puerto Libertad, Sonora (México); también en el Golfo de California, Pacífico de Baja Cali­ fornia ( d a w s o n 1962); Costa Rica, Colombia, Ecuador: Archipiélago Galápagos ( t a y l o r 1945). Cryptopleura corallinara

Hábitat

Habitualmente esta especie es intermareal y vive en forma epífita sobre algas del género Corallina o sobre animales como Pyura sp. También se encuentra en el submareal a 10 m de profundidad, epífita sobre Cladophora fascicularis (M E R T Z ) K Ü T Z .

(N O T T ) GARDNER

Material Estudiado

Nitophyllum corallinarum NOTT 1900: 24, pl. 3, fig. 10 Acrosorium corallinarum (N O T T ) KYLIN 1924: 78. Cryptopleura corallinara (N O T T ) GARDNER 1927: 240; d a w s o n 1962: 68, pl. 49, fig. 1.; DAWSON, ACLETO & FOLDVIK 1964: 81, pl. 34, fig. B.; ABBOTT & HOLLENBERG 1976: 666, fig. 612. Talo de 1,5 a 3,5 cm de alto y 0,3 a 1,5 cm de ancho, de color rojo. Ramificación dicotomo-flabelada, últimos segmentos anchos y lobulados, de ápices redondos y bordes enteros (Fig. 16). Rizoides de fijación en la

ALGIOA N° 600, 601, leg. c. d i a z , 29.V. 1978, epífita sobre Cladophora fascicularis a 10 m de profundidad en Bahía de Meji­ llones, Antofagasta. Registros en Chile

Previamente señalada para Iquique ( p i n t o 1978). Su hallazgo en Antofagasta extiende su límite Sur de distribución geográfica en el Pacífico Sur Oriental. Distribución Geográfica

Pacífico Norte, California, Península de


M. E. RAMIREZ / Nuevos registros de algas marinas

Monterrey México:

(a b b o tt

&

Pacífico

(ABBOTT & HOLLENBERG

Perú: Talara 1964). Chile: Iquique

( d a w s ., (p in to

1976). California

h o lle n b e rg

de Baja 1976). a c le t

&

fo ld v .

1978).

CERAMIALES DASYACEAE

Heterosiphonia subsecundata

(SU HR) FALK.

Dasya subsecundata SUHR, Flora 1840, S. 280 . Dasya subsecunda J. AG. 1863, S. 1181. Dasya subsecunda HARVEY 1847 : 67 , pl. 27 . Dasya chilensis MONT. 1852 : 311 . Heterosiphonia subsecundata (SU H R) FAUCENBERG 1901 , S. 641 , T af 18, fig. 20 ; s e t c h e l l & GARDNER 1937 : 84 , fig. 42 - 43 ; l e v r i n g 1941 : 651 . Talo de color rosado a rojo oscuro, en parte postrado, de 2 cm de alto (Fig. 17). Ejes erectos, aplanados, muy dehcados, de 0,2 mm de grosor, completamente ecorticados y ramificados en forma alterna, con 3-4 internudos de separación entre cada rama. Ejes laterales conservando el mismo esquema de ramificación de los ejes ma­ yores, originando ramas más cortas y dicótomas, con los últimos segmentos de estructura monosifónica. En sección transversal los ejes principa­ les presentan de 7 a 9 células pericentrales (Fig. 39 ). Tetrasporangios esféricos, dividi­ dos en forma cruciada y reunidos de a 4 o más, en estiquidios de 1/2 mm de largo. (Fig. 40 ). No se encontraron especímenes cistocárpicos, ni plantas gametofíticas masculinas. Discusión La especie guarda una estrecha relación con Heterosiphonia erecta Gardner descrita para la costa californiana ( G a r d n e r 1927 a). La direrencia fundamental entre estas dos

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especies está en el número de células peri­ centrales. Heterosiphonia erecta presenta cuatro células pericentrales en tanto que Heterosi­ phonia subsecundata presenta siete o más de siete. La H. subsecundata señalada para la costa californiana fue incluida por s e t c h e l l & g a r d n e r (1937) bajo i í erecía por presen­ tar cuatro células pericentrales. Hábitat Esta especie se encuentra habitualmente viviendo en forma epífita sobre otras algas, o sobre Pyura sp. en el límite superior del submareal hasta tres metros de profundidad. Material Estudiado

ALGIOA NO 610, 611, leg. j. t o m i c i c , 3.V .1978, ejemplares tetraspóricos, colectados de material varado; Caleta Errázuriz, An­ tofagasta. ALGIOA NO 662, leg. m. e . r a m i r e z , 2 4 .x . 1978, ejemplar estéril, epífito sobre Pyura sp. en Bahía San Jorge, Antofagasta. Registros en Chile

La especie ha sido señalada anteriormente para Valparaíso ( s u h r 1840) e isla de Chiloé ( m o n t a g n e 1852) y para Isla Juan Fernández ( l e v r i n g 1941). El hallazgo de esta especie en Antofagasta extiende el límite Norte de distribución geográfica conocido para la especie en el Pacífico Sur Oriental. D istribución G eográfica

Especie endémica de Chile. AGRADECIMIENTOS AI Sr. JORGE TOMICIC y EXEQUIEL LILLO del Instituto de Investigaciones Oceanológicas de la Universidad de Antofagasta, como así también a los estudiantes de la Carrera de Ingeniería de Eje­ cución en Acuicultura de esa misma Universidad


BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL DE HISTORIA NATURAL

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por su inestimable colaboración en la obtención de algas de profundidad. A la Sra. RUBI SALAS por su eficiente trabajo dactilográfico.

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BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL DE HISTORIA NATURAL

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F I G U R A S

Fig. 1. Fig. 2 . Fig. 3. Fig. 4 y Fig. 6. Fig. 7 . Fig. 8 . Fig. 9. Fig. Fig. Fig. Fig. Fig. Fig. Fig. Fig.

Pugetía mexicana DAWSON. Hábito planta tetraspórica. Cryptonemia peruviana ACLETO. Hábito planta vegetativa. Zanardinula abbreviata (SETCHEli & GARDNER) ra: TONI. Hábito planta vegetativa. S.Rhodoglossum affine (HARV.) KYLIN. Especímenes cistocárpicos. Hypnea spicifera (SUHR ) HARV. Hábito planta cistocárpica. Ahnfeltia gigartinoides C. AG. Hábito planta vegetativa. Stenogramma interrupta (C. AG.) MONT. Hábito planta vegetativa. Stenogramma interrupta (C. AG.) MCWT. Hábito planta femenina.

Stenogramma interrupta (C. AG) M m T . Hábito planta tetraspórica. Sebdenia limensis (SONDER) HOWE. Hábito planta vegetativa. Rhodymenia hancockii DAV/SON. Hábito planta vegetativa. Phycodrys cerrateae DAWSON, ACLETO y FOLDVK. Hábito planta vegetativa. Branchioglossum woodii (J. AG.) KYLIN. Hábito planta cistocárpica. 15. Hypo^ossum attenuatum GARDNER. Hábito planta vegetativa. 16. Cryptopleura corallinara (NOTT) GARDNER. Hábito planta vegetativa. 17. Heterosiphonia subsecundata (SUHR) FALK. Hábito planta tetraspórica.

10. 11. 12. 13. 14.

Fig. 18. Fig. 19. Fig. 20. Fig. 21.

Pugetia mexicana DAWSON. Corte transversal talo tetraspórico con tetrásporas en formación. Cryptonemia peruviana ACLETO. Corte transversal del talo vegetativo. Zanardinula abbreviata (SETCHELL & GARD.) DE TONI. Corte transversal talo vegetativo. Rhodoglossum affine (HARV.) KYLIN. Corte transversal planta tetraspórica. Tetrasporangios con

tetrásporas divididas cruciadamente. Fig. 2 2 . Rhodogfossum affine (HARV.) KYLIN. Corte transversal planta cistocárpica. Fig. 23. Hypnea spicifera (SUHR) HARV. Sección transversal de talo vegetativo. Fig. 24. Hypnea spicifera (SUHR) HARV. Sección transversal planta cistocárpica. Fig. 25. Hypnea spicifera (SUHR) HARV. Sección transversal del talo tetrasporofítico. Tetrasporangios con tetrásporas zonadas en la región cortical. Fig. 26. Ahnfeltia gigartinoides J. AG. Sección transversal de talo vegetativo. Fig. 27. Stenogramma interrupta (C. AG.) MONT. Sección transversal talo vegetativo. Fig. 28. Stenogramma interrupta (C. AG.) MONT. Sección longitudinal planta femenina. Rama carpogonial, carpogonio, ce'lula auxiliar. Fig. 29. Stenogramma interrupta (C. AG.) MONT. Sección transversal planta tetraspórica. Nematecios, tetrás­ poras divididas cruciadamente. Fig. Fig. Fig. Fig. Fig. Fig.

30. 31. 32. 33. 34. 35.

Sebdenia limensis (SONDER) HOWE. Sección transversal talo vegetativo. Sebdenia limensis (SONDER) HOWE. Sección transversal planta cistocárpica. Rhodymenia hancokii DAWSON. Sección transversal talo vegetativo. Phycodrys cerrateae DAWSON, ACLET. & FOLD. Sección transversal talo vegetativo. Branchioglossum woodii (J. AG.) KYLIN. Apice de rama. Branchioglossum woodii (J. AG.) KYLIN. Sección transversal planta cistocárpica.

Fig. 36. Hypoglossum attenuatum GARD. Sección transversal talo vegetativo. Fig. 37. Cryptopleura cora//í/iaw (N O T T ) GARDNER. Sección transversal talo vegetativo. Fig. 38. Cryptopleura corallinara (NOTT) GARDNER. Vista superficial fronda. Venas microscópicas ramifi­ cadas. Fig. 39. Heterosiphonia subsecundata (SUHR) FALK. Corte transversal talo. Célula axial y células pericentrales. Fig. 40. Heterosiphonia subsecundata (SUHR) FALK. Planta tetrasporofítica. Estiquidio con tetrasporangios.











Bol. Mus. Nac. Hist. Nat. Chüe. 39: 29-36 (1982)

ANALISIS DE LA CUTICULA FOLIAR DE LAS ESPECIES CHILENAS DEL GENERO SCHINUS L. (ANACARDIACEAE)

ELIZABETH BARRERA M. •

¡NES MEZA P. •

RESUMEN Se describe la cutícula foliar de las especies chilenas del género Schinus L.: S. kauselii, S. latifolius, S. molle var. areira, S. montanus, S. patagonicus, S. pearcei, S. polygamus y S. velutinas. Se reconocieron como características estables para diferenciar las especies entre sí: distribución, frecuencia, tamaño y estructura de estomas y tricomas e índice estomático.

ABSTRACT The fo lia r c u tic le o f the C h ilean s p e c ie s o f the g e n u s Schinus L. : S. kauselii. S. latifolius, S. molle var. areira, S. montanus, S patagonicus, S. pearcei, S. polygamus a n d S. velutinus a re d e s c rib e d . Distribution, frequency, size and structure of stomata and trichomes and stomatal index are permanent characteristics usable to differentiate the species.

INTRODUCCION E1 objetivo de la presente contribución es entregar una descripción de la cutícula foliar de las especies chilenas del género Schinus L . y proponer una clave basada en los carac­ teres cuticulares. Estos estudios son hasta el momento netamente descriptivos, razón por la cual la información que se entrega es de carácter complementario de la que ya se tiene sobre las especies estudiadas. Esta colaboración es la segunda de una serie de trabajos que se entregarán sobre los caracteres cuticulares de fanerógamas •

chilenas; las generalidades acerca de estos estudios se han presentado en la comunicación anterior ( b a r r e r a y m e z a 1979). MATERIAL Y METODOS Se trabajó con material obtenido de la colección del Herbario del Museo Nacional de Historia Natural (SGO). El tratamiento a que fueron sometidas las muestras ya ha sido detallado con anterioridad en b a r r e r a y m e z a (1979). Las observaciones, mediciones y fotomicrografías se hicieron en un microscopio l e i t z d i a l u x 20.

Museo Nacional de Historia Natural - Casilla 787. Santiago de Chile.


BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL DE HISTORIA NATURAL

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Todos los promedios se obtuvieron sobre 20 medidas; la densidad de estomas y tricomas se obtuvo midiendo en una superficie de 0,15 mm^ y llevando sus valores a 1 mm^. Los caracteres considerados en cada es­ pecie fueron los siguientes; largo y ancho de células interreticulares, de células epinérvicas, de estomas y tricomas; densidad de estomas y tricomas. Para la cara abaxial de todas las especies se entrega el valor del índice estomático, que es la relación entre el número de estomas por unidad de super­ ficie con el número de células interreticula­ res en la misma superficie ( s t a c e 1965). Las descripciones de la cutícula foliar para cada especie, que van precedidas de algunas características macroscópicas extrac­ tadas de BARKLEY (1957) y c a b r e r a (1938), incluyen sólo valores promedio, los cuales al encontrarse separados por x corresponden el primero a la longitud y el segundo al ancho, dichas mediciones fueron efectuadas con aumento 40 x y ocular 10 x; en cuadro aparte se entregan, fuera de los promedios, los va­ lores mínimos y máximos (Cuadro 1). La nom enclatura utilizada para describir los complejos estomáticos corresponde a la entre­ gada porvAN COTTHEM (1970b). Las especies estudiadas presentan más de un tipo estom áti­ co; en las descripciones se señala sólo el tipo dominante.

ticulares de paredes levemente onduladas, 52,7u x 3 4 ,lu. Células epinérvicas rectangu­ lares, generalmente con uno de sus extremos aguzado, de paredes rectas, 52,3u x 21,5u. Estomas poco abundantes, distribuidos en hilera a ambos lados del nervio medio, 31,8u X 28,9u, densidad ló/mm ^. Complejo esto­ mático paracítico. Tricomas filiformes unicelulares abundantes sobre el nervio medio, muy escasos en el resto de la superficie, sólo estos últimos presentan células subsidia­ rias, 172,3u X 21,2u de ancho en la base, densidad 5,7/mm2. Cara abaxial (Fig. 1): Células interreticula­ res de paredes rectas, onduladas o escasamen­ te lobuladas, 41,5u x 20,9u. Células epinérvi­ cas rectangulares de paredes rectas, general­ mente con uno' de sus extremos aguzado, 46,9u x 16u. Estomas distribuidos en toda la superficie, 30,8u x 25,4u, densidad 173/mm2, índice estomático 4,1. Complejo estomático paracítico. Tricomas filiformes unicelulares distribuidos en toda la super­ ficie, 261,6u X 38,6u de ancho en la base, con células subsidiarias, densidad 3,6/mm2. Material estudiado: SGO pm. Fan. 230, 231, 232, 289, 290, 291 (SGO 70386, Curicó, Potrero Grande). Schinus latifolius

(GILLIES) ENGL.

DESCRIPCION Schinus kauselii b a r k l . Arbusto o árbol pequeño, ramas delgadas no espinosas, pilosas - aterciopeladas. Hojas algo coriáceas, truncadas hacia la base, ápice crenulado-dentado en el margen, pilosa puberulenta en ambas caras, 1,5 - 3 cm de largo x 1 - 3 cm de ancho. En Chile se distribuye desde Río Blanco, V Región (32° 50’S -70° 20’W) a Cerrillos, VII Región (350 40’S-72O 35’ W). Descripción de la cutícula

Cara adaxial (Figs. 2 y 3): Células interre­

Arbol de poca altura, ramas glabras. Hojas alternas, coriáceas, glabras en ambas caras, obtusas a subagudas en el ápice, irregular­ mente sinuado-dentadas, obtusas hacia la base, 3-5 cm de largo x 1-2,5 cm de ancho. En Chile se distribuye desde Illapel, IV Región (31° 37’ S-71° 11’ W) a Constitución, VII Región (35° 20’ S - 72° 26’ W). Descripción de la cutícula

Cara adaxial (Figs. 5 y 6 ): Células interre­ ticulares de paredes onduladas, 44,5u x 27,2u. Células epinérvicas rectangulares de paredes rectas, 35,6u x 16,7u. Estomas escasos, anomocíticos, dispuestos sólo en el área


e L MEZA / Cutícula follar de Schinus L.

31

adyacente al nervio medio, algo más abun­ dantes hacia la base de la hoja, 30,2u x 26,7u. Tricomas filifom es unicelulares muy escasos, sólo sobre el nervio medio, 198,2u x 24,2u de ancho en la base, sin células subsi­ diarias.

17,8u. Células epinérvicas rectangulares de paredes rectas, 22,3u x 8,4u. Estomas en toda la superficie, anomocíticos, 27,6 x 21,3u, densidad 112/mm2, índice estomá­ tico 4,7. Tricomas cuneiformes unicelulares más abundantes que en la cara adaxial, 60,5u X 10,4u de ancho en la base, densidad 28,7/mm2, sin células subsidiarias. Tricomas vesiculosos frecuentes en toda la superficie.

E. BARRERA

Cara abaxial (Fig. 4): Células interreticu­ lares de paredes onduladas, 29,8u x 19,5u. Células epinérvicas rectangulares o fusifor­ mes, de paredes rectas, 41,6u x 13,4u. Esto­ mas distribuidos en toda la superficie, 27u X 22,4u, anomocíticos, densidad 149/mm2, índice estomático 9,4. No presenta tricomas. Material estudiado: SCO pm. Fan. 227, 228 (SGO 79490, Santiago, Cuesta La Dor­ mida). Schinus molle

L . v a r.

areira

( L .) DC.

Arbol de hasta 10 m de alto, ramas delga­ das. Hojas imparipinadamente compuestas con 17-35 folíolos, glabras, con pocos pelos en el raquis o raramente puberulentas, folío­ los coriáceos, lanceolados, enteros o más o menos aserrados en el margen, mucronados, atenuados hacia la base, 1,5-5 cm de largo x 2-lOm m de ancho. En Chile se distribuye desde Caldera, III Región (270 q4’ S - 700 51’ W) a Termas de Colina, Región Metropolitana (330 12’ S-7Q 0 37’ W). Descripción de la cutícula

Cara adaxial (Figs. lO, 11, 12): Células interreticulares de paredes rectas de 29,7u X 16,2u. Células epinérvicas rectangulares a cuadradas, de paredes rectas, 19,3u x 9,4u. Estomas distribuidos en toda la superficie, anomocíticos, 28,5u x 21,8u, densidad 96,7/mm2. Tricomas cuneiformes unicelu­ lares distribuidos en toda la superficie, 64u X 9,7u de ancho en la base, densidad 9,3/mm2, sin células subsidiarias. Tricomas vesiculosos frecuentes en toda la superficie. Cara abaxial (Fig. 9): Células interreticula­ res de paredes generalmente rectas, 26,4u x

Material estudiado: SGO pm. Fan. 295 (SGO 59952, Santiago, Termas de Colina). Schinus montanus

(PH IL .) ENGL.

Arbusto de hasta 3 m de alto, ramas glabras. Hojas alternas, coriáceas, glabras en ambas caras, ovadas a orbiculares, obtu­ sas hacia el ápice, enteras o más o menos crenado-serradas, base obtusa a subcordada. En Chile se distribuye desde Salto de Agua, III Región ( 2 6 0 45’ S'- 6 9 0 35’ W) a Potrero Grande, VII Región (360 07’ S - 710 05’ W). Descripción de la cutícula

Cara adaxial (Fig. 8): Células interreticula­ res de paredes onduladas, 48u x 32,3u. Célu­ las epinérvicas de forma variada, paredes rectas, 43,4u x 24u. Estomas muy escasos, sólo en los costados del nervio medio, anomocítico, 37,4u X 26,lu. No presenta tricomas. Cara abaxial (Fig. 7): Células interreticula­ res de paredes rectas o muy poco onduladas, 45,2u X 23,2u. Células epinérvicas rectangu­ lares de paredes rectas, algunas con uno de sus extremos agudo, 39,6u x 16,7u. Estomas distribuidos en toda la superficie, anomocí­ ticos, 35,2u X 26,4u, densidad 180/mm2, índice estomático 11,2. No presenta tricomas. Material estudiado: SGO pm. Fan. 221, 222, 223, 224, 225 (SGO 70380, Curicó, Potrero Grande); 293, 294 (SGO 79481, Santiago, Cerro Robles). Schinuspatagonicus

(PH IL.) L M. K)HNSrON

Arbusto de hasta 5 m

de alto, ramas


32

BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL DE HISTORIA NATURAL

gruesas, no espinosas, glabras o muy rara­ mente espaciadamente pilosas-puberulentas. Hojas coriáceas, ovadas, o subagudas, rara­ mente obtusas, enteras o algo crenadas, agudas hacia la base, glabras o con el nervio medio diminutamente puberulento, 2,5 cm de largo x 1-2,5 cm de ancho. En Chile se distribuye desde Longaví, VII Región (36° 22’ S - 71 o 08’ W) a Maga­ llanes, XII Región (53° 00’ S - 70° 40’ W). Descripción de la cutícula

Cara adaxial (Figs. 14 y 15): Células interreticulares de paredes poco onduladas, 5I,4u X 2 6 ,lu. Células epinérvicas rectan­ gulares de paredes rectas, 35u x 22,4u. No presenta estomas. Tricomas filiformes unice­ lulares distribuidos sólo sobre el nervio medio y más abundantes hacia la base de la hoja, 91,9u X 15,5u de ancho en la base, densidad 16,6/mm2, sin células subsidiarias. Cara abaxial (Fig. 13): Células interreticu­ lares de paredes rectas o levemente onduladas, 43,8u X 20,8u. Células epinérvicas rectangula­ res de paredes rectas, 43,9u x 17,8u. Estomas distribuidos en toda la superficie, 34u x 25,2u, densidad 129/mm2, índice estomático 8,9, complejo estomático paracítico. No presenta tricomas. Material estudiado: SCO pm. Fan. 213 (SCO 94844, Cautín, Parque Nacional Conguillío). Schinus pearcei ENGL. Arbusto o árbol pequeño de hasta 6 m de alto, ramas delgadas, glabras. Hojas simples a imparipinadamente compuestas, lanceo­ ladas, obtusas, espaciadamente puberulentas, enteras, crenado-serradas o lobadas, cuneadas en la base, 1,5-6 cm de largo; largo pecíolo; 3-11 folíolos lanceolados, obtusos, poco puberulentos, enteros, crenados, serrados o lobados, cuneados en la base, 7-25 mm de largo. En Chile se distribuye desde Río Manflas,

n i Región. (280 20’ S - 690 59’ W) a Limarí, IV Región. (300 40’ S - 7 lO 38’ W). Descripción de la cutícula

Cara adaxial (Fig. 17): Células interreticu­ lares de paredes rectas'a levemente onduladas, 32,6u X 17,8u. Células epinérvicas rectangu­ lares, algunas con uno de sus extremos agudo, 35,6u X 13,8u. Estomas distribuidos en toda la superficie, 3 4 ,lux25,7u, densidad84/mm2, complejo estomático paracítico. Tricomas filiformes unicelulares escasos, distribuidos sólo sobre el nervio medio, 41,Su x 12,2u de ancho en la base, sin células subsidiarias. Tricomas vesiculosos escasos. Cara abaxial (Fig. 16): Células interreticulares de paredes rectas, 32,5u x 20,9u. Células epinérvicas rectangulares de paredes rectas, 22,2u X 12,9u. Estomas distribuidos en toda la superficie, 33, lu x 26,3u, densidad 83,3/mm2, índice estomático 4,9, comple­ jo estomático paracítico. Tricomas filiformes unicelulares escasos, sólo sobre el nervio medio, 72,3u x 14,2u de ancho en la base. Tricomas vesiculosos más abundantes que en la cara adaxial. Material estudiado: SGO pm. Fan. 218, 219, 220 (SGO 94722, Coquimbo, Limari oriente). Schinus polygamus

(CAV.) CABRERA

Arbusto o árbol de poca altura, ramas glabras o diminutamente puberulentas. Hojas delgadas, glabras o escasa y espaciadamente pilosas, oblanceoladas, obovadas, oblongas o espatuladas, obtusas en el ápice, margen entero, raramente serrado, dentado o con lóbulos cerca de la base; base obtusa a cu­ neada, 9-35 mm de largo x 3-10 mm de ancho. En Chile se distribuye desde Sandón, II Región (250 15’ s - 690 18’ W) a Negrón, X Región (40O 18’ S - 73 ° 00’ W). Descripción de la cutícula

Cara adaxial (Fig. 20): Células interreti­


Cutícula foliar de Schinus L.

33

culares de paredes onduladas, 40,2u x 21,9u. Células epinérvicas generalmente cuadradas o rectangulares, de paredes rectas, 27ux 13,8u. Estomas distribuidos en toda la superficie, 32,2u X 25u, densidad lOO/mm^, complejo estomático anomocítico. Tricomas cunei­ formes en toda la superficie, más abundantes sobre el nervio medio, 52,Su x 13,8u de an­ cho en la base, densidad 7,3/mm2, con células subsidiarias. Cara abaxial (Figs. 18 y 19): Células interreticulares de paredes onduladas, 39,9u x 23,4u. Células epinérvicas de paredes rectas, generalmente rectangulares, 59,9u X 15,2u. Estomas distribuidos en toda la superficie, 30,7u x 23,8u, densidad 125/mm2, índice estomático 8,2, complejo estomático anomocítico. Tricomas cuneiformes distri­ buidos en toda la superficie, 60,4u x 14,6u de ancho en la base, densidad 14/mm^, con células subsidiarias. Material estudiado: SGO pm. Fan. 216, 217 (SGO 86318, Coquimbo, Combarbalá).

Cara abaxial (Figs. 21 y 24): Células interreticulares de paredes poco onduladas, 29,7u X 14,8u. Células epinérvicas rectan­ gulares de paredes rectas, 41,5u x ll,2 u . Estomas anomocíticos distribuidos en toda la superficie, 24, lu x 20,9u, densidad 242/mm2, índice estomático 5,4. Tricomas fihformes unicelulares en toda la superficie, tan abundantes como en la cara adaxial, 472,8u X 29u de ancho en la base, densidad 34,6/mm2.

E. BARRERA e L MEZA /

Schinus velutinus

(XURCZ.) i. M.

jo h n s t o n

Arbol pequeño, ramas moderadamente delgadas, pilosas-aterciopeladas. Hojas ovadas a oblongas, obtusas, irregularmente sinuadodentadas, obtusas hacia la base, pilosas o aterciopeladas en ambas caras; 2-7 cm de largo x 12-37 mm de ancho. En Chile se distribuye desde Catemu, V Región (32^ 47’ S - 71° 00’ W) a Los Queñes, VII Región (35? 01’ S - 70° 49’ W). Descripción de la cutícula

Cara adaxial (Figs. 22 y 23): Células interreticulares de paredes lobuladas, 41,5u x 21u. Células epinérvicas rectangulares de paredes rectas, 35,8u x 11,6u. Estomas escasos, anomocíticos, dispuestos sólo en el área adyacente al nervio medio, más abundan­ tes hacia la base de la hoja, 27,6u x 25,4u, densidad 26,6/mm2. Tricomas filiformes unicelulares, abundantes en toda la superficie, 315,2u X 25u de ancho en la base, densidad 36/mm2, con células subsidiarias.

Material estudiado: SGO pm. Fan. 214, 215, 292, 296 (SGO 40832, Aconcagua, Catemu). DISCUSION Todas las especies estudiadas, excepto Schinus montanus, presentan tricomas fili­ formes en ambas caras o en alguna de ellas, Schinus molle var. areira y S. pearcei tienen además tricomas vesiculosos, en ambas caras. S. velutinus presenta los tricomas filiformes de mayor longitud, con promedios de 315,2u en la cara adaxial y 472,8u en la cara abaxial; lo sigue S. latifolius con promedio de 198,2u y S. kauselii con 172,3u de longitud promedio en la cara adaxial. Las restantes especies tienen tricomas filiformes con longitudes promedio entre 41,8 y 91,9u. Las especies estudiadas presentan variacio­ nes significativas en cuanto a la distribución y densidad de los tricomas filifomies; en la cara adaxial, S. velutinus, S. polygamus, S. kauselii y S. molle var. areira tienen tri­ comas distribuidos en toda la superficie, observándose la más alta densidad en S. velutinus con un promedio de 36/mm2 y con una distribución homogénea en toda la superficie foliar. S. molle var. areira tiene una distribución similar pero una densidad promedio de 9,3/mm ^ ; S. polygamus y S. kauselii con densidades de 7,3/mm^ y 5,7/mm^ respectivamente, presentan una mayor abundancia de tricomas sobre el nervio medio. S. latifolius, S. patagonicus


34

BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL DE HISTORIA NATURAL

y S. pearcei tienen tricomas sobre el nervio medio, siendo S. patagonicus el que presenta la mayor densidad con 16,6/mm^ ; las otras dos especies tienen escasos tricomas.

foliar y densidades altas, es decir, presentan similitud en estos aspectos con la cara abaxial, S. patagonicus es la única especie que no presenta estomas en la cara adaxial.

En la cara abaxial, algunas especies mues­ tran las mismas características en cuanto a distribución y densidad de tricomas filiformes que las observadas en la cara adaxial; S. kauselii tiene una distribución y densidad similar en ambas caras; S. velutinus presenta también en la cara abaxial la más alta densi­ dad con 34,6/mm2 ; S. pearcei tiene escasos tricomas distribuidos sólo sobre el nervio medio. En las restantes especies se observan diferencias al comparar ambas caras: S. latifolius y S. patagonicus no tienen tricomas en la cara abaxial, S. molle var. areira y S. polygamus tienen una distribución similar en ambas caras, pero densidades mucho más altas en la cara abaxial. Tomando en conjunto las características entregadas por la distribución y densidad de tricomas filiformes en ambas caras, podemos reconocer algunas diferencias específicas; S. velutinus, S. poly­ gamus, S. kauselii y S. molle var. areira que presentan tricomas en toda la superficie foliar se diferencian entre sí por las densida­ des; S. kauselii tiene baja densidad en ambas caras; S. velutinus alta densidad; S. molle y S. polygamus tienen mayor densidad en la cara abaxial. S. pearcei se diferencia de las restantes especies por ser la única que tiene tricomas distribuidos exclusiva­ mente sobre el nervio medio; S. latifolius y S. patagonicus tienen tricomas sólo en la cara adaxial.

Considerando en conjunto las característi­ cas de distribución y densidad estomática para ambas caras en todas las especies estu­ diadas, concluimos que una especie, S. patagonicus, es hipostomática, siendo las restantes anfiestomáticas. De las especies anfiestomáticas, S. molle var. areira, S. pearcei, y S. polygamus tienen distribución y densidad estomática similar en ambas caras; S. kauselii, S. latifolius, S. montanus y S. velutinus presentan diferencias al com­ parar ambas caras; en la adaxial tienen los estomas sólo a los costados del nervio medio y densidades estomáticas bajas, en cambio en la cara abaxial tienen los estomas distri­ buidos en toda la superficie foliar y densi­ dades altas.

En cuanto a la distribución y densidad de estomas, en la cara abaxial, las especies estudiadas tienen los estomas distribuidos en toda la superficie foliar y mayores densi­ dades que en la cara adaxial. Considerando estas mismas características en la cara adaxial, S. kauselii, S. latifolius, S. montanus y S. velutinus tienen los estomas distribuidos sólo a ambos costados del nervio medio y baja densidad estomática. S. molle var. areira, S. pearcei y S. polygamus tienen los estomas distribuidos en toda la superficie

Los tipos estomáticos, anomocítico y parací­ tico (VAN COTTHEM 1970a), están presentes en todas las especies estudiadas; en S. kauselii y S. velutinus domina el tipo paracítico (Fig. 24) en las restantes especies el tipo dominante es el anomocítico (Fig. 19). Una vez más se observa que la posición de las células vecinas o subsidiarias con relación a las células guardianas, es una característica común a todas las especies de un mismo género. Esta misma situación se ha observado en el estudio de las especies chilenas del género Polypodium ( b a r r e r a 1981) y Maytenus ( b a r r e r a & m e z a 1979). La forma de las células epidérmicas, anomomórficas las interreticulares y rectangulares las epi­ nérvicas, también es constante para todas las especies estudiadas. El índice estomático, que es la frecuencia estomática expresada en términos de propor­ ción de estomas y células epidérmicas, fue calculado para la cara abaxial de todas las especies, la especie que presenta el más bajo índice es S. kauselii con 4,1 y la espe­ cie con el más alto índice es S. montanus con 11,2.



BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL DE HISTORIA NATURAL

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CONCLUSIONES La distribución de los estomas en la super­ ficie foliar,, la densidad de estomas, el índice estomático y la densidad y distribución de tricomas filiformes, son las características principales que permiten diferenciar las especies estudiadas; CLAVE PARA DIFERENCIAR LAS ESPECIES CHILE­ NAS DEL GENERO SCHINUS L. BASADA EN CARAC­ TERISTICAS DE LA CUTICULA FOLIAR.

A Hojas hipostomáticas . . . S. patagonicus A A Hojas anfiestomáticas B Tricomas en ambas caras o en alguna de ellas. C Tricomas en ambas caras. D Tricomas distribuidos en toda la superficie. E Densidad de tricomas si­ milar en ambas caras; complejo estomático pa­ racítico dominante. F Con baja densidad de . tricomas (ó/mm^ ) ............. S. kauselii FF Con alta densidad de tricomas (35/mm2) ........... S. velutinus EE Mayor densidad de tri­ comas en la cara abaxial; complejo estomático anomocítico dominante F Densidad promedio •de tricomas, cara abaxial, 14/mm2 ......... S. polygamus FF Densidad promedio de tricomas, cara abaxial, 28,7/mm2 ..................S. molle DD Tricomas distribuidos sobre el nervio medio . . S. pearcei CC Tricomas sólo en la cara adaxial .................................. S. latifolius BB Sin trico m as................ S. montanus

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS BARRERA, E. e L MEZA

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1970b Comparative morphological study of the stomatal in the Filicopsida. Bulletin du Jardin Botanique de Belgique, 40 (2); 81-239.


Figs. 1 -3 S. kauseliì 1. Estomas, cara abaxial. SGO Pm. Fan. 289.240x 2. Células interretìculares, cara adaxial. SGO Pm. Fan. 289. 250x 3. Tricomas, cara adaxial. SGO Pm. Fan. 291.1 OOx Figs. 4 - 6 S. latìfolius 4. Estomas, cara abaxial. SGO Pm. Fan. 228.250x 5. Células interreticulares, cara adaxial. SGO Pm. Fan. 227.250 x 6. Tricomas, cara adaxial. SGO Pm. Fan.227. lOOx

Figs. 7 y 8 iS. montanus 7. Estomas, cara abaxial. SGO Pm. Fan.293.250x 8. Células interreticulares, cara adaxial. SGO Pm. Fan. 294. 250 x Figs. 9-1 2 5. molle var. areira 9. Estomas, cara abaxial. SGOPm. Fan.295.250x 10. Tricomas y vesículas, cara adaxial. SGO Pm. Fan. 295. 100 x 11. Vesícula, cara adaxial. SGOPm. Fan.295.750x 12. Tricoma, cara adaxial. SGOPm. Fan.295.750x


Figs. 13—15 S. patagonicus 13. Estomas, cara abaxial. SGO Pm. Fan.213.250x 14. Células interreticulares, cara adaxial. SGO Pm. Fan. 213. 250 x 15. Tricomas, cara adaxial. SGOPm. Fan.213. lOOx Figs. 16 y 17 5. pearcei 16. Estomas, cara abaxial. SGO Pm. Fan. 220.250x 17. Células interreticulares y vesícula, cara adaxial. SGO Pm. Fan. 220. 250 x

Figs. 18-20 5. polygamus 18. Estomas, cara abaxial. SGOPm. Fan.217.250x 19. Estoma, cara abaxial. SGO Pm. Fan. 217.750x 20. Tricomas, caraadaxial.SGOPm. Fan. 216.100x Figs. 21 -2 4 5. velutinus 21. Estomas, cara abaxial. SGOPm. Fan.214.250x 22. Células interreticulares, cara adaxial. SGO Pm. Fan. 215. 250 x 23. Tricomas,caraadaxial.SGOPm.Fan.215. lOOx 24. Estoma, cara abaxial. SGO Pm. Fan.215.750x




Bol. Mus. Nac. Hist. Nat. ChUe, 39: 3 7 4 4 (1982)

CARACTERISTICAS DEMOGRAFICAS DE UNA POBLACION DE NOTHOFAGUS OBLIQUA (MIRB.) BLUME VAR. MACROCARPA DC. EN EL CERRO EL ROBLE (33« LAT. S) EN CHILE

JORGE GOLOWASCH • MARY KALIN * CAROLINA VILLAGRAN • JUAN ARMESTO '

RESUMEN Se estableció la estructura de edades de la población geográficamente aislada de BLUME var. macrocarpa DC. en el cerro El Roble (33° lat. S), cerca del límite septentrional de la especie, en base del recuento de anillos de crecimento y extrapolación de curvas de número de anillos versus longitud de tarugo. Las tasas de crecimento son mayores en la exposición O-SO y en altitudes menores. Se destaca la escasez de individuos juveniles menores de 25 años y la ausencia total de plántulas. La curva de estructura de edades muestra máximos a intervalos de 25 años aproximada­ mente. De los resultados de la aplicación del modelo de función de potencias de HETT y LOUCKS (1976) se deduce que la población podría estar en un estado de desarro­ llo decreciente. Se discuten estos resultados en relación a la influencia de factores cli­ máticos, antrópicos, y patrones de floración periódica.

Nothofagus obliqua (MIRB.)

ABSTRACT The age structure is determined for a geographicaUy isolated population of (MIRB.) BLUME var. macrocarpa DC. on cerro El Roble (33° latitu­ de S), near the northern distribution limit in central Chile on the basis of tree ring analysis and extrapolation from curves relating number of annual rings and radius at DBH. Growth is faster on W-SW slopes and at lower altitudes. The population contairts few individuals less than 25 years old and a complete absence of seedlings. Age distribu­ tion is cyclic with maxima at intervals of approximately 25 years. The application of HETT & LOUCKS (1976) power function population model suggests that the population might be in a state of decline. Results are discussed in relation to climatic features of the area, human intervention and periodic flowering pattems.

Nothofagus obliqua

Departamento de Biología, Facultad de Ciencias, Universidad de Chile, Casilla 653, Santiago, Chile.


BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL DE HISTORIA NATURAL

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INTRODUCCION El género Nothofagus, uno de los elemen­ tos biogeográficos más característicos de los bosques del sector austral del hemisferio sur, se distribuye actualmente en forma discon­ tinua encontrándose, por un lado, en Nueva Guinea, Nueva Caledonia, Nueva Zelandia, Tasmania y el sureste de Australia y, por otro, en la región austral chileno-argentina. Nothofagus obliqua (M iR B .) BLUME, la especie del género de distribución más boreal en Chile, abarca la región desde aproximada­ mente 330 a 41° 30’ S (DONOSO 1979), y una de las poblaciones más septentrionales, pertenecientes a la variedad macrocarpa D C , es la localizada en las laderas del cerro El Roble (330 07’ Lat. S, 71° 00’ Long. O), en la Cordillera de la Costa, Chile central. En los Andes argentinos esta especie alcanza sólo hasta los 36° 50’ S. El propósito de este trabajo es evaluar las actuales características demográficas de la población de N. obliqua var. macrocarpa en el cerro El Roble, en relación a su carácter relictual y perturbación antròpica, específicamente mediante un aná­ lisis de estructura de edades. METODOS El área de muestreo corresponde a la ladera de exposición sur del Cerro El Roble, inclu­ yendo un gradiente altitudinal entre los 1800 y 2200 m.s.n.m. Para establecer la relación radio-edad de los árboles, necesaria para confeccionar la estructura de edades, se trabajó en base de un total de 124 árboles elegidos al azar en diferentes sitios de altitud y exposición. Los testigos fueron extraídos al nivel del pecho (DBH) con un “Increment Borer” , marca Jim-Jem. Esta información fue complementada con mediciones de diámetro a DBH y diámetro al nivel de la base del tronco (DB). Adicionalmente se midió el DBH y el DB en un total de 179 árboles presentes en 11 parcelas de 100 m^ de superficie distribuidas regularmente entre los 1800 y 2200 m.s.n.m. Los testigos fueron teñidos con fluoroglucinol acidificado, medi­

dos en longitud y analizados por anillos. El número de anillos anuales en los pocos árboles con un diámetro del tronco menor de 2 cm fueron contados directamente en árboles cortados a DBH. RESULTADOS Dado que podrían encontrarse diferencias en las tasas de crecimiento y diferentes exposiciones y alturas, se efectuaron análisis de regresión en escala doble logarítmica comparando número de anillos versus longitud del testigo para dos exposiciones (E-SE, O-SO) y dos rangos de altitud (18002000 m, 2000-2200 m). En la Fig. 1 se observa relaciones altamente significativas entre las variables comparadas. El valor de F (Cuadro 1) para el análisis de covarianza de las curvas de crecimiento según exposición indica una diferencia significativa al nivel de 95°/o entre las curvas. Se efectuó un análisis paralelo para dos rangos de altitud en la misma exposición (Fig. 2). Los gráficos muestran una relación lineal y una alta y significativa correlación entre las variables consideradas. El análisis de covarianza para comprobar si hay o no una diferencia significativa entre las ecuaciones para los dos altitudes (Cuadro 2) indica una diferencia significativa entre ellas. En resumen estos resultados muestran que las tasas de crecimiento son mayores para la exposición O-SO, con mayor humedad, y a menores altitudes. Una alta proporción de árboles de N otho­ fagus obliqua var. macrocarpa en el cerro El Roble ha sido cortada, constituyendo actualmente renovales. Por esta razón ha sido necesario estimar la edad de los árboles originales utilizando los valores de radio al nivel DB. Por otra parte los anillos de creci­ miento son generalmente más anchos cerca del centro del tronco y, a medida que el árbol crece, se hacen cada vez más delgados (fritts 1966). Por esta razón, y para estan­ darizar las mediciones de número de anillos (edad) y resolver el problema de la determi­ nación de edad del árbol cuando un testigo


J. GOLOWASCH, M. KALIN, C. VILLAGRAN y J. ARMESTO / Demografia de Nothofagus obliqua

39

CUADRO 1 ANALISIS DE CORRELACION Y DE COVARIANZA SEGUN EXPOSICION. TC = TASA DE CRECIMIENTO PROMEDIO (cm/año). EXPOSICION

O-SO E-SE

NO árboles

r

P

TC

36

0.671

<0.001

0.17

98

0.875

<0.001

0.14

Fs

• ^ ^ .1 3 0 = ^ " '

F 95 DIFERENCIA

3.92

Significativa

CUADRO 2 ANALISIS DE CORRELACION Y DE COVARIANZA SEGUN ALTITUD PARA LA EXPOSICION E-SE. TC =TASA DE CRECIMIENTO PROMEDIO (cm/año).

ALTITUD (m.s.n.M.)

NO árboles

r

P

TC

1800-2000

24

0.822

<0.001

0.19

2000-2200

69

0.949

<0.001

0.13

no pasa exactamente por el centro del tronco, hemos recalculado las edades de los renovales aplicando los valores de radio correspon­ dientes a DBH de las ecuaciones de las Figuras 1 y 2. El histograma de distribución de edades (Fig. 3) para los árboles originales muestra una curva pon forma de J invertida a partir de los 30 aflos aproximadamente, lo que podría corresponder a una distribu­ ción de una población en estado de desarrollo estacionario ( l e a k 1966; h e t t & l o u c k s 1976). Es interesante destacar la escasez de individuos jóvenes menores de 25 años y la ausencia total de plántulas. Para describir la distribución de edades de especies longevas h e t t (1971) ha propues­ to un modelo de función de potencias basado en una mortalidad decreciente con la edad, suponiendo que los juveniles son más vulne­ rables que los adultos. Este modelo es el siguiente:

Fs

F.95

DIFERENCIA

4.00

Significativa

Y = Yo . X cuya transformación lineal es In Y = In Yo - b. In X donde: Y = número de individuos corres­ pondientes a la clase de edad X por unidad de área de la población. Yo = número de individuos de edad inicial en la población por unidad de área, b = tasa de mortalidad variable. Como varios autores han demostrado 1971; LEAK 1975; v e b l e n et al 1979; & Loucxs 1976), al aplicar la función de potencias en su forma linearizada, se obtiene una recta para poblaciones en estado estacionario, una curva cóncava para pobla-

(HETT HETT


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BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL DE HISTORIA NATURAL

Fig. 1. Relaci贸n entre Ln Longitud de testigo (cm) y Ln N掳 de anillos de crecimiento mnNothofagus obliaua var. macrocarpa en dos exposiciones diferentes (O-SO & E-SE) en cerro H Roble, Chile central.


L O N G I T U D DEL TARUGO ( c m ) ( L n )

L O N G I T U D DEL T ARUGO ( c m ) t L n )

Fig. 2. Relaci贸n entre Ln Longitud de testigo (cm )y Ln N掳 de aniUos de crecimiento pitz Nothofagus obliqua var. macrocarpa en dos altitudes diferentes (1800-2000 m & 2000-2200 m) con la misma exposici贸n (E-SE) en cerro El Roble, Chile central.


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BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL DE HISTORIA NATURAL

Fig. 3. Estructura de edades (en rangos de edad de 5 años) en la población át Nothofagus obliqua var. macro­ carpa en cerro El Roble, Chile central.

ciones crecientes y una curva convexa o incluso con forma de campana para pobla­ ciones decrecientes. En la Figura 4 que muestra la aplicación de este modelo, se observa una desviación de la linearidad en la primera parte de la curva, a pesar de una correlación alta en general. Esto indica que la población podría encontrarse en un estado decreciente de desarrollo.

DISCUSION La distribución fragmentada de las actuales poblaciones septentrionales de Nothofagus obliqua indicaría que la especie ha tenido una distribución más ampUa en el pasado. Su subsistencia post-glacial estaría ligada a la presencia de microclimas particulares, y,


J. GOLOWASCH, M. KALIN, C. VILLAGRAN y J. ARMESTO

/ Demografia de Nothofagus obliqua

43

Fig. 4. Relación entre Ln N° de individuos en cada clase de edad y Ln Clase de Edad pan. Nothofagus obliqua var. macrocarpa en cerro El Roble, Chile central. La recta está basada en las edades mayores de 25 años para disminuir el efecto de la posibilidad de floración periódica.

por lo tanto, podría inferirse que cualquier perturbación en este sector de su distribución tendría un efecto muy drástico para su regeneración. De esta forma la ausencia de plántulas de N. obliqua var. macrocarpa en el cerro El Roble podría ser un efecto de cambios climáticos recientes hacia la aridez (PASKOFF 1970; VARELA 1976) acelerado por la perturbación antròpica. RUNDEL & WEISSER ( 1975) han documenta­ do que la tala indiscriminada practicada por el hombre, ligada a la explotación minera, ha sido fuerte y continua a partir del siglo XVL VEBLEN et al. (1979) muestran que las plantas

de este especie son incapaces de desarrollarse bajo su propia sombra, pero sí lo hacen abun­ dantemente en claros dentro del bosque o en sus bordes. No es sorprendente, entonces que no se hayan encontrado plántulas dentro del bosque en el cerro El Roble. Sí es signifi­ cativo, en cambio, que ellas tampoco se en­ cuentran en los numerosos claros producidos por la acción humana. Por otra parte es cono­ cido que la floración en muchas especies arbóreas, incluyendo algunas de Nothofagus (SCHLEGEL com. pers.) presentan años de activi­ dad masiva alternados con años de actividad moderada. El histograma para los árboles


BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL DE HISTORIA NATURAL

44

originales (Fig. 3) muestra máximos cada 25 años aproximadamente, lo que se espe­ raría correspondiera a un patrón periódico de floración. Este factor podría también explicar el aparente estado de decrecimiento de la población si las bajas proporciones de plántulas corresponden a una etapa de flo­ ración moderada, complicándola aplicación del modelo usado. La comprobación de esta hipóte­ sis requiere de un estudio profundo de los ciclos de floración y fructificación de la especie. Por último la distribución cíclica de estruc­ tura de edades de la población Nothofagus obliqua var. macrocarpa en el cerro El Roble podría derivar también de un patrón de aridez cíclico. Lamentablemente no existen en la zona registros meteorológicos lo suficientemente lar­ gos que abarquen las edades registradas de los árboles. En resumen se han discutido tres factores que podrían explicar las características demográficas observadas en Nothofagus obli­ qua var. macrocarpa en el Cerro El Roble; intervención humana, floración cíclica y fac­ tores climáticos. La evaluación de la impor­ tancia relativa de estos factores requiere estu­ dios comparativos entre poblaciones de la especie con distintos grados de intervención, tanto como con diferentes condiciones ambientales. AGRADECIMIENTOS

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La Campana, a new National Park in central Chile. Biol. Conserv. 8: 35-46.

VARELA, J.

1976 Queremos agradecer a PAULINA USLAR y al Dr. RENE COVARRUBL\S por SU valiosa cooperación en terreno. Le agradecemos al Dr. F. SCHLEGEL por la valiosa información proporcionada sobre la zona. Este trabajo fue financiado por el Servicio de Desa­ rrollo Científico y Creación Artístico, Universidad de Chfle, Proyecto N° B 388-792 (M. T. KALIN ARROYO) y Proyecto N °B 953-802 (C. VILLAGRAN).

Genecological differentiation in Nothofagus obliqua (Mirb.) Oerst. in Chile. For. Ecol. Manag. 2: 53-66.

Geología del cuartenario de Laguna de Taguatagua (Provincia de O’Higgins). Primer Congre­ so Geològico Chileno, 2-7 Agosto, 1976, Santiago, págs. D81-D113.

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Bol. Mus. Nac. Hist. Nat. Chile, 39: 45-48 (1982)

ESTUDIO PRELIMEVAR DE LA ALIMENTACION DE XENOM YSTAX A TRARIUS GILBERT, 189 L (PISCES, CONGRIDAE) *

ROBERTO MELENDEZ C. '

RESUMEN Se analizó el contenido estomacal de 114 ejemplares de Xenomystax atrarius 1891; de estos especímenes solo 33 (28,95% ) presentaban contenidos discemibles, los restantes sólo con materia orgánica totalmente digerida. Dieta compuesta principalmente por los crustáceos decápodos Hdiporoides diomedeae y Heterocarpus reedi; el resto por el teleòsteo Coelorhynchus chilensis y el elasmobranquio Centroscyllium granulosum, junto con teleósteos y elasmobranquios indeterminados. Los items presa son especies bentodemersales que indican hábitos alimentarios dependientes de los elementos del fondo; Xenomystax atrarius es un predador camívoro eurífago de se­ gundo y/o tercer orden. GILBERT,

ABSTRACT A total of 114 stomach contents of Xenomystax atrarius GILBERT, 1891 were anaUzed; only 33 (28,95°/o) stomach had recognizable preys; the others have organic matter well digested. The diet was dominated by decapod crustaceans Haliporoides diomedeae and Heterocarpus reedi; also fishes, the elasmobranch Centroscyllium granulosum and the teleost Coelorhynchus chilensis and other sharks and bony fishes indeterminatae. These prey items are benthodemersal species indicating food habits related with bottom elements; atrarius is an euriphagus carnivorous preda­ tor of second and/or third order.

INTRODUCCION Xenomystax atrarius GILBERT, 1891 es un cóngrido de amplia distribución en el Pacífico Oriental: desde Vancouver, Canadá, hasta Isla Mocha, Chile (i. k o n g , com. pers.); con ecología trófica poco conocida. Entre los estudios más importantes de la especie está la redescripción, con osteología y antece-

dentes de morfometria realizada por p e d e n (1975); BUSSING (1965) y CERVIGON et al. (1980), agregan antecedentes morfométricos y de distribución. Xenomystax atrarius posee un hocico alargado y amplio, con numerosos dientes en cada mandíbula, desta• Presentado en las III Jomadas de Ciencias del Mar, ValMuseo Nacional Natural;CasUla 787, Santiago, Chile.

de Historia


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BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL DE HISTORIA NATURAL

cándose especialmente aquéllos del vómer, cónicos y uniseriados ( p e d e n op. cit.), en re­ lación con hábitos alimentarios carnívoros. En prospecciones del Talud Continental entre Isla Mocha y Arica, realizadas por el Instituto de Fomento Pesquero, en que participó personal del Museo Nacional de Historia Natural, se obtuvieron muestras que han permitido iniciar estudios de ali­ mentación y ecología trófica para esta es­ pecie. MATERIAL Y METODOS Se recolectaron 114 especímenes de Xenomystax atrarius frente a Punta Toro (330 50’ S, 720 08’ W.), el 31 de Agosto de 1980 alrededor de las 21 hrs. a 610 m de profundidad. Se utilizó el B/I “ITZUMI” de la Subsecretaría de Pesca, con red de arrastre camaronera. Los ejemplares se man­ tuvieron congelados a -2Q0C; previa des­ congelación cada especimen fue pesado con precisión de 1 g, se les midió la longitud total (Lt.) en un ictiómetro de 1 cm de ajuste. Se extrajeron los estómagos, los que se conservaron en alcohol de 70°; y se de­ terminaron los contenidos hasta el nivel más exhaustivo posible de acuerdo a la bibliografía disponible. En el análisis de los contenidos estomacales se usó el método numérico utilizado por b a h a m o n d e (1954). RESULTADOS Los ejemplares de Xenomystax atrarius estudiados fluctuaron entre los 3 6 y 6 6 cm de Lt., con la moda principal entre 5 0 y 5 2 cm (Fig. 1 ); los pesos totales variaron entre 19 y 2 1 4 g. De los 1 1 4 ejemplares analizados solo 3 3 ( 2 8 ,9 5 ° / o ) presentaron estómagos con contenido, mientras que los 81 restantes ( 7 1 , 0 5 ° / o ) presentaban restos de materia orgánica muy digerida. Se observa que el grupo zoológico numéricamente dominante (Cuadro 1) corresponde a crus­ táceos ( 6 0 , 6 l ° / o ) ; secundariamente, elasmobranquios ( 2 1 , 2 1 % ) y teleósteos ( 1 8 ,1 8 ° / o ) . Numéricamente la presa más importante fue Haliporoides diomedeae, o gamba de

profundidad, con 1 9 ejemplares ( 5 7 , 5 8 ° / o ) en un amplio rango de tallas (Cuadro 2 ) ; esta presa es la más abundante de los crustáceos capturados a lo largo de toda la extensión muestreada en el talud; para la estación de captura la contribución porcentual de este decápodo en la captura total fue de aproxi­ madamente 1 0 °/o ( h e n r i q u e z et al. 1 9 8 1 ) . Le siguen en importancia elasmobranquios indeterminatae, con 6 especímenes (18,18°/o), teleósteos indeterminatae, con 5 ejemplares ( 1 5 , 1 5 ° / o ) y finalmente Heterocarpus reedi, Centroscyllium granulosum y Coelorhynchus chilensis, con un ejemplar de cada especie respectivamente ( 3 ,0 3 ° / o ) . Las tallas de Haliporoides diomedeae encontradas en los estómagos de Xenomystax atrarius corres­ ponden a aquéllas de las capturas comerciales de este crustáceo, mientras que en Heterocar­ pus reedi correspondió a ejemplares juveniles. De la misma manera los elasmobranquios y teleósteos comprenden estados juveniles; la longitud de cabeza de Centroscyllium granulosum es 3 , 3 cm, hasta la primera abertura branquial; en Coelorhynchus chilensis es de 3 cm. Los ejemplares de Xenom ystax atrarius con tallas entre 5 0 y 5 2 cm poseían mayor diversidad de ítems presa (Cuadro 2 ) .


R. MELENDEZ / A lim e n tació n de

47

Xenomystax atrarius CUADRO

1

XENOMYSTAX ATRARIUS. CONTENIDOS ESTOMACALES DE EJEMPLARES RECOLECTADOS FRENTE A PUNTA TORO, AGOSTO 1980.

POR GRUPO ZOOLOGICO ITEMS Crustacea

Haliporoides diomedeae Heterocarpus reedi

N

o/o

N

20 .

60.61

_

— —

— —

19 1

_

Elasmobranchii

7

21.21

— —

6 -

18.18

Coelorhynchus chüensis Indeterminatae

33

Centroscyllium granulosum Indeterminatae Teleostomi

TOTAL

POR ESPECIES

o/o

_ 57.58 3.03

_

1 6

3.03 18.18

_

-

1

3.03

5

15.15

100.00

33

100.00

N = número

CUADRO

2

XENOMYSTAX ATRARIUS

DISTRIBUCION DE ITEMS ALIMENTARIOS POR TALLAS

TALLAS (cm) ____________________________ 36-38 38-40 4 0 4 2 4 2 ^ 4 4 4 4 6 46-48 48-50 S0-S2 S2-S4 54-56 S6-S8 58-60 60-62 62-64 ITEMS Crustacea Haliporoides diomedeae

-

Heterocarpus reedi

-

-

-

-

-

-

-

2

1

5

4

4

1

1

-

1

-

i

-

-

-

-

-

-

-

Elasmobranchii Centroscyllium granulosum

-

-

Indeterminatae

-

-

-

-

-

1

-

-

-

-

-

3

-

-

-

-

-

-

2

-

1 -

-

Teleostomi Coelorhynchus chüensis

-

Indeterminatae

-

TOTAL ^

-

-

-

1

1 3.03

1 3.03

3

-

j

-

-

-

-

-

-

1

1

-

1

-

1

-

-

4

8

5

4

4

1

9.09 12.12 24.24 15.15 12.12 12.12 3.03

1 3.03

1 3.03


BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL DE HISTORIA NATURAL

48

DISCUSION La baja cantidad de estómagos con conte­ nidos semidigeridos (33) y la alta incidencia de materia orgánica muy digerida, conside­ rando la hora de captura, indica que Xenomystax atrarius posee hábitos alimentarios prefe­ rentemente diurnos. En esta zona Xenomystax atrarius parece ejercer presión predadora sobre poblaciones de crustáceos de importancia económica; se alimenta principalmente de Haliporoides diomedeae, cuyas tallas en los contenidos estomacales corresponden a ejem­ plares que se capturan en las pescas comercia­ les; es un pez predador, aparentemente importante, sobre poblaciones de elasmobranquios en estadios juveniles, y teleósteos. De los primeros poco se conoce acerca de sus depredadores. Centroscyllium granulosum es abundante en la zona de quiebre entre la plataforma continental y talud ( h e n r i q u e z et al. 1981). Es posible que otras especies de tiburones, presentes en los restos indeter­ minados, sean presas de éste cóngrido. Para los teleósteos ocurre una situación similar, ya que hay varias especies en la categoría de indeterminados que posiblemente aumen­ tarían el espectro trófico de Xenomystax atrarius. De los macrúridos, a pesar de ser abundantes en la zona donde se recolectaron las muestras ( h e n r i q u e z et al. op. cit.), no se le conocen los depredadores, excepto de Coelorhynchus fasciatus que forma parte de la alimentación de Genypterus blacodes (BAHAMONDE y ZAVALA 1981); se agrega Xenom ystax atrarius como predador de Coelorhynchus chilensis. Las presas men­

cionadas son especies bentodermesales que señalan hábitos alimentarios dependientes de los elementos dé fondo, pudiendo Xeno­ mystax atrarius ser considerado como un predador carnívoro eurífago de segundo y/o tercer orden. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS BAHAMONDE, N. y P. ZAVALA

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Contenidos gástricos en Genypterus maculatus (Tschudi) y Genypterus blacodes (Schneider) capturados en Chile entre 31° y 37° S. (Teleostoml, Ophidiidae). Bol. Mus. Nac. Hist. Nat. Chüe, 38:53-59.

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Bol. Mus. Nac. Hist. Nat. ChUe, 39; 49-61 (1982)

ESQUELETO CAUDAL DE PECES SILURIFORMES Y SUS TENDENCL\S EVOLUTIVAS (DIPLÍMySTIDAE Y TRICHOMYCTERTOAE) GLORIA ARRATIA F. •

RESUMEN Se describe el esqueleto caudal a través del desarrollo ontogenético de las siguientes especies;

Trichomycterus areolatus, T chütoni, T mendozensis, T. heterodontum, T borellii, T corduvence, T rivulatus, Trichomycterus sp. 1, Trichomycterus sp. 2, Hatcheria macraei, Bullockia maldonadoi, Nematogenys inermi's, Dipbmystes chilensis yH viedmensis. Las variaciones intraespecíficas del esqueleto caudal son descritas. Se demuestra la existencia de elementos polimórficos en el esqueleto caudal de Trichomycteridae. Se postulan las tendencias evolutivas del esqueleto caudal de Diplomystidae y Trichomycteridae.

ABSTRACT The caudal skeletons of young and adult specimens of Trichomycterus areolatus, T chiltoni, T. mendozensis, T heterodontum, T borellii, T corduvence, T rivulatus, Trichomycterus sp. 1, Trichomycterus sp. 2, Hatcheria macraei, Bullockia maldonadoi, Nematogenys inermis, Diplomystes chilensis and D. viedmensis are described. The intraspecific variations of the caudal skeleton are described. This paper shows the existence of polimorphic elements in the caudal skeleton of Trichomycteridae. The evolutive trends of the caudal skeleton of Diplomystidae and Trichomycteridae are proposed.

INTRODUCCION El orden Siluriformes cuenta con cerca de 31 familias ( g r e e n w o o d et al. 1966; g o s l i n e 1971), 13 de las cuales son endémicas de América del Sur ( b r i g g s 1979). Entre éstas se distinguen Diplomystidae y Trichomycteridae por la presencia de especies consideradas como las más primitivas del Orden de acuerdo con algunas evidencias morfológicas.

Diplomystidae presenta un género y 2 especies, Diplomystes chilensis MOLINA y Diplomystes viedmensis m a c d o n a g h . Ha sido considerada como la familia más primitiva de Siluriformes de acuerdo con evidencias proporcionadas por el esqueleto caudal ( l u n d b e r g y b a s k in 1969; a r r a t i a et al. *

universidad

de ChUe y Museo de Historia Natural, Lawrence, Kansas, 66045, U.S.A.


50

BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL DE HISTORIA NATURAL

1978), la presencia de un maxilar dentífero 1927) y la configuración de la cintura y pélvica ( s h e l d e n 1937). Sin em­ bargo existen ciertos aspectos en discusión: MAC ALLiSTER (1968) considera al maxilar dentífero como un carácter derivado y GOSLiNE (1975) postula la presencia de algunos elementos especializados en el meca­ nismo palato-maxilar. a r r a t i a et al. (1978) postula que la cintura pélvica dsDiplomystes es más avanzada que la de Nematogenys. Trichomycteridae presenta una mayor diversidad genérica y específica que Diplomystidae. Considerando las variaciones de los patrones morfológicos presentes en Nematogenys, Tñchomycterus, Hetcheria y Bullockia, se han planteado diversas eviden­ cias que configuran a Nematogenys inermis como la especie más primitiva de la familia (WEITZMANN y MYERS 1966; LUNDBERG 1969; ARRATIA et al. 1975; a r r a t i a et al. 1978; ARRATIA 1981a). El esqueleto caudal es una estructura de validez taxonómica y evolutiva indiscutible la que ha sido demostrada por numerosos autores entre los que se puede citar a g o s l i n e 1960, 1961, MONOD 1968, n y b e l i n 1963, 1971, 1973a, 1973b, p a t t e r s o n 1968, PATTERSON y ROSEN 1977. Con excepción de ciertos elementos muy constantes, se ha considerado al esqueleto caudal como un complejo no afectado por factores externos. Sin embargo, a r r a t i a (1976; 1981b) y ARRATIA et al. (1981) demuestra la relación existente entre el desarrollo de las hipurapófisis y la velocidad de la corriente del agua de los sectores de ríos habitados por Siluriformes. Además, a r r a t i a et al. (1978) muestran la existencia de elementos polimórficos en el esqueleto caudal de algunas especies de Trichomycteridae. En el presente trabajo se analiza el esque­ leto caudal de Diplomystidae y Trichomycte­ ridae. Este estudio considera individuos juveniles y adultos y se establecen las carac­ terísticas de esta estructura a través del desa­ rrollo ontogenético. Se analizan las variacio­ nes que presentan estas familias en relación al modelo básico del esqueleto caudal de ( e ig e n m a n n

Siluriformes formulado por l u n d b e r g y (1969). Se discute el significado de los elementos caudales polimórficos y se plantean las probables tendencias evo­ lutivas del esqueleto caudal de Diplomystidae y Trichomycteridae. BASKiN

MATERIAL Y METODOS Se examinaron esqueletos caudales de espe­ címenes juveniles y adultos de: Familia Trichomycteridae

Tñchomy cterus areolatus VALENCIENNES 910 especímenes Tñchomy cterus chütoni (EIG EN M A N N ) 30 especímenes Tñchomy cterus mendozensis ARRATIA et al. 88 especímenes Tñchomy cterus heterodontum (EIGENMANN ) 2 especímenes Tñchomy cterus borellii BOULENGER 8 especímenes Tñchomy cterus corduvence w e y e n b e r g h 10 especímenes; Tñchomy cterus ñvulatus v a l e n c i e n n e s 25 especímenes Tñchomy cterus sp. 1* 80 especímenes (del Lago Chungará) Tñchomy cterus sp. 2* 57 especímenes; (de Parinacota) Hatcheña macraei GIRARD 106 especímenes Bullockia maldonadoi (EIGENM ANN) 124 especímenes y Nematogenys inermis GIRARD 54 especímenes Familia Diplomystidae:

Diplomystes chilensis MOLINA 7 especímenes Diplomystes viedmensis MAC DONAGH 2 especímenes •

Las especies que se identifican en este trabajo como Trichomycterus sp. 1 y Trichomycterus sp. 2, han sido descritas en ARRATIA (1981c).


G. ARRATIA / E s q u e le to cau d al de peces silu rifo rm es

Los ejemplares fueron diafanizados y te­ ñidos con alizarina siguiendo los métodos propuestos por h o l l i s t e r (1934) y t a y l o r (1967). En la mayoría de los casos se remo­ vió la musculatura para revelar mayores detalles. La nomenclatura empleada para el esqueleto de Siluriformes es la propuesta por LUNDBERG y BASKiN (1969). Para el conteo de rayos principales se siguió a h u b b s y LAGUER (1947). RESULTADOS Familia Trichomycteridae:

Trichomycterus areolatus

VALENCIENNES

La aleta caudal de T. areolatus está consti­ tuida por 5 ó 6 vértebras, aunque ocasional­ mente éstas pueden ser 4 ó 7. Las apófisis neurales y hemales de estas vértebras son delgadas y se incurvan ligeramente hacia el extremo caudal del pez. a. Estado juvenil. (Fig. lA, B). En bagres de 5 a 7 mm de longitud total el cuerpo preural 1 es alargado. El ural 1 se individualiza como una estructura de forma rectangular. En juveniles de 50 mm de longi­ tud total, el ural 1 ya está fusionado al cuerpo preural 1 formando un centro compuesto. El ural 2 se relaciona con la base del hipural 3, pero en algunos ejemplares lo hace con las bases de los hipurales 3 y 4. En bagres juve­ niles de pequeño tamaño se observa el cordacentro o notocorda a continuación del ural 1 y entre el uroneural y los hipurales superio­ res. El arco neural preural 1 está abierto en el 64,68°/o de los ejemplares; el 35,14°/o restan­ te presenta arco preural 1 completo y su apófisis alargada, puede adoptar formas di­ versas. Esta situación se mantiene en estado adulto. Los hipurales 1 y 2. están fusionados entre sí y además con el centro compuesto y el parahipural. En la base de estas estructuras existe un foramen oval. En algunos indivi­ duos se mantiene una sutura evidente entre

51

el parahipural y el hipural 1, la que se pierde tempranamente en el desarrollo del individuo. Los hipurales 3, 4 y 5 están fusionados entre sí y no se unen al centro compuesto ni al uroneural. Los juveniles de talla reducida no presentan hipurapófisis ni hipurapófisis secundaria; éstas ya se observan, con pobre desarrollo, en ejemplares que fluctúan entre 25 a 90 mm de longitud total. b. Estado adulto (Fig. IB) El cuerpo preural 1 es macizo y está fusionado al ural 1. En ural 2 persiste en forma vestigial unido a la base del hipural 3. El uroneural está unido a la porción dorsoposterior del centro compuesto y es aca­ nalado. En este canal penetra el borde dorsal de los hipurales fusionados 3 + 4 + 5 . Estos hipurales están separados de los hipurales 1 + 2 por la diastema hipural, que en adultos proporcionalmente es de menor amplitud que en bagres juveniles. En algunos ejem­ plares de gran corpulencia, los hipurales 3 + 4 + 5 se unen al uroneural constituyendo una pieza compacta. La hipurapófisis e hipurapófisis secundaria son desarrolladas en poblaciones adultas que habitan aguas correntosas ( a r r a t i a 1976; ARRATIA et al. 1978). La hipurapófisis emerge como una proyección lateral de la base del arco hemal del parahipural y se continúa con la hipurapófisis secundaria, proyección lateral de la base de los hipu­ rales 1 y 2. Esta última se prolonga sobre la superficie del hipural 2. El esqueleto caudal de T. areolatus presen­ ta 3 alternativas en relación al epurai: a. Ausencia de epurai. Esta modalidad se manifiesta en el 80,69°/o de los individuos. b. Presencia de epurai atròfico y redondeado u oval. Alternativa presentada por el 1 l,83°/o de los individuos. c. Presencia de epurai funcional. Caracteriza al 7,91°/o de los individuos. Este epurai es largo y ligeramente ovalado; existe un número reducido de ejemplares (menos del l°/o de la muestra) en que la apófisis


BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL DE HISTORIA NATURAL

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neural preural 1 larga, hace las veces de epurai funcional. El número de rayos de la aleta caudal fluctúa entre 32 a 41 siendo el valor pro­ medio (X) igual a 35,85. Para la distribución de los rayos caudales ver Cuadros 1 y 2. La fórmula de los rayos segmentados y segmentado-ramifícados es constante. La fórmula de los rayos principales (6 + 7) es constante. El lóbulo dorsal puede tener igual número de rayos o ser éste superior al ventral. Trichomycterus chiltoni

(EIGENMANN

)

El esqueleto caudal (Fig. 3) es similar al de T. areolatus (Fig. 1) diferenciándose en los siguientes aspectos: — El esqueleto caudal constituido por 6 ó 7 vértebras. — La mayoría de los especímenes no tiene epurai. — La hipurapófisis secundaria está pobremen­ te desarrollada. — Hay 35 a 42 rayos caudales (Cuadros 1 y 2). Trichomycterus mendozensis

ARRATIA

et al.

El esqueleto caudal (Fig. 3) difiere del T. areolatus 1) en los siguientes aspectos: — El arco preural 1 es incompleto y abierto en el 60°/o de los especímenes; 40°/o de ellos muestra un arco completo y su apófisis neural puede adoptar diversas fomias. — En la mayoría de los especímenes hay una evidente sutura entre el parahipural y los hipurales 1 + 2 ; en algunos, la sutura es incompleta, en otros está ausente. — El uroneural es macizo y ancho. — El 67,45°/o de los individuos no tiene epurai; el 20,93% presenta un epurai atròfico, redondeado u oval; y el 11,62% tiene un epurai funcional. — La mayoría de los especímenes presenta una pequeña hipurapófisis secundaria;

algunos individuos presentan pequeñas hipurapófisis e hipurapófisis secundaria. — El número de los rayos caudales fluctúa entre 3 2 a 4 2 (X = 3 6 , 3 1 ) (Cuadros 1 y 2 ) . El lóbulo superior puede tener un rayo más o menos que el inferior, o ambos lóbulos pueden mostrar un número similar. Trichomycterus borellii y Trichomycterus heterodontum tienen un esqueleto caudal similar al de T. mendozensis. Trichomycterus rivulatus

VALENCIENNES

El esqueleto caudal (Fig. 4 ) se diferencia del de T. areolatus (Fig, 1) en los siguientes aspectos: — El esqueleto está constituido por 1 0 a 1 2 vértebras. — Los hipurales 1 y 2 están fusionados entre sí pero están incompletamente separados del parahipural, por una sutura. — El hipural 3 es libre; los hipurales 4 y 5 están fusionados entre sí. — El 5 5 % de los especímenes no tiene epural; el 3 2 ° /o tiene un largo epural funcional; el 11% de los especímenes tiene un pequeño epural oval y el 2 °/o exhibe una larga apófisis neural 1 que hace la función de epural. — La hipurapófisis e hipurapófisis secundaria de formas fluviales son pobremente desa­ rrolladas y generalmente la hipurapófisis está ausente. — Hay 6 2 a 6 8 rayos caudales (X : 6 4 , 5 ) (Cuadros 1 y 2 ) .

Trichomycterus corduvence presenta un esqueleto caudal similar al de Trichomycterus rivulatus en el modelo hipural. El número de rayos del esqueleto caudal de T. corduvence es notoriamente menor. Trichomycterus sp. 1 El esqueleto caudal de Trichomycterus sp. 1 (Fig. 3) se asemeja al de T. rivulatus (Fig. 4) diferenciándose en;


53

G. ARRATIA / E sq u e le to cau d al de p eces silu rifo im es

— El soporte de la aleta caudal está conforma­ do por 6 a 9 vértebras. — La mayor parte de los especímenes presen­ ta al hipural 3 libre y a los hipurales 4 y 5 coosificados; el 8°/o de los individuos muestra la fusión de los 3 hipurales supe­ riores. — El uroneural es ancho y macizo. — El 72,9°/o de los individuos tiene un arco neural preural 1 completo del que emerge una larga apófisis que actúa como epurai funcional; el 4,2% de los especímenes presenta un largo epurai funcional y el 2 2 ,2 ° / o no presenta epurai. — La hipurapófisis está ausente en la mayoría, pero si se presenta es muy pequeña. La hipurapófisis secundaria es pobremente desarrollada. — Hay 38 a 46 rayos caudales (X 42,2) (Cuadros 1 y 2).

titcombi. El esqueleto caudal de H. macraei (Fig. 5 ) se asemeja al de Trichomycterus areolatus (Fig. 1 ), pero se diferencian en ios siguientes aspectos: - Los hipurales 1 y 2 están coosificados entre sí y parciahnente separados del parahipural por una sutura, que es evi­ dente en los juveniles perdiéndose en la mayoría de los adultos. - La mayoría de los individuos no presenta hipurapófisis pero sí una hipurapófisis secundaria pequeña. Individuos de dife­ rentes sistemas hidrográficos presentan una o ambas hipurapófisis con mayor 0 menor desarrollo, dependiendo de la velocidad de la corriente del agua del río que habitan. - Hay 3 3 a 4 1 rayos caudales (X : 3 7 , 5 ) (Cuadros 1 y 2 ) .

Trichomycterus sp. 2 El esqueleto caudal de Trichomycterus sp. 2 (Fig. 3) difiere del esqueleto de T. rivulatus (Fig. 4) y del Trichomycterus sp. 1 (Fig. 3) en los siguientes aspectos: — El soporte de la aleta caudal está confor­ mado por 8 a 11 vértebras. — El 8 3 ° /o de los individuos presenta los hipurales 4 y 5 fusionados y el 3 libre; el 1 l° /o presenta los hipurales 3 y 4 fusio­ nados y el 5 hbre; el 5% presenta los 3 hipurales superiores libres como en Nematogenys (Fig. 6) y los restantes individuos ( l ° / o ) presentan los 3 hipurales superiores fusionados. — El 80,7°/o de los individuos no presenta epurai, mientras que en el 19,3% res­ tante, la apófisis neural 1 es larga (= epurai funcional). — Hay 44 a 59 rayos caudales (X : 50,1) (Cuadros 1 y 2). Hatcheria macraei g i r a r d Bajo esta denominación se incluyen como sinónimos: Hatcheria patagoniensis, Hatcheria pique, Hatcheria burmeisteri, Hatcheria

Bullockia maldonadoi (EIGENMANN) El esqueleto caudal de B. maldonadoi (Fig. 5 ) se diferencia del de Trichomycterus areolatus en los siguientes aspectos: - El soporte de la aleta caudal está otorgado por 4 ó 5 vértebras. - En ejemplares juveniles el hipural muestra una evidente sutura con los hipurales 1 + 2, la que se pierde en la mayoría de los adultos. - En la mayoría de los especímenes el arco neural 1 es abierto y sin espina neural. - El 8 0 ° /o de los especímenes no presenta epural, el 1 6 % tiene un epural pequeño y redondeado y el 4 % presenta un epural funcional. - La mayoría de los especímenes presentan hipurapófisis vestigial y ausencia de hipura­ pófisis secundaria. - Hay 2 8 a 3 2 rayos caudales (X : 2 9 , 6 ) ; la fórmula de rayos .caudales principales es 6 + 6 (Cuadros 1 y 2). Nematogenys inermis

GUICHENOT

La aleta caudal de Nematogenys inermis


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BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL DE HISTORIA NATURAL

tiene forma redondeada; esta forma es consi­ derada aberrante entre los Siluriformes ( m y e r s y WEiTZMAN 1966). La aleta está constituida por 7 vértebras (ocasionalmente 6). Las apófisis neurales y hemales de estas vértebras son alargadas y se curvan gentil­ mente hacia el extremo posterior del pez. a. Estado juvenil (Fig. 6A) En ejemplares de 15 a 20 mm de longitud total, el cuerpo preural 1 es alargado y está fusionado al ural 1 formando un centro compuesto. Esta fusión debe ocurrir muy tempranamente en el desarrollo ya que no se observan zonas de sutura como ocurre en Trichomycterus. El ural 2 ubicado a con­ tinuación del ural 1 se fusiona con éste último y se hace vestigial tempranamente en el desarrollo del individuo. El arco preural 1 es completo y su apófisis es pequeña. Algunos ejemplares carecen de arco y apófisis neural preural 1. Sobre esta apófisis, o bien sobre la cara dorsal del centro compuesto, se apoya un epurai largo. Los hipurales 1 y 2 están fusionados entre sí y además con el centro compuesto. Los hipurales 3, 4 y 5 son independientes sobre sí. En ejemplares juveniles de pequeño tama­ ño se observa desde el uroneural hasta el parahipural una especie de placa en la que se desarrollan estos elementos óseos. Esta presenta a nivel de la diastema una pequeña escotadura. Esta placa ya no se observa en ejemplares de 25 mm o más. El parahipural se une independientemente al cuerpo preural 1. Carecen de hipurapófisis e hipurapófisis secundaria. b. Estado adulto (Fig. 6B) El centro compuesto es macizo. El ural 2 persiste en forma vestigial unido a la base del hipural 3. El uroneural que en estados juveniles es aguzado y de menor longitud que los hipu­ rales superiores, en adultos se hace menos aguzado y casi de la misma longitud que los hipurales superiores. Los hipurales 1 y 2 es­ tán fusionados entre sí y los hipurales 3, 4 y 5

son libres. En la mayoría de los individuos se presenta un epurai largo (98°/o ). El número de rayos de la aleta caudal oscila entre 36 y 40, siendo el valor promedio (X) igual a 38,61. La distribución de los rayos varía notablemente a través de la edad del ejemplar. En los ejemplares juveniles la fórmu­ la de rayos segmentados -ram ificados (6+ 7) es el único valor constante. En ejemplares adultos ésta puede ser 7 + 7 , pero en adultos de grandes dimensiones ésta es 7 + 8. El número de rayos segmentados va aumentando paulatinamente a través del crecimiento. El número de rayos principales varía a través del desarrollo de los individuos. En ejempla­ res juveniles la fórmula es 7 + 8; en adultos e s 8 + 8 u 8 + 9 (Cuadros 1 y 2). El lóbulo dorsal tiene mayor número de rayos que el ventral. Familia Diplomystidae

Diplomystes chilensis

MOLINA

La aleta caudal está constituida por 5 a 7 vértebras; las apófisis neurales y hemales son ligeramente más anchas que las presen­ tadas por las restantes vértebras caudales. a. Estado juvenil (Fig. 7A) El cuerpo preural 1 es ligeramente alarga­ do. En bagres juveniles de 50 mm de longitud total, este cuerpo se ha fusionado al centro ural 1 formando un centro compuesto. El centro ural 2 es libre, grande y de forma rectangular; se ubica bajo el uroneural aca­ nalado y frente a la base de los hipurales 3 y 4. El arco preural 1 es completo y de él emerge una pequeña apófisis preural 1 li­ geramente aguzada. Sobre ésta se ubica el epurai que es largo. El elemento uroneural, fusionado a la región doreoposterior del centro compuesto es acanalado y bifido en su extremo distal. Los hipurales 1 y 2 están separados entre sí, pero unidos por su base al centro compues­ to. Los hipurales superiores 3, 4, 5 y 6 son libres. Los hipurales 3 y 4 son semejantes


G. ARRATIA

I E sq u e le to

c a u d a l de p eces silu rifo rm es

en forma y tamaño mientras que los hipu­ rales 5 y 6 son pequeños en proporción a los anteriores siendo el más pequeño de todos, el 6. Las bases del arco hemal del parahipural aparentemente no están unidas al centro compuesto. En este arco hemal existe una hipurapófisis pequeña; presentan una hipu­ rapófisis secundaria rudimentaria. b. Estado adulto (Fig. 7B) El esqueleto caudal de D. chüensis adultos experimenta algunas variaciones en relación al estado juvenil. Estas son:. El centro compuesto es corto y macizo. No se observa ural 2. Las bases de los hipu­ rales 3 y 4 se ubican en la región acanalada del elemento uroneural. El arco hemal del parahipural se fusiona al centro compuesto. El arco hemal del parahipural deja un orificio amplio, esto impresiona como que el arco hemal tiene una hipurapófisis grande, aunque realmente ésta es reducida, l u n d b e r g y BASKIN (1969) establecen para Diplomysfes una hipurapófisis relativamente primitiva que emerge como una proyección de la base del arco hemal del parahipural y una hipura­ pófisis secundaria sobre la base del hipural 1. El número de rayos de la aleta caudal y su distribución varía en individuos juveniles y adultos. Los valores fluctúan entre 44 (en juveniles) hasta 53 (en adultos). El número de rayos principales es un valor generabnente constante, independiente de la edad del ejemplar (9 + 9), (ocasionalmente 9 + 10) (Cuadros 1 y 2). El lóbulo dorsal puede tener un número igual de rayos o ser mayor que el ventral. Diplomystes viedmensis

MAC DONAGH

El esqueleto caudal de Diplomystes viedmensis no presenta variaciones con respecto al de D. chüensis. CONCLUSIONES A. P a tró n de e sq u e le to cau d al Trichomycteridae y Diplomystidae.

de

55

Considerándolos 10 planteamientos básicos del modelo de esqueleto caudal de Silurifor­ mes formulados por l u n d b e r g y b a s k in (1969), se puede establecer las siguientes caracterizaciones para los tricomictéridos y diplomístidos: 1. El centro preural 1 y el ural 1 forman un centro compuesto funcional que sirve de soporte a los elementos caudales. 2. Presencia de un ural 2 que se encuentra frente a la base de los hipurales 3 y 4 en Diplomystes y al hipural 3 en tricomicté­ ridos. En estado adulto el ural 2 se hace vestigial. 3. Cuatro elementos hipurales superiores en Diplomystidae y 3 hipurales supe­ riores con diferentes grados de fusión en Trichomycteridae. En esta famiha se ha perdido el sexto hipural. 4. En Diplomystidae juvenil el parahipural es libre; en Trichomycteridae está fu­ sionado al centro compuesto y muestra la tendencia a fusionarse además, con los hipurales 1+ 2. 5. La hipurapófisis e hipurapófisis secunda­ ria presentan diversos grados de comple­ jidad según la edad del individuo y las aguas que habitan. Estos Siluriformes juveniles no presentan hipurapófisis pero éstas las van adquiriendo a través de su desarrollo con diferentes grados de com­ plejidad, (con excepción de Nematogenys que carece de ellas). 6. El arco neural 1 es incompleto en la mayoría de los espedmenes á t Diplomystes, Nematogenys, Bullockia y Hatcheria. En Trichomycterus es frecuente la presencia de un arco neural incompleto. 1. Diplomystes chüensis, Diplomystes viedmensis, Nematogenys inermis, Trichomycterus rivulatus, Trichomycterus sp. 1 y Trichomycterus sp. 2, (estos últimos en gran número de representan­ tes) presentan epural. La mayoría de los tricomictéridos tiende a perder el epural. Es importante destacar las diferencias fenotípicas entre los diferentes tricomic­ téridos estudiados los que evidencian


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BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL DE HISTORIA NATURAL

una secuencia a nivel específico, que va desde aquellos con epurai funcional, otros con epurai atròfico, hasta aquellos que carecen de epurai. La secuencia anteriormente citada es independiente de la edad de los individuos y también del sexo. 8. El uroneural está fusionado al centro compuesto. 9. Todos los arcos hemales (excluyendo al cuerpo preural 1) de las vértebras caudales están fusionados a su centro. 10. Los rayos caudales principales presentan fórmulas características a nivel genérico y específico. — Diplomystes chilensis; viedmensis

: 9+ 9

— Nematogenys inermis

; 7 + 8; 8 + 8;

8 + 9 — Trichomycterus areolatus; chütoni; mendozensis ; borellii; corduvence; heterodontum; rivulatus; sp. 1 ; sp. 2. : 6 + 7 — Hatcheria macraei — Bullockia maldonadoi Entre los Siluriformes conocidos, ninguno de ellos tiene la condición ostariofisa de 10 + 9 rayos principales. Diplomystes, dentro de los Siluriformes, es el grupo que más se asemeja a esta condición (9 + 9). La ca­ racterística descrita en esta oportunidad, relacionada al aumento de rayos principales a través del crecimiento y que se presenta en Nematogenys y Diplomystes, no ha sido descrita para ningún otro siluriforme. La secuencia mostrada por los rayos caudales principales de estos Siluriformes indica una tendencia manifiesta a la reduc­

ción del número de ellos. Esta tendencia es frecuente en Teleósteos ( p a t t e r s o n 1968). Bagres con aletas caudales redondeadas muestran un incremento de los rayos rami­ ficados en el lóbulo ventral ( l u n d b e r g y BASKIN 1969). Nematogenys que tiene una aleta caudal redondeada tiene un rayo ra­ mificado más en el lóbulo ventral, pero son los rayos segmentados quienes aumentan en número con la edad. Los rayos principales que son ramifica­ dos muestran diferencias a través del creci­ miento del individuo. En ejemplares juve­ niles presentan una ramificación dicotòmica exclusivamente; al ir creciendo los indivi­ duos cada una de estas ramificaciones se vuelve a dicotomizar; en ejemplares de gran corpulencia pueden presentarse 3 o más dicotomizaciones por rayo. Trichomycteridae y Diplomystidae cons­ tituyen excepciones del modelo básico del esqueleto caudal planteado para el Orden, en los siguientes aspectos; - Las variaciones de las hipurapófisis relacio­ nadas con la edad de los ejemplares y la velocidad de las corrientes de las aguas que habitan. - En Diplomystes, Nematogenys, Trichomyc­ terus, Hatcheria y Bullockia es frecuente la presencia de un arco neural preural 1 incompleto y en algunos representantes, ausencia de él. - Las variaciones presentadas en Trichomyc­ terus, Hatcheria y Bullockia en cuanto a presencia o ausencia de epurai, lo que permite diferenciar tres o cuatro alterna­ tivas en cada una de las especies estudiadas. - Las variaciones presentadas ^nNematogenys a través del crecimiento en el número de rayos segmentados-ramificados y principa­ les. B. Elementos polimórficos El esqueleto caudal de la familia Tricho­ mycteridae muestra la existencia de algunos elementos polimórficos. Estos son:


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G. ARRATIA / E sq u e le to cau d al de peces silu rifo rm es

a. Epural La mayoría de los especímenes de Nematogenys inermis, estudiados en este trabajo, presentan epural, sin embargo en la subfamilia Pygidiinae se presenta polimorfis­ mo en la mayoría de las especies. Por ejemplo; Trichomycterus rivulatus y Trichomycterus sp. 1, presentan 3 formas que corresponden a; presencia de un epural largo y funcional, presencia de una larga apófisis neural (= epu­ ral) y ausencia de epural. Trichomycterus areolatus, Trichomycterus mendozensis, Trichomycterus borellii, Trichomycterus corduvence, Trichomycterus heterodontum, Trichomycterus chiltoni y Bullockia maldonadoi presentan 4 formas que corresponden a; presencia de un epural largo y funcional, presencia de un epural redondeado y atròfico, presencia de un epural o val y atròfico y ausencia de epural. Trichomyecterus sp. 2 muestra 2 formas; larga apófisis neural 1 (= epural) y ausencia de epural. Las diferencias a nivel específico están dadas por la frecuencia con que se presen­ ta cada forma polimórfica lo que permite establecer la tendencia en relación a este carácter. Así los tricomictéridos andinos presentan en un gran porcentaje de los in­ dividuos, un epural funcional o su equiva­ lente (larga apófisis neural 1, mientras que la mayoría de Trichomycterus, Bullockia y Hatcheria muestra la tendencia a perder el epural. b. Arco preural neural 1 La mayoría de los tricomictéridos de la subfamilia Pygidiinae presentan 2 alternativas en relación al arco preural 1; arco neural cerrado, es decir ambas mitades están unidas entre sí formando un arco del que emerge la apófisis neural 1 y arco neural abierto, es decir, ambas mitades están separadas no constituyendo realmente un arco; la apófisis neural 1 emerge de uno u otro elemento constituyente de este “ arco”.

Tal como en el caso anterior, la frecuencia con que se presenta una u otra forma alter­ nativa es variable en cada especie. c. Hipurales El número total de hipurales, su distribu­ ción en ambos lóbulos y su fusión a otros elementos como el parahipural, o bien coosi­ ficación entre ellos, son situaciones constan­ tes a nivel genérico y específico, con ciertas excepciones que muestran polimorfismo en relación a la fusión hipural y que se presentan en ciertos tricomictéridos andinos (Fig. 8). d. Hipurapófisis Los caracteres polimórficos anteriormente mencionados no muestran relación con el sexo de los individuos, hábitat o bien con diferentes estados ontogenéticos. La ausencia de hipurapófisis, su presencia y desarrollo están relacionados en las diferentes especies de Pygidiinae con el desarrollo ontogenético de los individuos y el hábitat que habitan (ARRATIA 1976; 1981b). Los individuos juveniles de pequeño tamaño de las especies de la subfamilia Pygidiinae, no presentan hipurapófisis, a medida que el individuo se desarrolla éstas se manifiestan como hipurapófisis o hipurapófisis secundaria o la fusión de ambas; el mayor o menor desarrollo de estas estructuras en relación con la velocidad de las corrientes de agua de los ambientes ocupados por los individuos adultos. e. Número de rayos principales Diplomystidae y Trichomycteridae presen­ tan fórmulas de rayos principales característi­ cos a nivel genérico (Cuadros 1 y 2) con la excepción de Nematogenys inermis que presenta 3 fórmulas de rayos principales; 7 + 8 , 8 + 8 u 8 + 9 . Estas alternativas se rela­ cionan con el desarrollo ontogenético de los individuos fundamentalmente, ocurriendo el menor número de rayos en individuos juve­ niles. Resumiendo, el esqueleto caudal de Diplo-


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BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL DE HISTORIA NATURAL

mystidae y Trichomycteridae, presenta un patrón estructural bastante constante en Diplomystes y Nematogenys. En este último género, el número de rayos principales y su variación, está relacionada con el desarrollo ontogenético de los individuos. En la subfa­ milia Pygidiinae se presenta polimorfismo a nivel de epural, arco preural 1 e hipurapófi­ sis y ocasionalmente, a nivel de hipurales superiores. Los elementos polimórficos mani­ festados en estos siluriformes sudamericanos deben tener una base genética, aún no estu­ diada; algunos evidencian ciertas tendencias evolutivas que caracterizan a determinadas especies. La presencia de elementos polimórficos en el esqueleto caudal de Trichomycteridae trae aparejada la recomendación de conside­ rar un número de individuos estadísticamente significativo cuando se estudien estructuras óseas. C. Tendencias evolutivas El estudio del esqueleto caudal de Diplomystidae y Trichomycteridae muestra la existencia de determinados patrones estruc­ turales y manifiestan tendencias de cambios en algunas especies. Elementos como los hipurales, epural, número de rayos princi­ pales y número total de rayos, son intere­ santes ejemplos dignos de análisis. a. Hipurales La presencia de 6 hipurales libres, carac­ terística de Diplomystidae e Ictaluridae, es considerada como un carácter primitivo. Nematogenys ha perdido un hipural y además presenta los hipurales 1 + 2 fusionados, lo que corresponde a un estado más avanzado. Pygidiinae muestra toda una gama de alter­ nativas (Fig. 9) que involucran desde la semifusión de los hipurales 1 + 2 con el parahipural, la fusión de los hipurales 4 + 5 y de los hipurales 3 + 4 + 5 . Resumiendo, existe una tendencia manifiesta a la fusión de los hipurales entre sí, constituyendo dos placas óseas, además de la incorporación del parahipural a esta fusión. La fórmula

PH ; H 1; H2 ; H3 ; H4 ; H5 ; H6 ; se postula como un estado primitivo y la fórmula PH+ H1 + H2; H3 + H4 + H5 como un estado avanzado dentro de Siluriformes. b. Epural La mayoría de los Siluriformes carece de epural ( l u n d b e r g y b a s k i n 1969) pero significativamente éste está presente en Diplomystes y Nematogenys, géneros pri­ mitivos dentro de Siluriformes. Pygidiinae presenta epural funcional o apófisis preural 1 desarrollada en muchos de los tricomictéridos andinos (Fig. 9) observándose una tendencia a la pérdida de esta estructura en ciertas especies de Trichomycterus, Hatcheria y Bullockia. En relación a este carácter, la presencia de epural funcional se postula como un estado primitivo y la ausencia de él, como un estado avanzado, existiendo estados intermedios que ya se han definido en este trabajo. c. Número de rayos principales La condición ostariofisa de 10 + 9 rayos principales se estima como un carácter pri­ mitivo dentro de Ostariophysi; ninguno de los Siluriformes conocidos presenta esta fórmula, siendo la condición presentada por Diplomystes (9 + 9 y ocasionalmente 9 + 1 0 ) la que más se acerca a tal fórmula. Nematogenys, a diferencia de otros Siluri­ formes presenta un número menor de rayos principales que experimenta variaciones a lo largo del desarrollo del individuo (Fig. 6). Trichomycterus y Hatcheria presentan 6 + 7 rayos principales mientras que Bullockia muestra el número más bajo (6 + 6) dentro de Trichomycteridae. Existe una evidente tendencia a la reduc­ ción del número de rayos principales en Trichomycteridae. d. Número total de rayos caudales Nematogenys y ciertos tricomictéridos andinos muestran un elevado número de



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rayos caudales el que va disminuyendo paulatinamente en otros tricomictéridos, Hatcheria y Bullockia. Aunque la Fig, 9 representa las tendencias

evolutivas del esqueleto caudal, Diplomystes se considera en una línea filogenètica sepa­ rada de Trichomycteridae en base a otras evidencias morfológicas.

CUADRO 2 RAYOS CAUDALES PROCURRENTES Y PRINCIPALES EN ALGUNAS ESPECIES DE TRICHOMYCTERIDAE Y DIPLOMYSTIDAE. Especie

ProcurrMtes dorsales

Principales dorsales

Principales ventrales

Procurrentes ventrales

Trichomycterus areolatus

1 1 -1 5

6

7

1 0 -1 5

Trichomycterus chütoni Trichomycterus mendozensis Trichomycterus rivulatus Trichomycterus sp. 1 Trichomycterus sp. 2 Hatcheria macraei

1 3 -1 6

6

7

1 1 -1 6

1 7 -2 0

6

7

1 4 -1 5

2 7 -3 1

6

7

2 2 -2 5

1 3 -2 0

6

7

1 1 -1 6

Bullockia maldonadoi Nematogenys inermis Diplomystes chilensis y viedmensis

1 8 -2 6

6

7

1 7 -2 0

1 0 - 14

6

7

9 -1 3

8-11

6

7

8-11

12-19

7-8

8-9

8-11

12-20

9

9

13-19

AGRADECIMIENTOS La autora desea expresar sus agradecimientos a las simientes personas que han colaborado en la recolección de especímenes:' Prof. H, DIAZ, Prof. A. CHANG, Sra. SILVINA MENU-MARQUE, Sra. B. PEÑAFORT y Sr. F. CAMILO. Esta investigación se ha financiado parcialmente a través de diferentes grants del Servicio de Desan-oIlo Científico y Colaboración Internacional, U. de Chile, Proyecto UNEP - UNESCO 1105 - 77 - 01 e Instituto Argentino de Investigaciones de las Zonas Aridas, Mendoza.

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F I G U R A S

Fig. 1. Esqueleto caudal de Trichomycterus areolatus. A y B: juvenil; C: adulto. CPl: cuerpo preural l;H l-5 ; hipurales 1 —5;PH; parahipural; PL: uroneural; U1 - 2: urales 1 - 2. Fig. 2. Esqueleto caudal de T. areolatus mostrando 3 alternativas en relación al epural (E). Fig. 3. Esqueleto caudal de tricomictéridos. A: Trichomycterus chiltoni; B; T. mendozensis; C; Trichomycterus sp. 1;D: Trichomycterus sp. 2. ANPl; apófisis neural preural l ; H l - 5 ; hipurales 1 - 5 ;P H : parahipural;PL: pleurourostilo (= uroneural). Fig. 4. Esqueleto caudal de Trichomycterus rivulatus. A: juvenil;B: adulto. E: epural;Hl —5: hipurales 1 —5;PH: parahipural;UN:.uroneural = pleurourostilo. Fig. 5. Esqueleto caudal de tricomictéridos. A: Hatcheria macraei; B; Bullockia maldonadoi. CPl: cuerpo preural 1; H1+2: hipurales l + 2;hs: hipurapófisis secundaria; PH: parahipural. Fig. 6. Esqueleto caudal As Nematogenys inermis. A: juvenil; B: adulto. E: epural; H3 : hipural 3. Fig. 7. Esqueleto caudal de Diplomystes chilensis. A: juvenil; B: adulto. ANPl: apófisis neural preural 1;CP1+ U l; cuerpo preural 1 fusionados con ural l ; h : hipurapófisis; H1 - 6 : hipurales 1 —6;PH: parahipural; PL: pleurourostilo; U2: ural 2. Fig. 8. Estados polimórficos de la fusión hipural en tricomictéridos. A y B: Trichomycterus sp. 1.; C y D: Trichomycterus sp. 2. H l- 5 : hipurales 1 - 5 . Fig. 9. Representación esquemática de las tendencias evolutivas del esqueleto caudal en diplomístidos y tricomictéridos. A; representa un hipotético antecesor de Diplomystes y Nematogenys con 6 hipurales separados, parahipural libre y 10 + 9 rayos caudales principales; B: Diplomystes; C: Nematogenys; D: Trichomycterus rivulatus; E: Trichomycterus sp. 2; F: Trichomycterus sp. 1; G: Trichomycterus mendozensis y Hatcheria; H: Trichomycterus areolatus y chiltoni; I: Bullockia. ANP 1 : apófisis neu ral preural 1 ; E ; epural ; H1 - 6 : hipurales 1 - 6 ; PH : parahipural ; sp : rayos principales.












Bol. Mus. Nac. Hist. Nat. Chüe. 39: 63-73 (1982)

TORTUGAS MARINAS EN CHILE JACK FRAZIER • y SUSANA SALAS *

RESUMEN Se realiza una revisión bibliográfica y de especímenes de tortugas de Museos, ha­ ciendo una relación histórica de lugares y fechas de observación y/o capturas de tor­ tugas marinas en Chile. A Chile llegan cuatro especies de tortugas; Detmochdys coriáceo, Chelonia mydas, Lepidochelys oliváceo y Coretta caretto, pero no regularmente en el año. El registro más austral es de Otelonio mydas para Isla Desolación (52° 57’ S).

ABSTRACT This paper deal with a bibliographic review and specimens of Museums of marine turtles, making a historic relation of sites and dates of observation and/or capture of specimens. Dermochdys coriáceo, Oidonia mydas, Lepidochelys oliváceo and Caretta coretta arrive to Chile but not regularly along the year. The most southern record is Isla Deso­ lación (52° 57’ S) for Oie/o/jw mj'das.

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INTRODUCCION

Cuando s e piensa en tortugas marinas no se puede dejar de asociarlas con playas tropicales y climas cálidos. Sin embargo uno de los primeros registros de estos animales en Sudamérica provino de Chüe, país que tiene más del 9 0 ° /o de sus 5 . 0 0 0 km de costas al sur del Trópico de Capricornio y que está b ^ o la influencia de la surgencia y la corriente fría de Humboldt. El clima de las provincias marinas chüenas fluctúa entre cálidotemplado y frío-templado, no incluyendo ninguna región tropical ( b r i g g s 1974: 138, 161). A partir del relato d e M O L iN A (1782: 216), sobre el primer registro de tortugas marinas

en Chile, numerosos autores han comprobado la presencia de éstas en las aguas chilenas ( p h i l i p p i 1887-1901; d o n o s o - b a r r o s 19611970; d o n o s o - b a r r o s y c a r d e n a s 1962; bahamonde 1972; g u z m a n y c a m p o d o n ic o 1973; f o r m a s 1976), lo que ha permitido obtener los registros más australes de las principales especies que es posible encontrar en el Pacífico Oriental, De las cinco especies de tortugas marinas encontradas en el Pacífico Oriental, cuatro de ellas están representadas en el Museo Nacional de Historia Natural de Santiago, Chüe (MNHNS) por especímenes autóctonos 1 * Estados Unidos de America.


BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL DE HISTORIA NATURAL

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á^Dermochelys coriacea (L.), Chelonia mydas (L.), Lepidochelys olivacea ('eschscholtzj y Caretta caretta (L .) de lo que se desprende que Chile tiene importancia tanto histórica como biológica en el estudio de las tortugas marinas. El objetivo del presente trabajo es realizar una revisión de la información publicada sobre tortugas marinas en Chile, para así promover futuras investigaciones sobre estos organismos en las costas chilenas.

RESUMEN CRONOLOGICO La primera referencia sobre tortugas marinas en Chile y probablemente una de las primeras de la costa del Pacífico del Nuevo Mundo, fue la del Abate J. IGNACIO m o l in a (1782: 216) (reeditado posteriormente en varias lenguas, por ej. español 1787 e inglés 1801: 151, ver DONOSO-BARROS y c a r d e n a s 1962). MOLINA (1782: 216) escribió: “la tortuga coriácea habita en el mar” . No se sabe bien con qué fundamentos fueron hechas estas afirmaciones y g u i c h e n o t (m GAY 1848: 8), no habiendo encontrado tortugas marinas en Chile, cuestionó su confiabilidad y alegó “ en Chile no existen tortugas de ninguna especie” . P H iL iPPi (1887a: 84) hizo el primer estu­ dio detallado de tortugas marinas para Chile y la costa occidental de Sudamérica, repor­ tando que los viejos habitantes no recordaban haber visto tortugas marinas en otras épocas. Esto podría ser interpretado como un cambio en los hábitos o en la distribución de las tor­ tugas marinas, pero también es probable que el número de ejemplares que aparece en Chile no sea lo suficientemente elevado como para que sean conspicuas, lo que explicaría lo afirmado por g u i c h e n o t . En sus investigaciones p h i l i p p i describió ejemplares, actualmente depositados en el MNHNS, de Sphargis coriacea, Chelonia lata y Thalassiochelys tarapacana. Los últi­ mos dos nombres eran de especies nuevas, pero por falta de descripciones también son nomina nuda.

p h il ip p i vió muestras de Sphargis de Iquique y Valparaíso; Chelonia de Valparaíso e Isla de Chiloé y Thalassiochelys de Iquique. Aunque ninguno de los nombres que utilizó es válido actualmente, el suyo fue el primer registro documentado de tres especies de tortugas marinas en Chile. En el mismo año, en un breve trabajo sobre la costa de Chile, p h i l i p p i (1887b: 211-212) mencionó un ejemplar de Thalassochelys (sin aclarar especie) de Iquique y Chelone lata. En 1899 publicó un trabajo más amplio en el que informó sobre la existencia de tres géneros, todos con nuevas especies pero su nomenclatura es algo confusa. Sus descrip­ ciones incluyeron: Sphargis coriacea, S. angusta, Thalassochelys tarapacana, Thalassochelys controversa y Chelonia lata, que excepto por la primera, todas eran especies nuevas, S. angusta y T. controversa mencionadas por primera vez. Actualmente Sphargis m e r r e m es sinónimo menor de Dermochelys b l a i n v i l l e , pero p h i l i p p i (1899) consideró que Dermatochelys WAGLER, también era sinónimo de Sphargis. Thalassochelys FIT Z IN G E R (o Thalassiochelys) es sinónimo menor de los nombres genéricos Caretta RAFINESQUE y Lepidochelys F IT Z IN G E R , de uso común hoy en día. Sus ejemplares de Dermochelys provenían de Iquique, Tocopilla y Valparaíso. Se refirió a tortugas desde tan al sur como Isla de Chiloé, el registro más austral. No presentó datos acerca del origen de la muestra deT. tarapacana, pero por su trabajo de 1887 es posible saber que provenía de Iquique. De los tres ejempla­ res de T. controversa, sólo dió la procedencia del de Quinteros. En este trabajo tampoco mencionó la procedencia de Ch. lata. Refiriéndose a Ch. lata comentó que s. c. h a m b l e t o n le han escrito y que ha tenido noticias de tortugas anidando en la Isla de Chiloé. Comenta que a pesar de las cartas escritas posteriormente, nunca obtuvo respuesta. El último trabajo, de p h i l i p p i , sobre el tema, fue publicado en alemán en 1901, conteniendo información similar a su trab^'o


J. FR a z i e r y s. SALAS / Tortugas marinas en Chile

de 1899. Algunos datos (por ej. medidas de S. coriacea) son más completos, aunque las medidas publicadas en ambos trabajos difie­ ren. El tratamiento de especies es igual, con excepción de la ortografía, Thalassiochelys en 1887a Thalassochelys en 1887b y 1899 y Thalassochelis en 1901. En aquella época no se prestaba demasiada atención a la ortografía o al deletreo y al estar redactadas en un estilo complicado, la comprensión de estas publicaciones se tom a algo difícil. THOMPSON (1891: 458, 484) describió leyendas de tortugas en la Isla de Pascua refiriéndose a la existencia de quelonios, así como también a jeroglíficos y a una torre de vigía ubicada en la playa, para desde allí poder observar a las tortugas. Lamentablemente no publicó información sobre datos detallados de tortugas, por lo que no es posible saber qué especies acuden. GARMAN (1908) listó los reptiles de Isla de Pascua, en la que incluyó cinco especies de tortugas marinas; Dermochelys schlegelii, Caretta oliváceo, Chelonia japónica, Chelonia depressa y Eretmochelys squamosa. Al leer sus comentarios no deja lugar a duda que él nunca vió ningún ejemplar proveniente de Isla de Pas­ cua: “Para dar una idea aproximadamente completa de la Herpetología de Isla de Pascua es necesario considerar e introducir provisio­ nalmente en nuestra lista de especies un número de tortugas marinas y una serpiente de mar que tienen sus rangos de distribución entre Polinesia y las porciones tropicales y templadas de los Océanos Pacífico e Indico; pero que hasta la fecha no han sido colec­ cionadas o conocidas directamente en la isla por el científico” -(traducido de g a r m a n 1908: 3). Insinuó que en Isla de Pascua Ch. depressa y Ch. japónica se encuentran juntas, aunque la presencia de Ch. depressa sólo ha sido documentada en Australia y Papúa, Nueva Guinea (b u s t a r d 1972: 197). Hasta la fecha no se han publicado datos específicos de tortugas marinas en Isla de Pascua. QUIJADA (1916: 24) catalogó los reptiles conservados en el MNHNS, citando espe­

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címenes y localidades para cada especie, tanto de Chile como de otras áreas. Además de las muestras del extranjero, incluyó dos Dermochelys, cuatro Chelonia y cuatro Thalassochelys provenientes de Chile. En su lista puso juntas nuevas combinaciones de géneros y especies, extraídas de los tra­ bajos de P H iL iP P i (1899), por lo que ningu­ no de esos nombres tiene vigencia actual­ mente. d o n o s o -b a r r o s (1966 a) se refirió a una publicación de q u i j a d a (1917) en la que aparentemente vuelve a recalcar los mismos puntos de su publicación anterior. No fue posible obtener dicha publicación y aparen­ temente no existe ( n u ñ e z , como pers.). MANN (1949: 53) al referirse a la fauna más sobresaliente de Tarapacá, la provincia más meridional de Chile dú’o: “La tortuga carey (Thalassochelys), de relativa abundancia en el mar costero pertenece igualmente a ese tipo de invasores desde regiones ecuato­ riales”. Este comentario no permite deter­ minar con certeza a cual tortuga se refirió. Como nombre común “carey” es usado para Eretmochelys pero como nombre genérico, ya no usado, se puede referir indistintamente a Caretta o a Lepidochelys (ver también DONOSO-b a r r o s 1966a: 85). No obstante, es interesante saber que alguna especie de tortugas es “relativamente abundante” en esa área. Aunque es conveniente tener en cuenta la aclaración hecha por MANN w. (m litt., 14 de Agosto de 1982) “ . . . la expresión de ‘relativamente abundante’ o ‘frecuente’, que aparece aquí y en otras citas, se puede deber más al asombro a que existan tortugas en general y en términos relativos a la existencia de otras especies de tortugas, y no a un número absoluto, elevado, de ejemplares. El hecho que se exprese que ‘a menudo se pueden observar tortugas’ puede basarse en la vista de 5 a 10 tortugas al año, según lo que he podido auscultar personalmente, al conservar con pescadores de la zona li­ toral entre Antofagasta y Arica . . YAÑEZ (1951) presentó un informe com­ pleto de tortugas marinas en Chile, revisando la nomenclatura de P H iL iP P i y otros autores.


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'actualizándola y ordenando la confusa situa­ ción taxonómica imperante. Mencionó que Chelonia mydas (incluyendo la Ch. lata de PH ILIPPI) “es relativamente común” y “se la puede observar a menudo de Coquimbo al Norte”, pero se piensa que la especie más frecuente es Dermochelys coriacea (incluyendo D. angusta P H IL IP PI),. quizás por ser la más conocida y capturada y “se la encuentra desde Corral al norte, y aún parece que alcanza hasta la latitud de Chiloé”. YAÑEZ reconoció que Lepidochelys es diferente de Caretta, describiendo las carac­ terísticas de Lepidochelys olivacea con considerable detalle, probando que podía reconocer la especie. También la foto de la figura 7 ilustrando Lepidochelys muestra incuestionablemente a esa tortuga. Los especímenes que previamente PH ILIPPI y QUIJADA habían llamado “Thalassochelys” (etc.) y que habían sido confundidos diver­ samente con Caretta y Eretmochelys fueron identificados como Lepidochelys olivacea. YAÑEZ dudó de la presencia de Eretmochelys en Chile, a pesar de los informes ocasionales, obtenidos particularmente desde Valparaíso y opinó que Caretta tampoco estaba presente en la fauna chilena. Sostuvo que aunque varios autores reconocían distintas subespecies para el Atántico y el Pacífico, consi­ deraba imposible reconocerla por datos morfológicos. YAÑEZ incluyó en sus descripciones los nombres vulgares de cuatro especies: Caretta caretta o “ tortuga boba” ; Chelonia mydas o “ tortuga verde o comestible” ;DermocÁe/ys coriacea o “ tortuga laúd” y Eretmochelys imbricata o “ tortuga de carey” , lo que faci­ lita la comunicación con los pescadores. Aparentemente es la única publicación con fotografías de ejemplares autóctonos. CARR (1952: 357 y sig.) sostuvo que Chelonia mydas agassizii, Lepidochelys olivacea y Dermochelys coriacea schlegelii se distribuyen hasta Chile y de la descripción de PH ILIPPI (1899: 731) de Thalassochelys tarapacana, consideró que Caretta caretta gigas también estaba representada en la fauna

chilena (evidentemente desconocía el trabajo de YAÑEZ). CARR sugirió que de ser verdade­ ros los rumores sobre tortugas marinas ani­ dando en Chile (c.f. p h i l i p p i 1899: 735), debían referirse a Caretta caretta. Esto aún no ha sido demostrado, c a r r u s o deno­ minaciones subespecíficas para todas las especies, con excepción de Lepidochelys olivacea. MARL\ CODOCEO (1956: 1), en su Guía de las Secciones del MNHNS, comentó que las tortugas marinas chilenas están re­ presentadas allí por ejemplares de Chelonia mydas y Dermochelys coriacea. En forma más amplia se refirió a un ejemplar vivo del género Caretta presente en el acuario del museo, capturado en altamar a la altura de las costas de Coquimbo y obsequiado por el Prof. don Ca r l o s m u ñ o z el 10 de Octubre del mismo año. Esta es la primera documentación del género para la costa pacífica sudamericana. DONOSO-BARROS (1961) revisó brevemente los reptiles de Chile y nombró cuatro es­ pecies utilizando la nomenclatura de c a r r (1952). Al referirse a los rumores de anida­ ción dijo “Hay menciones dudosas como la de p h i l i p p i ” . . . “ que la tortuga coriácea o laúd, había sido observada por el señor h u m b e s t o n e efectuando posturas en la costa de Chiloé”. Aunque p h i l i p p i (1899: 735) se refiriera a la carta del Sr. h a m b l e t o n sobre Chelonia lata. El dato más interesante en esta publicación es la referencia sobre Caretta caretta gigas “ . . . es relativamente frecuente en la costa de Tarapacá. En Arica se la con­ sidera un plato excelente . . Si bien no dice en base a qué ejemplares confirma esos datos, es la primera vez que se nombra la especie para Chile. En “Ecología Herpetológica” (1964) men­ cionó nuevamente que cuatro especies de tortugas marinas llegan a las costas del Norte Grande de Chile. En su trabajo “ Distribución de las Tortugas de Sudamérica” editado en dos sitios diferen­ tes (1965 a y b) d o n o s o - b a r r o s publicó un resumen similar al de 1961 y señaló que Lepidochelys “ alcanza por el sur hasta las


J. FRAZIER y S. SALAS /

Tortugas marinas en Chfle

frías aguas de Valparaíso” mencionó que Eretmochelys imbricata llega solamente hasta el Sur del Perú. En el más completo de sus trabajos, “Los Reptiles de Chile” (1966 a) usó el mismo sistema de nomenclatura, y presentó un resumen de información proveniente de numerosos trabajos, la mayoría extranjeros. Publicó medidas detalladas de los ejempla­ res Dermochelys (= Sphargis) examinados por P H iL iP P i y descripciones diferenciando los sexos. Coincidió con y a ñ e z (1951) en que las diferencias de las dos especies de p h i l i p p i no era más que diferencias entre sexos. Dió ubicaciones para las distintas especies. Para Chelonia mydas agassizi la localización más frecuente es en bahías y en la cercanía de las playas isleñas, llegando a encontrarse a lo largo de las costas hasta Valparaíso y excepcionalmente hasta Chiloé. Si bien no mencionó las muestras de Chiloé nombradas por PH ILIPPI (1887; 84) y q u i j a d a (1916: 24), dió medidas detalladas del Holotipo de Ch. lata (= Ch. mydas). Al referirse a Chelonia japónica informó de su presencia junto con Ch. mydas agassizi, en Isla de Pascua, manteniendo la suposición deG A R M A N (1908). Desentrañó la historia de la confusión en la identificación de Lepidochelys olivacea, con los varios nombres dados por p h i l i p p i y sus confusiones con Caretta caretta. Presen­ tó datos detallados de cuatro ejemplares de L. olivacea, afirmó que es relativamente frecuente en Chile y que se la captura en las tibias aguas de Tarapacá y de Antofagasta. Mencionó la existencia de ejemplares prove­ nientes de Quintero y Valparaíso. Al describir Caretta caretta gigas (1966a: 84) dijo: “ha sido mencionada por primera vez para Chile por d o n o s o - b a r r o s (i.e. 1961) sobre la base de un ejemplar colectado en 1947 en las costas de Arica, donde es rela­ tivamente abundante” . No explicó como obtuvo el ejemplar, pero la fecha y la locali­ dad y la presencia de “ m a n n 1949” en la sinonimia indicarían que fue coleccionada una tortuga de esta especie durante la ex­ pedición de MANN. El animal al que se refi­

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riera c o d o c e o (1956) y que fuera colecciona­ do porc. MUÑOZ fue identificado por DONOSOBARROS dentro de esta especie y aparentemen­ te las medidas dadas por él son las de este individuo. Dijo que esta tortuga habita bahías y estuarios pero también aguas abiertas. Al referirse a Eretmochelys imbricata bissa (1966a: 86), afirmó que no ha sido observada en “aguas chilenas” (viz. conti­ nentales); pero la incluyó como habitante de la Isla de Pascua, basándose en el trabajo de GARMAN (1908) al que ya nos hemos referido. DONOSO-BARROS (1966a) utilizó los mismos nombres vulgares que anteriormente utilizara yañez

(1 9 5 1 ).

En el mismo año d o n o s o - b a r r o s (1966b) publicó una lista mimeográfica con la Clave de los Reptiles Chilenos, en la que presentó información muy breve, utilizando el mismo sistema de nomenclatura que en el libro. Sus comentarios sobre Ch. japónica, Ch. mydas agassizi, E. imbricata bissa, C. caretta gigas y L. olivacea fueron similares a los vertidos anteriormente, á'i)0 Dermochelys “es común en las costas de Chile, . . . Habita en Chile desde Arica hacia el Sur. Es muy probable que alcanza hasta Chiloé. Conocida de Isla de Pascua”. Incluyó en el rango de Lepidochelys la Isla de Pascua, basándose en el trabajo de g a r m a n (1908) y suponemos que la referencia de Dermochelys para Isla de Pascua está basada en la misma información. DONOSO- b a r r o s (1970) en su Catálogo Herpetológico Chileno volvió a presentar información breve, pero con pequeñas modi­ ficaciones respecto a lo publicado anterior­ mente. Afirmó que Dermochelys se encuentra hasta Chiloé, pero no publicó ningún dato que lo corroborara. Señaló que la anidación y/o postura áe Dermochelys en Chile, era muy improbable. Ningún otro autor (c f. d o n o s o BARROS 1961) había propuesto esto anterior­ mente. En la distribución de C. caretta gigas. Arica quedó como único sitio en la costa continental, pero en cambio incluyó en su rango de distribución Isla de Pascua, cosa que nunca había sido hecha anteriormente.


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Se refirió a Chelonia depressa en Isla de Pascua, basándose en g a r m a n (1908), siendo esta la primera vez que d o n o s o - b a r r o s utilizó e s te ''n o m ^ , incluso entre sus sinónimos.V Con res^jeCto a Chelonia mydas agassizii, dijo que se habían coleccionado muestras desde Arica hasta tan al sur como Chiloé y sugirió que era probable que en Isla de Pascua, se encontrase la forma del Pacífico asiático, Chelonia japónica, “Quizás a esta última denominación pudieran correspon­ der otros ejemplares de Isla de Pascua, ads­ critos a mydas”. E. imbricata bissa fue incluida nuevamente en Isla de Pascua, como única área en Chile. Aunque no dió el origen del dato, fjjó como distribución de Lepidochelys olivacea desde Arica hasta Talcahuano, localización mucho más austral que la mencionada por él anteriormente. BAHAMONDE (1972) observó en el Museo Regional de Ancud un ejemplar de Chelonia mydas agassizi procedente de Guapilacuy, Punta Corona (41° 47’ S) y obtuvo un ejemplar de la misma especie que fue hallado moribundo en la Isla Polla, en la costa del Ca­ nal King (44° 30’ S), extendiendo el rango de distribución de esta tortuga considerable­ mente. Aclaró que ambos ejemplares fueron recolectados durante el invierno. GUZMAN y CAMPODONICO (1973) indicaron para la misma especie Isla Desolación (52° 57’ S), siendo este el registro más austral para cualquier tortuga. FORMAS (1976) brindó información sobre un ejemplar de Chelonia mydas agassizi capturado por una embarcación pesquera a 5 millas de la costa de Punta Queule (39° 23’ S; 73° 13’ O). En el área de la captura se encontraban abundantes peces y aves marinas. El ejemplar tenía el caparazón cubierto de algas, no opuso resistencia a ser capturado y murió al día siguiente. El capa­ razón está depositado en la colección de Reptiles del Instituto de Zoología de la Universidad Austral (IZUA - R 360) en Valdivia. En el estómago se encontraron restos de &\g?ís Macrocystis piryfera.

A pesar de que el ejemplar fue descrito como “macho adulto” , su tamaño no corres­ ponde a un ejemplar adulto por lo que tam­ bién es posible que no fuese macho. MARQUEZ et al. (1976) fijaron Arica como límite austral de Lepidochelys olivacea, pero no dijeron a base de qué datos. MANN w. (m lit., 14 de Agosto de 1982) aportó valiosas observaciones personales. Respecto a la Isla de Chiloé, comenta haber visto 2 caparazones (en Ancud y Chonchi). Escribe que en la Isla de Pascua ha tenido oportunidad de ver los jeroglíficos comen­ tados por THOMPSON (1891) y a los que se refiriera g a r m a n (1908), así como un total de 7 caparazones, 2 de Dermochelys y 5 de Cheloniidae. MANN w. presenta el primer dato referido a tortugas marinas en el Archipiélago de Juan Fernández escribiendo que ha podido ob­ servar unos 15 caparazones, 4 Dermochelys y que los isleños afirman que en el Archipiéla­ go de Juan Fernández las tortugas “ aparecen” entre Octubre y Febrero. Expresa que “ . . . de los casos que yo he tenido noticias, todos los ejemplares han aparecido en la costa —aparentemente mori­ bundos (con excepción de aquellos captura­ dos en el Archipiélago de Juan Fernández)” . Considera que por la experiencia que ha acumulado en sus viajes por la costa de Chile, “ . . . si hubiera algún lugar donde anidan tortugas, yo u otros de los biólogos y naturalistas chilenos, tendría noticia de ello— cosa que no sucede. Por lo anterior, la sugerencia de c a r r (1952) que Caretta podría anidar en Chile, me parece impro­ bable . . .” . CONCLUSIONES En Chile han sido registradas cuatro especies de tortugas marinas y evidentemente todas han estado representadas por especímenes en el MNHNS: Dermochelys coriacea (VANDELLi) es conocida como “ tortuga coriácea” o “ tortuga laúd” , Chelonia mydas ( L .) llamada “ tortuga verde” , Lepidochelys


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olivacea (ESCHSCHOLTZ) en inglés es llamada “ Ridley”, aparentemente en Chile no tiene ningún nombre común, si bien en Perú es conocida como “ pico de loro” ; Caretta caretta ( L .) es llamada vulgarmente “ tortuga boba”. Nunca ha sido comprobada la presen­ cia de Eretmochelys imbricata ( L .) “ tortuga de carey”, en aguas chilenas. Coincidiendo con y a ñ e z (1951) así como con otros autores más recientes ( f r a z i e r 1971; 399; p r i t c h a r d 1971a: 7; 1980: 238.1; HUGHES 1974: 29), se considera que el utilizar nombres de subespecies puede tener cierto sentido, respecto a la ubicación geográfica, pero no indica diferencias morfo­ lógicas significativas, pues la mayoría de las características utilizadas para distinguir subespecies, realmente, carecen de valor. La única excepción es la población de Chelonia del Pacífico Este que podría ser o una especie distinta, una subespecie, o el fin de un cline. El registro más austral para quelonios es el del ejemplar de Chelonia de g u z m a n y CAMPODIC» (1973), encontrado en Isla Desolación (52° 57’ S; Cuadros 1 a/b;Fig.l). QUüADA (1916: 25) incluyó en su catálogo un espaldar de Thalassochelys controversa ('= Lepidochelys olivacea) de Cucao (podría ser Cucao en Isla de Chiloé, 42° 42’ S). DONOSO-BARROS (1970: 77) informó sobre la presencia de L. olivacea en Talcahuano (36° 30’ S). Al no haber otras menciones sobre los dos últimos registros surgen dudas respecto a su confiabilidad por lo cual el ejemplar más austral de procedencia conocida, sería el de Quintero (32° 50’ S; Cuadro 2; Fig. 1). Los comentarios de Dermochelys desde la Isla de Chiloé (42° S; p h i l i p p i 1899: 729; YAÑEZ 1951: 17; DONOSO-BARROS 1966b: 2; 1970: 74), son los más australes para esta tortuga, aunque no está claro si los espe­ címenes han sido realmente examinados y por lo tanto la muestra más meridional es la de Valparaíso (33° S; Cuadro 3; Fig. 1). Respecto a Caretta, la muestra más austral de Chile es la de Coquimbo (30° S; Cuadro 4; Fig. 1), que está más al norte que los re­

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gistros de Africa ( h u g h e s 1974: Fig. 35) y de Argentina ( f r e b e r g 1945: 1), pero es el más meridional para el Pacífico Oriental. De las cuatro especies que se presentan, se afirma que Caretta y Lepidochelys son encontradas con relativa frecuencia en el norte, donde se dice hay una pequeña pes­ quería de la primera ( d o n o s o - b a r r o s 1961: 3; 1966a: 83, 84; 1966b: 3) y el Dr. m a n n w . nos escribió que la cifra es pequeña y que de acuerdo con lo que discutiera, aproximada­ mente en 1972, con d o n o s o - b a r r o s la “pesquería” no es exactamente tal,' sino que se comercializan los animales que caen en las redes accidentalmente (m litt., 14 de Agosto de 1982). A pesar de todas las menciones refiriéndose a la presencia de tortugas marinas en Isla de Pascua, no hay referencias de muestras depositadas en museos. Nunca se han documentado anidaciones en Chile, por más que p h i l i p p i (1899: 735) recopiló relatos de tortugas anidando en Cucao, pero sin evidencias sólidas, c a r r (1952: 395) mencionó rumores de tortugas que anidan en Chile presumiendo que Caretta lo hace, posiblemente basándose en los relatos de p h i l i p p i , pero no han aparecido evidencias excepto el comentario de d o n o s o b a r r o s (1961), que parecería ser una reco­ pilación, aunque con errores, de lo dicho por p h i l i p p l Al no haber evidencias de que las tortugas marinas se reproduzcan en Chile, inevitable­ mente surge una pregunta: ¿desde dónde vienen los animales que se encuentran en éste país? Hay dos posibilidades obvias: que migran en rutas regulares desde zonas de mayor concentración hasta allí, o que son animales perdidos que están fuera del rango de distribución normal y perdidos del man­ tenimiento de la población. El hecho de que se presenten regularmente en áreas donde las anidaciones son muy escasas, Ecuador continental y Perú, sugiere que hay migracio­ nes desde zonas de reproducción hasta áreas de alimentación en estos dos países. Es posi­ ble que las tortugas que se encuentran en el Norte de Chile representen la cola austral


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BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL DE HISTORIA NATURAL

Caretta y una Chelonia. Aunque no aclara si las medidas fueron tomadas siguiendo la curvatura del carapacho o en línea recta, los valores corresponden a otros presentados por PH ILIPPI ( 1 8 9 9 ) con medidas tomadas sobre la curva. Además se encuentran cinco valores más para Chelonia, dos en p h i l i p p i ( 1 8 9 9 ) , uno en b a h a m o n d e ( 1 9 7 2 ) , uno en GUZMAN y C A M P 0 D 0 N IC 0 (1 9 7 3 ) y uno en fo r m a s

(1 9 7 6 ).

En el Cuadro 5 se presentan compara­ ciones para cada valor del largo curvo del caparazón de una tortuga de Chile con esta­ dísticas de las poblaciones anidadoras más cercanas del Pacífico este (excepto Caretta ya que al no haber estadísticas del Pacífico este, se la compara con la población de Sudáfrica). Ambas Dermochelys por su tamaño, son adultos. De las cuatro Lepidochelys, una aparentemente es subadulto, dos son del tamaño normal para adultos y una es mucho mayor que los adultos de Oaxaca, México. Sin ninguna duda el individuo de Caretta es juvenil. La situación de Chelonia es más complicada pues en el Pacífico este sólo se cuenta con las medidas tomadas en línea recta, faltando las que siguen la curva del caparazón. Sin embargo, dos valores corres­ ponden al tamaño normal para adultos y otros tres son evidentemente de ejemplares juveniles. El quinto (de 66 cm) podría co­ rresponder a un adulto, pero no hay estadís­ ticas que correspondan a esa medida exacta por lo que es imposible decir con certeza si es un ejemplar adulto o no. En base a esto concluimos que a Chile lle­ gan Dermochelys adultas, juveniles de Caretta y adultos y subadultos o juveniles de Lepidochelys y Chelonia. La presencia de adultos permite pensar que éstas son las tortugas que se han alejado más hacia el sur en sus migraciones alimentarias, hacia Perú y Ecuador, desde sus áreas de reproducción en Centro y Norte América. Aunque por no ser muy elevado el número de tortugas que llega a Chile, no es posible saber si son ani­ males extraviados o no. Por todo lo anterior podríamos decir que


J. FRAZIER y S. SALAS / T o rtu g a s m a rin a s e n Chfle

la presencia de tortugas marinas ha sido documentada en Chile por dos siglos y posi­ blemente más que en cualquier otro lugar en el Pacífico Oriental, con excepción de las Islas Galápagos (i.e. comentarios de d a m p ie r del año 1684 (1906; 132)). Cuatro especies están documentadas, tres teniendo los re­ gistros más australes del mundo y dos fama de ser “ relativamente frecuentes” . Por último es necesario incorporar obser­ vaciones sistemáticas de tortugas marinas en las costas chilenas. Los puntos funda­ mentales que necesitan ser cubiertos son: identificación precisa y registro de las lo­ calidades y fechas; descripción de medidas, sexo, alimentación y parásitos; registro de pesca para estimar objetivamente la frecuen­ cia; reconocimiento de las áreas indicadas como de gran población y anidación; divul­ gación de los programas de marcas y análisis estacional, anual y fluctuación entre distin­ tos años.

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AGRADECIMIENTOS Expresamos nuestro agradecimiento al Profesor HERMAN NUÑEZ por la documentación aportada sobre los ejemplares existentes en el MNHNS, a GUILLERMO MANN W., DAVID BRIDGES. BRAUUO OREJAS M. y JORGE PEÑA C. por SUS valiosos co­

mentarios y aportes a este trabajo y al Smithsonian Scholary Studies Program (via J. F. EISENBERG); dielonia Institute y Sea Turtle Rescue Fund del Center for Environmental Education de Washington, D.C. por su apoyo económico.

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SE RESPETO

CUADRO la

LA ORTOGRAFIA

ORIGINAL

MUESTRAS DE CHELONIA MYDAS (L.) RECOLECTADAS Y DEPOSITADAS EN MUSEOS DE CHILE

fecha que el de la segunda publicación

Debido a que en algunas publicaciones no está claramente identificado cada ejemplar, es probable que en esta lista haya dos o más referencias para algunos de ellos. El ejemplar 5 podría ser indistintamente 1 o 2, ya que es de la misma de PHILIPPI y en todos los casos son caparazones.

Probablemente las referencias de la condición de los ejemplares 4 y 6 dadas por QUIJADA estén invertidas, siendo 4 embalsamada y 6 espaldar. Si nuestra suposición fuese correcta, el ejemplar 6 probablemente sería el 3, ya que tiene la misma localidad y condición y el ejemplar 9 sería el 4, ya que ambos están embalsamados.

El ejemplar 7 proviene de una localidad que no es posible ubicar en Chile, siendo sólo mencionado porQUUACA. Posiblemente sea de la isla de Tahiti, ya que anteriormente los ingleses llamaban a esta isla “Otaheite”. El ejemplar 8 proviene del Atlántico, por lo que posiblemente no sería de Chile.

* MNHNS = Museo Nacional de Historia Natural, Santiago; Inst. Pat. = Instituto de la Patagonia; MNR = Museo Regio­ nal Ancud; IZUA = Instituto de Zoología Universidad Austral, Valdivia.










Bol. Mus. Nac. Hist. Nat. Chüe, 39: 81-91 (1982)

HABITOS ALIMENTARIOS DE DOS POBLACIONES ANDINAS DE BUFO SPIN U LO SU Sym G M AN fi, 1835 (ANURA: BUFONIDAE)

HERMAN NUÑEZ •, MARIA ANTONIETA LABRA • y JOSE YAÑEZ •

RESUMEN Se analizaron los contenidos estomacales de Bufo spinulosus de San Pedro de Atacama (2.400 m .sjijn.) y de las Termas de El Tatio (4.300 m .sjijn.), 22° S, Chile. En San Pedro los animales consumen preferentemente artrópodos y en El Tatio son omnívoros, ingiriendo en promedio el S2°/o del peso del contenido por estómago en algas cianófítas. En esta última población los animales presentan un tracto digestivo signifícativamente más largo, presumiblemente como una adaptación al consumo de vegetales. Las algas al parecer no son ingeridas casualmente, sino que son consumidas independientemente de las presas asociadas a ellas. Los animales de la población de San Pedro tienen un hígado significativamente más liviano, un menor número de presas por estómago y un menor peso relativo del contenido estomacal‘que los animales de El Tatio. Probablemente estos hechos están en relación con la época reproductiva de los animales de San Pedro, los que estarían depletando su hígado de reservas energéticas y en ayuno en pro de la reproducción.

ABSTRACT The feeding habits in two populations of Bufo spinulosus from Segunda Región of Chile were analized; the first one from San Pedro de Atacama at 2.400 m elevation and El Tatio Springs at 4.300 m, 22° S, Chile. In San Pedro the animals ate insectivorous and in El Tatio Springs are omnivorous, eating cianofitas algae in a figure of 52°/o in average weigiit/stomach. This last population exhibit a digestive tract longer than that of the San Pedro de Atacama, presumably as an adaptation to vegetables consumption. The algae do not appear casually eated by toads, but are independently consumed of prey associated with them. The San Pedro population has a liver significatively lighter than that of El Tatio Springs, join with a lesser number of prey/stomach and a lesser relative wei¿it of stomach content Probably tiiese facts are associated with the repro­ ductive activity of animals from San Pedro; which would be depleting its liver from energetic budget and in fast in favor of the reproduction. •

Sección Zoología Museo Nacional de Historia Natural; CasUIa 787, Santiago - Chfle.


BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL DE HISTORIA NATURAL

82

INTRODUCCION Una revisión amplia de la literatura muestra un panorama de escasa información sobre los aspectos dietarios de anuros chilenos, c o d o c e o (1957) menciona que Pleurodema thaul consume lombrices de tierra cuando está en cautividad; b u s s e (1980) informa sobre el contenido estomacal de cinco ejemplares de Telmatobius montanus de Farellones y La Parva y k u s c h e l (1949) describe a Scotoeborus plumeus (Coleóptera; Curculionidae) en el contenido estomacal de Bufo spinulosus de Putre. v a l e n c ia et al. (1982) hicieron un estudio de la dieta de los herpetozoos en un transecto de Arica a Chungará, in­ cluyendo entre los anuros a B. spinulosus, P leu ro d em a m arm orata, T e lm a to b iu s peruviantis y T. marmoratus. En este trabajo queremos poner a prueba la hipótesis de existencia de divergencia alimentaria en dos poblaciones de anuros sometidas a condiciones ambientales dis­ tintas. Para ello seleccionamos dos pobla­ ciones de Bufo spinulosus que viven en am­ bientes diferentes: San Pedro y El Tatio. El primer sitio presenta aguas frías (15° C) y vegetación arbustiva xerófita. El Tatio presenta aguas termales con temperaturas del aire extremadamente bajas (—15° C) y sin vegetación arbustiva. Las condiciones de ambos sitios son lo bastante diferentes como para generar divergencias en los feno­ tipos (CEi 1962) y presuntamente en las estrategias alimentarias. De los antecedentes de Hteratura ( v a l e n ­ c ia ei al. 1982) se podría esperar que la población de El Tatio sea insectívora y la de San Pedro sea, comparativamente, más herbívora, sin embargo la baja productivi­ dad y escasa densidad entomofaunística de El Tatio podría hacer que dicha pobla­ ción cambie a un régimen alimentario her­ bívoro. MATERIAL Y METODOS En abril de 1980 recolectamos 56 Bufo spinulosus en las termas de El Tatio (22° 21’

S; 68° 03’ O; 4320 m.s.n.m.) y en septiembre de 1981 obtuvimos 147 ejemplares en el río San Pedro de Atacama (22° 55’ S; 68 ° 12’ O; 2.400 m.s.n.m.), ambas localidades en la II Región de Antofagasta, Chile. La captura fue manual y el sacrificio de los animales por demedulación, a lo más dos horas después de su captura, fi­ jándolos posteriormente con formalina al 10°/o y conservándolos en alcohol de 70°. Todos los ejemplares están en la colección herpetológica del Museo Nacional de His­ toria Natural. En el laboratorio medimos la longitud del cuerpo (LC) de los animales ( v e l o s o et al. 1982), con un nonio (precisión 0,1 mm), luego abrimos el vientre, enjuagamos el fijador con algodón, pesando el ejemplar en una balanza Sartorius MP-1206 (preci­ sión 0 ,1 gr), y extrajimos el tracto digestivo desde el cardias hasta el recto. Medimos el tubo digestivo desde el piloro hasta el recto (regla de precisión 0,5 mm) y estanda­ rizamos por LC; en algunos ejemplares de ambas poblaciones (77 en San Pedro y 27 en El Tatio) medimos por separado el intes­ tino delgado y grueso y también estandari­ zamos por LC. Cuando los valores relativos fueron inferiores a 0,3 hicimos transforma­ ción arcoseno previa a la aplicación de la prueba t de Student con varianza ponderada (SOKAL y ROHLF 1969) para comparar ambas poblaciones. Además pesamos el hígado de algunos especímenes (39 de San pedio y 11 de El Tatio) y ,1o dividimos por el peso corporal respectivo. Para su comparación seguimos el mismo m étodo estadístico anterior. Separamos los estómagos entre los esfínteres cardial y pilórico, los pesamos limpios de tejidos adiposos y pleuras en una balanza de platillo Sartorius (precisión 0,001 g ) previo secado en papel absorbente; una vez pesado cada estómago, lo abrimos en una cápsula de Petri y vaciamos su contenido, volviendo a pesar la bolsa estomacal. Pesamos separadamente el contenido vege­ tal y animal bajo lupa estereoscópica de 8-16-32x. El peso del contenido lo dividimos


H. NUÑEZ, M.A. LABRA y J. YAÑEZ

/ Alimentación de Bufo spinulosus

83

por el del animal, transfomiamos a arcoseno y comparamos ambas poblaciones con prueba de f de Student con varianza pon­ derada ( s o k a l y ROHLF 1969). Determinamos el contenido animal y vege­ tal haciendo preparaciones microscópicas cuando fue necesario. Con los contenidos animales calculamos la amplitud de nicho (PIANKA 1976): AN = ¿ P i 2 ) - i i=I en que p¡ es el consumo proporcional del Ítem i en relación ál total. AN = 1 cuando se usa un solo recurso (alimentario en este caso) hasta R cuando se usan R recursos en igual proporción. Para evaluar similitud dietaria entre las poblaciones nuestras y las de v a l e n c ia et al. (1982) se utilizó en índices de sobreposición de nicho ( p i a n k a 1976): Pij P i k / ( 2 P i j ^

. P i k ^ ) ‘^^

a adquiere valores entre O y 1 (desde la sobreposición nula a completa) y pjj es la propor­ ción del ítem i en el muestreo j (i.e. especie depredadora j). Nuestros resultados fueron elevados a nivel ordinal para hacer la compa­ ración. En este trabajo sólo tiene sentido en cuanto se interpreta como similitud de dieta a ese nivel, que fue el usado por v a l e n ­ c i a etal. (1982). Para probar la asociación entre categorías usamos el índice V (de medición “absoluta”) de YULE (ver piELO ü 1969): V = covar (x, y) / [ var (x) var (y) ] en que -1 < V < + 1. V = - 1 significa una disociación absoluta y V = + 1 una asociación absoluta. RESULTADOS Y DISCUSION En la Fig. 1 se observan las distribuciones de tamaño de las dos poblaciones de sapos.

Fig. 1. Distribución de tamaiío de las dos poblacio­ nes de Bufo spinulosus analizadas. (F = frecuencia; LC = longitud corporal en mm).

Existen dos modas en San Pedro (Fig. 1), siendo ésta una distribución que normal­ mente aparece en Bufo ( v a l e n c ia com. pers.) y se debe a la coexistencia sicrónica de dos gmpos etarios. Se aprecia que la muestra de El Tatio (Fig. 1) es unimodal en LC y más pequeña, lo que ya ha sido reportado por c e i (1962) agregando que (SIC) " . . . la piel(es) muy suave, práctica­ mente sin formaciones queratinosas . . . ” (p: 40). El autor sostiene que este morfo se debería a adaptaciones locales y que se parecen a las hembras de la población de San Pedro de Atacama. El Cuadro 1 presenta el resultado de los análisis estomacales de la población de San Pedro. Las categorías presentadas corres-


BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL DE HISTORIA NATURAL

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CUADRO 1 CATEGORIAS ALIMENTARIAS ENCONTRADAS EN ESTOMAGOS DE BUFO SPINULOSUS DE SAN PEDRO DE ATACAMA. Estómagos analizados: 120; estómagos vacíos; 61; n: número de individuos-presa en los estómagos; °/o - por­ centaje de la categoría en el total de las presas; f: frecuencia absoluta de las categorías en los estómagos; f/120: frecuencia porcentual en los estómagos analizados.

o/o

f/120

I. INSECTA Collembola Poduridae Sminthuiidae Coleóptera (Imago 1) Coleóptera (Imago 2) Coleóptera (Imago 3) Coleóptera (Larva) Carabidae (Imago) Carabidae (Larva) Notaphus sp. Coccinelidae

33 1 6 1 1 2 4 2 3

14,1 0,4 2,6 0.4 0,4 0,9 1.7 0.9 1,3

8 1 3 1 1 2 2 2 3

6,7 0.8 2.5 0.8 0.8 1.7 1,7 1,7 2,5

Eriopis connexa

3

1,3

3

2,5

21 1 1 2

9,0 0,4 0,4 0.9

10 1 1 2

8,3 0,8 0,8 1,7

1 1

0.4 0,4

1 1

0.8 0,8

1 15 2 1 12 3 1 3 1 65 5 1 1 1 1 5

0,4 6,4 0,9 0,4 5,1 1.3 0.4 1.3 0,4 27,8 2,1 0,4 0,4 0.4 0.4 2.1

1 10 1 1 5 1 1 2 1 9 2 1 1 1 1 2

0,8 8,3 0,8 0.8 4,2 0,8 0,8 1,7 0,8 7,5 1,7 0,8 0,8 0,8 0.8 1,7

Curculionidae

Scotoeborus nahudius Elmidae (Imago) Elmidae (Larva) Macrelmis sp Hidrophilidae Tropistemus sp Staphylinidae Tenebrionidae Philorea sp Díptera (Imago 1) Diptera (Imago 2) Diptera (Pupa) Diptera (Larva 1) Diptera (Larva 2) Culicidae (Imago) Culicidae (Larva) Sirphidae (Larva) Ephemeroptera Hemiptera Hymenoptera

Apis mellifica Homoptera (Ninfa) Indeterminado Larva


H. NUSEZ, M.A.

labra

y J. YAÑEZ

Lepidoptera (Larva) Nayade

/ Alimentación de Bufo spinulosus

85

n

o/o

f

f/120

1 14

0,4 6,0

1 5

0,8 4,2

1 1 1

0,4 0,4 0,4

1 1 1

0,8 0,8 0,8

13 2

5.6 0,9

6 1

5,0 0,8

II. ARACHNIDA Miriapoda Pseudoscorpionida Solifuga Araneae Dictyna sp. Erigone sp. III. VEGETALES

7

Tessano sp.

1 gr

(hoja) IV. VERTEBRADOS Larva de sapo

1

0,4

1

0,8

CUADRO 2 CATEGORIAS ALIMENTARIAS ENCONTRADAS EN ESTOMAGOS DE BUFO SPINULOSUS DE EL TATIO. El significado de las siglas es el mismo que en el Cuadro 1.

n

o/o

f

f/54

333 80

37,4 9,0

38 13

70,4 24,1

4

0,4

2

3,7

1 31 2 1 1 5

0,1 3,5 0,2 0,1 0,1 0,6

1 10 1 1 1 5

1,9 18,5 1,9 1,9 1,9 9,3

I. ARTHROPODA Crustacea Amphipoda Ostracoda Insecta Collembola Coleóptera Coccinelidae (Larva) Dityscidae (Imago) Dityscidae (Larva) Staphylinidae (Imago) Indeterminado 1 Indeterminado 2


BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL DE HISTORIA NATURAL

86

Diptera (Imago 1) Diptera (Imago 2) Diptera (Imago 3) Diptera (Larva) Chironomidae Culicidae Drosophilidae Muscidae Sarcophagidae Sirphidae (Imago) Sirphidae (Larva) Tachinidae Ephemeroptera Corixidae Hemiptera Homoptera Aphididae Lepidoptera (Larva 1) Lepidoptera (Larva 2) Indeterminado (Imago 1) Indeterminado (Imago 2) Indeterminado (Larva) Indeterminado (Nayade) Indeterminado (Ninfa)

n

o/o

f

f/120

10 5 2 1 1 29 3 2 18 1 1 1

1.1 0,6 0,2 0,1 0,1 3,3 0,3 0,2 2,1 0,1 0,1 0,1

5 2 1 1 1 3 3 1 1 1 1 1

9,3 3,7 1,9 1.9 1,9 5,6 5,6 1,9 1.9 1.9 1.9 1.9

5 111

0,6 12,5

4 26

7,4 43,15

22 2 5 1 1 4 1 1

2,5 0,2 0,6 0,1 0,1 0,4 0,1 0,1

5 2 2 1 3 1 1

9,3 3,7 3,7 1,9 1,9 5,56 1,85 1,85

1

0,1

1

1,9

204

22,9

14

25,9

32 8

59,3 14,8

1 11

19 20,4

II. ARACHNIDA Araneae III. MOLLUSCA

Littorìdina sp. IV. VEGETALES Algas cianófítas No algas V. VERTEBRADOS Muda de piel Piedras


H. NUÑEZ, M.A. LABRA y J. YAÑEZ /

Alimentación de Bufo spinulosus

ponden a Ephemeroptera, Collembpla de la familia Poduridae y en tercer lugar Scotoeborus nahuelius (Coleóptera: Curculionidae). Nótese la baja incidencia de vegeta­ les en los estómagos que en conjunto reúnen 73 mg con una frecuencia de 7 estómagos (5,8°/o). En el Cuadro 2 aparecen las categorías encontradas en los sapos de El Tatio. La categoría animal más representada es Amphipoda seguida por Littoridina sp. (Gastropoda: Acmidae) y Hemiptera. En fuerte contraste con la población de San Pedro de Atacama, se observa ingesta vegetal en 38_estómagos (70,4°/o), con 52,68°/o ± 9,73 (X ± 2 EE) del peso del contenido del estómago. Con­ comitante la longitud relativa del tracto digestivo ei^ la población de El Tatio (3,1 ± 0,1, X ± 2 EE, N = 50) es signifi­ cativamente más larga que la de San Pedro (1,8 ± 0,07, N = 117) Prueba de t de Student: 18,78; P < 0,01; 165 g.l. Los intestinos delgado y grueso de ambas poblaciones también difieren significativa­ mente entre sí (Cuadro 3). En otros verte­ brados tales como peces ( l a g l e r et al. 1962) se ha demostrado que los herbívoros exhiben un tracto digestivo más largo que el de los carnívoros. Así se puede pensar que el intes­ tino más largo (en sus dos segmentos ana­ tómicos: delgado y grueso) que presenta Bufo de El Tatio sería una adaptación al consumo de vegetales (i.e. cianófitas). Sin embargo en larvas de anuros, al menos, esto no es claro, larvas con dietas similares tienen tasas variables de longitud del tracto digestivo, aunque la tendencia a la elonga­ ción se da en las herbívoras ( p o r t e r 1972). Según m o o r e (1964) el intestino grueso de anfibios alberga una flora bacteriana que participa en la digestión de la celulosa. Esta parte del tracto digestivo en los animales de El Tatio es significativamente más larga que en los sapos de San Pedro, (Cuadro 3), tal vez permitiéndoles una mayor eficiencia en la digestión de elementos vegetales. Existen diferencias significativas en el peso relativo del hígado. En la población de San Pedro éste corresponde al 2,3°/o ± 0,2

87

(X ± 2 EE) N = 39, del peso corporal y en la población de El Tatio es de 4,3°/o ± 0,5, N = 11 (í = 2,47; P < 0.01 ; 48 g.l.). El hígado de vertebrados es un almacenador de reservas de glicógeno, además cumple un rol detoxificador al filtrar la sangre prove­ niente del duodeno a través del sistema portahepático ( s e l k u r t 1969). Cuando un animal ingiere una diversidad alta de presas, incor­ pora a su organismo más variedad de toxinas que un animal especializado; usando este criterio j a k s ic et al. (1979) explican el bajo peso del hígado del lagarto Liolaemus monticola, un especialista en el consumo de honnigas; esta hipótesis no explicaría los hígados más pesados en los sapos de El Tatio, pues estos anuros tienen una AN = 4,55 (considerando sólo la fracción animal de la dieta), o sea su diversidad es práctica­ mente la mitad de la que exhiben los sapos de San Pedro (AN: 8,21) y cuyos hígados pesan un 46°/o menos en relación a los sapos de El Tatio. Una dieta más especializada en este caso, tiene aparejado un hígado más pesado. Sin embargo no conocemos la varie­ dad de toxinas de las algas por lo que los sapos de El Tatio pudieran tener una mayor diversidad de toxinas que metabolizar y por tanto debieran tener un hígado más pesado. Interesantemente las algas cianófitas pre­ sentan en los protoplastos, gránulos de poliglucano que son polímeros de glucosa similares al glicógeno animal ( b o l d y w y n n e 1978). Con nuestros antecedentes no pode­ mos concluir si el hígado es un detoxificante de los productos del alga o un almacenador muy eficiente. Por ambas vías podríamos eventualmente explicar el peso mayor del hígado en los animales de El Tatio, ambas hipótesis deberían ser materia de posteriores análisis fisiológicos. Una tercera alternativa de explicación está en relación con el período reproductivo, en septiembre de 1981 los sapos de San Pedro •estaban copulando, así sus reservas se estarían agotando y por tanto su hígado sería más liviano. A esta hipótesis apoya el hecho que un año después (en septiembre de 1982) los sapos de la misma población tienen un


BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL DE HISTORIA NATURAL

88

CUADRO 3 COMPARACION DE LA LONGITUD RELATIVA DEL TRACTO DIGESTIVO Y SUS SEGMENTOS EN DOS POBLACIONES DE BUFO SPINULOSUS. X = promedio; 2 EE = dos errores estándar; n = número muestra!; t = resultado de la prueba de t de Student con varianza ponderada; P = nivel de significancia. El largo del tracto se expresa como proporción, y sus segmentos se expresan como porcentajes.

Largo Tracto/LC X 2EE n

San Pedro

El Tatio

1,780 0,069 117

3,104 0,145 50

t: 18.780;P<0.01 Largo AmpoUa/LC X 2EE n

10,528 0,537 73

12,730 0,918 27

f.'3.142;P<0.01 Largo Tracto-ampoUa/LC X 2EE n

156,900 8,010 77

289,600 17,301 27

t: 15,401 ;P <0,01

CUADRO 4 a PARA POBLACIONES DE SAN PEDRO Y EL TATIO VS LAS POBLACIONES DE BUFO DF. A7 APA PUTRE Y PARINACOTA (VALENCIA 1982). Las poblaciones están ubicadas tal que de izquierda a derecha suben en altura y de arriba hacia abajo también.

Azapa Putre Parinacota

San Pedro

El Taüo

0,385 0,529 0,558

0,579 0,167 0,149


H. NUÑEZ, M.A. LABRA y j . YAÑEZ /

Alimentación de Bufo spinulosus

peso X del hígado de 3,459°/o ± 0,540 del peso corporal (X ± 2 EE, N = 22), es decir un hígado significativamente más pesado que los animales capturados el año anterior (prueba de t de Studeint: 4,521; P < 0,01; 58 g.l.). En este año, 1982, los sapos’ de San Pedro no iniciaban aún el período de cópula. Sin embargo e.s conveniente consi­ derar que de ser esto cierto, es de esperar que los juveniles - que no están en repro­ ducción — tuvieran un hígado más pesado que los adultos. El peso relativo del hígado de los 15 primeros juveniles (1,4 ± 0,3, X ± 2 EE) es igual en peso relativo que el de los 17 adultos (1,4 ± 0,2 ) más grandes (prue­ ba de t de Studenti 0,82; P > 0,20; 30 g.l.) de la muestra de 1981. Así esta alternativa tampoco es satisfactoria como explicación al peso diferencial de los hígados en las poblaciones de este estudio. El consumo de algas en la población de El Tatio no pareciera ser producto de la depredación sobre Amphipoda o Littoridina sp. (ver Cuadro 2). Los valores de asociación V de Yule son -0 ,1 4 9 para algas-anfípodos y 0,037 para algas-caracoles. Estos bajos valores no confirman la hipótesis de consu­ mos correlacionados. P or tanto Bufo spinu­ losus de El Tatio parecieran ingerir algas inde­ pendientemente del consumo de animales que se encuentran asociados a ellas. Este consumo de algas es excepcional en anfibios ya que estos animales dep)redan sobre presas móviles (PO RTER 1972). Una excepción a este hecho lo constituye B. m.arinus que consu­ me comida de animales domésticos deposi­ tada en pocilios (zuG y z u g 1979), mas no algas. Los anfibios presentan diferentes moda­ lidades de alimentación, ya sea en tierra (VALENCIA et al. 1982), sobre alimentos que flotan (e.g. frutos o. insectos de super­ ficie) o subacuáticos ( t u i i n e r 1959). Al hacer un análisis de tabla de contingencia con corrección de y a t e s i( s o k a l y r o h l f 1969) para presas terrestres y acuáticas resulta una diferencia significativa (X2 = 25,22;P « 0,01 ). Esto indica que la población de El Tatio consume más especies acuáticas

89

que lo esperado por azar y que B. spinulosus de San Pedro depreda más de lo esperado por azar sobre presas terrestres. Aparente­ mente los sapos de El Tatio incursionan fuera del agua sólo esporádicamente, con­ comitantemente presentan un fenotipo más acuático que los animales de San Pedro: su piel está desprovista de comificaciones siendo suave al tacto, con un cuerpo de apa­ riencia mas fusiforme pero sin diferencias sustanciales en la membrana interdigital. Además desde el punto de vista térmico a estos animales les sería desfavorable la salida desde un agua temperada a un am­ biente muy frío y seco. El número de presas animales por es­ tómago es considerablemente mayor en la población de El Tatio (18,74 ± 4,276; N = 46; X±2 EE) que en la de San Pedro (6,08 ± 2,187; N = 51). Además presentan un ma­ yor peso relativo_del contenido estomacal (4,99°/o ± 1,13, X ± 2 EE) que los de San Pedro (2,20 ± 0,59) - (í = 4,64; P < 0,01; 96 g.l.) y el número de estómagos vacíos en El Tatio es considerablemente bajo (3,7°/o) en comparación de San Pedro (50,9). Es conveniente reconsiderar que en San Pedro de Atacama en septiembre de 1981 los sapos estaban en pleno período reproduc­ tivo, con gran cantidad de larvas, cordones ovígeros y amplexos sostenidos. La figura 2, muestra el porcentaje de estómagos llenos contra LC, se observa una caída sistemática de la cantidad de animales con estómago lleno conforme se incrementa LC. Por tanto es quizás debido a que los sapos adultos de San Pedro se encuentran en período reproductivo que entran en ayuno refle­ jándose en el menor número de presas por estómagos, el menor peso relativo del mismo y el mayor número de estómagos vacíos. En el análisis de sobreposición de nicho entre nuestras poblaciones (El Tatio y San Pedro) y aquellas analizadas por v a l e n c ia et al. (1982) —Azapa, Putre y Parinacota—, esperábamos una convergencia de nicho trófico en situaciones de altura similar, pero se obtiene exactamente lo contrario; una divergencia (ver Cuadro 4). Pensamos


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que esto se debe al nivel taxonómico al que se han hecho los análisis i.e. ordinal; GREENE & JAKSIC (en prensa), han deter­ minado que tanto la amplitud de nicho como la sobreposición de nicho, sufren serias alteraciones dependiendo del nivel de resolución taxonómica. Así el nivel or­ dinal subestima hasta en un 2 4 6 ° /o la AN y sobreestima la sobreposición de nicho hasta en un 1 5 1 6 °/o .

gía externa e interna de los animales. La hipótesis que planteamos respecto que los animales de El Tatio debieran hacerse com­ parativamente más herbívoros a causa de la baja disponibilidad de recursos animales se confirmaría a la luz de los antecedentes expuestos. AGRADECIMIENTOS Agradecemos cordialmente a HILDEGARD ZAPPE, y MARIO ELGUETA de la Sección Entomología, a MARIA ELUNA RAMIREZ de la Sección Botánica, a OSCAR GALVEZ y PEDRO BAEZ de la Sección Hidrobiología, todos del Museo Nacional de Historia Natural, por su valiosa ayuda en la determinación de las categorías alimentarias de los sapos. Al Dr. FABL\N JAKSK por la lectura crítica del manuscrito. A HECTOR FUENTES por la realización de las figuras y a VERONICA AGUIRRE por las múltiples transcripciones del manuscrito. GERARDO ARRL\GADA

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CONCLUSION El estudio de ambas poblaciones de anfi­ bios arroja los siguientes hechos relevantes: La población de San Pedro de Atacama es insectívora y la de El Tatio es compara­ tivamente herbívora, con una alta propor­ ción de categorías alimentarias acuáticas, además de una diferencia de longitud de los tractos digestivos y un peso distinto de los hígados; podemos confirmar la hi­ pótesis inicial presentada, que los ambientes locales son lo suficientemente diferenciados como para generar divergencias adaptativas en la estrategia alimentaria y en la morfolo­

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Bol. Mus. Nac. Hist. Nat. Chile, 39; 93-99 (1982)

LIOLAEMUS H E R N A N IN. SP. DE IGUANIDAE DE LA ZONA CENTRAL DE CHILE

MICHEL SALLABERRY *, HERMAN NUÑEZ • y JOSE YAÑEZ ■

RESUMEN Se describe una nueva especie de Iguanidae del género Liolaemus (L. hemani n.sp.) para la localidad de Bajos de Colón, cerca de la ciudad de Rancagua, en la vertiente occidental de la cordillera de Los Andes de Chile. La especie se distingue por sus carac­ teres morfológicos, patrón de coloración y cromosomas. Se entrega también información acerca de la biología de L. hemani.

ABSTRACT A new species of I^anidae genus Liolaemus {L. hemani n. sp.) is described from the locality Bajos de Colón (near the city of Rancagua), in the occidental slope of the andean range in Chile. The species is distinctive by its morphological characters, color pattern and chromosomes. Information about biology of L. hemani n. sp. is given.

INTRODUCCION Durante los días 1 9 .al 21 de febrero de 1981, se efectuó una recolección de fauna herpetológica en la vertiente occidental de la cordillera de Los Andes frente a la ciudad de Rancagua (34° 10’ S; 70° 45’ O ). La revisión del material permitió reconocer una nueva especie de lagartija del género L i o / a e m u í cuya descripción se presenta en este trabajo. MATERIAL Y METODOS Los caracteres son morfológicos logía externa se 20x), e incluye

usados para la descripción y cromosómicos. La morfo­ examinó bajo lupa (lOx y 35 caracteres distribuidos

en; a) región dorsal de la cabeza; b) región ventral de la cabeza; c) región del tronco; d) extremidad anterior; e) extremidad posterior; f) región anal y cola; g) diseño ( h e l l m ic h 1934) y coloración. Se adoptaron los caracteres siguiendo a v e l o s o et al. (1982). Las mediciones se efectuaron con un pie de metro (precisión 0,1 mm) en animales fijados con formalina al 10°/o y mantenidos en alcohol etílico de 70°. Las medidas consideradas son; longitud estándar (LE), desde gj extremo del hocico hasta la cloaca; longi­ tud axila-ingle (LAI), desde el ángulo interno ¿g extremidad anterior al ángulo interno .

zoología, Museo Nacional de Historia Natural, Casilla 787, Santiago, Chile.


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94

de la extremidad posterior, por el lado iz­ quierdo; longitud del brazo (LB), desde el hombro hasta el dedo más largo de la mano (32) en la extremidad izquierda estirada; longitud de la pierna, (LP) desde la ingle hasta el dedo más largo del pie (42), en la extremidad izquierda estirada; longitud de la cola (LC), desde la cloaca hasta el extremo distal (ex­ cluidos los animales con cola regenerada o cortada); longitud de la cabeza (Lcab), desde el borde anterior de la abertura timpánica hasta el extremo del hocico; ancho de la cabeza (Acab), inmediatamente detrás de los ojos. Los cromosomas se obtuvieron por la técnica de aplastado celular de tejido intes­ tinal y bazo. Se usaron tres machos y tres hembras inyectados con colchicina (0,5 mg por gramo de peso) cinco horas antes de sacrificarlos. Las preparaciones se secaron al aire y se fiñieron con Giemsa pH 7. La medición de los cromosomas se hizo en las proyecciones de los negativos de las placas fotografiadas y se confeccionó un idiograma. La morfo­ logía cromosómica se determinó según la nomenclatura propuesta por l e v a n et al. (1964). Se determinó b ^ o lupa (20x) y a nivel de orden el contenido gástrico de nueve animales recolectados en la localidad tipo. Todos los ejemplares utilizados en este estudio están depositados en la Colección Herpetológica del Museo Nacional de Historia Natural, b ^ o los números MNHN-631 al 658.

gras irregulares oceladas, bordeadas de esca­ mas de color claro, línea supraocular clara, banda maxilar de igual diseño que la parietal; 2n = 32, 6 macrocromosomas de morfología metacèntrica, 10 microcromosomas, los dos primeros metacéntricos (ver Fig. 2 A). Descripción del Holotipo: ¿ MNHN-643 (Fig. 1 A) recolectado el 19 de febrero por M . SALLABERRY en el Mineral El Te­ niente, Bajos de Colón (34° 05’ S; 70° 20’ O) 70 km al noroeste de la ciudad de Rancagua a 1870 m.s.n.m. a) Región dorsal de la cabeza

1. Cabeza más larga (14,1 mm) que ancha (11,9 mm), su longitud corresponde al 21, 96°/o de la longitud del cuerpo. 2. Ancho del cuello igual que la región occipital. 3. Narinas en posición lateral. 4. Tres escamas en el borde anterior del oído, de tamaño levemente inferior a las que lo rodean. 5. Ros­ tral pentagonal, con escotadura, contacta con ocho escamas. 6 . Cuatro intemasales dis­ puestas en dos filas tranversales. 7. Cuatro supraoculares a cada lado. 8. Cinco frontales dispuestas dos por delante y dos por detrás del azigos frontal. 9. Interparietal pentagonal irregular con ojo pineal pequeño, aproxima­ damente un tercio de la longitud diagonal. 10. Temporales quilladas. 11. Bordes de los párpados lisos. 12. Seis loreales. 13. Organos sensoriales lenticulares en escamas cefálicas. b) Región ventral de la cabeza

RESULTADOS DIAGNOSIS:

(57,8

e s p e c ie

LE)

mm,

que

de

m e d ia n o

se

d ife re n c ia

ta m a ñ o de

su s

c o n g é n e r e s p o r la s i g u i e n t e c o m b i n a c i ó n d e

14. Mental hexagonal en contacto con otras cinco escamas. 15. Pliegue guiar ausente. 16. Infralabiales sin órganos sensoriales. 17. Lados del cuello plegados. 18. Pliegue antehumeral desarrollado,

c a ra c te re s : e scam a m e n ta l h e x a g o n a l, e n c o n ta c to c o n c in c o e s c a m a s; e s c a m a s d o rs a le s q u illa d a s , im b ric a d a s d o rs a le s

del

le v e m e n te

de

con

banda

y

m u c ro n a d a s; escam as

q u illa d a s ,

im b ric a d a s

y

r e d o n d e a d a s ; e s c a m a s d o rs a le s d e

la m a n o lis a s c ió n

b razo

y

tr ia n g u la re s ; p a t r ó n d e c o lo r a ­

lín e a n e g ra v e r te b ra l, a c o m p a ñ a d a p a rie ta l

fo rm a d a p o r m a n c h a s n e­

c) Región del tronco

19. Dorsales quilladas, imbricadas y mucro­ nadas. 20. Flancos sin pliegue cutáneo. 21. Escamas de los flancos quilladas, imbri­ cadas, mucronadas en menor grado que las del dorso.


Fig. 1. Liolaemus hemani n. sp. Holotipo MNHN-643 (A) y Allotipo MNHN-644 fB).



M. SALLABERRY, H. NUÑEZ y J. YAÑEZ

¡ Liolaemus hematii n .

d) Extremidad anterior

22. Escamas de la región dorsal del brazo qui­ nadas, imbricadas y levemente redondeadas.24. Dorsales de la mano lisas y triangulares. 25. Ven­ trales del brazo granulares. 26. Extremidad anterior corta, 35,67°/o de la longitud del cuerpo. e) Extremidad posterior

27. Escamas de la región dorsal del muslo quilladas, imbricadas y mucronadas. 31. Plan­ tares quilladas, imbricadas y mucronadas. 32. Extremidad posterior larga, 53,27°/o de la longitud del cuerpo. f) Región anal y cda 33. Dos poros anales grandes. 34. Sección transversal de la cola, semicuadrangular. 35. Escamas dorsales de la cola en verti' cilos, quilladas, imbricadas y mucronadas. g) Color en fijador 36. Color gris con flancos rojos; región vertebral con línea negra vertebral discon­ tinua, desde el occipucio hasta la base de la cola; dos líneas negras laterales, discontinuas, que forman un vértice en el primer tercio de la cola, continuando refundidas hasta el extremo distal, acompañadas de una banda parietal con manchas negras irregulares bordeadas de blanco y no distribuidas regu­ larmente; una línea supraocular de tono claro. Banda maxilar con barras negras irre­ gulares, dispuestas transversalmente, separadas por escamas de color rojo y blanco. En la región del cuello hay líneas longitudinales claras y oscuras alternadas. Región guiar gris oscuro. Región del pecho y abdominal gris claro. Borde posterior del muslo con una línea blanca. Lados de la cola con man­ chas negras dispuestas irregularmente en barras quebradas formando semiverticilos que se düuyen ligeramente hacia dorsal y desaparecen hacia ventral. Descripción del Allotipo: ^ MNHN-644 (Fig. 1 B). Recolectado en la misma localidad y fecha que el Tipo. Los únicos caracteres

sp.

95

que presentan variación respecto del Tipo se enuncian a continuación: Rostral es un polígono de cinco lados, sin escotadura, contacta con otras ocho escamas. Escamas dorsales del pie quilladas, imbricadas y no mucronadas. Color general gris pardo. Región dorsal con línea vertebral negra discontinua desde el occipucio hasta el extremo distal del apéndice caudal, menos evidente que en el animal Tipo. Sin líneas negras laterales. Banda parietal, línea supra­ ocular y banda maxilar igual que en el Tipo. En el cuello hay líneas claras y oscuras alternadas. Región guiar, pectoral y abdomi­ nal gris claro; banda maxilar con escamas negras y blancas distribuidas irregularmente. Paratipos: 24 especímenes, todos recolectados en la misma localidad y fecha del ejemplar Tipo. Machos; MNHN-631, MNHN-632, MNHN-634, MNHN-636, MNHN-637, MNHN-639, MNHN-640, MNHN-645, MNHN-646, MNHN-648, MNHN-649, MNHN-651, MNHN-652,MNHN-653. Hembras; MNHN-633,MNHN-635, MNHN-638, MNHN-641, MNHN-642, MNHN-647, MNHN-650. Juveniles: MNHN-654, MNHN-655, MNHN656, MNHN-657, MNHN-658. Antecedentes de la especie a) Cromosomas: en la Fig. 2 se presenta el cariotipo (A) y el idiograma (B) de L. hemani n. sp., el número cromosómico es 2n = 32; los seis primeros pares corresponden a macrocromosomas y los 10 restantes a microcromosomas. No se distinguen cromosomas sexuales. La morfología, tamaño y representación porcentual de los pares cromosómicos con respecto al total del complemento se muestra en el Cuadro 1. Los macrocromosomas son principalmente metacéntricos (m) y presen­ tan una constricción secundaria intercalar próxima al telómero del brazo largo de


BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL DE HISTORIA NATURAL

96

CUADRO 1 MEDIDAS Y MORFOLOGIA DEL COMPLEMENTO CROMOSOMICO HAPLOIDE EN LIOLAEMUS HERNANI N. SP. 1

2

3

4

5

6

X±EE

X±EE

X±EE

X±EE

X±EE

X±EE

7-16

es 1,15 ±0,04

1,81 ±0,05

1,21 ±0,03

1,15 ± 0 3 0

1,17 ±0,02

1,15 ±0,03

----

0/0

17,37

17,23

13,89

12,53

10,46

6,52

22,00

Tipo

m

sm

m

m

m

m

r

es, constricción secundaria; m, metacentrico; sm, submetacéntrico. 1 a 6, macrocromosomas; 7 a 16, microcromosomas; r, cuociente entre el brazo largo y el brazo corto del cromosoma.

Fig. 2. Cariotipo (A) e Idiograma (B) de Liolaemus hemani n. sp. m. microcromosomas.


M. SALLABERRY, H. NUÑEZ

y J. YAÑEZ / Liolaemus hemani n . sp.

ambos homólogos. Los microcromosomas tienen una morfología puntiforme, a excep­ ción de los dos primeros pares que son metacéntricos. b) Variación intraespecífíca: al comparar LE de machos y hembras, no difieren signi­ ficativamente- (t de Student con varianza ponderada, 1,46, P> 0.10), revelando que no existe dimorfismo sexual de tamaño, sin embargo hay diferencias en los patrones de coloración descritos en el punto g. En el Cuadro 2 se presenta el promedio (X), error estándar (EE), coeficiente de variación (CV) y número de ejejnplares analizados. c) Distribución: esta especie sólo se conoce en la localidad tipo entre los 1870 y 1970 m.s.n.m. d)Hábitat: el ambiente preferido de L. hemani n. sp. es suelo pedregoso, común en la zona central, con plantas achaparradas

97

tales como Mulinum spinosum (C A V .) PERS., Ephedra andina POEPP. ex C.A. MEY y Acaena sp. y arbustos: Kageneckia angustifolia D. DON y Baccharis sp. Este animal frecuenta la base de los arbustos, donde existen refugios entre las raíces a los que acude velozmente en momentos de peligro. Otros herpetozoos simpátricos de L. hemani n. sp. son Pleurodema thaul ( l e s s o n ) y Bufo spinulosus WIEGMANN entre los anfibios, Liolaemus nitidus (WIEQMANN ), L. chiliensis (WIEGMANN ), L. schroederi M ÜLLER y h e l l MICH y L. leopardinus m Ü l l e r y HELLM ic h entre los reptiles. En el límite superior de la distribución de L. hemani n. sp. (1970 m) se encuentra L. nigroviridis m ü l l e r y h e l l m ic h y L. altissimus m ü l l e r y h e l l m ic h . e) Reproducción: se encontraron numerosos individuos neonatos de L. hemani n. sp. Las hembras adultas no presentan huevos desarrollados.

CUADRO 2 VARIACION SOMATOMETRICA (EN mm) DE LA MORFOLOGIA EXTERNA DE LIOLAEMUS HERNANIN. SP. Carácter (*)

LE LAI LB LP LC Lcab Acab

Rango

X

EE

CV

n

50.3 - 66.8 19.9-32.0 18.2- 2 4 i 29.0-40.9 78.0-115.0 11.4-15.3 9.4 ■12.4

57.8 26.5 21.5 33.1 97.5 13.0 10.6

0.93 0.68 0.31 0.55 4.98 0.24 0.22

7.5 12.0 6.8 7.8 12.5 8.5 9.6

22 22 22 22 6 22 22

(♦) Vermaterial y métodos; X, promedio; EE, error estándar; CV, coeficiente de variación; n, número muestral.

0 Alimentación: el contenido estomacal de una muestra de 9 individuos se presenta en el Cuadro 3, en la que se entrega la frecuencia de cada categoría respecto al total de presas y la presencia de categorías en el total de

estómagos; se aprecia que esta especie se alimenta principalmente de insectos (10 categorías representadas considerando que imagos y larvas, aunque del mismo orden representan grupos distintos). Un compo­


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98

nente importante es el material vegetal que se presenta en 7 de los 9 estómagos analizados y corresponde a un 19,44°/o del conjunto de estómagos. En este mismo porcentaje está representada la categoría imago del orden Coleóptera. La categoría menos frecuente es el orden Lepidoptera

(2,78°/o), sólo 3 estómagos contenían piedrecillas y uno estaba vacío. Etimología: esta nueva especie se denominó L. hemani, en homen^'e al padre de uno de los autores, el que falleció mientras se reali­ zaba la excursión.

CUADRO 3 DIETA DE LIOLAEMUSHERNANIN. SP. EN VERANO CATEGORIA

Coleóptera Imago Larva Diptera Hemiptera Homoptera Afldae Hymenoptera Formicídae Lepidoptera Imago Larva Vegetales Piedrecillas Estómago vacío

N total

o/o

Presencia

o/o

14 7 3 1 2 53 4 2

15.91 7.95 3.41 1.14 2.27 60.23 4.55 2.27

7 3 3 1 2 2 3 2

19.44 8.33 8.33 2.78 5.56 5.56 8.33 5.56

1 1

2.78 2.78 19.44 8.33 2.78

1.14 1.14 —

1 1 7 3

1

DISCUSION Basándose en p e t e r s y d o n o s o - b a r r o s (1970), adscribimos esta nueva lagartija al género Liolaemus. Las especies más cerca­ nas respecto de sus caracteres morfológicos externos son L. constanzae d o n o s o -b a r r o s y L. bibroni BELL. Dado el gran polimorfismo de L. nigroviridis (VALENCIA et al. 1979) y L. fuscus b o u l e n g e r estas especies también presentan cierto grado de afinidad morfoló­ gica con L. hemani n. sp. Los caracteres

diagnósticos de la nueva especie son el resul­ tado de las comparaciones con ejemplares topotipos de las especies más afines morfo­ lógicamente. El carácter más evidente para distinguir L. hemani n. sp. de las especies mencionadas es el patrón de diseño y colo­ ración. Los cromosomas permiten reforzar la diagnosis específica de L. hemani n. sp.; L. nigroviridis presenta sólo 15 pares de cromosomas ( v a i £N C IA et al. 1979), las otras especies citadas tienen 16 pares. L.


M. SALLABERRY, H. NUÑEZ y J. YAÑEZ

/ Liolaemus hemani n . sp.

bibroni y L. constanzae ( n a v a r r o com. pers.) se diferencian de L. hemani n. sp. en la morfología de los dos primeros pares de microcromosomas. L. fuscus ( n a v a r r o et al. 1981) presenta el mismo cariotipo que L. hemani n. sp. El carácter cromosómico usado a este nivel de análisis para diferenciar estas dos especies, no entrega información suficiente para discriminarlas. Probablemente otras técnicas citogenéticas (bandeo), sean buenos indicadores de sus diferencias cariológicas. Sin embargo estas dos especies difieren en la ;^ la corporal {L. hemani n. sp. 57,8 mm LE, L. fuscus 43,0 mm EE) además en algunos caracteres

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Liolaemus. Abh. Bayer. Wiss. Matt., Naturw.

99

cualitativos tales como la coloración y morfo­ logía externa, L. fuscus presenta banda occipital sin diseño y su color es gris oscuro. AGRADECIMIENTOS Agradecemos al Prof. MARKO GAJARDO, quien participó en la excursión de colecta y al Dr. ALBERTO VELOSO del Laboratorio de Vertebrados del Depto. de Biología Celular y Genética de la Facultad de Medicina Norte, Univ. de Chile quien nos facilitó la implementación de su laboratorio. Nuestro reconocimiento al Prof. JOSE NAVARRO por su trabajo en la obtención de cromosomas. El Sr. OSCAR LEON hizo las fotografías. El Dr. JOSE VALENCL\ y el Prof. NELSON DIAZ revisaron nuestro trabajo.

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ARCHITECTONICroAE EN LA FORMACION NAVIDAD, MIOCENO, CHILE CENTRAL. PARTE m. ARCHITECTONICINAE. (MOLLUSCA; GASTROPODA)

DANIEL FRASSINETTI C. •

VLADIMIR COVACEVICH C .»

RESUMEN La continuación del estudio emprendido sobre la familia Architectonicidae en el Terciario de Chile Central, permite dar a conocer en esta oportunidad, dos nuevas es­ pecies, una de las cuales queda incluida dentro de un nuevo subgénero, que se propone formalmente. Ellas son Architectonica (Intitectonica) inti subgén. et sp nov. y Architectonica (Discotectonica) navidadensis sp. nov. Para esta última especie se incluye la lista preliminar de la macrofauna asociada, así como el perfil estratigráfico correspon­ diente al lugar del hallazgo. El material que se describe proviene de dos puntos fosilíferos diferentes, con distinta litología, pertenecientes al Miembro Navidad de la Formación Navidad (Mioceno Inferior a Medio), que se ubican en el acantilado costero que se extiende entre la desem­ bocadura del estero Navidad y el pueblo de Matanzas. ABSTRACT Recent studies on Architectonicidae allow to describe two new species, one of them referred to a new subgenus which is here proposed. They are Architectonica (Inti­ tectonica) inti subgen. et sp. nov. and Architectonica (Discotectonica) navidadensis sp. nov. Hie samples were collected from two different fossiliferous outcrops, with a a different lithology too, both belonging to the Navidad Member of the Navidad For­ mation (Miocene) in the vicinity of Matanzas town of coastal central Chile. The associated invertebrate macrofauna and the stratigraphic profile for Architec­ tonica (Discotectonica) navidadensis. sp. nov. it is also added. INTRODUCCION Los estudios relativos a la familia Architectonicidae que con un carácter fundamental­ mente taxonómico han realizado los presentes autores, permitieron dar a conocer varias formas nuevas para este grupo de gastrópodos

en diversas asociaciones de la fauna fósil existentes en la Formación Navidad en Chile Central. Hasta este momento ha sido • ..

Museo Nacional de Historia Natural; CasUla 787, Santiago ¿ „ i c i o Nacional de Geología y Minería; CasUla 10465, Santiago de chüe.


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BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL DE HISTORIA NATURAL

posible señalar la presencia de las especies Heliacus (Torinista) australe ( p h i l i p p i , 1887), Heliacus (Torinista) taverai FRASSINETTI y COVACEVICH, 1981, Heliacus (Torinista) bahamondei FRASSINETTI y COVACEVICH, 1981 y Architectonica (Architectonica) nobilis karsten íR U T S C H , 1934. A las formas mencionadas deben agregarse dos nuevas especies que se describen en esta oportunidad, una de las cuales se considera que representa un nuevo subgénero, el que se propone formalmente. Consideraciones generales de carácter siste­ mático y paleoecológico sobre Architectonicidae fueron comentadas en trabaos anteriores (FR A SSIN ETTI y COVACEVICH 1981 a y b). El Servicio Nacional de Geología y Minería y el Museo Nacional de Historia Natural patrocinan estos estudios; en el Laboratorio de Paleontología de Invertebrados de este Museo, se conservan los ejemplares que mo­ tivan este trabajo. DESCRIPCIONES SISTEMATICAS Familia Architectonicidae g r a y , 1850 Subfamilia Architectonicinae g r a y ,1 8 5 0 Gémro Architectonica RÒD ING, 1798 Especie tipo: Trochusperspectivus LINNEO , 1758 Subgénero/ntiíecíonica nov, Especie tipo: Architectonica (Intiteatonica) inti sp. nov. Diagnosis del subgénero. Superficie dorsal aplanada con vueltas cubiertas hasta por 11 cordones e hilos espirales dorsales lisos o con pequeños nudos; contorno anguloso con borde periférico redondeado; sin cordón umbilical; superficie ventral convexa; recorri­ da por numerosos cordones e hilos espirales finos, toscamente nudosos y una depresión espiral antepuesta al cordón periférico. Discusión. Entre los subgéneros asignados al género Architectonica, Solatisonax i r e d a l e , 1931 (Reciente; WENz 1961 ) es el más cerca­ no. De acuerdo con la diagnosis entregada por GARRARD (1977: 522), sus principales

rasgos distintivos serían su contorno amplia­ mente anguloso y la periferia de orilla afilada; la presencia de un umbílico profundo y an­ gosto; una superficie casi lisa en apariencia general; y, los nódulos periumbilicales que tienden a desaparecer hacia la madurez. En las dos especies estudiadas por este autor existe un cordón dorsal finamente granuloso en el centro de la primera vuelta, carácter no observable en el material de la Formación Navidad. Los ejemplares en estudio presentan, en cambio, un borde exterior redondeado, no afilado, y no se observa la existencia de un cordón umbilical nudoso, diferenciado, en tom o al umbilico. La omamentación espiral es persistente a través del crecimiento y es más fuerte al compararla con la especie tipo, Architectonica (Solatisonax) injussa (IR ED A LE, 1 9 3 1 ) .

Por otra parte, Architectonica s. str. se ca­ racteriza por presentar un cordón espiral dorsal y ventral cercanos a la periferia y un notorio cordón umbilical cubierto de tu­ bérculos fuertes. Estas dos características principales permiten separar claramente a este subgénero de Intitectonica nov., aquí propuesto, que no las presenta. Etimología. El nombre subgenérico está formado por el adjetivo “tectónica”, ya en uso y la voz inti que en aymara significa sol. Architectonica (Intitectonica) inti sp. nov. Figs. 1 - 9 Localidad tipo. Matanzas; un kilómetro al norte del pueblo del mismo nombre (provincia Cardenal Caro, Chile). Recolectores, DANIEL

c o v a c e v ic h y septiembre de 1976.

v l a d m ir

F R A S S IN E T T I,

Repositorio. Holotipo y paratipo deposita­ dos en el Laboratorio de Paleontología de Invertebrados del Museo Nacional de Historia Natural, Santiago de Chile. Edad. Mioceno Inferior a Medio; Miembro Navidad de la Formación Navidad.


D. FRASSlN EXn y V. COVACEVICH / A rc h ite c to n ic id a e en C hile. P a rte III

Etimología. El nombre específico está formado por la voz aymara inti que significa sol. Diagnosis. Los criterios morfológicos que permiten definir a Architectonica (Intitectonica) inti sp. nov., están dados en la diag­ nosis del subgénero. Material estudiado

SCO. PI. 3120 - holotipo. Ejemplar casi completo que carece de la porción apertural de la vuelta del cuerpo; superficie dorsal algo comprimida y desgastada. SGO. PI. 3121 - paratipo. Ejemplar no deformado al cual le falta casi la totalidad de la vuelta del cuerpo y la protoconcha; superficies dorsal y ventral desgastadas. Colección Covacevich-Frassinetti 1976/5, Matanzas; N ° de terreno 150976-8. Descripción

Concha de tamaño mediano, cónicoaplanada, de base convexa, con el borde periférico redondeado y abertura romboidal. Seis y media a siete vueltas separadas por una sutura incisa en que la inserción de las vueltas se produce sobre la línea media del cordón periférico, por lo que éste es clara­ mente visible sobre la sutura, en la porción espiralada de la concha. El umbllico es proporcionalmente mediano; sin cordón um­ bilical. Protoconcha destruida en los dos ejemplares disponibles; primeras vueltas de la espira muy desgastadas. La ornamentación dorsal consiste, para un diámetro de 10,0 mm, en un cordón periférico de contorno redondeado, y entre 9 y 10 cordones e hilos espirales finos, lisos o con nudos pequeños. Se observa además la presen­ cia de finas estrías oblicuas de crecimiento. El cordón periférico está cubierto por nudosi­ dades débües, alargadas en el sentido axial, con una estría espiral incisa en su parte central. Los cordones espirales dorsales tienen casi todos el mismo tamaño, con excepción del que se desplaza junto a la sutura -prim e-

103

r o - , que es el más ancho y de superficie plana, y el externo; estos dos elementos se destacan nítidamente de los restantes. En la base se observan alrededor de 25 cordones e hilos espirales (holotipo: SGO. PI. 3120). Los ocho a nueve cordones inter­ nos son más anchos y muestran también una nudosidad mucho más acentuada; los que se ubican en la depresión espiral externa, que antecede al cordón periférico, son angos­ tos y apretados, a modo de finos hilos espi­ rales. Se presentan además finos hilos y estrías axiales, cóncavos hacia la abertura, oblicuos, algo irregulares, que junto con la ornamentación espiral conforman un delica­ do modelo reticulado. La ornamentación espiral se continúa sobre la totalidad de la base del cordón periférico. No se advierte la presencia de un cordón umbilical notorio que delimite al umbllico, ni tampoco de algún surco espiral contiguo que pueda ser claramente diferenciado. Hacia el borde externo de la superficie basal, antecediendo al cordón periférico, se dispone una depresión espiral suave, muy característica de esta especie. La parte visible del cordón periférico presenta en las vueltas internas pequeñas nudosidades alargadas, las cuales van desa­ pareciendo hacia el término de la vuelta del cuerpo, para presentarse en su tramo fi­ nal, casi liso o con nudosidades muy poco notorias. El umbllico posee un diámetro de 8,2 mm para un diámetro de 25,4 mm (SGO. PI. 3120, holotipo), lo que representa el 32,3°/o. En el borde externo del umbllico se ubica un fino cordón espiral cubierto con peque­ ños nudos, pero no se define ningún tipo de relieve notable que pudiera destacarlo separadamente como un cordón umbilical. La superficie de la pared umbilical es débil­ mente convexa y se presenta cubierta por finas estrías de crecimiento cóncavas —que se acentúan en la parte final de la vuelta del cuerpo- y tenues estrías espirales muy bajas. El primer cordón espiral ventral sobre­ sale claramente de la pared umbilical.


BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL DE HISTORIA NATURAL

104

El paratipo (SGO. Pl. 3121) alcanza un diámetro máximo, reconstruido, cercano a 31,5 mm, con un diámetro umbilical de 10,0 mm, representando el 31,5% del diáme­ tro total de la concha. Este ejemplar no presenta deformación y en la parte final conservada de la vuelta del cuerpo, se obser­ va un alisamiento generalizado de la orna­ mentación espiral, acentuándose en cambio, la correspondiente a las estrías de creci­ miento. Medidas (en mm) SGO. Pl.

diám. máx.

alto

diám. umbilico

3120

25,4

holotipo

31,5+

9,7 15,0+

8,2

3121

10,0

paratipo

+ medidas aproximadas

Observaciones

Architectonica (Intitectonica) inti sp. nov. se caracteriza fundamentalmente por su modelo de ornamentación espiral, constituido por numerosos cordones e hilos espirales finamente nudosos, tanto en la superficie dorsal como ventral; por carecer de cordón umbilical y por presentar una depresión espiral externa, amplia, en la cara ventral, antecediendo al cordón periférico. Debe destacarse como hecho notorio que esta depresión basai, señalada como distintiva de esta forma, se presenta tam­ bién en Architectonica (Solatisonax) atkinsoni ( e . a . s m i t h , 1891) Reciente; costa sur de Australia occidental, entre Eucla y Esperance (79 y 147 metros de profundi­ dad). La fauna fósil presente en el nivel portador de A. (I.) inti ha sido entregada anteriormen­ te en una lista preliminar ( c o v a c e v ic h y FRASSINETTI 1980: 285).

Matanzas (Región del Libertador General Bernardo O’Higgins, provincia Cardenal Caro; 330 57. 27” Lat. sur; 71° 52’ 15” Long, oeste; Fig. 18). Este nivel yace deb^o de una alternancia de areniscas pardo-amarillentas y limolitas gris-claras, y es el mismo en que se recolec­ tó Heliacus (Torinista) taverai FRASSINETTI y c o v a c e v i c h , 1981; para él se ha señalado una edad Mioceno Inferior a Mioceno Medio (FRASSINETTI 1978; FRASSINETTI y COVACEVICH 1981 a y b). Subgénero Discotectonica M A R W ld c , 1931. Especie tipo: Architectonica balcombensis FIN LA Y , 1927. Diagnosis del subgénero. Concha grande, cónico-aplanada, de umbilico grande y en perspectiva; periferia aplanadamente com­ primida sin quilla diferenciada o cíngulo ad­ junto como en Architectonica; la sutura sigue a la periferia, la cual entonces no es abrazada por la abertura, que es aovada (GARRARD 1977: 517; traducción libre del inglés). Distribución cronoestratigráfica. Eoceno a Reciente. Las especies fósiles australianas referidas a este subgénero por g a r r a r d (1977) son asignadas al Mioceno Medio y Superior. Mioceno Inferior a Medio, Chile central (este trabajo). Architectonica (Discotectonica) navidadensis sp. nov. Figs. 1 0 - 1 7 Localidad tipo. Punta Alta, en el acantilado costero que se extiende entre la desembocadu­ ra del estero Navidad y el pueblo de Matanzas. Recolectores.

c o v a c e v ic h y abril de 1977, octubre de 1980 y diciembre de 1982.

DANIEL

Procedencia y edad d d material

Los ejemplares en estudio provienen de un nivel fosilífero lenticular que aflora en la base del acantilado costero, aproximada­ mente un kilómetro al norte del pueblo de

Vl a d im ir

F R A S S IN E T T I;

Repositorio. Holotipo y paratipos deposi­ tados en el Laboratorio de Paleontología de Invertebrados del Museo Nacional de Historia Natural, Santiago de Chile


D. FRASSINETTI y V. COVACEVICH / A rc h ite c to n ic id a e en ChUe. P a rte

Edad. Mioceno Inferior a Medio; Miembro Navidad de la Formación Navidad. Derivación del nombre. El nombre específi­ co hace referencia al área fosüífera llamada de Navidad, por extenderse alrededor del pueblo de Navidad. Diagnosis. Concha de forma cónico-aplanada, con cuatro y media a cinco vueltas cu­ biertas por dos cordones espirales dorsales nudosos principales y hasta tres hilos espirales intercalados. Superficie basai con ornamen­ tación espiral y axial muy fina, un cordonci­ llo espiral liso junto al borde periférico y borde umbilical con fuertes tubérculos. Material estudiado

SGO. Pl. 3116 — holotipo. Ejemplar com­ pleto en excelente estado de conservación. SGO. Pl. 3117 - paratipo. Ejemplar com­ pleto en buen estado de conservación. SGO. Pl. 3664 - paratipo. Ejemplar in­ completo pero bien conservado. SGO. Pl. 4162 — paratipo. Fragmento de un ejemplar que conserva bien detalles de ornamentación. Colección Punta Alta (Navidad); N ° de terreno 090477-1, 251080-2 y 031282. Descripción

Concha de tamaño pequeño, cónicoaplanada, de base convexa, borde periférico redondeado y abertura .subcuadrática. Cuatro y media a cinco vueltas de espira separadas por una sutura incisa. La sutura se dispone por debajo de la línea media del cordón periférico, de manera que la abertura no alcanza a encerrar totahnente dicho cor­ dón. El umbilico es proporcionalmente muy grande y está rodeado hasta por die­ cisiete tubérculos fuertes, redondeados en su ápice y separados entre sí. La ornamentación dorsal consiste en un cordón periférico claramente nudoso, dos cordones espirales nudosos y hasta tres hilos espirales entre ellos, algunos de los cuales presentan una incipiente nudosidad;

ni

105

la ornamentación axial está formada por delicadas líneas de crecimiento. De los dos espirales nudosos principales se destaca el más cercano al cordón periférico, por ser el más fuerte y con nudosidad más notoria; le sigue en tamaño aquel que se ubica al lado de la sutura. A partir de este último elemento se disponen hacia el exterior de uno a tres hilos espirales, de modo que en un ejemplar adulto el cordón extemo queda separado de éstos y del cordón periférico, por dos espacios deprimidos ornamentados con hilos espirales submicroscópicos. La superficie ventral, incluyendo ocasional­ mente la base del cordón periférico, presenta numerosas estriaciones espirales y axiales, muy finas, que en conjunto forman un modelo de ornamentación, submicroscópica, de tipo reticulado. En esta superficie se puede observar además, la presencia de un delgado cordoncillo espiral liso, que se desplaza al lado del cordón periférico. Cordón periférico fuerte, con nudosidad bien definida. El umbilico posee, en el holotipo, un diá­ metro de 3,0 mm, que corresponde aproxima­ damente al 450/0 del diámetro total de la concha; está rodeado por diecisiete nudosi­ dades tuberculiformes fuertes, de las cuales nacen corrugaciones radiales alargadas hacia la periferia, pero que no alcanzan a llegar a eUa. La pared umbilical interior está recorri­ da por un cordón espiral nudoso, que sobre­ sale con respecto a la línea determinada por las nudosidades umbilicales. Medidas (en mm) SGO. Pl.

diám. máx.

alto

diám. umbilico

3116 3117 3664

6.7 6,2 5,0

3,1 2,9

3,0 2,6

holotipo paiatipo paratipo

Observaciones

Discotectonica MARWICK , 1931 es el subgénero que se encuentra más de acuerdo con las características morfológicas de los ejem­ plares estudiados; la comparación de todos los taxa de ese nivel así lo demuestra. Se ha


106

BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL DE HISTORU NATURAL

considerado como carácter diagnóstico funda­ mental para este subgénero, la posición de la línea de sutura, que cae por debajo de la línea media de la periferia, de tal modo, que la abertura no alcanza a encerrar total­ mente el cordón periférico. Este rasgo es considerado por diversos autores como propio del subgénero Discotectonica (WENZ 1961: 670; k e e n 1971: 389; g a r r a r d 1977:517). Es oportuno señalar, de todos modos, que para esta categoría taxonómica se describe un borde periférico delgado y afilado; nues­ tros ejemplares no presentan este carácter, ni tampoco concuerdan con el tamaño “gran­ de” , señalado por g a r r a r d (1977), aunque a este respecto w e n z ( 1 9 6 1 ) , señala lo con­ trario, “chico”. Architectonica (Discotectonica) navidadensis sp. nov. se diferencia de Architectonica (Discotectonica) balcombensis f i n l a y , 1927 (Mioceno Medio; Muddy Creek Formation, Australia), especie tipo del subgénero, por presentar un borde periférico redondeado y una ornamentación dorsal principal de hasta cinco cordones e hilos espirales dorsales nudosos en vez de nueve o más que se obser­ van en la especie australiana. Esta última forma presenta además dos a tres cordones espirales aplanados y nudosos cerca o junto al umbllico, el que queda bordeado por un cordón umbilical. La presencia de un notorio cordón umbili­ cal y la ornamentación espiral basal más fuer­ te, que se observa en Architectonica (Disco­ tectonica) sp. (GARRARD '1977: 522, fig. 10, 16-18), permite separarla de los especímenes chilenos. Architectonica (D.) acutissima ( s o w e r b y , 1914) (Reciente; Islas Filipinas, Japón, Australia), Architectonica (D.) kuroharai k u r o d a y HABE, 1961 (Reciente; Tosa Bay, Japón; Cape Moreton, Australia) y Architec­ tonica (D.) squamogranosa CHAPPLE, 1941 (Mioceno Medio; Muddy Creek Formation, Australia) son especies claramente diferenciables de la nueva entidad taxonómica que se propone. Todas ellas alcanzan además, un tamaño sensiblemente mayor al de Archi-

tectonica (D.) navidadensis sp. nov. Architectonica (D.) placentalis (H IN D S , 1844), una especie panámica que se extiende entre B£(ja Califomia y México ( k e e n 1971: 389), de aspecto general y ornamentación semejante a la forma que se describe, tiene en cambio, un cordón umbilical nudoso, netamente diferenciado por un surco espiral externo.

Fig. 18 Localidad de procedencia de Architectonica (Intitectonica) inti subgén. et sp. nov., ubi­ cada aproximadamente un kilómetro al norte de Matanzas (A) y de Architectonica (Disco­ tectonica) navidadensis sp. nov., un poco al sur de Punta Alta (B). Procedencia y edad del material

El material estudiado proviene de la parte superior de un nivel de limolita gris oscura, fracturada, con fósiles abundantes que a veces se presentan deformados. Está ubicado en el acantilado costero entre el estero de Navidad y el pueblo de Matanzas, unos 10 metros por


D. FRASSINETTI y V. COVACEVICH / A rc h ite c to n ic id a e en C hile. P arte III

deb ^o del camino que une el pueblo de Navi­ dad con el de Matanzas, en el sector deno­ minado Punta Alta (provincia Cardenal Caro; 330 56’ 07” Lat. sur; 71° 50’ 50” Long. oeste aprox.; Fig. 18). Según el esquema estratigráfico propuesto por TAVERA (1979), los estratos portadores forman parte de la porción basai, o Miembro Navidad, de la formación del mismo nombre y corresponden a la vez, a los niveles que el mencionado autor denomina como “arci­ llas intercaladas” . Por otra parte, pertenecen también al Miembro Navidad las limolitas de Punta Perro estudiadas por Ma r t í n e z y v a l e n -

ZUELA ,

107

similares con las sedimentitas de Punta Alta y por ende, también con las “arcillas intercaladas” de t a v e r a (1979). De acuerdo con la edad propuesta por TAVERA (1979) para el Miembro Navidad de esta formación —Mioceno Inferior— y con la sugerida por Ma r t í n e z y v a l e n ZUELA (1979) para las limoUtas de Punta Perro -p a rte terminal del Mioceno Inferior a la parte media del Mioceno M edio- y con nuestras consideraciones sobre el particular (FRASSINETTI y COVACEVICH 1981 a y b) es que se asigna a los materiales una edad com­ prendida entre el Mioceno Inferior y el Mio­ ceno Medio.

Fie 19 Perfil geológico simpUficado expuesto en el ac^tdado costero, poco al sur de Punta Alta áÁ cud proviene Architectonica (Discotectonicai n^id^ensis sp. nov. A. bmolit^.B. «enüc^ C- conglomerados; D; concreciones;E: fósiles; F; bioturbacion;G: nivel fosilifero ¡r^m dernis sp. nov.; H: camino costero entre Navidad y Matanzas.


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BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL DE HISTORIA NATURAL

Fauna asociada

(P H IL IP P I)

La siguiente lista de formas se encuentran asociadas a Architectonica (Discotectonica) navidadensi's sp. nov. en el nivel de limolitas del sector de Punta Alta (N°s de terreno 090477-1, 251080-2 y 031282; Fig. 19); ella tiene un carácter muy preliminar y es aún incompleta. Bivalvia

Siphonalia domeykoana (PH IL IP P I) Siphonalia subreflexa (SOWERBY ) Solariella sp. Terebra undulifera SOWERBY Turbonilla acicula PH ILIPPI Turricula (Surcula) sp. (Turricula(S.) mocharía de TAVERA 1979; nomen nudum). Turritella trilirata PH ILIPPI. Turritella spp. Scaphopoda

Anatina araucana PH ILIPPI. Cardita c f . Cardita volckmanni PHILIPPI. Caryocorbula sp . Glycymeris sp . Limopsis (Limopsis) sp . “Lucina ” s p . Neilo volckmanni (PH IL IP P I). Nucula (Leionucula) lebuensis PH ILIPPI. Nuculana (Poroleda) sp . Nuculana (Saccella) s p . 1 Nuculana (Saccella) s p . 2 Ostrea s p . (Ostrea globosa de TAVERA 1979; nomen nudum). Panopea vetula PH ILIPPI. Portlandia s p . Tellina araucana PHILIPPI Tellina s p p . Gastropoda

Dentalium majus SOWERBY Dentalium sulcosum SOWERBY Anthozoa Flabellum costatum

PH ILIPPI

Pisces Lamna sp. AGRADECIMIENTOS Los autores agradecen al Sr. BIAS URZUA J ., colaborador Ad Honorem del Laboratorio de Paleon­ tología del Museo Nacional de Historia Natural, quién preparó para su estudio y colaboró con gran interés en la clasificación preliminar del material recolectado en el nivel fosilífero de Punta Alta. El trabajo fotográfico fue realizado por el Sr. OSCAR LEON V.

Acteon sp. Borsonella sp. Cancellaria medinae p h i l i p p i . Distorsio (Rhysema) thersites (PH IL IP P I) Gemmula discors (SOWERBY) Gemmula subaequalis (SOWERBY) Hemychenopus araucanus STEINMANN

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS COVACEVICH, V. y D. FRASSINETTI

y

WILCKENS

“Pleurotoma"lanceolata HUPE Polinices medinae (PH IL IP P I) Proscaphella cf. Proscaphella domeykoana (PH IL IP P I)

Proscaphella triplicata (SOWERBY) Scaphander sp. Semicassis (Echinophoria) monilifera (SOWERBY) Semicassis (Echinophoria) tuberculifera (HUPE) Sinum (Sinum) cf. Sinum (Sinum) pullus

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1979 Discoastéridos de la Formación Navidad (emend. Etchart, 1973), en Punta Peno, provincia de San Antonio, Chile. Actas II Congr. Geol. chüeno, 3: H 77 - H 101, 1 lám., 1 fig.


Figs. 1-9

Architectonica (Intitectonica) inti subgén. et sp. nov. Fonnación Navidad (Miembro Navidad), Matanzas, Chile Central; Mioceno Inferior a Medio. Escalas en milímetros. Figs. 1-5 Ejemplar SGO. PI. 3120, holotipo. Diámetro: 25,4 mm; alto: 9,7 mm. Vistas dorsales (1 y 4), ventrales (2 y 3) y lateral (5). Figs. 6-9 Ejemplar SGO. PI. 3121, paratipo. Diámetro estimado: 31,5 mm; alto: 15,0 mm. Vistas dorsales (6 y 9), ventral (7) y lateral (8). Figs. 10-17 Architectonica (Discotectonica) navidadensis sp. nov. Formación Navidad (Miembro Navidad), Punta Alta, Chile Central; Mioceno Inferior a Medio. Escalas en milímetros. Figs. 10-13 Ejemplar SGO. PI. 3116, holotipo. Diámetro: 6,7 mm; alto: 3,1 mm. Vistas dorsales (10 y 13), ventral (11) y lateral (12). Figs. 14-15 Ejemplar SGO. PI. 3117, paratipo. Diámetro: 6,2 mm; alto: 2,9 mm. Vista dorsal (14) y ventral (15). Fig. 16 Ejemplar SGO. Pl. 3664, paratipo. Diámetro: 5,0 mm. Vista dorsal. Fig. 17 Ejemplar SGO. PI. 4162, paratipo. Vista dorsal.




Bol. Mus. Nac. Hist. Nat. Chile, 39: 111-118 (1982)

A U M EN TA aO N NATURAL D^AVLACOMYA ATER (MOLINA, 1782) EN PUNTA PALOMA, ARICA (MOLLLUSCA, BIVALVIA, MYTILIDAE)

CECILIA OSORIO », RUDY IGUAIN •» , BLANCA BABIC *, CLARA NAVARRETE •

RESUMEN Se analiza el contenido gástrico de A. ater, de Arica (Chile), entre febrero a diciem­ bre de 1973. Se establece la diversidad y las fluctuaciones en la abundancia de los microorpnism os que componen la dieta de este mitílido. El espectro trófico es amplio, utiliza indiscriminadamente e independientemente del tamaño y del sexo, material a su alcance inmediato, no existe selección del tamaño de partículas áimenticias suspendidas hasta 725 um. El fitoplancton es dominante en el contenido gástrico, 41,07°/o promedio anual. A. ater es un organismo eurífago, filtrador, planctófago y detritívoro; su ubicación en la trama trófica es similar a Mytilus chilensis y Choromytilus chorus, diferenciándose en el tamaño máximo de las partículas ingeridas.

ABSTRACT Gastric content of A ater from Arica (Chile) is analized between february to december 1973. The diversity and the abundance fluctuations of the microorganisms which constitute this mytilid’s diet, are established. Its trophic spectrum is ample, it uses indiscriminately and independently from size or sex, the material inmediately available, there is no selection of the size of the suspended food particles, up to 725 um. Phytoplancton is dominant in the stomach content; 41,7°/o annual average. A. ater is an euriphagous, filtering, planctophagous and detritivorous organism. Its location on the trophic scale is similar to that of Mytilus chilensis and Choromytilus chorus, differing in the maximun size of the ingested particles.

INTRODUCCION El estudio de los hábitos alimentarios de las especies es básico para el análisis de su biología, el manejo de sus poblaciones y el de su ambiente. Este conocimiento adquiere especial relevancia para aquellas que son recursos naturales renovables de importancia económica directa para el hombre y sus-

cep tibies de cultivo. Pemiite establecer ínter-relaciones entre los organismos, deducir el nicho, la trama trófica y la estabilidad del ecosistema ( m o v il l o y b a h a m o n d e 1971). * ••

Departamento de Biología, l'acultad de Ciencias Básicas y F^macológicas, universidad de Chile, Casilla 653, Centi<f de investigaciones Marinas, Norte, CasiUa 65, iquique, ChUe.

Universidad del


112

BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL DE HISTORIA NATURAL

Uno de los organismos significativos de los ecosistemas litorales del sur de suda­ mérica y además un molusco de gran im­ portancia económica en Chile, es Aulacomya ater ( m o l w a , 1 7 8 2 ) conocida vulgarmente como “cholga o cholgua”. Según el Anuario Estadístico de Pesca ( 1 9 8 0 ) , el promedio de desembarque anual de los últimos 15 años es de 1 3 . 0 4 0 toneladas lo que repre­ sentó 'hasta 1 9 6 7 el 55°/o del desembarque total de moluscos. En este trab^’o interesa conocer la calidad y cantidad del alimento y sus cambios a través del año. En general el conocimiento cualitativo y cuantitativo del alimento natural de los invertebrados en Chile es escaso. Para mitílidos sólo hay estudios preliminares sobre el contenido gástrico de A. ater reali­ zados por GUZMAN y CAMPODONICX) ( 1 9 7 5 ) . REID ( 1 9 7 4 a y b) ha realizado investigaciones sobre la anatomía del tubo digestivo en esta misma especie y n a v a r r o com. pers., GRIFFITHS y KING ( 1 9 7 9 ) se han referido al balance energético en Mytilus chilensis y A. ater respectivamente. En Europa y Estados Unidos se ha efec­ tuado en otras especies de bivalvos amplios estudios sobre morfo-fisiología del aparato digestivo, mecanismos de selección de las partículas filtradas y/o ingeridas, composi­ ción y cuantificación ( a t k i n s 1 9 3 7 ; COE 1936,

1 9 4 8 ; GRAHAM

1 9 4 8 , 1 9 5 5 ; m ansour

1 9 4 6 ; m a n s o u r y bek 1 9 4 8 ; ow en 1 9 5 5 , 1 9 7 4 ; BERNARD 1 9 7 2 , 1 9 7 4 ; b a y n e y otros 1 9 7 6 ; w in t e r 1 9 6 9 , 1 9 7 2 , 1 9 7 7 ) . w iN T ER ( 1 9 7 7 ) presenta un resumen de los trabajos realizados sobre mecanismos de filtración, determinación de las tasas de fil­ tración, tasas de ingestión, consumo de oxígeno y eficiencia de asimilación en algunos bivalvos europeos, ( g a r c í a - t e l l o y m u l h a u SER 1 9 7 6 ) , han estudiado además el rol de los microorganismos y de la materia orgánica en la alimentación de Mesodesma donacium (Mollusca-Mesodesmatidae).

MATERIAL Y METODOS Este trabajo es parte de un estudio de la biología de A. ater, solicitado por las autori-

dad.es de la Primera Región. El banco selec­ cionado, Punta Paloma, situado frente de Arica ( 1 8 ° 3 3 ’ S., 7 0 ° 2 0 ’ O), presenta las condiciones naturales óptimas de una pobla­ ción no intervenida. El muestreo se realizó durante el período de febrero a diciembre de 1 9 7 3 (excepción de agosto y noviembre). Para el estudio del contenido gástrico se seleccionaron mensualmente seis a nueve ejemplares (en total 7 2 ) que fueron fyados in situ, en formalina al 1 0 °/o . Se agruparon según sexo y longitud de la concha en tres grupos: grandes ( 8 0 - 7 0 mm longitud máxima), medianos ( 7 0 - 6 0 mm) y pequefios (menores de 6 0 mm). Su edad fluctúa entre 2 y 4 años ( e . l o z a d a comunicación personal). En el laboratorio se extrajo el contenido de cada estómago con una micropipeta Pasteur, observándose con un microscopio Ortholux Leitz. Los organismos del conte­ nido gástrico fueron contabilizados, medidos y dibujados. Los datos se agruparon según Cuadro 1. La identificación del material se realizó mediante bibliografía y consulta a especialistas.

RESULTADOS El tamaño de los organismos, en el conte­ nido estomacal varía entre un m ínimo pro­ medio de 21 um y un máximo promedio de 2 7 0 um; excepcionalmente hasta 7 2 5 um. El 5 3 ,7 4 ° /o del total del contenido gástri­ co corresponde a restos de estructuras (espículas) y organismos semidestruídos (en su gran mayoría crustáceos). Este material fue difícil de identificar, por lo cual es in­ cluido bajo el ítem: “ otros no identificados” . En el Cuadro 1 se presenta los taxa y su abundancia mensual. El espectro trófico que conforma la dieta es amplio, se pudieron registrar 7 3 taxa claramente identificados, de los cuales los fitoplancteres presentan 2 4 taxa y los zooplancteres 2 3 taxa. Espículas de esponja se observan en todos los meses. El detritus orgánico fue siempre muy abun­ dante.


C. OSORIO, R. IGUAIN, B. BABlc y C. NAVARRETE / A lim e n ta c ió n

áe Aulacomya ater

113

Fig. 1. Variación mensual del Fito y Zooplancton, en el contenido gástrico de Aulacomya ater. Arica, Chile 1973. En la figura 1 se presenta la relación entre el número de ejemplares del fito y zooplancton con sus variaciones mensuales. En general, se observa que el fitoplancton experimenta variaciones notables a través del aflo con máximas en abril, septiembre y diciembre. En cambio, las fluctuaciones en el zooplanc­ ton son menores.

El mayor porcentaje del contenido gástrico identificado corresponde a fitoplancton (12 géneros de diatomeas, 10 de dinoflagelados y otros), algunos están presentes durante todo el año: Melosira sp., Actinocyclus sp. y Dinophysis sp., variando su abundancia en los diferentes meses. Se observó además la presencia ocasional de otros organismos (Cuadro 1).


H 4__________________________________ BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL DE HISTORIA NATURAL C U A D R O

1

ABUNDANCIA DE ORGANISMOS EN EL CONTENIDO GASTRICO HEAULACOMYA ATER Febr. DIATOMEAS Stephanopyxis sp. Licmophora sp. Thalassiothrix sp. Schroderella sp. Melosira sp. Grammatophora sp. Mtzshia sp. N. seriata Cocconeis sp. Actinocydus sp. Diat. central SILICOFLAGELADOS Dictyocha sp. 1 Distephanus sp. 1 DINOFLAGELADOS Dinophysis sp. 1 Dinophysis sp. 2 Dinophysis sp. 3 Dinophysis sp. 4 Dinophysis sp. 5 Peridinium sp. Noctiluca sp. Pyrocystis lunula sp. Pyrocystis sp. Polykrikos sp. PROTOZOOS Discorvis peruvianus Foraminíferos sp. 1 Foraminíferos sp. 2 Bolivina ordinaria Eponides meridionalis Tintinidos sp. 1 Tintínidos sp. 2 Tintínidos sp. 3 Tintínidos sp. 4 Tintínidos sp. 5 Tintínidos sp. 6 Tintínidos sp. 7

Marzo Abril

Mayo

Junio

Julio Sept.

Oct.

Die.


C OSORIO, R. IGUAIN, B.

babk

y C. NAVARRETE / A lim e n ta c i贸 n

谩e Aulacomya ater

115


BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL DE HISTORIA NATURAL

116

Febr.

Marzo

Abril

Mayo

Junio

Julio

Sept.

Oct.

Die.

ALGAS Alga (ni)

Polysiphonia sp. Ectocarpus sp. Alga 1 Alga 2 Detritus

* ★ o •

1 ejemplar escaso 2-9 ejemplares frecuentes 10-50 ejemplares abundantes 50 ejemplares muy abundantes

Como resultado cuantitativo total anual, se obtuvo un número promedio de organis­ mos, los que se presentan a continuación agrupados en taxas mayores (los identifica­ dos) con sus valores en porcentajes. Dinoflagelados Diatomeas Silicoflagelados Ciliados Tintínidos Foraminíferos Larvas de invertebrados Copépodos Otros no identificados

31,19 9,62 0,26 2,75 1,75 0,80 0,20 0,04 53,34

DISCUSION Y CONCLUSIONES Aún cuando el análisis del contenido gástrico, ha merecido objeciones como un método para el estudio de la composición de la dieta ( m a r g a l e f 1974), los autores consideran que en el caso de estos bivalvos este tipo de análisis es útil y se aproxima bastante a la realidad, ya que la presericia de gran cantidad de estructuras completas, algunas de ellas muy frágiles, muestra que

no ha habido una acción enzimàtica y/o bateriana significativa, r e í d (1974) al realizar su estudio del contenido gástrico á t Mytilus chüensis HUPE, 1845 de Putemún, comprobó que las partículas ingeridas por esa especie tienen un diámetro promedio de 15 um, observando; diatomeas, algas clorófítas, cia­ nófitas, algas mayores, crustáceos, espículas de celenterados y poríferos. Al comparar esos resultados con los de este trabajo, se observa que en los contenidos gástricos se encontraron 7 géneros comunes entre los dinoflagelados y uno entre silicoflagelados. De acuerdo con lo anterior A . ater y M. chilensis tienen una ubicación similar en la trama trófica y sólo existen diferencias en el tamaño máximo de las partículas inge­ ridas. GUZMAN y CAMPODONICO (1975) identifi­ caron en el contenido gástrico de A. ater colectado en Punta Arenas, Gonyaulax catenella, micro-organismo no encontrado en esta oportunidad en los ejemplares co­ lectados en Arica. LOZADA (1971) realiza observaciones gene­ rales del contenido gástrico de Choromytilus chorus (M O L IN A , 1872) de Putemún (Castro, Chiloé). Encuentra dinoflagelados, diatomeas, fragmentos de algas, detritus y partículas de


C. OSORIO, R. IGUAIN, B. BABIC y C. NAVARRETE

/ Alimentación de Aulacomya ater

arena. Coincidiendo con A. ater por lo cual también tendría una ubicación similar en la trama trófica. Como conclusión de este trabajo A. ater es una especie eurífaga, con un amplio espec­ tro trófico; esta característica facilitaría su amplia distribución y abundancia. Utiliza indiscriminadamente, e independientemente del tamaño corporal y del sexo, una gran cantidad de organismos y detritus que están a su alcance, no existe selección en el tamaño de las partículas alimenticias hasta 725 um. AGRADECIMIENTOS Los autores agradecen a los Profesores V. MONTEFacultad de Ciencias, H. ECHEVERRY, Biolo­ gía Marina Montemar, A. ZAPATA, Sede Osomo de la Universidad de Chile y a la prof. G. ATRIA del Museo Nacional de Historia Natural por la identifi­ cación taxonómica. A los Profesores J. WINTER, Universidad Austral de Chile y N. BAHAMONDE del Museo Nacional de Historia Natural por la co­ rrección del manuscrito. Al Profesor L. RAMORINO Director de la Estación de Biología Marina Montemar por las facilidades otorgadas a los autores en el desarrollo del trabajo. CINO,

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FALCO SPARVERIUS L.: RAPAZ GENERALISTA EN CHILE CENTRAL (AVES: FALCONIDAE)

JAVIER SIMONETTI Z. •, HERMAN NUÑEZ C. • • y JOSE YAÑEZ V. • •

RESUMEN Se compara la diversidad trófica de Falco sparverius en dos poblaciones de Chile central y con otras aves predadoras. Los resultados sugieren que F. sparverius consume sus presas de acuerdo con su abundancia en el terreno. Esta conducta aparentemente resulta en una alta diversidad trófica en comparación con los otros predadores consi­ derados. ABSTRACT The trophic diversity of Falco sparverius is compared between two Chilean popu­ lations and with others avian predatory species. Results suggest thatF. sparverius conmmts its prey in about their abundance in the field. This behavior seemingly results in ttie high trophic diversity of F. sparverius in comparison to the oflier predators considered.

INTRODUCCION El cernícalo (Falco sparverius), rapaz ampliamente distribuida en Norte y Sudamérica, es muy común en Chile (J o h n s o n 1965). Respecto a su nicho trófico, en Chile central ha sido caracterizado como un predador generalista, cuya principal presa la constituyen insectos y pequefios vertebrados ( y a ñ e z et al. 1980). Si F. sparverius es generalista, se esperaría que consuma sus presas de acuerdo a la abundancia relativa de éstas en el terreno en que caza (véase GRIFFITHS 1975, j a k s ic 1979). En consecuencia, el orden de importancia de los distintos items-presa en su

dieta debiera reflejar la disponibilidad ambien­ tal de presas del sitio en que el ave caza. Otra hipótesis que debiera cumplirse es que la diversidad trófica (sensu h u r t u b i a 1973) de F. sparverius debería ser mayor que aquella de las rapaces supuestamente más selectivas en sus hábitos alimentarios (véase j a k s ic et al. 1981). Con el objeto de poner a prueba ambas hipótesis realizamos un análisis cuantitativo de la dieta de F. sparverius en un ambiente semide, Laboratorio de Ecología, instituto de Ciencia» Biológicas, Pontificia Universidad Católica de ChUe. Casilla

i

14-D,

•*M ^M 0* N a^ n aÍ de Historia Natural, Casilla 787, Santiago, ChUe.


BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL DE HISTORIA NATURAL

120

sértico y lo comparamos con la infom ación publicada sobre los hábitos alimentarios de diversas aves predadoras de Chüe central (véase s i m o n e t t i y o t a iz a 1980 para una revisión). MATERIAL Y METODOS Entre diciembre de 1979 y marzo de 1980 recolectamos 39 egagrópüas frescas de F. sparverius en las dunas de Quintero (33° 53’ S-, 71° 31’ O; véase s e r e y 1978 para una descripción del área). Estas egagrópüas fueron medidas, pesadas y su contenido determinado lo más precisamente posible. La diversidad trófica se calcula en base al índice de s h a n n o n - w ie n e r (H’; en decits), evaluando su equitabüidad (J’ = H’/log N, donde N es el número de items-presa en la dieta; p i e l o u 1974). El valor de H’ obtenido se compara mediante una prueba de hipótesis para diversidades ( h u t c h e n s o n 1970) con aquel calculado en base a los datos de y a ñ e z et al. (1980) para una población de F. spar­ verius de La Dehesa (33° 21’ S; 70° 32’ O). Para contrastar si F. sparverius consume los mismos items-presa en proporciones simüares en ambas localidades, se comparan los valores de importancia de éstos en las respectivas dietas mediante una correlación de rangos de SPEARMAN (rj, SNEDEOOR y COCHRAN 1969; véase también JA K Sic 1979). La diversidad trófica de otras rapaces de Chüe central se calcula en base a la informa­ ción publicada sobre . Athene cunicularia (SCHLA TTER et al. 1980a), Bubo virginianus Ó a k s ic y YAÑEZ \980),Buteo polyosoma (SC H LA TTER et al. 1980b), Elanus leucurus (SCHLATTER et al. 1980c), Geranoaetus melanoleucus (SCHLATTER et al. 1980b), Parabuteo unicinctus (JAKSIC et al. 1980) y Tyto alba (JAKSIC y YAÑEZ 1979; SIMONET T I y WALKOWIAK 1979). RESULTADOS Las medidas (X ± error estándar) obtenidas de 32 egagrópüas enteras son: 19.1 ± 1.6 mm de largo; 12.8 ± 0.8 mm de ancho y 0.63 ±

0.1 g de peso. Comparándolas con las docu­ mentadas por YAÑEZ et al. (1980), las ega­ grópüas de Quintero son más cortas (prueba t con corrección de b a r l e t t ( s o k a l y ROHLF 1969) t¡ = 3.33, P < .01), no obstante no difieren ni en su ancho (í^ = 1.73, P > .05) ni en peso (í^ = 1.49, P > .05). El análisis del contenido de las egagrópüas revela que los coleópteros (n = 3 9 ; 4 1 ,9 ° /o del total de presas; Cuadro 1) son los inverte­ brados más comunes en la dieta de F. sparve­ rius en Quintero. La presa más importante entre los vertebrados es Liolaemus nigromaculatus (n = 2 6 ; 2 8 ,0 ° /o del total), seguido por los roedores en conjunto (n = 1 2 ; 1 3 ,0 ° /o del total). La diversidad trófica de F. sparverius difiere significativamente entre las poblaciones de Quintero y La Dehesa, siendo menor en la primera localidad (Cuadro 2; í = 4.66, P < .001). La equitabilidad (J’) de la dieta es alta y similar en ambas localidades; esto indicaría que ningún item-presa en particular estaría sobrerepresentado en la dieta de F. sparverius (véase p i e l o u 1974). El coeficiente de correla­ ción de s p e a r m a n no es significativo {r¡ = .36; P > .10; Cuadro 3), lo que indicaría que las mismas categorías de presas son consumidas en abundancia desigual en Quintero y La Dehesa. Al comparar los valores de diversidad trófica para varias rapaces de Chüe central (Cuadro 4), F. sparverius aparece con el mayor valor; la diferencia de H’ es significativa de A. cunicu­ laria, que presenta el valor más similar (í = 14.98; P < .001). En consecuencia, es probable que las diferencias en H’ con las demás rapaces también lo sean. DISCUSION Nuestros resultados indican que la dieta de dos poblaciones alopátridas de F. spar­ verius presentan diferencias significativas en su diversidad trófica y en la abundancia relati­ va de presas en las mismas categorías taxonó­ micas. Tales diferencias aparecen relacionadas con el cambio de los valores de importancia de dos items-presa: odonatos (22,8°/o de la


J. SIMONETTI, H. NUÑEZ y J. YAÑEZ

/ Alimentación de Falco sparverius

121

CUADRO 1 PRESAS DE FALCO SPARVERIUS EN QUINTERO EN EL VERANO 1979 - 1980 N

PRESAS INSECTA

o/o

(49)

(525)

3 6 3 2 9 16

3.2 6.5 3.2 2.2 9.7 17.2

3

3.2

7

7.3

(1)

(1.1)

1

1.1

(4)

(4.3)

1 3

1.1 3.2

Coleóptera Buprestidae Carabidae Curculiónidae Elateridae Scarabeidae No determinados Hymenoptera Vespidae Orthoptera Acrididae ARANEAE Teraphosidae PASSERIFORMES No determinados Huevos SQUAMATA Liolaemus kuhlmanni Phylodrias chamissonis RODENTIA Akodon oliváceos Oryzomys longicaudatus Mus musculus Phyllotis darwini No determinados TOTAL

(27)

(29.1)

26 1

28.0 1.1

(12)

(13.0)

4 1 1 1 5

4.3 1.1 1.1 1.1 5.4

93

100.0


BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL DE HISTORIA NATURAL

122

CUADRO 2 DIVERSIDAD TROFICA (H’) Y EQUITABILIDAD (J’) EN LA DIETA DE FALCO SPARVERJUS (VEASE TEXTO PARA DETALLES) LA DEHESA

QUINTERO

H’

0.650

0.854

J’

0.720

0.854

CUADRO

3

VALORES DE IMPORTANCIA DE LOS ITEMS-PRESA DE FALCO SPAR VERIUS EN QUINTERO (fq) Y LA DEHESA (rj) Y LOS PORCENTAJES CORRESPONDIENTES EN SU DIETA

Coleóptera Lacertiüa Rodentia Orthoptera Passetiformes Hymenoptera Araneae Ophidia Odonata Lepidoptera Chilopoda Scorpionida

1 2 3 4 5 6 7.5 7.5 10.5 10.5 10.5 10.5

°/0q

Td

o/od

41.94 27.96 12.90 7.53 4.30 3.23 1.08 1.08

2 6 5 4 3 11.5 11.5 9 1 7 8 10

19.89 8.81 11.93 12.50 13.64

Ts = 0.362

—.— P>0.10

___ 1.14 24.43 5.40 1.99 0.28


J. SIMONETTl, H. NUÑEZ y J. YAÑEZ / A lim e n ta c ió n de

Falco sparverius

CUADRO

123

4

DIVERSIDAD TROFICA (H’) DE ALGUNAS RAPACES DE CHILE CENTRAL. LAS RAPACES SE ORDENAN SEGUN H’ CRECIENTE. H’ Elanus leucurus Tyto alba

0.049 0.095 0.164 Parabuteo unicinctus 0.168 Buteo polyosoma 0.263 Geranoaetus melanoleucus 0315 Bubo virginianus 0.409 Athene cunicularia 0.657 Falco sparverius 0.650 0.854

dieta en La Dehesa, la presa más común vs 0,0°/o en Quintero), y lacertilios (8,2°/o vs 28,0°/o, segundos en importancia en Quintero). Falco sparverius en Quintero parece~no consumir odonatos, lepidópteros, quilópodos ni escorpiónidos a pesar que se encuentran en la dieta de esta rapaz en La Dehesa. Esto podría deberse a diferentes disponibilidades ambientales, lo cual se ve apoyado por el hecho que otra rapaz generalista A thene cunicularia (SCHLATTER et al. 1980a), simpátrida de F. sparverius en Quin­ tero, tampoco incluye esas presas en su dieta (siM O N E T T i , datos no publicados), y por la baja representación de dichos taxa en la fauna de artrópodos de la zona ( s a l a s com. pers.). Por lo demás, los odonatos son muy abundantes en La Dehesa, debido a la presencia de un extenso tranque ( f . JAKSIC, comunicación personal). La alta incidencia de L. nigromaculatus en la dieta de F. sparverius en Quintero podría expli­ carse por la elevada densidad de este lacertilio durante el verano en esa zona ( f u e n t e s

FUENTE Schlatter ef a/. 1980c Simonetti y Walkowiak 1979 Jaksic y Yáñez 1979 Jaksic eí a/. 1980 Schlatter eí a/. 1980b Schlatter eí a/. 1980b Jaksic y Yáñez 1980 Schlatter eí a/. 1980a Quintero. Este trabajo La Dehesa. Yáñez ef a/. 1980

et al.

1976; véase también s i m o n e t t i y 1980) comparada con la densidad de odonatos ( s a l a s com. pers.). Lo inverso podría ocurrir en La Dehesa, donde los lacer­ tilios no son especiahnente abundantes (SAGE 1973), lo cual sugeriría que F. sparve­ rius consume sus presas de acuerdo a la abun­ dancia de ellas en el terreno. Ciertamente la única manera de sustanciar esta hipótesis sería evaluando la abundancia relativa de estas presas en ambos sitios. El carácter generalista de la dieta de F. sparverius queda expresado tanto en la equitabilidad de su dieta, como en los ma­ yores valores de diversidad trófica respecto de otras rapaces de Chile central, incluso comparada con A. cunicularia que también ha sido calificado como rapaz generalista (SC H LA TTER et al. 1980a). O R T iz

AGRADECIMIENTOS Los autores agradecenaP.OJEDA, A. W alk o w lm c y F. J a k s ic la lectura crítica del manuscrito.


BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL DE HISTORIA NATURAL

124

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS FUENTES, M., G. RIVEROS, C. SOTO y S. ZUNINO

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Bol. Mus. Nac. Hist. Nat. Chüe, 39: 125-130 (1982)

ALIMENTACION ANUAL DE jW/LFXGO CHIMANGO (VIEILLOT, 1816) (AVES: FALCONIFORMES)

HERMAN NUÑEZ *, MICHEL SALLABERRY *, RICARDO VERGARA • y JOSE YAÑEZ *

RESUMEN A través de un análisis anual de contenidos estomacales de Milvago chimango se discuten las diferencias estacionales que pueda presentar la dieta y la amplitud de nicho en relación a la presencia de las presas. Se concluye que el ave es una rapaz generalista y de poca cinegética. ABSTRACT Throu^t an annual analysis of stomach contents of Milvago chimango, the seasonal differences and niche breath are discussed in relation to the prey offer. This bird is a generalist raptor and has a scarce cinegetic. INTRODUCCION La g r a n m a y o r í a d e la s c u a n tif ic a c io n e s d e lo s h á b it o s a li m e n t a r i o s d e la s ra p a c e s c h ile ­ n a s se h a n r e a liz a d o s o b r e la b a se d e a n á lisis d e e g a g r ó p ila s ( j a k s ic y y a ñ e z 1 9 7 9 , 1 9 8 0 ; JAKSIC et al. 1 9 7 8 , 1 9 8 0 ; p e f a u r et al. 1 9 7 7 ; SCHLATTER et al. 1 9 8 0 a , b , c ; y a ñ e z y j a k s ic 1 9 7 8 , 1 9 7 9 ; YAÑEZ et al. 1 9 7 8 , 1 9 8 0 ). Sin embargo, y a ñ e z y n u ñ e z ( 1 9 8 0 ) sugieren que para aves de poca cinegética, como es el caso del tiuque, se deben utilizar los estómagos por sobre las egagrópilas y demuestran que hay diferencias en el grado de información y similitud del espectro trófico que arrojan ambos tipos de análisis. Nuestro objetivo es presentar datos cuantificados sobre la alimentación de esta ave

basado en análisis estomacales y discutir sobre las posibles diferencias estacionales que pueda presentar la dieta y la amplitud de nicho. MATERIAL Y METODOS Entre julio de 1979 y junio de 1980 se recolectaron 80 ejemplares de Ai. chimango en la zona de La Pintana, 20 km al sur de Santiago. Las capturas se distribuyeron estacionalmente como lo indica el Cuadro 1. No se discriminó sexo. Los estómagos de las aves fueron extraídos en terreno y fijados en formalina al 10°/o, su contenido fue determinado taxonómicamente * Museo Nacional de Historia Natural, Casilla 787, Santiago de Chile.


BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL DE HISTORIA NATURAL

126

CUADRO

1

ITEMS CONSUMIDOS, TOTAL DE INDIVIDUOS EN CADA ITEM (N) Y FRECUENCIA (F) EN LOS ESTOMAGOS DE M. CHIMANGO. ENTRE PARENTESIS EL NUMERO MUESTRAL PARA CADA ESTACION

ITEMS

Invierno (n=24) N F

Primavera (n=20) N F

Verano (n=22) N F

Otoño (n = 14) N F

Total Anual (n=80) N

ARTROPODOS Qase Insecta Coleóptera adultos Coleóptera larvas Diptera larva Diptera otros estados Lepidoptera larva Lepidoptera otros estados Orthoptera Otros Insectos

156 14 9 5 1

20 9 5 4 0 0 0

18

1

40 1 702 53 10 1 1 3

1 13 8 1 1 1 2

36 57 193 8 32 5 84 8

14 6 4 3 4 2 18 7

8

6

2

2

5

1

1

34

2

Clase Oligochaeta

4

1

1

VERTEBRADOS

1

1

5

Clase Arachnidae

21 1 12 5

27 1

9 1 3 1 0 1 5 1

253 73 916 71 42 11 112 13

2

5

1

20

-

0

2

2

37

1

2

1

-

0

7

5

5

5

5

5

16

0 0

_ -

0 0

-

6 3

4

_

2

5

MOLUSCOS Clase Gastropoda ANELIDOS

VEGETALES Almendras y nueces Otros OTROS

-

13 3 9

-

8


H. NUÑEZ, M. SALLABERRY, R. VERGARA y J. YAÑEZ / A lim e n ta c ió n de

lo más preciso posible, pero el análisis se hizo utilizando taxa mayores. Para detectar las eventuales diferencias de consumo entre las estaciones se usó la prueba no paramétrica de m a n n - w h i t n e y y pruebas de bondad de ajuste ( s o k a l y ROHLF 1969). Para detectar la asociación de presencia de items, se utilizó tablas de contin­ gencia ( s o k a l y ROHLF Op. cit.). La amplitud de nicho por estación se cal­ culó mediante el índice de l e v i n (1968): N g = (E pi)2)-1 en que py es la probabi­ lidad del Ítem i en el muestreo j. Los items vegetales y “otros” , que sólo tienen frecuencia en los estómagos, no fueron considerados para el análisis estadístico. RESULTADOS Y DISCUSION Por la gran diversidad específica de items consumidos, especialmente invertebrados, es que en el Cuadro 1 se entregan resultados por taxa más amplios, donde se observa que los Artrópodos constituyen la mayor propor­ ción de la dieta durante todo el año. (Para determinación más discriminativa y número de presas véase Apéndice). Sobre la base de los datos del Cuadro 1 se comprobó que no existen diferencias signifi­ cativas entre las estaciones en cuanto distri­ bución de presas consumidas ( m a n n - w h i t n e y u, P > 0.05 para todo los casos). Sin embargo el análisis realizado para el número de presas por Ítem arroja diferencias notables (ver Cuadro 2). De lo anterior se desprende que el tiuque consume igual cantidad de presas durante el año pero cada item en cantidades dife­ rentes dependiendo de la estación. Así se observa que los coleópteros adultos inciden principalmente en invierno, en tanto que sus larvas lo hacen en primavera. El Apéndice muestra que de los coleópteros, la familia Carabidae es la que se presenta mayoritariamente. Existen dos géneros de coleópteros Carabidae que se hacen incidentes en invierno (Colecciones entomológicas M.N.H.N.): Feroniomorpha y Pristonychus. Es más probable que sea Pristonychus el presente en la dieta,

Milvago chimmgo

127

dado que es más común y su hábitat es las zonas húmedas, lugares que el tiuque frecuenta; Feroniomorpha en cambio es de zonas secas y más escaso. CUADRO 2 VALORES DE LA PRUEBA DE BONDAD DE AJUSTE (X2) Y SU PROBABILIDAD (P). PARA EL NUMERO DE INDIVIDUOS POR ITEM EN LAS CUATRO ESTA­ CIONES

Coleóptera adultos Coleóptera larva Diptera larva Diptera otros estados Lepidoptera larva Lepidoptera otros estados Orthoptera Arachnida

X2

P

149.66 134.84 1219.65 70.45 55.91 4.63 162.18 2.8

<0.005 <0.005 <0.005 <0.005 <0.005 > 0 .2 0 <0.005 > 0 .2 0

Las larvas de dípteros a pesar de ser con­ sumidas todo el año, sólo tienen alta inci­ dencia en primavera y verano. Estas larvas pertenecen a la familia Sarcophagidae (véase Apéndice) las que se desarrollan en carroña. Durante primavera-verano es posible que el incremento de la temperatura permita una mayor presencia de estas larvas; concomitan­ temente aparece el hecho que del faenamiento de porcinos en lugares adyacentes a los sitios de captura puedan quedar restos que sean eficaz sustrato de larvas. Que el número de larvas decrezca notablemente de primavera a verano coincidiendo con la relativa desaparición de la carroña, avalan la hipótesis anterior. La pmeba de contin­ gencia para larvas y carroña en las cuatro estaciones muestra que ambos items son dependientes uno del otro (Prueba de = 1.87; P > 0.20). Los ortópteros aparecen mayormente sólo en verano y otoño, siendo casi nula su pre­ sencia en invierno-primavera; este resultado es consistente con el encontrado por n u ñ e z y YAÑEZ (1981) y ^ Ñ E Z y n u ñ e z (1980).


BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL DE HISTORIA NATURAL

128

Las larvas de lepidópteros aparecen sólo en primavera y verano, lo cual es esperable dado que estos items se ofrecen únicamente en esas estaciones; los otros estados de este orden son escasos y no presentan diferencia esta­ cional significativa al igual que los arácnidos. Respecto de la ingestión de nueces y almendras, ésta se realiza sólo en otoño e invierno, lo que coincide con la maduración de estas frutas y con su presencia en el lugar de caza. Si se intenta medir la equiparidad estacio­ nal de la dieta de esta rapaz a través de su amplitud de nicho se observa que se mantiene uniforme durante invierno, primavera y ve­ rano (1.58, 1.46 y 1.06 respectivamente) produciéndose un brusco aumento en otoño (4.97). Estos indicaría que desde invierno a verano existe uno o varios items mayoritariamente presentes que serían: coleópteros para invierno, dípteros y coleópteros para primavera y dípteros, coleóperos y ortóp­ teros para verano. En cambio en otoño si bien están representados los mismos items su presencia numérica está aminorada, lo que hace la muestra otoñal más homogénea y le da mayor preponderancia a los números de presas de los otros items; debido a esto se produce el alza en la amplitud de nicho; recuérdese que el índice de Levin se deduce del de diversidad de Simpson, y éste presenta valores más altos mientras más equiparada sea la muestra. Los datos de alimentación anual presen­ tados vienen a confirmar las sugerencias hechas por y a ñ e z y n u ñ e z (1980) en el sentido que esta rapaz presenta una activi­ dad trófica oportunista y su acción predadora (cinegética) sobre vertebrados es prác­ ticamente nula, ya que ni siquiera en las estaciones de mayor abundancia ( j a k s ic y YAÑEZ 1978, NUÑEZ datos no publicados), éstos inciden en la dieta.

MAURO

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1980b The diet of the Burrowing Owl in Central Chile and its relation of prey size. The Auk 97 (3): 616-619.

AGRADECIMIENTOS Al Sr. JOSE ENRIQUE del en las capturas mensuales.

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por su gestión

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BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL DE HISTORIA NATURAL

130

APENDI CE ESPECIFICACION DE ITEMS Y NUMERO DE INDIVIDUOS POR ESTACION. PARA VEGETALES, CARROÑA Y PIEDRAS SE INDICAN LAS FRECUENCIAS. ENTRE PARENTESIS EL NUMERO DE ESTOMAGOS EXAMINADOS.

ITEMS

Invierno (n=24)

Primavera (n=20)

Verano (n= 22)

129 9

24

1 4

_

5 49 1 17 1 1 3 8 3 5

Otoño Total (n = 14) (n=80)

INSECTA Carabidae adulto Carabidae larva Coccinelidae adulto Curculionidae adulto Elateridae adulto Scarabeidae adulto Scarabeidae larva Tenebrionidae adulto Adultos indeterminados Larvas indeterminadas Diptera Sarcophagidae larva Sarcophagidae pupa Adulto indeterminado Larva indeterminada Pupa indeterminada Lepidoptera Larva Pupa Orth opterà Acrididae Grillidae Tettigcmidae Otros insectos ARACHNIDA Araneae GASTROPODA

_

_ _ _

22 5 3 4

_

6 1 _ _

Oryzomys longicaudatus Indeterminados Aves

Lophortyx califomica brunescens Indetenninadas VEGETALES Almendras y Nueces Otros OTROS Carroña Piedras

1 10 1

4

_

5 7 1

193 7 1

10 1

32 5

1

27 1

102 8 2 13

5

20

2

1 36

1

3

8

2

5

_ _

12 2 3

849 60 3 67 8

5

42 11

1 34 4

_

1 1

_ 13

3 4

4

1

3 -

n/

2

1

1

163 58 1 23 5 5 3 14 42 12

641 47 2 61 4

74 8 2 8

“babosa” OLIGOCHAETA

Lumbricus terrestris

4

_

Helix aspersa

VERTEBRADOS Mammalia

1

5

_

1 4

1 8

*AT -

6

3 A *T 2

L 5

4 4

19 6 12 10




133

INSTRUCCIONES A LOS AUTORES La Dirección del Museo Nacional de Historia Natural considerará para la publicación en su Boletín, contribucio­ nes originales e inéditas en las diferentes disciplinas relativas a las Ciencias Naturales y Antropología. Las publicaciones serán en español, pero excepcionalmente se aceptaríari manuscritos en otros idiomas, en cuyo caso se incluirá un resumen en español. Presentación de originales: Los autores, deberán enviar al Director del Museo Na­ cional de Historia Natural o al Editor del Boletín, (Casilla 787, Santiago), el original y dos copias del trabajo, meca­ nografiado a doble espacio, en papel de buena calidad, tamaño carta, escrito por una sola cara, con márgenes de por lo menos 2,5 cm. En el texto, sólo deberán subrayarse los nombres cien­ tíficos correspondientes a géneros, subgéneros, especies y subespecies. Todos los nombres de personas deberán escribirse con mayúsculas. El Editor a través de su Consejo Editorial someterá los originales al juicio crítico de especialistas y revisará el estUo antes de decidir su publicación; las observaciones serán enviadas al autor. El Editor y su Consejo Editorial se reservan el derecho de rechazar aquellos trabajos que a su juicio no se ajusten al nivel de la revista. Cuando un manuscrito se encuentra en proceso de revi­ sión para su aceptación, no debe ser enviado para su publi­ cación a otras revistas. TITULO: deberá ser corto y preciso. El aitor(es) indicará(n) al pie de la primera página el nombre y dirección postal de la Institución a la que pertenece(n).

colocando a continuación un título breve y preciso sin notas descriptivas. En su elaboración, se deberá tener en cuenta las medidas de la página impresa de la revista. FIGURAS: Incluyen dibujos lineales, gráficos, mapas, etc. y fotografías. Los dibujos deben ser hechos con tinta china negra y papel diamante o en papel blanco de buena calidad pudiendo usarse además, materiales autoadhesivos Qetra set u otros). Las fotografías deberán ser en blanco y negro, papel brillante y con buen contraste e intensidad. Las figuras llevarán leyenda corta, precisa y autoexplicativa y serán numeradas correlativamente con cifras árabes: Figura 1, 2, 3 etc. En lo posible deberán diseñarse del tamaño en que se desea sean reproducidas, teniendo en cuenta las proporóones de la hoja impresa de la revista. Si se tuviera cjue hacer figuras que excedan el tamaño de la hoja, deberán ser proyectadas considerando la reduc­ ción que sufrirá el original. Usar escalas gráficas. Las leyendas y explicaciones de figuras deberán mecano­ grafiarse en hoja aparte. Cada ilustración deberá llevar además del número, el nom­ bre del autor y del artículo, el cual debe escribirse con lápiz grafito en su margen o en el reverso en el caso de foto­ grafías. El autor puede sugerir el lugar más apropiado para ubicar las ilustraciones. El número de cuadros y figuras debe limitarse al mínimo indispensable para comprender el texto. REFERENCIAS: Las referencias en el texto se harán indi­ cando solamente el apellido del autor, el año y la página, si es necesario. Si un autor tiene más de una publicación de un mismo año se diferenciarán agregando a^ b, etc., a continuación del año. Cuando se trate de mas de tres autores, se debe citar al primero de ellos y luego se agregará

etal. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS: en ella figurarán sola­ mente la bibliografía citada en el texto. Esta deberá dispo­ nerse por orden alfabético de autores y las referencias de un mismo autor por orden cronológico.

RESUMEN: los originales en español deberán llevar un resumen en este mismo idioma y otro en un idioma ex­ tranjero de amplia difusión (preferentemente ingles). Estos deberán ser breves y objetivos, incluirán solo el contenido y las conclusiones del trabajo y no excederán de 250 pala­ bras.

Cita de artículos de revistas y libros: Según se cita en este volumen.

El trabajo debe estar organizado en una secuencia lógica. En la introducción debe dejarse claramente establecido cuales son los objetivos y la importancia del trabajo, limi­ tándose al mínimo la información relativa a trabajos ante­ riores.

Prueba de imprenta:

Métodos de práctica habitual deben señalarse sólo por su nombre reconocido o citando la respectiva referenaa.

Apartados;

CUADROS: se justifican cuando constituyen una síntesis de información para evitar un texto largo. Deben numerarse consecutivamente con números árabes: Cuadro 1, 2, 3, etc..

AGRADECIMIENTOS: deben colocarse en forma breve, antes de las referencias bibliográficas.

El autor recibirá una prueba de imprenta que deberá devolver corregida inmediatamente. Estas correcciones se refieren exclusivamente a las erratas de imprenta.

El o los autores recibirán gratuitamente un total de 50 separatas por trabajo. Si desean un número mayor, deben canceladas anticipadamente. La cantidad adicional debe ser indicada al devolver la prueba de imprenta.


La ediciĂłn de la presente obra en lo que se relaciona con lĂ­m ites y fronteras del paĂ­s, no compromete en m odo alguno al Estado.




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