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Parece que esta semana Hillary Clinton se ha convertido finalmente en la candidata del partido demócrata a las elecciones en Estados Unidos. Así que ahora se las va a ver con Donald Trump en sus apariciones en público, y en debates televisados que van a ser los más interesantes de la historia desde el punto de vista de la oratoria, porque los dos son grandes oradores anclados en posiciones radicalmente enfrentadas. Trump va a atizar a Clinton por sus problemas con su servidor de correo, por su actuación como secretaria de Estado y por ser parte del establishment, y Clinton le va a buscar hasta el último papel que tenga pendiente en sus negocios antes de meterse en política, además de resaltar que no tiene ninguna experiencia en política.

Con independencia de que te guste o no su color político y sus propuestas a veces extremas, Trump es mucho más entretenido de ver que Clinton. Suele hablar sin teleprompter, y puede hacer lo que hace cualquier CEO experimentado hablando en público: hablar de cualquier área de su negocio con los ojos cerrados, y sin recurrir a notas. Aquí le puedes ver justo antes de las primarias de California, improvisando a partir de los puntos clave que tenga en sus apuntes y adaptándose a las reacciones del público: https://goo.gl/Mdzxqo. Es un espectáculo verle saltar de un punto a otro, machacando sus mensajes en cada punto: "make America great again", frenar la inmigración, resaltar los problemas legales de Clinton, que él no es del "establishment", las pobres negociaciones comerciales con otros países, "we are going to win", devolver los puestos de trabajo a los Estados Unidos, etc. Algunos mensajes son verdaderamente populistas y choca oírlos de un candidato a la presidencia de los Estados Unidos. En ocasiones, parece que el entorno es de otra época y de otro lugar: mira cómo el público grita "build the wall" cuando habla de las drogas en relación con la inmigración, y cómo Trump les reafirma que la pagará México (45.30). En su estilo destaca sobre todo su inflexión vocal, lo potente que es su timbre a pesar de lo mucho que usa el volumen, y la cantidad de gestos poderosos que hace con sus dedos.

Hillary Clinton no se aparta del guion y sigue el teleprompter con precisión, igual de bien que lo sigue Obama: https://goo.gl/9lhoYE. Aunque tiene un aire mucho más presidencial que Trump, en un debate con él tiene las de perder en cuanto a habilidad oratoria, siempre que Trump se lo prepare a fondo - no como sus discursos, en los que no tiene que hacer frente más que a algún revoltoso del público. La presión que le ha hecho Bernie Sanders ha sesgado el mensaje de Clinton aún más a la izquierda, lo que también es extraño para los Estados Unidos. En ocasiones, como pasa al ver a Trump hablar, parece que estamos en otro país. Tiene una ventaja en la que Trump va a meter el dedo fácilmente, ser la primera mujer candidata a la presidencia. En este último vídeo en su site, de 2.43 minutos 2.00 son para el hecho femenino: https://goo.gl/W0WNyn. Clinton maneja muy bien las pausas, lo que va ligado al uso del teleprompter, y aplica su sonrisa con precisión cuando hace falta. A veces de manera algo falsa, sobre todo antes y después de hablar, cuando le hace saber al público con sus gestos que está encantada de estar ahí. Suele señalar a alguien mientras sonríe ampliamente y arquea las cejas como diciendo "¡has venido!". Lo puedes ver en el minuto 38.34 (https://goo.gl/9lhoYE).

A estas alturas es difícil aventurar quién va a ganar. Los dos candidatos tienen el suficiente número de debilidades como para perder, no el suficiente número de fortalezas para ganar. Si nos ceñimos a quién es mejor hablando en público, gana Trump.